Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: Piscina Extraescolar Y Coletas Descubierta

Parte 4

“No puedo comer tanto.”

Yo también lo creía, y además tampoco existía ese menú.

Yua soltó una risita mientras abrazaba el pan entre sus brazos. “Gracias, por fijarte en mí.”

“Estás exagerando.”

Después de decir eso, entrecerró suavemente los ojos. Sus palabras parecían significar algo, pero yo no sabía qué era.

Pensando que sería un poco tonto seguir con el asunto, levanté una bolsa de papel marrón llena de comida para tres personas.

“Voy a llevarle esto a Haru y a las demás y a comer allí. ¿Quieres venir?”

“¡Sí!”

Por alguna razón, recordé con nostalgia una época de hace casi un año.

Dentro del gimnasio, la práctica de tiro había comenzado utilizando las cuatro canastas de baloncesto en total.

Confirmé con Yua por el camino que Yuuko y los miembros del club de tenis iban a comer juntos hoy.

Haru se dio cuenta enseguida de que veníamos, pero parecía estar esperando a que terminara el entrenamiento para acercarse a nosotros. Sólo levantó ligeramente una mano en señal de agradecimiento.

Para no perturbar su práctica, Yua y yo nos sentamos en el podio. “¡Muy bien, quien haga los cinco tiros libres consecutivos come!”

Haru se situó en el centro de la pista y miró a todos los miembros del equipo.

“¡Sen, otra vez tu postura está mal! Si no encestas, ¡esprinta de aquí para allá hasta el otro lado del muro!”

Después de que la chica volviera corriendo como se le había ordenado, Nanase le dio algunos consejos sobre cómo lanzar la pelota.

“Entiendo que estemos hechas polvo, pero no comer nada durante la hora de la comida es un poco…” Una chica alta, que creo que se llamaba Yō, murmuró algo cerca de nosotros.

Haru pareció escuchar su queja. “Sólo lanza la pelota, encesta y tendrás un descanso~.”

Otro miembro del equipo levantó la voz. “Capitana, ¿y si no podemos meter la pelota para el final de la pausa para comer?

“Es muy simple, no podrás comer.” ““¡Es el diablo!””

La conversación resonó en el espacioso gimnasio y Nanase sonrió amargamente, pero no intervino y se limitó a observar.

Abriendo una lata de café, hablé en voz baja. “Son tan juveniles.”

Yua, que estaba sorbiendo té con leche a mi lado, también sonrió. “Tanto Haru-chan como Yuzuki-chan son increíbles.”

“No sé mucho de clubes culturales, pero los clubes de bandas también participan en competiciones y esas cosas, ¿no?”

“Por supuesto que sí. Pero en nuestro club sólo queremos que todos se diviertan jugando juntos y esperar los mejores resultados.”

De hecho, existían clubes de este tipo.

Suele hablarse de “clubes que se centraban en la diversión” y “clubes que aspiraban a lo más alto” en contraposición, pero en realidad podrían ir de la mano.

En pocas palabras, era una cuestión de dedicación.

Por ejemplo, si un club tuviera dos días libres a la semana, los integrantes podrían divertirse y sólo participarían activamente en el club a la hora programada. Y si hubiera competiciones y concursos, se esforzarían al máximo para conseguir los mejores resultados posibles.

Esa era la postura de la mayoría de los clubes de secundaria, independientemente de que fueran deportivos o culturales.

Sobre esta base, que fueran o no como el equipo de baloncesto de Haru, que recortaban sus vacaciones y su tiempo de descanso para dedicarse a desafiar niveles superiores, todo dependía de la orientación de los consejeros del club, de las tradiciones heredadas de los senpai y del ambiente entre los miembros actuales.

—Ahora podría pensar de esta manera.

“¿Y tú, Yua?” De repente sentí curiosidad y pregunté.

Sabía que siempre llevaba el saxofón consigo, pero nunca habíamos hablado en serio de las actividades del club. Probablemente nunca sacaba el tema porque estaba preocupada por mí.

“Umm, siempre he sido mala en cosas como la competición.” Se rascó la mejilla avergonzada y continuó. “Crecí con el piano y la flauta, por eso en la secundaria decidí probar un instrumento que se saliera un poco de mi zona de confort y elegí el saxofón alto. Me pareció nuevo y divertido, y me lo pasé muy bien tocando en el gimnasio y en la sala de conciertos, pero si tuviera que decir si estaba satisfecha o no…”

A diferencia de deportes como el béisbol y el baloncesto, en los que ganar y perder eran requisitos indispensables para empezar, entre quienes se dedicaban a la música podía haber un número sorprendentemente elevado de personas como ella.

“El piano y la flauta realmente encajan con tu estilo. ¿Alguna vez has tocado de acompañante en el concurso de coros o algo así?”

“Sí, ‘¡Chicos! ¡Canten en serio!’ Les digo a todos así.” “Vaya, es difícil de imaginar.”

Después de decir eso, Yua se echó a reír. “Estaba bromeando. No sirvo de mucho en los partidos de béisbol ni en los festivales deportivos, así que al menos debería encontrar una oportunidad para ayudar.”

“Sí, pareces el tipo de persona que sin duda se equivocaría en un gran relevo por equipos.”

“¡Eso es malo! Incluso en el club de la banda, hacemos carrera y entrenamiento muscular. ¡Hasta puedes ver las tenues líneas de mis abdominales si intento forzarlas!”

“¿Oh? Entonces, si me disculpas, me gustaría confirmarlo—” “Sí, sí, adelante.”

“¡Qué fácil!”

Los dos nos echamos a reír y soltamos una carcajada al mismo tiempo.

Finalmente, las risas cesaron casi simultáneamente, creando una brecha en el tiempo en la que nos separamos del ruido y el bullicio del gimnasio.

Al escuchar el irregular sonido de los balones de baloncesto, las palabras se escaparon de mi boca de forma natural antes de que pudiera detenerlas.

“Algún día… déjame oírte tocar el saxofón. No en un lugar como un gimnasio o una sala, sino en un lugar embriagador como el lecho de un río al atardecer, donde sople el viento que debilita a la gente.”

Después de decir todo eso, me di cuenta de que el hueco que creía haber rellenado seguía igual. Aparté rápidamente la mirada de Yua, que me miraba con una expresión un tanto extraña en el rostro.

Para disimular mi vergüenza, bromeé. “En realidad, creo que es sexy ver a alguien tocando el saxofón en la penumbra.”

Después de decir eso, sonó el silbato, como para reprenderme por mi frívola broma.

“Muy bien, eso es todo por hoy. Pueden marcharse cuando el local esté limpio, ¡gracias por su duro trabajo!” Gritó Haru.

Cada miembro del club empezó a guardar las pelotas y a fregar el suelo mientras gritaba “Tengo hambre~” o “¡No puedo más!”

Parecían estar borrando todas las palabras embarazosas que había dicho. Sintiendo un alivio, me di unas suaves palmaditas en el pecho cuando Yua habló lentamente como si pudiera ver a través de mi debilidad.

“—Así es, me han encomendado este trabajo. En ese momento, seguramente estaré junto a Saku-kun más que nadie.”

Antes de que pudiera descifrar el significado de sus palabras, volvió a sonar la voz de Haru.

“¡Nana, hagamos esto rápido!” “No esperaré si fallas, Umi.” “¡Justo lo que quería!”

Justo hasta antes, ambas se centraron en prestar apoyo y asesoramiento hasta que el resto del club alcanzó su cuota.

Haru se colocó en la línea de tiros libres, dribló el balón tres veces con fuerza.

Habían pasado más de 30 minutos desde que empezó la pausa para comer, así que si fracasaban, realmente no tendrían tiempo para almorzar.

—Toss, thump.

Aparentemente, no había necesidad de preocuparse por eso.

El tiro a una mano fue casi directo hacia el aro sin golpear el tablero. La red se torció hacia un lado durante un rato debido a la fuerza del balón, y luego éste salió escupido.

Haru recuperó la pelota y miró a Nanase con sorna. “¿Quieres jugar continuamente o por turnos?”

“Por supuesto, por turnos. Así habrá más presión.” Luego le tocó a Nanase ponerse en la línea de tiros libres.

Dejó que la pelota rebotara ligeramente en el suelo y luego la lanzó con un movimiento suave.

A diferencia del tiro de Haru, que se deslizó por el aire, éste trazó una parábola alta y atravesó el aro sin siquiera tocar la red.

Nanase sonrió con calma. Haru sonrió satisfecha y levantó la comisura de los labios como si aceptara el reto.

Bam, bam—toss, thump. Bam—toss, thump.

Al final, ninguna de las dos bandos se dejó ganar, y Nanase lanzó el golpe final.

La luz del sol de verano entraba a raudales por la ventana del segundo piso y se reflejaba en la pista, una visión cegadora que me hacía apartar la mirada.

El perfil de Yua frente a mí, como si las palabras que había pronunciado antes se hubieran derretido sobre el asfalto caliente, era el rostro familiar suyo que siempre había conocido.

* * *

Después de guardar las pelotas, las dos se acercaron a nosotros.

Nanase me dio las gracias, tomó el pan y, tras hablar un rato con nosotros, se acercó a sus compañeras, que estaban apiñadas al otro lado de la sala.

Parecía que iban a almorzar en el gimnasio.

Pensé que Haru la seguiría, pero apoyó las manos en el lateral del podio y dio un ligero salto para sentarse junto a Yua.

“¿No vas a comer con las demás?”

Cuando le pregunté esto, sonrió y contestó bromeando. “Bueno, no se sentirán cómodas comiendo si la capitana diabólica está cerca,

¿verdad?” Rasgó el envoltorio del pan yakisoba que le había dado antes de continuar. “Además, rara vez como así con Uchi.”

A su lado, Yua asintió con una sonrisa.

“Si incluimos a Yuuko-chan y a Yuzuki-chan, hay muchas oportunidades para comer todos juntos.” Respondió Yua mientras abría con cuidado el envoltorio del pan de jamón y huevo.

Yo ya había empezado a comer mi parte hacía tiempo, pero Yua parecía estar esperando a que Haru y las demás terminaran su práctica. Típico de Yua.

“Hay algo que me he estado preguntando, ¿puedo preguntar?”

Haru levantó las piernas colgantes y se sentó con las piernas cruzadas en el podio. Sus pantalones cortos de prácticas se deslizaron hacia arriba, dejando al descubierto sus rodillas y muslos ligeramente enrojecidos.