Ore no Imōto ga Konna ni Kawaii Wake ga Nai (NL)

Volumen 13: RUTA ALTERNATIVA DE AYASE.

Capitulo 1: El Primer Detonante

Parte 1

Mi nombre es Kousaka Kyousuke, no soy más que un simple estudiante de preparatoria.

Tengo una hermana tres años menor que yo, su nombre es Kirino. Sus habilidades deportivas y escolares son excelentes, es lindísima, pero a la vez es demasiado grosera.

A pesar de todo lo anterior, ella es una otaku. Con un gran fanatismo por el anime, los videojuegos, las figuras coleccionables y un gran interés por asistir a cualquier evento relacionado a ello.

Pero, lo que más le gusta son los… Eroges.

¿Han podido recordar algo sobre nosotros?

Lo que les he estado contando es la historia sobre mi nada linda hermana menor. Creo que no hay mejor título para esa historia que: “Es imposible que mi hermana menor sea así de linda”, dado el gran número de problemas que he tenido con ella.

Nosotros dos somos hermanos, siempre habíamos tenido una mala relación… no, me equivoco. No es que como si nos lleváramos mal o algo por el estilo, sino que nuestra relación era tan complicada que simplemente nos ignorábamos.

Una relación entre una hermana con una brillante vida llena de bendiciones, y un hermano que se conformaba con vivir pacíficamente el día a día. Una relación entre hermanos parecida a la incongeniable relación del agua y el aceite.

Mi pensamiento era el de que, mi hermana menor estaba en un mundo totalmente diferente al mío, alejándose cada vez más y más. Mientras que mi hermana menor, probablemente me veía como un bueno para nada sin ambiciones que solamente anhelaba una vida pacífica.

A pesar de que vivíamos en la misma casa, pareciera como si una gruesa pared se encontrara entre nosotros. Tanto así era nuestra relación que, ni siquiera por nuestras mentes cruzaba la idea de llegar a entendernos o siquiera acércanos entre nosotros.

Pero, toda esta relación entre nosotros, cambió debido a “cierto incidente”.

Por mera coincidencia, llegué a descubrir el secreto de mi hermana… una de sus aficiones más extrañas…

—Quiero que me ayudes con un consejo de vida.

Me pidió algo inusualmente extraño.

—Yo me encargo.

Y así, pasamos por muchos problemas juntos.

—¡Ya te dije que eso es mío!

—¡Déjame dejarte claro que eso es la “prueba de amor” entre Kirino y yo!

Exclamé fuertemente una gran mentira, e hice muchos esfuerzos por un objetivo.

—¡Me pondré triste si tú no estás aquí conmigo!

A pesar de que se me había hecho complicado, le confesé mis verdaderos sentimientos y así pude lograr que mi hermana menor regresara a Japón luego de haberse ido al extranjero a estudiar. Así es. Es algo muy importante para mí, es por eso que volveré a repetirlo.

Actualmente, estamos en junio y soy un estudiante de tercero de preparatoria. Mi hermana, es una estudiante de tercero de secundaria. Un año después de que conociera la inusual y extraña afición de mi hermana menor. Justo después de que Kirino regresara a Japón. Solo que, permítanme aclararles algo:

La historia que estoy a punto de contarles no tratará sobre la relación entre yo y mi hermana menor—

Sino que, tratará sobre la historia entre yo y Ayase.

Aragaki Ayase es una amiga de Kirino, y también compañera de modelaje de ella.

Tiene un encantador y largo cabello negro, unas largas y delgadas piernas, y su voz es nítida. Es una hermosa chica equiparable a Kirino, pero también es una persona con alto sentido de moralidad que odia a los otakus.

¡Cuando ella se enfada llega a ser extremadamente peligrosa!

Hace un año, durante la Comiket de verano, frente a la estación del centro de convenciones internacional— debido a un fortuito encuentro con Ayase, la inusual afición de mi hermana fue descubierta y la situación en aquel momento fue realmente complicada.

Para lograr que ambas se reconciliaran, tuve que mentirle a Ayase, quien odiaba a los otakus, diciéndole: “yo soy un asqueroso otaku capaz de arrastrar a Kirino en sus horribles gustos”, y así pude llegar a una solución al problema.

Bien, ha pasado un año desde aquel entonces… justo después de que Kirino regresara a Japón luego de tantos problemas ocurridos.

Ayase me había pedido que fuera al parque cercano a mi casa.

—¡Hay algo que quiero hablar contigo sobre Kirino, Onii-san!

—… ¿De verdad vuelve a repetirse un patrón como este? ¿cuántos consejos habré dado hasta ahora…? 

Anteriormente, Ayase no podía confiar en mí, sin embargo, últimamente había estado pidiéndome varios consejos. Quizás pueda pensar que es bueno que… nuestra relación haya mejorado, ¿no…?

—¿Dijiste algo hace un momento?

—¡Para nada! Por cierto… ¿Por qué estás tan molesta…?

—… Es justamente por eso que he venido a hablar contigo.

¿Acaso Ayase habrá tenido alguna pelea con kirino…?

—Bien. Cuéntamelo. Te escucho.

—De acuerdo. La verdad es que…

Después de clases. Al parecer, Ayase tuvo una pequeña plática con Kirino en el salón, cuando el timbre de fin de clases había sonado.

—Kirino. ¿Estás ocupada hoy? No te gustaría ir a algún lado conmigo?

—hm… ¿Qué debería hacer…?

Justo en el momento en el que dos adolescentes estaban por ponerse de acuerdo para divertirse en su tiempo libre, casi como si interrumpiera su plática, una notificación hizo que el celular de Kirino sonara, era un mensaje.

—¡Ah, ¿Me permites?

—Claro.

Tan pronto como kirino volteó a ver la pantalla de su celular, soltó un extraño sonido.

—Uhii..

—¡¿?!

—¡Defufu… Fuhiii～… Psshh…!

Tenía una asquerosa expresión en su rostro, tanto así que era casi indescriptible.

—¿Ki-Kirino…?

—¿Fueh…? ¿Q-qué ocurre, Ayase…?

—Creo que últimamente has estado actuando extraño, Kirino…

—¿Eh? ¿D-de verdad…? Aunque… no creo que eso sea cierto…

A juzgar por las respuestas de Kirino, podía deducirse que al menos estaba al pendiente de la conversación.

¡Pero…! ¡Estar haciendo expresiones extrañas y sonriendo mientras observas el celular simplemente es algo extraño, ¿no?!

Ante una Kirino quien pretendía no saber nada de lo que le decían, era normal que Ayase le preguntara lo anterior.

—fuh… fufuh… ¿fuuh…? ¿lo dices en serio? Entonces, dime… ¿Con quien estás mensajeándote?

—¿Con quién…? Creo que no tiene gran importancia.

Ayase parecía como una novia que está preguntándole insistentemente a su novio como si éste, estuviera engañándola.

—¿No me digas que… se trata de esa persona que conociste en la Comiket de verano… esa chica que tenía una vestimenta obscura…?

—A-así es… pudiste descubrirme, ¿Verdad, Ayase…? Ahaha… ahahaha…

—Eso definitivamente… era una mentira ¿verdad…?

—… ah… este… ¿eh…? Creo que tienes… razón…

—¡Por supuesto! No tengo duda alguna de que… ella está ocultando algo sospechoso…

Qué miedo. ¡en serio das miedo, Ayase!

—eh… este… y entonces… ¿Piensas que Kirino… está ocultándote algo… diciendo mentiras como que consiguió un novio o algo así…?

—No, te equivocas. Seguramente ella estaba mensajeándose con la nueva “novia” que hizo.

—¡¿eh?! ¡¿novia?!

¿A qué se refiere…?

—O-obviamente no me refiero a la realidad… ¡sino a su juego!

—¿No es eso algo que siempre está haciendo? Espera, ¿a qué te refieres con que está mensajeándose con su novia en el juego…? ¿acaso mi hermana se ha vuelto incapaz de diferenciar entre la realidad y la fantasía de un eroge…?

¿Debería preocuparme un poco más por el estado mental de mi hermana…?

Entonces, Ayase comenzó a explicarme a mí, quien no comprendía el punto en cuestión y tenía una expresión de duda.

—Este… Si no me equivoco… Los juegos populares más actuales, te permiten mensajearte con las chicas como si fuera real… 

—Hee…

Estamos en una época increíble.

—Kirino ha estado realmente metida en esos juegos todo el tiempo recientemente… ¡Inclusive cuando está conmigo!

『Dime… ¿Te gusto…?』

Una pequeña frase que sale en la pantalla del juego. Ante la cual, con una cara estupefacta Kirino responde:

—Si… ¡TE AMO…!

Uwaah… seguramente Ayase experimentó la misma sensación que yo en ese momento…

—¡De verdad, te lo juro! ¡Esa ropa realmente te queda bien! ¡Buhii… eres linda…!

—¡¿No crees que eso es malo, onii-san?!

—Sí que lo es… todos los sentidos existentes…

Si llegara a llamarla otaku asquerosa a ella, seguramente tendría que disculparme con todos los otakus asquerosos en este MUNDO, ¡PERO ELLA LOS SUPERA CON CRECES!

—¿Verdad que sí? ¡Me enojo porque precisamente estoy a su lado y aun así ella se la pasa jugando, justo cuando debería al menos hablar conmigo, ¿no crees?!

Exclamó Ayase mientras se acercaba enérgicamente hacia mí, con una expresión de enfado.

—¡¿Qué significa eso?! ¡¿Significa que ella prefiere aún más a esas chicas del juego que a mí…?!

En ese momento, ella comenzó a hablar como si estuviera a punto de llorar.

—Vamos, vamos… no llores.

—Umuh… ¡N-no estoy llorando!

Ayase tenía todo su rostro rojo, y con las mangas de su camisa se limpiaba los ojos.

Al verla de esa manera, no me restó más que decirle lo siguiente de la manera más amable posible:

—Entiendo. Déjamelo a mí.

Seguidamente, mirando hacia arriba con unos ojos llorosos, Ayase me observó.

—¿De verdad…? 

—Claro, yo me encargo.

Maldición… ¡Es casi imposible que me niegue a ayudarla, cuando está mostrándome tal expresión como esa!

Golpeando mi pecho, acepté la encomienda.

—… Muchas gracias, onii-sama.

Finalmente, Ayase dibujó una sonrisa en su rostro. Bueno… esto sí que es un gran problema.

Una vez llegué a casa, inmediatamente me dirigí a la habitación de Kirino. Luego, toqué la puerta.

—Kirino.

Al no tener respuesta, volví a tocar.

—Kirino… ¿Estás ahí?

A pesar de que había tocado fuertemente… inesperadamente no había respuesta…

—¿Eh…? ¿No estará…?

Creía que definitivamente estaría en su habitación… Hahaa… entonces—

—¡KIRINO! ¡OYE…! ¡KIRINO! ESTÁS AHÍ, ¿verdad? ¡SAL DE UNA VEZ! ¡TIEBES TUS AUDÍFONOS PUESTOS Y ESTÁS JUGANDO, ¿VERDAD?!

Toc, toc, toc, toc. Efusivamente me dispuse a tocar su puerta.

—¡¿ME ESTÁS ESCUCHANDO, KIRINO…?! ¡¿UWAAAH…?!

Apenas pude ser capaz de detener la puerta que repentinamente había sido abierta. Frente a mí, se encontraba Kirino quien no ocultaba su mal humor ante tal estruendo…

—¡Qué ruidoso eres! ¡¿Qué quieres?! ¡NO ESTÉS MOLESTÁNDOME!

—¿Cómo te atreves a hacer eso? ¡Te he dicho muchas veces que no trates de darme en la cara con la puerta! ¡¿Cuántas veces tengo que decírtelo para que lo entiendas?!

—¡¡NO ME IMPORTA!! ¡¿QUÉ QUIERES?! ¡ESTOY MUY OCUPADA, ¿sabes…?

—S-Si… serás…

Sabía de antemano que, se me dificulta hablar cuando supero cierto nivel de enfado.

Me había quedado sin palabras, pero pude recuperar la compostura al recordar el rostro de Ayase en mi mente.

—Ejem…

Luego de carraspear, fui directo al tema en cuestión.

—Dime… ¿acaso recientemente has estado muy pegada a cierto nuevo juego…?

—¿eh…? ¿Cómo lo sabes?

—Eso no tiene relevancia. Más importante que eso… este… ¿ese juego… en verdad es divertido…?

—¿eh…?

Kirino parpadeó ante tal sorpresa — y su actitud cambió por completo. Me miraba una y otra vez, y mientras lo hacía,

—¿Acaso…? ¿Te interesa?

—A-algo así…

—Fufuh… Ahora entiendo. Poco a poco has llegado a comprenderme, ¿eh?

Ella movía su cuerpo de un lado a otro, y con una voz que denotaba una enorme emoción de felicidad ella dijo;

—¿Qué se le puede hacer…? Creo que puedo mostrártelo— fuhihihi… ¿qué debería hacer…?

Qué insoportable…

Y, mientras hacía un enorme esfuerzo para evitar reflejar mi sentir en mi expresión facial, expresé:

—Deja de decir cosas como esas. ¿Podrías mostrármelo, por favor…?

Tengo que saber lo más que pueda acerca de este juego, para así poder corresponder adecuadamente al “consejo de vida” de Ayase.

—B-bien… Justo ahora estoy jugándolo… ¿Por qué no entras y vienes a ver…?

—Claro. Entonces, con tu permiso.

La habitación de mi hermana no ha cambiado en nada, sigue igual que cuando había ido a estudiar al extranjero. Al parecer nuestros padres, dejaron la habitación tal cual como estaba, pues no sabían cuándo podría regresar Kirino.

Siempre me sentía algo preocupado cada que nuestra madre limpiaba el cuarto de Kirino, pues como alguien que conocía acerca de la existencia del “espacio secreto” de Kirino sabía que en ese lugar estaba lleno de cosas de otakus.

Encima de la cama, Kirino sostuvo su celular con una sola mano y comenzó a mostrarme la pantalla del mismo.

—¡Ta-dah! Este juego se llama “love touch”. ¡Es un juego que goza de mucha popularidad actualmente!

Ella realmente se ve linda cuando se pone a hablar de juegos…

—hmpf… con solo un vistazo… creo que puedo decir que no es nada diferente a los demás juegos…

—eso parece, ¿verdad? Pero tiene algo que lo diferencia de los demás～ fufuh

Kirino se acomodó ligeramente para sentarse en la cama y palmeó el espacio a su lado, casi como si me dijera que me sentara junto a ella.

Al hacer lo que me pidió, kirino se acercó hacia mí, para que así pudiera ver claramente el juego en su pantalla.

—Mira bien.

En la pantalla podía observarse a una chica con cabello negro. Tenía puesto un uniforme escolar y denotaba ser alguien pulcra.

En la parte inferior de la pantalla del juego se mostraba la ventana con las oraciones. Podía observarse que el nombre de aquella chica con cabello negro era “Ayaka”.

Volteando hacia el frente de la pantalla, ayaka-chan comenzó a hablar.

—Ayaka: finalmente has venido. Estaba esperándote, ¿sabes? ¿has terminado tus asuntos pendientes?

Inmediatamente, Kirino dibujó una extraña sonrisa en su rostro.

—Sí, ya los terminé. Lamento haberte hecho esperar, Ayaka-chan. ¡TE AMO!

—Ayaka: … Qué feliz estoy. ¡Yo también te quiero mucho!

—Ugh… realmente ella está hablando con el juego…

—¡Oye, no hagas esa cara como de haber visto a una persona rara! ¡De esto se trata el juego!

¿eh…?

—¿Sabes? Lo más impresionante de este juego es que realmente puedes experimentar la sensación de estar saliendo con las chicas del juego.

Click, click, click… Kirino seguía jugando. Seguidamente, en la pantalla apareció el evento de “la cita prometida” con Ayaka-chan. X día de junio— al parecer, era la misma fecha en la que nos encontrábamos en la realidad.

—Es capaz de reconocer la voz y de hablar. El juego también es capaz de sincronizarse en tiempo real, así es como se programan las citas. ¡Cuando el día de la cita llega, se activa el evento del juego, ya que, de no ser así, ¡Ella podría enojarse si no lo haces! 

—Parece un juego realmente complicado…

—¡Precisamente porque piensas así es que no eres nada popular, ¿Sabes…?

—Ugh… ¡Lo lamento! P-pero… ciertamente puede ser un buen juego tratándose de un simulador de citas… casi como si fuera algo real…

—¡Un juego perfecto para un impopular chico como tú, ¿No crees? Qué bien por ti. Seguramente si juegas podrías conseguir una novia, ¿sabes?

—¿Cómo debería reaccionar ante una respuesta como esa? Debería decir felizmente algo como: “por fin lo lograré”?

—Eso es hasta cierto punto algo asqueroso…

Di lo que quieras…

—¡Bien! ¡Seguiré con la plática!

Exclamó Kirino, mientras sostenía orgullosamente su celular.

—¡Este juego en verdad es genial! ¡Si configuras tu correo electrónico, podrás recibir mensajes por parte de las chicas del juego! ¡¿No es eso genial?!