Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 4

Capítulo 4: La Sonrisa Del Sol

Parte 6

Levanté el puño.

¡THUNK!

¡En serio, te dije que te quitaras el peso extra!

La pelota voló hacia la gran pantalla del fondo del campo como una estrella fugaz portadora del deseo de alguien.

* * *

Mi princesa era muy estricta.

Arrastré mi mano izquierda casi entumecida y corrí hacia la primera base.

El golpe parecía bueno, pero la trayectoria era baja y con toda probabilidad no llegaría a la grada.

Maldita sea.

A pesar de que el corredor en primera base podría volver a home con ese hit, el empate no era suficiente.

Si no le diéramos la vuelta a la tortilla aquí, no nos quedarían energías para luchar durante una entrada extra.

Pensé desesperadamente mientras pisaba la primera base.

Seguí la pelota con la mirada y, tal como pensaba, chocó contra la valla del jardín.

Afortunadamente, la bola de cojín rodaba en una dirección distinta a la que esperaba el jardinero central.

¿Debería rendirme y apuntar al home?

Cuando pensé eso, inconscientemente balanceé mi brazo izquierdo, y un dolor como un nervio arrancado de mi cuerpo se disparó inmediatamente a través de mi cerebro que me hizo casi caer.

¿Me estás tomando el pelo? ¡Los chicos guapos no van dando tumbos como idiotas!

Puse toda su fuerza en mis piernas. Todavía no. Sin embargo, en el momento en que estaba a punto de pisar la segunda base…

“¡DETÉN ESTO——!”

Una voz fuerte llegó desde el on-deck circle. Me detuve rápidamente y me di la vuelta. “Hirano…”

El dueño de la voz me miró con expresión severa. “¡Quédate ahí, lesionado! ¡Te enviaré de vuelta al home!” “¿En serio?”

Relajé los hombros. El resto te lo dejo a ti.

* * *

“¡Quédate ahí, lesionado! ¡Te enviaré de vuelta al home!”

Cuando miré en la dirección de donde procedía la voz, solté un grito de sorpresa.

El cuarto bateador, Hirano, y los jugadores de la Secundaria Fuji en el banquillo estaban muy animados.

La atmósfera de autodesprecio había desaparecido.

Antes de que me diera cuenta, todo el equipo estaba gritando a pleno pulmón, inclinando el cuerpo hacia delante y lanzando vítores.

El corredor que regresó a la base chocó los cinco con Hirano.

“¡Tienes que golpear la pelota, Hirano! ¡Aunque mueras, haz que Saku pise esta base!”

“Por supuesto. Si no te emocionas cuando ves algo así, no eres un hombre.”

Lo decía en serio.

Las palabras que resonaron en las gradas no eran bravatas ni palabras impulsivas, sino que destilaban verdadera pasión al rojo vivo.

Estaba decidido a responder a la seriedad de Chitose a cualquier precio.

Tal deseo formó un aire que se extendió por los jugadores de la Secundaria Fuji, creando una chispa feroz.

“¡¡¡VAMOS————!!!” Gritó Hirano mientras permanecía de pie en la zona de bateo.

El ambiente en el campo cambió cuando el lanzador del equipo contrario pareció flaquear.

—Hey, Chitose, ¿puedes verlo desde allí?

—¿Por fin te han alcanzado?

Al primer lanzamiento, Hirano bateó con fuerza y la pelota voló hacia el jardín izquierdo.

“¡Saku, corre!”

… Cielos, ¿no dijiste que lo harías caminar hasta el home? Definitivamente iba a decir algo así. ¡Pero fue un buen golpe! Había corredores en primera y tercera base.

Sólo un acierto más o un error, y sería una victoria de remontada para la Secundaria Fuji.

Sin embargo, el siguiente bateador, el número cinco, no había hecho ni un solo buen tiro en todo el partido.

Junté las manos en señal de oración y cerré los ojos con fuerza.

Por fin estaban entrando en una buena dinámica y sólo les faltaba un paso para lograr la victoria. Alguien, alguien, por favor…

“Anuncio de cambio de jugador.”

¿Eh…?

“—El bateador, Ezaki-kun.”

Ezaki… es Yūsuke, ¿verdad?

En cuanto le vi en la zona de bateo, se me iluminaron los ojos.

¿Qué demonios? ¡Si podías jugar, hazlo antes, idiota! ¡Entonces Chitose no estaría tan agotado!

… No, eso está mal.

Como a mí en aquella época, a ese tipo le fluía la pasión.

Sus pies que no se habían recuperado del todo, el alma que temblaba de miedo y la yo que estaba tan débil que quería escapar, fueron energizados por el fuego feroz.

—¿De verdad no transmitiste tu verdadera pasión, juego y actitud a tus compañeros? ¿De verdad no moviste el corazón de nadie, o fue realmente una imposición inútil o egoísta?

Hey, Chitose, ¿has visto el final al que has llegado?

Tu verdadera pasión, tu juego y tu actitud encendieron un fuego en los corazones de tus compañeros de equipo.

Las llamas de los corazones de todos estaban conectadas, resonaban y estaban a punto de explotar.

Eras el sol ardiente que iluminaba a todos.

Yūsuke, de pie en la zona de bateo, gritó heroicamente. “¡EL CAMINO!”

Hirano y Chitose alzaron la voz desde la base junto con los jugadores de la zona de banquillos.

“¡EL AVANCE!” “““¡DETENLO!””” “¡EL MURO!” “““¡DESTRÚYELO!””” “¡VAMOS!”

“““¡¡SECUNDARIA FUJIIIII!!”””

El viento caliente parecía barrer todo el estadio.

Quería contenerme, quería aguantar hasta que terminara el partido. Pero ahora que seguía en el campo, no podía evitar que se me saltaran las lágrimas.

Esto es lo que quieres, ¿verdad, Chitose?

Hace un año, eras el único que podía ver esta escena.

Realmente pensabas que llegarías a la cima junto con tus compañeros de equipo, con los mismos sentimientos y la misma pasión.

Creías que este equipo podía hacerlo.

En este momento, creo que yo también podría verlo.

Todo el mundo en este estadio debe estar viendo lo mismo que nosotros.

Mira, los que antes se reían de ti no pueden decir nada, lo cual es buena señal.

Al fin y al cabo, podían imaginarlos a ustedes en el estadio Koshien, corriendo como lo hacían y consiguiendo un manga exitoso que relatase sus hazañas.

Chitose sonreía tranquilamente, casi sin tomar ya la iniciativa.

Como si dijera que dejaría el resto a los demás.

No hagas eso, no pongas una expresión como si hubieras hecho tu parte. Me dieron ganas de abrazarlo.

Siempre, siempre crees así en tus compañeros de equipo. Siento no haberme dado cuenta de tu dolor y desesperación. Siento haber utilizado un término tan cobarde como “genio”. Siento no haber acudido a ti antes.

Yo también encontré la respuesta. Me aseguraría de pasar este testigo.

El sueño que no habías completado, lo llevaría al futuro y lo colocaría en la cima del pináculo.

Por eso—

¡CLANG!

La pelota que Yūsuke golpeó voló igual que la de Chitose. Así que saca pecho y vuelve a home con orgullo.

Este home run también es tu home run. Dicho esto.

Ah, ya no podía engañarme más.

Lo siento Yuuko. Lo siento Uchi, lo siento Nishino-senpai, pero no voy a perder contra Nana.

Hey, te amo, Chitose. En verdad te amo.

* * *

“Jaja, realmente lo hizo.”

Observé a Yūsuke golpear la pelota mientras yo corría hacia la base a paso lento.

Allí me esperaban mis antiguos, no, mis compañeros de equipo.

Mejor no tener prisa, ya no puedo correr tan rápido.

Cinco, cuatro, tres, dos, uno…

En cuanto pisé el home, esa maraña de tipos molestos saltaron sobre

mí.

“¡Saku—!”

“¡Eres realmente exasperante!”

“¡Estás presumiendo demasiado! ¿Eres una superestrella?”