Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 12

Capitulo 7: Chicas Magicas en Nochebuena

Parte 2

◇   Shadow Gale

Mamori Totoyama nunca había organizado una fiesta.

Había asistido muchas veces a fiestas organizadas por otros. A veces el organizador era un adulto, a veces un niño, una organización o un grupo comercial, pero tanto si el evento era grande como si era pequeño, nunca había surgido ningún problema en particular, y esas fiestas habían transcurrido tranquilamente antes de que llegara la hora de irse. Mamori había asumido que eso era lo que ocurría.

Ahora que era la anfitriona, se dio cuenta por primera vez de que no se podía dar nada por sentado. Cada fiesta se convertía en un éxito gracias al incansable esfuerzo del organizador y de las personas que invitaban.

Esperar a alguien bajo un cielo nublado que podía dejar caer la nieve en cualquier momento, en medio de la naturaleza, con vientos fríos que arreciaban, no era algo normal. Tenías que ser una chica mágica, con resistencia a las temperaturas gélidas, o estabas destinada a morir congelada, incluso con un equipo completo para el clima frío.

El plan inicial de Shadow Gale había sido colocar la entrada al refugio en un camino de montaña que nadie utilizaba por la noche. Su única prioridad era pasar desapercibida, haciendo entrar a sus huéspedes en el más absoluto secreto. Pero se vio obligada a revisar este plan con el primer huésped. Esto se debió a que esa chica mágica, que había llegado treinta minutos antes de la hora de apertura del local, llegó montada en una máquina cortacésped que parecía un tractor. Con retraso, Shadow Gale se dio cuenta de que no había previsto que nadie viniera montado en un vehículo. Pero entonces recordó que, de camino, había pasado por un aparcamiento para excursionistas en la base del sendero de la montaña.

Con el cortacésped de aspecto agresivo a la cabeza y su jinete aún más agresivo gritándole, Shadow Gale se dirigió por el sendero mal mantenido hacia el aparcamiento. Suponiendo que habría otros que vendrían en vehículo, hizo un cartel que decía VEHÍCULOS POR AQUÍ, decorándolo con algunas luces eléctricas adicionales para que destacara. Mientras lo hacía, llegaban una tras otra personas muy bien vestidas que parecían chicas mágicas, y cada vez, Shadow Gale les explicaba: “Vayan un poco más lejos, y la entrada está ahí arriba.” Pero la gente se quejaba de que era difícil saber dónde estaba, y Shadow Gale se vio obligada a agachar la cabeza unas cuantas veces, así que, pensando que también necesitaba un cartel para esto, hizo uno segundo, haciendo que dijera: “La entrada está por aquí arriba.”

Aunque utilizó la magia para sus modificaciones, tardó unos treinta minutos en hacer dos grandes carteles que pudieran verse incluso a distancia. Y como no podía usar su magia en las partes que no eran mecánicas, eso le llevó más tiempo. Y subir y bajar el sendero le llevó aún más tiempo. Y mientras trabajaba, los invitados seguían llegando. No tenía tiempo ni siquiera de saludarlos uno por uno. El gran aparcamiento estaba lleno de vehículos como cortadoras de césped y platillos volantes y cosas que ella ni siquiera podía reconocer. Esto significaba que muchos de los invitados eran lo suficientemente mayores como para tener licencia de conducir, y Clantail también tenía muchos amigos mayores. El plan de Shadow Gale de “actuar como una hermana mayor con las chicas mágicas en edad escolar” cambió a “ser educada en los matices de la vida de las chicas mágicas adultas”, y una vez que terminó de colocar los carteles, se dirigió al sendero de la montaña.

Como era de esperar, la entrada estaba repleta de chicas mágicas. Esto era inevitable, con una multitud tan grande llegando a la cosa que había construido en un espacio restringido. Cada vez que Shadow Gale oía a alguien quejarse: “La cola es muy larga” o “¿Por qué está tan estrecho?”, se encogía. Finalmente llegó a la entrada.

“¡Feliz Navidad!”

“Ah, claro. Feliz Navidad.” Respondió Shadow Gale.

Una chica mágica vestida de erudita bloqueaba la entrada. Llevaba una campanilla en el extremo de la cuerda que colgaba de su sombrero y la corbata que llevaba al cuello era de colores navideños. Probablemente se la había puesto para la fiesta.

“Bien, el lugar de la fiesta está justo delante.” Le dijo a Shadow Gale.

“De acuerdo.”

“Como se trata de una reunión pacífica, todo tipo de armas serán requisadas en la puerta. No llevas nada de eso, ¿verdad?”

Shadow Gale tenía sus tijeras y su llave inglesa, pero eran herramientas para trabajar, no para hacer daño a la gente. “Yo no.” Respondió.

Se había hecho un proceso de recepción sin que Shadow Gale lo supiera. Esta chica mágica debió de ofrecerse para dirigirlo y guiar a la gente, ya que estaba muy concurrido. Las chicas mágicas existían fundamentalmente para ayudar a la gente, por lo que muchas de ellas eran amables. Sintiéndose agradecida en privado, Shadow Gale finalmente entró en el local, donde encontró que estaba aún más abarrotado. Como nunca había sido un espacio normal para empezar, no había problemas con su tamaño, pero eso significaba que una vez que había mucha gente dentro, se llenaba como una lata de sardinas.

Había una chica mágica que gritaba: “Quien se haya perdido, que venga por aquí.” A través de un altavoz; un grupo de cosplayers de Cutie Healer; una chica mágica que demostraba cómo podía arrancar el mantel de una mesa sin alterar la vajilla que había encima; alguna persona indescriptible enzarzada en una agradable discusión. La presentación de la tarta de Navidad reunió a un público especialmente numeroso. Una chica mágica con gafas y un disfraz de pastelera se encargaba de la decoración de un pastel navideño gigante de cinco pisos. El Papá Noel de la parte superior tenía el tamaño de una pelota de voleibol. El trabajo artesanal era precioso, y parecía que seguía siendo delicioso, incluso siendo tan enorme. Sus habilidades eran lo suficientemente fabulosas como para impresionar a Shadow Gale, como compañera creadora, pero ¿qué había pasado con el pastel comprado en la tienda que Shadow Gale había encargado?

Fue vertiginoso. No sólo había montones y montones de chicas mágicas, sino que además eran de todo tipo. ¿Eran todas ellas realmente conocidas de Clantail? ¿Ninguna de las personas que habían aparecido durante la breve ausencia de Shadow Gale eran extrañas?

“Toma.” Una chica mágica ataviada con encaje, capa, ajo y liguero ofreció a Shadow Gale una copa.

Ella la aceptó por reflejo. “Ah, gracias.” Cuando se la llevó a la boca, un fuerte olor llegó a sus fosas nasales y la apartó. “¿Esto es alcohol?”

“Es un alcohol especial que incluso puede emborrachar a las chicas mágicas.”

“Lo siento, soy menor de edad.” “Oh, vamos, hoy es un día especial.” “Uh, todavía no puedo…”

Cuando las dos empujaron la copa de un lado a otro, las gotas salieron del interior del vaso y golpearon la mejilla de Shadow Gale. La chica mágica vestida de forma extravagante se disculpó muy sinceramente, tocando con el dorso de la mano la mejilla de Shadow Gale para limpiar las gotas antes de responder a una llamada de otro lugar preguntando si había bebida, y salir corriendo con su bandeja llena de vasos en una mano.

Esa mujer estaba repartiendo alcohol, y del tipo que tendría efecto en las chicas mágicas. Muchas chicas mágicas eran emocionalmente inestables para empezar, y Shadow Gale no quería ni pensar en lo que pasaría si se añadía el alcohol a eso. Había suficiente gente aquí que ya no era cuestión de confiar en ellas porque eran amigas de Clantail. Con tanta gente, no sería una sorpresa que hubiera una o dos personas peligrosas entre la multitud.

Pensando aún más en que tenía que encontrar a Clantail, Shadow Gale comenzó a caminar, pero rápidamente fue llamada a detenerse.

“Tú, la de allí.”

“¿Perdón?” Un poderoso aroma hizo que Shadow Gale arrugara la nariz.

Una chica mágica con una corbata azul alrededor de la frente sostenía un bol de ramen mientras golpeaba dos veces la tapa de una olla. “Si no puedes tomar alcohol, ¿qué tal esto?”

“No, no es el momento de comer…”

“Aunque aún no ha alcanzado la perfección suprema, nunca he pensado que su sabor sea inferior.”

Las cortinas divididas se agitaban. El aire ondulaba por el calor que salía de la gigantesca estufa de gas, y la chica mágica de cabello verde que estaba al lado cortando cebollas tenía una expresión de absoluta resignación.

¡Un puesto de comida…!

No era descartable que un puesto de comida apareciera en un lugar de fiesta. ¿Pero no había sido un error elegir ramen tonkotsu con un olor tan intenso? Si la anfitriona lo hubiera permitido, tal vez no importaría, pero la anfitriona estaba aquí y no recordaba haber dado permiso. Sin embargo, la persona que regentaba este puesto era demasiado intimidante para que Shadow Gale le dijera que no lo permitía por la autoridad de la anfitriona, y realmente tuvo la impresión de que no quería mezclarse más con esta persona. Las chicas mágicas con cuencos de ramen estaban reunidas alrededor, proclamando lo deliciosos que eran los fideos mientras los devoraban.

Bueno, mientras la gente esté contenta, pensó Shadow Gale, dándoles mentalmente permiso para hacer su negocio. Esquivando el cuenco que le lanzaron, reanudó su búsqueda de Clantail.

Cuanto más miraba, más se daba cuenta de la cantidad de gente que había. Una mascota ratón y una mascota gato colgaban del techo, jugando. ¿No estaban usando las luces eléctricas que Shadow Gale había puesto? ¿Y la tarta que engullía esa gran chica mágica de pie sobre una mesa no era la tarta de Navidad que Shadow Gale se había tomado la molestia de comprar? Se había preguntado a dónde había ido a parar y, por lo visto, estaba allí, siendo devorada. Tal vez esa chica lo consideraba sólo un bocadillo. Y esa chica mágica de cara roja que bebía champán directamente de la botella mientras se reía a carcajadas, ¿no era esa cosa que llevaba al cuello la corona de Navidad que había puesto Shadow Gale?

Sintió que no era la fiesta que esperaba. No era momento para juegos de mesa. Tampoco pudo encontrar a Clantail. Nadie destacaba entre la multitud como ella. Shadow Gale se detuvo y miró a la derecha. No estaba allí. Miró a la izquierda. Sus ojos se encontraron con los de otra.

“¿Estás buscando a alguien?”

“S-Sí. Más o menos.” Respondió Shadow Gale.

Era un robot del tamaño de una niña. Su superficie era lisa y brillante, a diferencia de una criatura viva. ¿Era una chica mágica, o era otra cosa? Shadow Gale no podía averiguarlo sólo por su aspecto y su forma de hablar.

“Las grandes multitudes son difíciles. Toma, ten uno de estos.” El robot ofreció un tubo metálico cubierto de papel de regalo decorado con Papá Noel y renos. De su interior sobresalían palos de varios colores.

“… ¿Churros?” Preguntó Shadow Gale. “Necesitas algo dulce cuando te cansas.”

Shadow Gale asintió, se agachó y sacó un churro rosa. Era hojaldrado y se deshizo en su lengua, la dulzura se extendió por su boca. Se le escapó un suspiro. “Qué bueno…”

“¿Verdad?”

Cuando Shadow Gale se volvió hacia el robot para darle las gracias, se encontró con la mano del robot extendida, con la palma hacia arriba. “Son trescientos mil yenes.”

“¿Eh…? Estás cobrando… Espera, ¡¿qué es ese precio?!”

“Por supuesto que no podría darlos gratis. Esto no es un trabajo voluntario.”

“Uh, pero esto es una fiesta… Y lo más importante, ese precio…”

“Hmmm. Bueno, pues echa un vistazo a esto.” La robot sacó un papel de colores vivos de su bolsillo y lo puso delante de Shadow Gale. La bonita letra fluorescente decía para los asistentes a la fiesta. “Este billete indica que puedo asistir a una fiesta navideña de chicas mágicas en un lugar más allá del tiempo y el espacio. ¿Tienes alguna queja al respecto?”

“No… yo no.” Al ver eso, Shadow Gale no pudo quejarse. No entendía por qué no podía quejarse, pero simplemente no podía quejarse. “Pero… no tengo esa cantidad. Trescientos mil yenes son…”

“Para individuos como usted, permito el pago con bienes. De hecho, incluso prefiero que paguen con bienes. Por eso mis precios son tan ridículos.”

“Espera… ¿qué acabas de decir?”

“No importa. Lo más importante es que solicito bienes de usted. Tú también eres una chica mágica, ¿no? Seguramente eres capaz de algo,

¿no? Estoy bastante presionada por el tiempo, ya sabes.” “Ajá… ¿Qué tipo de bienes, por ejemplo?”

“Como un cañón de rayos que puede acribillar toda una zona, o un misil que puede volar todo un edificio…”

“Eso suena realmente peligroso…”

“¡Las cosas van claramente en una dirección peligrosa! No me cabe duda de que habrá algunos tipos imprudentes dispuestos a hacer cualquier cosa para seguir siendo una chica mágica. De hecho, conozco a gente así. Tengo necesidad de autodefenderme.”

Era difícil leer las expresiones faciales de la robot, pero parecía desesperada. Además, como Shadow Gale no podía pagar trescientos mil yenes, tenía que hacer algo.

“Si el ataque no es una opción, ¿qué tal la defensa?” Sugirió la robot. “Sería bueno poder defenderse de las balas o las bombas. Ya que no necesariamente podré aliarme con esa mujer.”

“Uhhh… no sé de qué estás hablando, pero si sólo es aumentar tu defensa…”

Todo lo que Shadow Gale tenía como materiales eran algunas sobras de la fabricación de esos carteles antes, pero estaba tratando con un robot. Sin dejar de vigilar a su alrededor, Shadow Gale sacó su llave inglesa y sus tijeras para hacer un revestimiento de la superficie y aumentar así la capacidad defensiva del robot. Se quedó sin materiales a medio camino, así que utilizó luces de celofán de colores para el revestimiento defensivo, que aumentaba la resistencia al calor, los proyectiles y los impactos en un 80%. Eso sólo cubría la parte delantera del robot; no había suficiente para también cubrir su parte trasera. Sin embargo, los escudos eran para aumentar la parte delantera, así que eso no debería ser un problema. Pero tuvo la sensación de que si era sincera con la robot al respecto, ésta se quejaría, así que Shadow Gale decidió guardar silencio.

“Todo listo.” Dijo Shadow Gale.

“Vaya… siento que me he vuelto algo más resistente.”

Dejando a la robot para que se examinara en el espejo, Shadow Gale se alejó a toda prisa. Los tipos impertinentes como aquel no dejaban de exigir más y más. Shadow Gale no quería estar cerca de ella por mucho tiempo.

Justo cuando pensaba: “Ahora tengo que buscar a Clantail”, se oyó un grito. Al volverse hacia la voz, vio a una chica mágica volando hacia el techo. Se estrelló contra él, y luego cayó al suelo de espaldas mientras se oían ruidos de cosas que se rompían y múltiples gritos a la vez. Luego los gritos se extendieron más y se hicieron más fuertes.

A Shadow Gale le entró el pánico. ¿Qué estaba pasando? Borrachas de aspecto alegre, chicas mágicas animando con entusiasmo la pelea… no parecía que tuviera mucho sentido preguntar a esa gente. Por el momento, se limitó a acercarse a la conmoción, donde encontró a un grupo de cosplayers de Cutie Healer discutiendo entre ellas. Entre la multitud que las rodeaba, Shadow Gale encontró a una chica mágica que decía: “No me sorprende en absoluto que acaben así.”

“¿Qué ha pasado?” Le preguntó Shadow Gale.

“Estaban teniendo una pequeña charla sobre quién es la más fuerte en Cutie Healer, y al parecer una chica sacó a relucir el nombre de Dark Cutie. Cuando Cutie Altair oyó a Cutie Pearl decir: ‘No puedes contar con Dark Cutie como Cutie Healer’, le dio un ataque absoluto. Cutie Cloud trató de detener su riña y entonces recibió una bofetada, eso es lo que pasó.”

Todos estos nombres extraños tenían a Shadow Gale perdida. Cuando Shadow Gale veía a las Cutie Healers, lo único que pensaba era, supongo que son de Cutie Healer, y no podía reconocer a los personajes individuales. Ciertamente, a ella no le importaban estas cosas, pero los fans se obsesionaban con estas cosas, aparentemente. Aun así, el hecho de que se pelearan le causaba problemas.

Las peleas se hicieron más intensas. Shadow Gale podía incluso oír lo que sonaba como puñetazos y patadas. Comentarios irresponsables como “¡Que alguien las detenga!” y “¿Dónde está el anfitrión?” volaban a su alrededor. ¿También el anfitrión de la fiesta tenía que encargarse de eso? ¿No era demasiada responsabilidad?

Shadow Gale había sido ingenua. No tenía ni idea de que organizar una fiesta iba a ser así, y por eso había reunido a todo el grupo de forma tan desordenada. Ella había pensado que si ella establecía el lugar, eso sería el final de todo, que la posterior apertura del lugar y la asistencia del resto de las personas ocurriría por sí mismo y todo el mundo se comportaría.

Ahora que las cosas estaban así, no tenía más remedio que ponerse en la línea de fuego para resolver este problema. Con una determinación sombría en su corazón, dio uno, dos pasos hacia adelante, y luego, al tercer paso, una chica mágica fue lanzada hacia ella, por lo que retrocedió reflexivamente antes de reforzarse y proceder una vez más. Oyó murmullos a su alrededor y levantó la vista automáticamente. No estaban reaccionando ante Shadow Gale. La multitud se separó y pudo ver a alguien más allá. El murmullo se hizo más fuerte, partiendo de esa dirección. Shadow Gale dudó de sus ojos, y también dudó de su cabeza. Pero él estaba allí, sólido y real.

“Ho-ho-ho, ¿las he hecho esperar?”

Ropas rojas, barba blanca y barriga redonda. El anciano que había aparecido tan repentinamente no podía ser otro que Papá Noel. Clantail apareció tras el anciano, tirando de un trineo gigante, y encima de ese trineo había una montaña de bolsas blancas de tamaño apropiado.

“He traído regalos para todas las chicas buenas.”

Los vítores estallaron. Todas las chicas mágicas fueron a por Papá Noel a la vez. La pelea se olvidó por completo. Shadow Gale apoyó una mano en la mesa que tenía a su lado y respiró profundamente. Se dio cuenta tarde de que Clantail había puesto sobre su cabeza una cornamenta de reno, dado que, la parte inferior de su cuerpo era la de un reno.

***

◇   Micchan el Diccionario

“Hey, Missan, perseguir a todas las personas de esta multitud y mirar hacia dónde van se siente como, dame un respiro, ya sabes… y oye, normalmente pensarías que es imposible… Hey, Missan.”

“Tú eres la que se ha dejado llevar porque tienes que hacer un pastel con su dinero, así que ese es el trabajo que tienes que hacer.”

Glassianne seguía quejándose, pero Micchan apagó sus auriculares, cortándola. Cuanto más se quejaba Glassianne, mejor trabajaba.

“Kigurumi a igurumi.” Dijo Micchan, y el disfraz de Papá Noel desapareció, convirtiéndose en igurumi—una flecha con una cuerda.

La chica mágica que había estado dentro del traje se frotó los brazos, diciendo “¡Caramba, hace frío!”, mientras la chica mágica que parecía un reno la bajaba en la silla de ruedas de la que había estado tirando.

“Gracias a las dos por sus esfuerzos.” Dijo la chica de la silla de ruedas.

La chica mágica reno negó con la cabeza, al igual que Micchan. Aunque había sido un poco de esfuerzo, les estaban pagando por una fiesta en la que nadie salía perjudicado, lo cual era algo de lo que alegrarse. Desde el aparcamiento, pudo oír las voces de las chicas mágicas charlando en voz alta.

“Pero me impresiona que hayas podido reunir a tanta gente. Estás sorprendentemente bien conectada.” Continuó la chica.

La chica mágica reno sacudió un poco la cabeza. “Sólo invité a dos personas, pero una persona llamó a la siguiente, y conseguimos más.” Respondió, y luego ladeó la cabeza. “¿No era una fiesta sorpresa?”

“¿Qué te hizo pensar eso?”

“Me dijeron que lo mantuviera en secreto para ti, así que supuse que te sorprenderíamos.”

“Tengo oídos agudos. Incluso si pretendes mantener las cosas en secreto, acabaré por enterarme.”

La chica mágica reno asintió un par de veces como si esto tuviera sentido para ella, y luego inclinó la cabeza. “Ayudaré con la limpieza.” Ofreció, antes de apresurarse a hacer precisamente eso.

“Tengo que volver antes de que se note mi ausencia.” Dijo la chica de la silla de ruedas y, al girar su silla de ruedas por el sendero de la montaña en dirección contraria a la del aparcamiento, miró por casualidad al cielo y extendió la palma de la mano.

Era nieve. Pequeños copos blancos descendían y luego se desvanecían. Hizo que Micchan se sintiera bastante sentimental, pero sacudió la cabeza. La pequeña campana de su sombrero tintineó. Mientras corría detrás de su jefa y subía por el sendero de la montaña en su silla de ruedas, el sonido de su campanilla las seguía a ambas.

“Terminamos de revisar la lista de asistentes.” Dijo Micchan. “No hay problemas con ninguna de ellas.”

“Excelente.”

“¿Y en el Departamento de Recursos de Chicas Mágicas?”

“La fiesta terminó temprano, así que me escabullí. Siempre me he comprometido con el acto enfermizo. Si finjo una enfermedad, todo se perdona.”

Micchan había pensado que se trataba de una fiesta importante, a la que asistirían incluso magos de otros departamentos y de la Autoridad Central, pero la jefa soltó ese comentario sin pensarlo demasiado.

Micchan trató de elegir sus palabras, pero terminó abandonando eso y preguntando a bocajarro. “¿Qué intentabas hacer con todo esto?”

“Estaba pensando que el año que viene deberíamos hacer una fiesta de Navidad realmente divertida. Esto era sólo una práctica.”