Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: La Tejedora Enfadada Y El Vaquero Llorón

Parte 5

“Una pregunta.” Dijo Haru. “¿Puedo hacerte sólo una pregunta?” “Y yo espero poder responderla.”

“¿Crees que el trabajo duro siempre dará sus frutos? Si sigo corriendo duro, si sigo volando, ¿crees que algún día podré ganar a Mai o incluso a jugadores más fuertes?”

Me lo preguntó sinceramente, de corazón. Así que le respondí con la misma determinación.

“Creer que el trabajo duro siempre dará sus frutos es un delirio. No, para ser más precisos, depende de lo que entiendas por ‘frutos o recompensas’. Si quieres ser más fuerte, tus esfuerzos no serán en vano. Pero si tu objetivo es ser la mejor jugadora de baloncesto de Japón, no significa necesariamente que vayas a tener éxito.”

Era un hecho evidente.

Si cien personas se esforzaran con un sueño así, al menos noventa y nueve de ellas fracasarían.

“Sobre todo cuando tienes la desventaja de ser más baja. Los que alguna vez jugaron al baloncesto probablemente se reirían de ti y dirían que es una quimera.”

Después de decir eso, recordé la conversación entre Asu-nee y Nishino-san.

La respuesta que le dio fue que seguiría persiguiendo su sueño hasta hacerlo realidad.

Si el tema hubiera sido un objetivo concreto, como “participar en el Campeonato Inter-Escolar” o “jugar en un equipo profesional”, habría llegado a la misma respuesta.

Sin embargo, lo que Haru estaba pensando en ese momento era probablemente algo más abstracto y puro deseo.

¿Estoy viviendo de la manera correcta?

Sonaba como si realmente estuviera haciendo esa pregunta.

“Pero igual que nadie puede demostrar que el trabajo duro dé sus frutos, nadie puede demostrar tampoco que no los dé.”

De repente me puse de pie, mirando el club de béisbol con indiferencia antes de continuar.

“Si hubiera golpeado cien pelotas cada día, si hubiera corrido más rápido, ¿habría sido más fuerte? ¿Habría ganado? ¿Habría sido el número uno? ¿Y si hubieran sido doscientas? Y si hubieran sido trescientas—? ¿Soy yo realmente aquel cuyo trabajo duro no da sus frutos?”

Me di la vuelta y miré directamente a Haru.

“Sólo tú puedes decir cuál será el resultado. Aunque todas las personas que te han precedido hayan fracasado, no son tú. Si realmente quieres saber la respuesta, tienes que encontrarla por tú cuenta.” Lo dije mientras levantaba una comisura de los labios.

Haru se quedó un momento pasmada antes de responder: “Me alegro de habértelo preguntado.” Me mostró una sonrisa beligerante. “Eres el mejor. Te amo.”

“Si quieres hablar de amor, espera a superar el Tōdō Mai.”

“Eso es cosa de tiempo.” Después de decir eso, se levantó y chocó su puño contra mi hombro. “Yo también voy a luchar, así que no huyas nunca más, Chitose.”

Tras dejar esas significativas palabras, regresó al gimnasio.

—Clang.

Se oyó un sonido refrescante y nítido desde la distancia: una gran pelota de foul voló por encima de la alta red protectora del club de béisbol.

De pie en la posición de bateador estaba el tipo que era el jugador principal y líder de la formación.

La pelota rebotó en el suelo, la recogí y la lancé de vuelta al campo.

* * *

Al día siguiente, a la hora de comer, Kazuki, Kaito, Kenta, Haru y yo salimos juntos de la escuela y fuimos a un restaurante cercano llamado: Takokiyū.

Como se puede imaginar por el nombre, sirve principalmente platos a base de harina, como takoyaki y okonomiyaki, pero lo que buscábamos era el cuenco supergrande de yakisoba, que lleva el nombre de: “Almuerzo para Estudiantes Jumbo^[9].”

Originalmente, si no terminabas de comer esta comida, te multaban, ya que se suponía que era un reto.

Sin embargo, los chicos de secundaria con gran apetito, sobre todo los del club deportivo, eran capaces de vaciar sus platos con facilidad, lo que lo convertía en un plato de menú popular que, además de barato, llenaba el estómago. El hecho de que el reto se limitara a estudiantes de secundaria y universitarios podría ser la intención del restaurante desde el principio.

Por cierto, se suponía que la escuela prohibía a los alumnos salir del recinto escolar durante la hora del almuerzo.

He dicho “se suponía” porque, en realidad, la norma sólo estaba escrita en el manual del alumno, y son pocos los estudiantes que la cumplen estrictamente en la realidad.

Muchos alumnos iban a una tienda cercana a comprar el almuerzo porque la cafetería de estudiantes estaba demasiado llena. Y aunque se encontraran allí con un profesor, no les regañarían.

Sin embargo, salir a comer a un restaurante era una zona un poco gris, pero mientras no nos metiéramos en problemas, no habría problema. Y por si acaso nos regañaban más tarde, había decidido usar el nombre de Kura-sensei, ya que él me había mencionado el lugar.

En ese momento, no había otros clientes en el pequeño restaurante, que sólo tenía unos pocos asientos en el mostrador y una pequeña mesa donde estábamos sentados.

Por cierto, fue Kaito quien propuso la idea.

Kazuki y yo aceptamos de inmediato, y Kenta se vio obligado a acompañarnos.

Haru tenía un entrenamiento al mediodía como de costumbre, pero debido a la petición de otros miembros del equipo, se suspendió temporalmente para hoy. Después de escuchar nuestro plan, levantó la mano y dijo que ella también quería comer un Almuerzo para Estudiantes Jumbo. Yua y Nanase se asustaron y la echaron.

“¡Oba-chan^[10], cuatro Almuerzos para Estudiantes Jumbo, por favor!” Kaito gritó a la legendario tendera del mostrador.

“¿Otra vez? ¡Deberías pedir algo diferente de vez en cuando! Nuestro negocio va mal desde que todos siguen pidiendo Jumbos.” Contestó una voz aguda y clara.

Oba-chan tenía probablemente unos setenta años, pero con su espalda recta, su cabello corto plateado pulcramente recortado y su personalidad audaz, parecía mucho más joven que su edad real.

“Son cinco, ¿verdad? ¿Qué quiere pedir, señorita?” “¡Yo también quiero el Almuerzo Jumbo!” “Entonces, ¿tú qué, chico delgado con gafas?”

Probablemente se refería a Kenta. Su dieta había sido todo un éxito, volvía a ser el mismo chico delgado que era antes de dejar de ir a la escuela.

“Tomaré yakisoba normal con salsa.”

“¡Qué demonios, este joven es tan inútil! ¡Pide un Almuerzo Jumbo de una vez!”

¿Quiere que la gente pida el Jumbo o no?

Supuse que la razón por la que una tienda tan pequeña y antigua no había quebrado se debía en gran parte a la personalidad de Oba-chan.

Aunque dijo que era malo para el negocio si la gente seguía pidiendo Almuerzos Jumbo, también añadió tranquilamente una ración más grande para las caras conocidas como Kaito, Kazuki y yo.

Después de charlar un rato, sirvieron los cinco yakisoba uno tras otro.

Por cierto, aquí había dos sabores de yakisoba, el yakisoba de salsa común y el yakisoba de tare^[11] original. La mayoría de la gente a mi alrededor prefiere este último, que tenía un agradable equilibrio de picante y dulce que lo hacía adictivo.

“Por cierto Saku, ¿no invitaste a Yuuko?” Preguntó Kaito en cuanto estuvo sorbiendo su yakisoba.

Yuuko no estaba tan preocupada por las calorías como Yua y Nanase, así que intenté invitarla a unirse a nosotros. Sin embargo, me rechazó por una sencilla razón.

“Dijo que no quería el laver verde en sus dientes.”

Tras responder, los cuatro chicos miraron en la misma dirección.

Sluuuurp.

“¿Qué están mirando, eh?” Preguntó Haru mientras tomaba una gran cantidad de fideos con sus palillos desechables. “Sólo enjuágate la boca después de esto y estarás bien^[12].”

Bueno, eso fue un alivio.

“Hablando de eso.” Kaito, que había devorado rápidamente cerca de la mitad de su Almuerzo Jumbo, habló. “Kenta, ¿tienes una chica que te guste?”

¡PFFFFFFFTT!

Ante la repentina pregunta, Kenta escupió su yakisoba de la boca. “¿Qué demonios, chico de las gafas?”

Tiraron un rollo de papel de cocina de la encimera. Lo tomé y se lo acerqué a Kenta, que seguía tosiendo.

Sólo después de limpiar la mesa y beber varios vasos de agua de una jarra, habló por fin.

“¿Por qué preguntas eso de repente, Asano?”

“No hay necesidad de entrar en pánico. Hace tiempo que volviste a la escuela, ¿verdad? Y sobre todo, el verano es la estación del amor,

¡ya sabes! ¡Amor!”

“¿E-Es así?”

“¡Por supuesto! En tu anime favorito también pasa lo mismo,

¿verdad? Festivales de verano, fuegos artificiales, piscinas, y el mar,

¡hay tantos eventos maravillosos por venir! Incluso el año pasado, el número de parejas aumentó de repente antes de las vacaciones de verano…”

Kaito parecía pensar en algo y parecía sombrío. Apretó los ojos e inclinó la cabeza hacia arriba, como si tuviera pellizcado el puente de la nariz.

Entonces Kazuki interrumpió. “Bueno, muchas de sus relaciones han terminado una vez terminado el verano.”

“Esa gente se lo merece.” Respondió Kenta con frialdad. “Pero se graduaron de su virginidad antes de romper.” “¡Vete al infierno!”

Últimamente se llevan muy bien, ¿eh?

“Entonces, ¿cómo es, Kenta?” Kaito volvió al tema.

“Bueno, realmente no puedo manejar este tipo de conversación.” “¿A qué viene eso? Aquí todos somos hombres, ¿por qué no?” Haru respondió inmediatamente. “¡Eh, también hay una dama!” “¿Eh? ¿Estás hablando de Oba-chan?”