Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 4

Capítulo 3: Encendiendo El Fuego Del Espíritu De Lucha En El Corazón

Parte 1

Al día siguiente de escalar el monte Asuwa, arrastré mi cuerpo dolorido hasta la escuela, quizá por los músculos que no utilizaba normalmente.

¿Está mi cuerpo realmente preparado para volver al campo?

Hmmm, ¿quién era el que hablaba a lo grande?

Apenas dormí anoche por los sentimientos encontrados que tenía dentro.

La voz débil del entrenador, el lesionado Yūsuke, Hirano y los otros compañeros de equipo que se inclinaron ante mí, y Haru.

Uno tras otro, varios rostros y palabras iban y venían. Al final, seguía sin encontrar la respuesta.

Por eso, pasé las clases de la mañana aturdido. Después, llegó la hora de comer.

Con el pretexto de buscar pan en la tienda, fui al entrenamiento de baloncesto de las chicas.

Quizá pensaba que algo cambiaría si veía jugar a Haru, o quizá, simplemente, quería sentir la pasión de la gente que hacía deporte.

Como de costumbre, el equipo de baloncesto femenino corrió alrededor de la cancha sin haber almorzado. Aunque entendía que no podían hacer ejercicio vigoroso después de comer, seguía pareciéndoles un momento duro.

Hoy parecía que iba a ser una sesión de entrenamiento tipo competición.

“¡Sen, te rindes demasiado pronto! Incluso si el oponente está a punto de romper la defensa, ¡tienes que hacer todo lo posible para aguantar!”

Era Haru quien corría por la cancha, gritando más fuerte que nadie del equipo.

Tal vez estaba ardiendo después de su reciente enfrentamiento con Tōdō Mai, sus instrucciones eran aún más estrictas que de costumbre.

“¡Yō, tu juego es demasiado ligero! No te límites a bloquear y hacer rebotar la pelota, ¡piensa también en tu posicionamiento!”

El balón pasó a Nanase cerca de la línea de tres puntos. Hoy también las dos parecían estar en equipos diferentes.

Nanase se colocó en posición de tiro, vio saltar a la defensora y pasó el balón a su compañera de equipo en la banda.

La jugadora que atrapó el balón regateó y lanzó, pero por desgracia el balón rebotó en el aro.

“¡Nana!”

Haru vio la situación e inmediatamente gritó.

“¿Por qué no tiras el balón? Después de engañar a tu oponente con una jugada falsa, ¡podrías haber anotado los tres puntos tú sola!”

En contraste, una voz tranquila respondió a Haru.

“Saber hacer un tiro y meter el balón son dos cosas distintas. Simplemente elijo el movimiento que tiene más posibilidades de anotar.”

“¿Cuánto tiempo vas a hacer eso? Dejando a un lado si se trata de un rival de menor rango, pero si el marcador es ajustado, ¡tu tiro de tres puntos debe ser la clave!”

“Cálmate, Umi.”

“Si no lo haces mientras estás a tiempo, ¿cuándo lo harás?” “—Tsk.”

Nanase chasqueó la lengua irritada, lo que era raro en ella. El ambiente se estaba volviendo peligroso.

Haru le arrebató el balón a su compañera con cara de disgusto cuando—

—¡THUD!

Cayó de rodillas, como si le hubieran cortado un hilo que colgaba de su cuerpo.

“¡Umi!”

“¡Haru!”

Nanase y yo alzamos la voz casi al mismo tiempo.

Arrojé el pan que tenía en la mano, salté del podio y corrí hacia ella, abriéndome paso entre las demás chicas que estaban congeladas en su sitio.

“¡Haru, Haru!”

Aunque no tenía muchos conocimientos, me apresuré a comprobar su estado.

“U-Uh…”

Gemía en voz baja, pero seguía respirando. No tenía heridas externas en el cuerpo.

Había   visto   a   otras   personas    desplomarse   así durante  los entrenamientos en el pasado.

“¡Que alguien vaya a buscar a la enfermera de la escuela!” Gritó Nanase a mi lado.

“Creo que es anemia o deshidratación. La llevaré a la enfermería.” Puse las manos en las rodillas y las axilas de Haru y la levanté.

Su cuerpo inerte pesaba más de lo que pensaba, pero no me supuso ningún problema.

Nanase parecía muy preocupada e iba a venir conmigo.

Me detuve y le susurré al oído. “Yo me ocuparé de Haru, te dejaré que te ocupes del resto aquí.”

Nanase asintió con la cabeza, como si hubiera caído en la cuenta.

Me dirigí a la enfermería lo más rápido posible, teniendo cuidado de no sacudir demasiado el cuerpo que tenía en mis brazos. Si hubiera estado consciente, podría haberme burlado de lo suaves que eran sus muslos para distraerla, pero en lugar de eso, no dejaba de repetir lo mismo en un susurro.

Lo siento, lo siento todo el mundo.

Después de diagnosticarla, la enfermera dijo que, aunque no había forma de estar seguros, era probable que se tratara de un caso leve de anemia o deshidratación. A Haru se le permitió descansar primero en la cama y la enfermera observaría su estado antes de decidir si enviarla al hospital.

Tras decir que iba a comer algo, salió de la enfermería. Acerqué la silla plegable a la cama y me senté a su lado. “¿Qué estás haciendo, idiota?”

Probablemente   porque   estábamos   en   la   habitación  con aire acondicionado, Haru parecía tranquila y dormía plácidamente.

De alguna manera no fue consciente de su situación, probablemente se había sometido a un riguroso entrenamiento y el cansancio se apoderó de su cuerpo de golpe.

Teniendo en cuenta lo ocurrido ayer, sentí cierta responsabilidad.

El nudo de su coleta parecía estorbarle para dormir, así que intenté desatarlo con toda la delicadeza que pude.

“Um…”

El cuerpo de Haru se retorció ligeramente antes de abrir un poco los ojos.

“Hmm… ¿Chitose?” “Perdona, ¿te he despertado?” “¿Por qué estoy aquí? ¿Eh?”

Como si hubiera recobrado el sentido, se levantó de un salto y, por alguna razón, miró dentro del cuello de su camiseta.

“No reacciones como si acabaras de tener un revolcón de una noche estando borracha.”

Apoyé su cuerpo y la tumbé de nuevo en la cama. “Ya veo… en la práctica…”

“Te has desmayado de repente, probablemente por anemia o deshidratación. ¿Has desayunado?”

“No pude dormir bien por todo lo que pasó anoche. Cuando me desperté después de haberme dormido al amanecer, iba a llegar tarde al entrenamiento matutino, así que… no había comido. Estaba aturdida y no bebí nada de agua.”

“La práctica de la mañana es en realidad un ejercicio independiente.

Al menos deberías comer algo antes de venir.”

“No, ya que fui yo quien sugirió la idea, ¿cómo voy a llegar tarde?”

Dejando escapar un suspiro, le ofrecí un Pocari Sweat que había comprado en la máquina expendedora.

“No vale la pena si te desmayas. ¿Puedes beber?”

Ella asintió. Cuando estaba a punto de sujetarla, la botella de plástico cayó sobre la cama.

“Uy, parece que no puedo hacer que mi cuerpo se mueva…” “Qué chica más problemática.”

Tras quitar la tapa del Pocari, levanté a Haru con las manos en la espalda.

Le puse la botella en la boca y le digo: “Allá vamos.” Antes de inclinarla lentamente.

Gulp, gulp, gulp, gulp.

Debía de tener mucha sed.

No le importó que el Pocari se le derramara por la comisura de los labios y se terminó casi un tercio de la botella de un tirón.

Me avergonzaron sus mejillas ligeramente rojas y sus ojos llorosos, así que le limpié bruscamente la boca con las yemas de los dedos.

“¿Cómo he llegado hasta aquí?” Preguntó Haru, cuya cabeza ya estaba de nuevo sobre la almohada.

“Es una pena que no te acuerdes. No todos los días tienes la oportunidad de que te abrace un príncipe tan guapo como yo. Todas las chicas con las que nos cruzamos gritaban.”

“—Ugh, que alguien me mate.”

Se echó la manta a la cabeza y se tapó la cara.

Después de unos cinco segundos…

“¿He…?” Con los ojos entrecerrados, preguntó: “¿He apestado a sudor?”

“No te preocupes. Lo olí tanto anoche que ahora ni me importa.” “Muy bien, después de recuperarme, voy a retorcerte la nariz.” “Esta es mi orgullosa nariz tengu, por favor no hagas eso.”

Haru debió darse cuenta de que era una paráfrasis^[20] de lo que dijo mi entrenador cuando me reprendió.

Nos miramos y nos echamos a reír.

Tenía sentimientos encontrados sobre convertirlo en una broma después de sólo una noche. Pero, bueno, el cambio no fue malo.

“Tengo que volver pronto.”

“Idiota, el paciente debe permanecer en cama.” “Pero…”

“Nanase se encargará de todo.”

“Ya veo. Haaahh…” Haru se lamentó con voz débil, cubriéndose los ojos con el dorso de la mano. “Esto no va bien.”

En ese momento regresó la enfermera, así que salí de la enfermería.

* * *

Quedaban unos veinte minutos para el final de la pausa del almuerzo.

Aunque no creía que siguieran practicando, volví al gimnasio para informar de la situación a Nanase.

Me detuve en seco al oír una voz alzada procedente de la puerta abierta.

Un destello de recuerdos desagradables volvió a mí de inmediato como luces intermitentes.

“¡Nana-san, no podemos seguir haciendo esto!”

“¿No   está   siendo   demasiado   el   comportamiento  de Umi-san últimamente?”

Me apoyé en la puerta, escuchando atentamente su conversación.

Nanase respondió en tono tranquilo. “Sólo quiero confirmar,

¿realmente aspiran al Inter-Escolar^[21]? Esta es una buena oportunidad para decirme lo que realmente piensan… ¿Y tú, Sen?”

“Ir al Campeonato Inter-Escolar ha sido mi sueño desde que era niña, y no he olvidado el juramento que hice aquel día. Todavía tengo muchas ganas de ir… pero no creo que pasar más tiempo practicando sea suficiente. Incluso Umi acabó cayendo.”

“Ya veo. ¿Así que estás diciendo que debemos centrarnos en la práctica intensiva en un corto período de tiempo?”

“Creo que podemos seguir teniendo una formación de alta calidad aunque sólo sean tres horas después de clase.”

De repente me sentí enfadado. ¿Era porque estaba en el mismo bando que Haru? ¿O era porque lo que me pasó en el pasado estaba sucediendo de nuevo?

“Yō, ¿qué hay de ti?” Preguntó Nanase.

“Por supuesto, yo también quiero ir… no, quiero ganar el Campeonato Inter-Escolar. Con Nana y Umi en el equipo, no creo que sea imposible. Sin embargo, no creo que ayude tener prisa, no todo el mundo puede corregir sus defectos inmediatamente.”

Estuve tentado de gritar que Haru nunca dijo eso.

Aunque sólo las observé durante un rato, ni una sola vez pidió a nadie que arreglara sus fallos de inmediato. Se limitó a pedir repetidamente a todas que prestaran atención durante la práctica.

“Muy bien, ¿y las demás?”

Luego, una tras otra, todas dieron sus opiniones unilaterales.

No podía decir lo distorsionado que estaba interpretando sus palabras, pero la mayoría sonaban como: “Quiero ir a Inter-Escolar, pero no quiero trabajar tanto.”

… Así que, eso es lo que pasó.

Después de que todas expresaran sus opiniones, Nanase anunció que la práctica había terminado y que todas podían retirarse.