Dungeon Busters (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: Dungeon Busters, Inc. Se Mueve

Parte 2

[Espacio aéreo sobre el Océano Pacífico]

El Boeing C-32A es un avión de transporte que, en ocasiones, sirve como Air Force One para transportar al presidente y a otros líderes importantes de los Estados Unidos de Gamerica. Y hoy, uno de los seis C-32A existentes acababa de despegar de la Base Conjunta Andrews, una base militar situada en el estado de Maryland.

“¿Por qué tuvimos que volar en un avión militar? Hubiera sido más rápido simplemente comprar un billete al aeropuerto de Haneda. ¿Sabes la distancia que hay desde la base aérea de Yokota hasta Ichigaya, en Tokio?”

“Aunque usted fue contratado por fuera, el Maestro del Gremio, su rango efectivo es el de un general de división. Como se trata de una visita diplomática oficial, no podemos permitirle utilizar otra cosa que no sea un transporte militar adecuado. Además, este es uno de los pocos aviones en los que no tendríamos que preocuparnos por la filtración de información.”

El Jefe de Mando Isaac Roland, del Mando de las Mazmorras de los Estados Unidos, se pasó la mano por el pelo plateado unas cuantas veces antes de recoger los documentos que tenía delante con resignación.

“El objetivo de este viaje que estamos haciendo a Japón es sacar toda la información que podamos del hombre Kazuhiko Ezoe. Según mis deducciones, está profundamente implicado en el fenómeno de los brotes de mazmorras. En general, se cree que el fenómeno comenzó el 30 de julio en la hora estándar japonesa, pero sospecho que para entonces ya había otra mazmorra en Japón. Es muy probable que sea la persona que lo descubrió.”

“Sigue pareciéndome un poco exagerado. Estoy de acuerdo en que la proactividad y el sentido de la responsabilidad de Ezoe parecen insinuar algo, pero no estoy seguro de que sea suficiente para basar una especulación tan grande.”

“Oye, si me equivoco, pues me equivoco. Sigue siendo el primer Cazador del mundo. Una charla con él aún valdría la pena. Tal y como están las cosas, lo más pronto que podemos esperarlo en Gamerica sería dentro de más de un año. Es tiempo más que suficiente para que Japón nos lleve tanta ventaja que no podamos recuperarla.”

La declaración de Isaac, que sonaba a mal, hizo que su secretaria, Rebecca, asintiera con cierto desánimo. Actualmente, Japón estaba muy por delante del resto del mundo en cuanto a su manejo de las mazmorras. Y, sin embargo, en lugar de aprovechar esa ventaja, seguía siendo proactivo a la hora de compartir la información que aprendía. En cambio, Gamerica había cerrado sus puertas, con la firme intención de “arreglárselas de alguna manera” por su cuenta. Isaac no podía hacer nada con respecto a la dirección que el presidente Howard había decidido, pero como el que fue instalado para dirigir los esfuerzos contra las mazmorras del país, era comprensible que estuviera bastante descontento con las circunstancias con las que tenía que trabajar.

“Sin embargo, Maestro del Gremio, ¿realmente Japón nos dará la información que desea de forma gratuita? Incluso si consigues reunirte con el Sr. Ezoe, ¿realmente admitirá ser el primer hombre en descubrir las mazmorras?”

“Probablemente no lo hará. Pero lo de ser el primero en descubrir las mazmorras es sólo mi entrada. Mi sospecha es que el gobierno japonés sigue ocultando algo. La razón por la que publicaron información sobre las cartas LR, el núcleo de las mazmorras y otra información que normalmente se mantendría en secreto, probablemente significa que saben algo mucho peor. Eso es lo que realmente quiero saber”.

“No es que nos lo vaya a decir si se lo pedimos, ¿verdad? ¿Tenemos una moneda de cambio propia?”

“Le daré lo que más quiere ahora mismo”, respondió Isaac con seguridad.

Cuando escuchó lo que era, la cara de Rebecca se puso blanca como una sábana. Lo que Isaac planeaba ofrecer era nada menos que inteligencia de alto secreto.

***

[Ministerio de Defensa – Ezoe Kazuhiko]

El 28 de enero, me encontré dentro del edificio del Ministerio de Defensa en Ichigaya, revisando la información sobre el jefe de mando del USDC. Supuestamente estaba en inglés, pero alguien del ministerio la había traducido al japonés. La directora general Ishihara estaba sentada frente a mí, con las piernas cruzadas.

“El trabajo del jefe de mando del USDC es diseñar las políticas administrativas que Gamerica adoptará para tratar con las mazmorras. En definitiva, suena muy parecido a lo que yo hago. Y como puedes ver en su perfil, tiene un pasado bastante interesante.”

“Es cierto que si tuviera que describirlo con una palabra, sería ‘genio’. Dentro de los límites de ser un académico, eso es.”

“¿Oh? Esa es una evaluación sorprendentemente baja.”

“Al igual que hay muy pocos profesores de economía que lleguen a crear empresas de éxito, ser capaz de enseñar algo no significa ser hábil en la puesta en práctica de esa misma cosa. Lo más probable es que a este personaje de Isaac le ocurra lo mismo. No me lo imagino capaz de utilizar técnicas de negociación eficaces. Si yo fuera él, no habría puesto algo tan evidente como ‘la mazmorra inicial’ en el mensaje original. Sólo con decir ‘quiero tu consejo’ habría bastado para que le dedicara tiempo, pero no lo entendió. En otras palabras, es probable que sea bastante inexperto en el trato con la gente. Solo hay que ver — que lo más probable es que intente imponerse solo con razonamientos durante la reunión de hoy.”

“Pero ese razonamiento sigue siendo bastante formidable, ¿no es así? Estamos hablando del supuesto genio científico más importante del mundo. Su capacidad de pensar lógicamente es probablemente fuera de lo común. No bajes la guardia.”

Me limité a encogerme de hombros como respuesta. Durante mi estancia en el mundo empresarial, había conocido a innumerables personas con mentes brillantes. Sin embargo, no todas habían sido necesariamente buenas en su trabajo. Los negocios no eran algo que pudiera “hacerse bien” de forma aislada. Como mínimo, se necesitaba un cliente — es decir, una segunda parte — Por ello, se puede decir que la habilidad para tratar con la gente es la más importante a la hora de hacer negocios. Y, según mi experiencia, tener una mente aguda no se correlaciona naturalmente con ser bueno en la construcción de relaciones personales.

“Si tengo que compararlo con un ordenador, diría que tenía un hardware increíble pero un sistema operativo defectuoso. La comunicación tiene que ver con la capacidad de compatibilidad del sistema operativo, algo que suele faltar en el sistema operativo de un genio. Dicho esto, también tengo bastantes ganas de que llegue este encuentro. Será la primera vez que conozca a alguien con una mente tan brillante.”

***

Por fin me encontré cara a cara con el Jefe de Mando Isaac Roland dentro de una de las salas de recepción del Ministerio de Defensa. Parecía más joven de lo que esperaba. Se suponía que tenía unos veinte años, pero su aspecto era el de un adolescente. A pesar de no ser oficial, se trataba de una reunión entre países y, sin embargo, ni siquiera llevaba corbata. ¿Acaso cree que basta con llevar un traje de chaqueta?

“Encantado de conocerte. Soy Ezoe Kazuhiko, de Dungeon Busters”, dije a nuestro traductor.

Sin embargo, para mi sorpresa, Isaac Roland respondió directamente él mismo. “Ah, puedo hablar japonés perfectamente. Soy Isaac Roland, de la USDC. Poder conocer al famoso Ezoe-san de Dungeon Busters es un honor.”

Incluso parece hablar con fluidez. Recuerdo que su expediente mencionaba que dominaba varios idiomas, pero el japonés no estaba en la lista.

“Tu japonés es bastante bueno. ¿Acaso has vivido antes en Japón?”

“Oh, no, lo aprendí leyendo novelas ligeras a finales del año pasado, cuando me interesé por las mazmorras. Leí más de cien volúmenes de series modernas de baja fantasía que mostraban mazmorras que aparecían en nuestro mundo, mundos con mazmorras en ellos, y mazmorras que aparecían en las casas de la gente. Cosas así.”

“Entiendo. ¿Qué tan útiles te resultaron?”

“Eran estupendos para aprender el idioma en sí, pero no eran de mucha ayuda en cuanto a políticas realistas que pudiéramos aplicar realmente. Muchos de ellos se basaban en un sistema de subida de nivel; muchos se centraban simplemente en unos pocos países desarrollados a pesar de que supuestamente había mazmorras por todo el mundo; muchos no describían la reacción de los distintos poderes religiosos a pesar de la naturaleza sobrenatural del fenómeno, o bien mostraban imaginaciones poco realistas de los efectos de las mazmorras en el mundo. ¿Por qué iba a entrar un estudiante de secundaria en una mazmorra en primer lugar? Esa misma premisa parece estar fuera de lugar. Las historias mostraban a los protagonistas adolescentes matando monstruos y recolectando recursos como si se tratara de cualquier otro trabajo a tiempo parcial, pero esto es normalmente algo que cualquier padre razonable impediría hacer a su hijo, ¿no?”

“Bueno, son obras de ficción. Ser tan realistas les quitaría el factor de entretenimiento, ¿no? Son agradables porque retratan una versión más indulgente de la realidad. Ejem, hablando de novelas ligeras, ahora veo que efectivamente dominas el japonés, así que aceptaré tu oferta y continuaré esta reunión en japonés. La dama que está a su lado…”

“Oh, es mi secretaria. No sabe japonés, pero no te preocupes. Yo mismo le traduciré la grabación después.”

Asentí con la cabeza. Parece que es de los que hablan mucho y lo hacen muy rápido, como tantos otros genios. Y no miró nuestras caras en busca de señales sociales ni una sola vez, simplemente siguió hablando solo. No llegaría a decir “qué Gamericano”, pero, como mínimo, no le iría bien en un entorno corporativo japonés.

“Así que, vayamos al grano. La razón por la que he venido a Japón, Ezoe-san, es porque quería hacer un trato contigo.”

“¿Un trato, dices?”

“Así es. Le ofrezco intercambiar la información que poseemos en el USDC con la información que posee el Ministerio de Defensa japonés.”

“Eso suena como si no me necesitaras aquí, entonces.”

“Ah, pero sí lo necesito, ¿no? Lo que estamos hablando está profundamente ligado a tu información personal. Ezoe-san, mi deducción me lleva a creer que tú eres la razón detrás del Fenómeno del Brote de la Mazmorra. En algún lugar de Japón, el 24 de junio del año pasado, te encontraste con la primera mazmorra y entraste en ella. Puede que fuera un acontecimiento de fuerza mayor, pero fueron tus acciones las que desencadenaron la activación del sistema de mazmorras. En ese momento, se te concedió una misión. Probablemente algo parecido a ‘limpiar todas las mazmorras’. Para cumplir esta misión, se te concedió información sobre las mazmorras. ¿Qué te parece? ¿Estoy cerca?”

“Es una historia bastante interesante la que cuentas. Sin embargo, aunque sea como has deducido, ¿crees que lo admitiría? ¿A ti, alguien que representa a otro país?”

“Probablemente no. Pero en realidad no necesito que lo hagas. Como dije antes, estoy aquí para llegar a un acuerdo. Creo que cuando veas la información que tengo para ofrecerte, definitivamente responderás de la misma manera.”

“Atrevida afirmación. Por cierto, ¿qué es lo que quiere saber Gamerica?”

“Los tres datos que el gobierno japonés sigue ocultando al resto del mundo. Uno, cuánto tiempo se espera que dure el Fenómeno del Brote de Mazmorras. Dos, cuántas mazmorras habrá al final. Tres, cuánto tiempo tenemos hasta la Estampida de Monstruos. Tú, y el gobierno japonés por extensión, conocen la respuesta a estas tres preguntas. Estoy seguro de ello.”

“¡Ja, ja, ja! ¿Y qué te hace estar tan seguro?”

“La rapidez con la que han actuado. Lo que han conseguido en medio año desde el 30 de julio, fecha de la ‘primera’ oleada de mazmorras, es poco menos que increíble. Japón ya tiene una iniciativa de aventureros civiles en marcha — ¡mira, incluso has limpiado una mazmorra! — mientras que Gamerica y la UE aún están deliberando sobre nuestras propias políticas. Y tú fuiste la fuerza impulsora de todo eso. Fundaste Dungeon Busters, Inc., reuniste aliados, sacaste a la luz la posibilidad de la Estampida de Monstruos y demostraste que sí era posible limpiar las mazmorras. No sería exagerado decir que Japón está actualmente varios años por delante del resto del mundo. La razón por la que se apresuran tanto es porque el tiempo es limitado. Saben el número de mazmorras que hay que despejar y el tiempo que tienen para hacerlo. No hay otra forma de explicar sus prisas.”

Dirigí una mirada a la Directora General Ishihara, que estaba sentado a mi lado. Asintió con la cabeza y se dirigió al genio parlanchín.

“Incluso si poseemos esta información y se la pasamos a usted, ¿qué hará con ella? ¿Anunciarla al mundo?”

“¡Como hiciera algo así! Ni siquiera nuestro presidente, ávido de protagonismo, es tan estúpido. No, no, esa información la mantendremos para nosotros en el USDC durante un tiempo. Es que necesitamos esas respuestas para decidir qué políticas formular y adoptar, siendo la más importante la de cuánto tiempo nos queda. Si son cien años en el futuro, estupendo. Pero a juzgar por las acciones de Ezoe-san, no está tan lejos, ¿verdad? Podrían ser veinte — no, tal vez sólo diez años. Esto es algo que necesitamos saber para proteger a nuestros propios ciudadanos.”

“¿No es su bando totalmente capaz de proteger a sus ciudadanos sin esa información?” preguntó Ishihara, sarcástica. “Para eso han retirado todas sus fuerzas de ultramar, ¿verdad?”

Isaac se limitó a encogerse de hombros. En lugar de responder a su sarcasmo, me miró. “La información que tenemos que ofrecer en el USDC para este acuerdo es algo que estoy seguro de que realmente quieres.”

“Eso ya lo has dicho antes. Sorpréndeme.”

Isaac señaló a su secretaria, que sacó un documento escrito en inglés. “En pocas palabras, te ofrezco información sobre la ubicación de todas las mazmorras del mundo. Muy pocos lo saben, pero cada mazmorra genera un pequeño pulso electromagnético y perturba el campo gravitatorio local. Nuestros satélites de reconocimiento tienen cobertura en todo el planeta, y hemos localizado con precisión todos los casos de este tipo que se han producido en los últimos meses. Además, somos el único país de la Tierra que cuenta con los recursos necesarios para garantizar el suministro continuo de dicha información. Así que este es el trato que ofrezco: la localización de todas las mazmorras que han aparecido y aparecerán a cambio de las respuestas a las tres preguntas que acabo de plantear. Especialmente la última.”

Para ser honesto, Isaac definitivamente me tenía en este momento. Lo que me ofrecía era algo por lo que estaría dispuesto a pagar cualquier cantidad de dinero — era más que equivalente a la información que teníamos. Bailar en la palma de la mano de Gamerica me irritó un poco, pero este sería un intercambio que beneficiaría a ambas partes. Ha conseguido un trato. Mira, incluso Ishihara está sonriendo y asintiendo.

“Entiendo. Nosotros obtendríamos información sobre la ubicación de las mazmorras objetivo, y ustedes obtendrían la información que necesitan para establecer políticas de contramedidas adecuadas para las mazmorras. Suena como un acuerdo en el que todos ganan.”

La tensión en el aire se disipó tras las palabras de Ishihara. Sin embargo, cuando parecía que el trato iba a quedar sellado, la expresión de la mujer que estaba a mi lado sufrió un brusco cambio al cruzar las piernas y adoptar el comportamiento de una reina.

Con voz fría, dijo en inglés: “Sin embargo, nos negamos. No nos subestime. ¿Cuánta información ha proporcionado Japón al mundo de forma gratuita hasta ahora? Ustedes aprendieron su información sentados en una cómoda oficina mirando su monitor. Nosotros aprendimos nuestra información de nuestra gente arriesgando sus vidas. Un hombre incluso perdió un brazo. ¿Y dices que son iguales? No me hagas reír. La información sobre la ubicación de las mazmorras es algo que debería proporcionarse a la ONU de forma gratuita.”

Como estaba en inglés, no tenía ni idea de lo que se decía. Lo único que sabía, sin embargo, era que la repentina transformación de la reina Ishihara había dejado a Isaac con la mandíbula en el suelo.

***

[Ministerio de Defensa – Isaac Roland]

Mi estrategia de negociación había sido perfecta. Había empezado hablando de novelas ligeras — un tema con el que los japoneses estaban muy familiarizados. Luego había agitado las cosas lanzándoles todas mis deducciones a la vez. Como colofón, expuse claramente cómo ambas partes se beneficiarían de este intercambio. Ezoe parecía dispuesto a aceptar el trato, pero entonces la mujer que estaba a su lado pareció convertirse en una persona totalmente diferente de la nada. Nos había menospreciado, e incluso había llegado a declarar que lo que ofrecíamos no tenía ningún valor.

Un poco alarmado, volví a hablar en inglés. “Señor Ezoe, esta dama…”

Sin embargo, Ezoe se limitó a encogerse de hombros y responder con un marcado acento: “Ah, so-ri. Ai kyannot supeaku Engrishu.”

Esto indicaba que la intelectual y racional Ezoe había salido del ruedo, dejándome a mí la tarea de persuadir a una mujer que parecía decidida a ser irracional. Vamos, ¿en serio? No quiero lidiar con alguien que tiene un ataque de histeria. ¿Qué está diciendo de todos modos? ¿Qué debemos sacrificar nuestra moneda de cambio por nada? ¿Sólo porque ellos lo hicieron?

“Naturalmente, no estamos en contra de pasar esta información a la ONU. Pero…”

“No hay peros o sí. Japón ha hecho todo lo posible para cooperar con otros países en el tratamiento de las mazmorras. Hemos proporcionado mucha información sin nada a cambio. Si quieren negociar con nosotros, también deberían cooperar con los esfuerzos internacionales y proporcionar información al mundo. Actualmente, Gamerica está priorizando sólo sus propios intereses. Sinceramente, no podemos confiar en ustedes. ¿Sabe el Presidente Howard y su ministro de defensa de este acuerdo?”

“Ugh…”

Dije que esta información es alto secreto, ¡¿no es así?! Por supuesto que no lo saben. Si se sabe que intenté hacer un trueque, mi cabeza volaría. Quiero decir, no me importa que me despidan. Lo que sí me importa es perder el acceso a los recursos necesarios para seguir investigando en las mazmorras.

“Pedimos dos condiciones: la información sobre la ubicación de las mazmorras, y el apoyo de Gamerica a las sugerencias que hacemos sobre el Cuartel General de Aventureros que está estableciendo la ONU ahora mismo. Una vez que el Cuartel General esté establecido, entonces le daremos la información que está pidiendo. Te digo que acercarte al Primer Ministro Urabe no te ayudará. Con el Tratado de Seguridad entre EE.UU. y Japón efectivamente roto, Japón no tiene ninguna obligación de hacer lo que dice Gamerica.”

¡Como si el presidente Howard dijera que sí a eso! Es el tipo de persona que piensa que “lo que es tuyo es mío y lo que es mío es mío”. Si no elegimos un presidente demócrata abierto a la idea de la cooperación internacional este año, significaría cinco años consecutivos de la Doctrina Howard. Si eso ocurre, nos quedaremos muy atrás en cuanto a política de mazmorras, lo que significa que mi investigación también se retrasaría.

“Es cierto que queremos la información que nos ofreces, pero no la necesitamos ahora mismo”, continuó la mujer. “Ya estamos en contacto con los países de la ASEAN y la UE, y también tenemos nuestra propia información. El valor de la información ofrecida por ambas partes no es el mismo, así que no podemos aceptar. Le deseamos lo mejor a Gamerica. Cuando cambie su postura, podremos volver a hablar.”

Y entonces se levantó la reunión. ¿No se supone que los japoneses son un pueblo de compromiso y cooperación? ¡¿Cómo puede ser tan vehemente en su negativa?!

Por primera vez en mi vida, experimenté la sensación de derrota.

***

“Bueno, eso fue horrible. Había pensado que Ezoe era la persona clave con la que había que hablar, pero vaya si me he equivocado. Parece que cuando se trata de la política de las mazmorras, ella es la persona clave — Yukie Ishihara.”

No pude evitar refunfuñar un poco en el coche mientras regresábamos a la base aérea de Yokota desde el Ministerio de Defensa. Cuando revelé mentalmente lo que se había dicho durante la reunión, la conclusión a la que llegué fue que Ishihara había sido realmente ilógica y emocional. Si realmente daban tanta prioridad a la limpieza de las mazmorras como decían, deberían haber aceptado mi oferta.

“Los burócratas japoneses son excelentes. Sólo que hasta ahora no hemos estado en su extremo más vicioso porque estaban priorizando nuestras relaciones diplomáticas. Está claro que el discurso del presidente Howard a principios de año ya está pasando factura. Japón podría estar empezando a separarse de nosotros en lo que respecta a su seguridad nacional.”

“Y tampoco podemos quejarnos de ello — no cuando fuimos nosotros los que rompimos el tratado en primer lugar”. Suspiré. “En serio, ese presidente nuestro Gamerica Primero está bien y todo eso, pero ¿no puede pensar un poco más antes de hablar?”

“El presidente Howard quiere que todos los interesados en el mercado de Gamerica le escuchen. Una vez que la cuestión de la desigualdad energética mundial se resuelva con las piedras mágicas, Japón podría ocupar el lugar de Gamerica como líder mundial.”

“El cambio ya se está produciendo. Es un problema, pero supongo que no podemos hacer nada al respecto. Por ahora, las reacciones de Ezoe e Ishihara han demostrado que hay un plazo específico para la Estampida de Monstruos. Desarrollemos nuestras políticas en torno a ese hecho.”

Fijémoslo en veinte — no, digamos diez años. Actualmente hay diecisiete mazmorras en Estados Unidos. Una suposición razonable sería esperar que ese número se duplique — entonces, treinta y cuatro en total — con diez años para limpiarlas todas. Trabajemos con esos números en mente. ¿Qué? ¿Informar al secretario de defensa? Estoy seguro de que Rebecca hará un buen trabajo.

Caramba. ¡Realmente quería ver el núcleo de la mazmorra por mí mismo!

***

[Ministerio de Defensa – Ezoe Kazuhiko]

Como la conversación había cambiado al inglés a mitad de camino, no entendí lo que se había dicho. El resultado, sin embargo, fue claramente una ruptura de las negociaciones. No conseguimos la información sobre la ubicación de las mazmorras, y la otra parte no consiguió nuestra información. En términos de teoría del juego, era el dilema del prisionero.

“¿No funcionó?” Pregunté. “Una elección bastante drástica, ¿no crees?”

Ishihara resopló. “No me gustó su actitud desde el principio. Actuando todo el tiempo como si supiera su secreto y pretendiendo ser un gran tipo por aprender japonés leyendo novelas ligeras. Un mocoso impertinente; eso es lo que era. Es diez años demasiado joven para negociar conmigo.”

“Sin embargo, realmente necesitamos la información sobre la ubicación de las mazmorras…”

“No te preocupes por eso — Gamerica será la primera en plegarse. Mientras tanto, tú ve limpiando las mazmorras en los países que estén dispuestos a cooperar. Después de hacerlo, las empresas japonesas podrán expandirse en sus mercados y establecer empresas conjuntas dentro de la industria de generación de energía de hidrógeno, trabajando para igualar el acceso a la energía. De los siete mil millones de personas que hay en el mundo, haremos de 6.600 millones nuestros aliados. Dentro de diez años, Gamerica será desplazada del trono de líder del mundo y reducida a ser un mero país del primer mundo”

“¿Tienes… Tienes algún rencor contra Gamerica o algo así?” pregunté, con cierta curiosidad por la inflexión personal en el tono de Ishihara.

Hizo una mueca, y se volvió para mirar por la ventana. “Probablemente no debería decir esto, estando en la carrera del Ministerio de Justicia y todo eso, pero… ¡Ese país realmente me enoja! Año tras año, nos presionan para que compremos sus estúpidos y caros aviones de combate. Y esos patanes que no entienden nada de conservación de la energía — ¡incluso mantienen sus aires acondicionados funcionando durante los tres meses que están de vacaciones! — vienen a pedirnos el reembolso de sus elevadísimos ‘gastos de funcionamiento de la guarnición’. ¿País de la justicia? ¡¿Ya han olvidado el Gran Ataque Aéreo de Tokio y las dos bombas nucleares que lanzaron sobre nosotros ?! Incluso hoy, siguen enviando sus ejércitos a todas partes, provocando guerras y cometiendo crímenes de guerra como si nada. ¿Y qué hacen después de haber destrozado todo? Vuelven a casa, sin asumir ninguna responsabilidad. ¡Si hubiera una forma de restringirlo sólo a Gamerica, realmente querría que se produjera la Estampida de Monstruos!”

“Ya… ya veo…”

El arrebato de Ishihara casi me hizo saludar y decir “¡Sí, señora!” Está claro que ha estado reprimiendo muchas emociones en relación con Gamerica. ¿O es debido al desequilibrio hormonal de la menopausia?

Después de seguir despreciando a Gamerica un rato más, Ishihara pareció volver de repente a sus cabales. Exhaló y se giró con una sonrisa. “Bueno, como puedes ver, puedo seguir durante un buen rato. Sin embargo, Gamerica sigue siendo uno de los aliados importantes de Japón. Los reconocemos como un socio valioso, tanto en términos de nuestras economías como de seguridad nacional. El Ministerio de Defensa valora mucho la relación que compartimos con Gamerica.”

Eh, ¿a quién le dices eso?

***

El 29 de enero, el mundo vio la aparición de una nueva oleada de mazmorras, una de las cuales se encontraba efectivamente en Japón. Sin embargo, en contra de mis expectativas, no estaba en una ciudad importante.

“Esta mañana temprano ha aparecido una nueva mazmorra en el aparcamiento de las oficinas centrales del banco Hokusei, en el distrito de Korinbo, en Kanazawa, prefectura de Ishikawa. Nuestro corresponsal local, Shigeta, se encuentra actualmente en la escena. Shigeta-san—”

Fue entonces cuando apagué el televisor. Sinceramente, no esperaba que el Sistema de Mazmorras eligiera Kanazawa, una ciudad parecida a Kioto con una población de sólo cuatrocientos mil habitantes. La zona que rodea la recién creada estación del Shinkansen estaba experimentando un cierto crecimiento, pero se trataba de una ciudad que, por lo demás, estaba a una hora entera en autobús del acceso más cercano al mundo exterior, el aeropuerto de Komatsu. Incluso ahora, se consideraba parte de un bloque económico bastante aislado, y gran parte de su mercado estaba compuesto por negocios generacionales de larga duración. Ya había estado en esta ciudad unas cuantas veces.

“Así que es Kanazawa después de Yokohama, eh. Entonces tengo que visitar Katamachi, y definitivamente debo pasarme por el Restaurante Gyoza Número 8.”

Me tomaría un gran plato de gyoza en el Restaurante Gyoza Número 8 para comer, oden en el famoso Miyuki para cenar, bebidas en la cervecería del edificio Ollo después, karaoke en algún lugar cercano, y luego unos cuantos tazones de dashi chazuke en la tienda especializada Shinano — un lugar donde le gritas “Yafuu” al chef propietario por todo — para terminar la noche. Sí, parece un plan.

“Aunque, por supuesto, mi objetivo principal es la mazmorra”, me recordé a mí mismo mientras hojeaba mi agenda.

La rama de investigación del Ministerio de Defensa quería investigar el núcleo de la mazmorra de Sapporo, y yo era el único que podía manejarlo. En otras palabras, tenía que acompañarles a la planta más baja. No es que me importara, por supuesto. Más bien, me pareció una buena oportunidad. Después de terminar en Sapporo, bajamos a Sendai y luego rodeamos hasta Kanazawa.

***

[Mazmorra de Sapporo – Kurita Hideki]

Yo, Kurita Hideki, era uno de los investigadores del Centro de Investigación Tecnológica de Mazmorras, una organización que se había creado recientemente bajo la Agencia de Adquisición, Tecnología y Logística (ATLA). Nuestro trabajo abarcaba desde el estudio de las mazmorras en sí mismas — como el modelado de sus estructuras internas — hasta la ingeniería inversa de los productos que producían — como las piedras mágicas, las cartas y las pociones — con la esperanza de descubrir tecnologías aún desconocidas. En resumen, éramos los llamados “investigadores de mazmorras”.

Casi todo lo relacionado con las mazmorras era una absoluta maravilla para los que pertenecíamos a la comunidad científica. Las leyes físicas de las mazmorras parecían ser totalmente diferentes a las de nuestro mundo. Por ejemplo, el tiempo. Aunque el tiempo fluye 144 veces más rápido en las mazmorras, el espacio interior tiene la misma gravedad que la Tierra. Esto era una clara contradicción con la teoría general de la relatividad. Lo mismo ocurría con las ventanas de estado. La ventana de Estado de todos los participantes estaba estandarizada con un fondo negro y un texto blanco, pero éstos no parecían ser proyectados por ninguna fuente física. Otra cosa habría sido si sólo fuera visible para la propia persona. En realidad, sin embargo, era visible para todos los demás, e incluso podía ser captado por la cámara. En otras palabras, algo estaba emitiendo ondas de luz. Sin embargo, nuestro equipo no detectó la presencia de ninguna sustancia no natural. El fenómeno era tan inexplicable que oí a bastantes científicos hablar de investigar la fotografía paranormal en busca de indicios.

Y como las mazmorras estaban tan llenas de cosas que iban más allá de nuestra comprensión actual de la ciencia, todo el mundo, desde los premios Nobel hasta los aficionados, estaba deseando probar las mazmorras. Una universidad americana había lanzado la “ingeniería de mazmorras” como una nueva especialidad, y había numerosas universidades dentro de Japón que habían establecido centros de investigación y estaban intercambiando activamente información entre sí.

También estaba yo, que estaba temblando de emoción mientras me encontraba ante un octaedro negro que parecía un diamante gigante en el piso más bajo de la Mazmorra Sapporo. Se trataba del llamado Núcleo de la Mazmorra, y absolutamente todo lo relacionado con él era un completo misterio. Sin embargo, en el momento en que lo vi, me di cuenta instintivamente de que no era algo de nuestro mundo. Era imposible crear artificialmente un octaedro tan perfecto con nuestro nivel actual de destreza tecnológica.

La función de este objeto en la planta 7 de la Mazmorra Sapporo era, por lo que se veía, mostrar la información relativa a esta mazmorra. El panel de información aparecería sin importar quién lo tocara, así que puse temblorosamente una mano sobre la superficie fría pero suavemente brillante.

Mazmorra nº: 103

Rango: D

Maestro: Ezoe Kazuhiko

Cantidad de pisos: 007

Suministrado DE: 717

Recurso: Cristal Mágico Negro

Estampida: Apagado (45.441.973.440)

“¿Qué es este campo ‘Suministrado DE’? ¿Y el hecho de que haya un campo para el recurso que se genera significa que es posible cambiarlo? ¿Cuándo empezaría a moverse el número indicado en el campo de la Estampida?”

Mientras los demás miembros de mi equipo debatían ferozmente entre ellos, toqué uno tras otro los campos de la pantalla. Sin embargo, no hubo ninguna reacción. Ezoe-shi había mencionado que cuando tocaba el campo Estampida, podía alternar entre “Encendido” y “Apagado”. En otras palabras, la única persona que podía manipular esta pantalla era el Cazador que tenía derechos administrativos sobre el lugar.

“Ezoe-san, me temo que eres la única persona que puede manejar esta pantalla. Lamento la molestia, pero ¿podría molestarla para que toque los campos?”

Ezoe-shi accedió, bajando la lista uno a uno. Cuando llegó a “Suministrado DE”, una luz blanca y azulada salió de la ventana de Estado para crear lo que parecía una proyección holográfica.

“Esto… parece la distribución de la mazmorra”, murmuró Ezoe-san con curiosidad, acercando su rostro al holograma. Cuando tocó el segundo piso desde abajo, pareció salir volando y expandirse. Cada pequeño detalle del piso era visible, junto con innumerables puntos blancos que se movían por todo el interior. Preguntándome si los puntos blancos eran monstruos, le pedí a Ezoe-shi que intentara tocar uno. Cuando lo hizo, apareció otra pantalla.

Nombre: Murciélago asesino

Título: Ninguno

Rango: D

Rareza: No común

Habilidades: Volar (Lvl. 1), Morder (Lvl. 1), ______

Cantidad de recursos: F

Configuración: Repoblar

“Algunos de estos campos no están en las cartas de los monstruos”, exclamó Ezoe-shi. “‘Cantidad de recursos’ probablemente se refiere a las piedras mágicas, pero ¿qué significa ‘F’ en ese contexto? Y la palabra ‘Repoblar’ probablemente indica que el campo ‘Configuración’ se refiere a lo que se llamaría ‘desove’ en los juegos, ¿no? Sin embargo, el Guardián nunca resurgió; ¿significa eso que está en una clase diferente?”

No ocurrió nada cuando Ezoe-shi tocó “Nombre” y “Título”, pero una ventana emergente secundaria apareció cuando llegó a “Cantidad de recursos”, ofreciendo las opciones de “F”, “E” y “D”. El campo “Configuración” también parecía permitir elegir entre las dos opciones de “Repoblar” y “Fijo”.

“Bastante intuitivo. Interesante.”

Ezoe-shi se limitó a pensar que era “interesante”, pero la palabra era únicamente inadecuada para lo que yo, como investigador, sentía en ese momento. En primer lugar, esta pantalla holográfica estaba muy por encima de cualquier tecnología de proyección que los humanos hubiéramos desarrollado hasta el momento. No había una lente como la que esperaríamos de un proyector, y no había una fuente de luz evidente. Este fenómeno en sí mismo ya planteaba un gran número de preguntas. No cabía duda de que nuestra tecnología de visualización daría un enorme salto adelante en el momento en que consiguiéramos entender cómo funcionaba esta proyección.

Sin embargo, Ezoe-shi no pareció darse cuenta de mi entusiasmo. Más bien, estaba muy ocupado jugando con el holograma. Mierda, espera, qué está haciendo—

Retumba, retumba, retumba.

La parte holográfica de la planta 6 desapareció cuando el suelo bajo nuestros pies tembló un poco. Mientras que la maqueta había mostrado antes un total de siete plantas, ahora sólo tenía seis.

“Así que el Maestro de la Mazmorra puede alterar libremente la estructura interna de la mazmorra. Entiendo.”

¡¿QUÉ HAS HECHO?!

“Pero no hay ningún cambio en la ‘Suministrada DE’. ¿Debería intentar borrar todos los pisos aparte del piso 1 y el piso 7?”

“¡DETENTE AHÍÍÍÍÍÍÍ! ¡Ezoe-san, por favor no lo toques más! ¡¿Qué vas a hacer si accidentalmente borras todo el calabozo?! ¡Por favor, danos tiempo para examinar lo que acaba de pasar! ¡Te lo ruego, quédate quieto, por favor!”

Ezoe-shi se encogió de hombros y desechó la pantalla holográfica. Estaba claro que tenía autoridad para hacer bastantes cambios a voluntad. Esto en sí mismo también requeriría un estudio. Y así, todos nos instalamos en la planta 7, procediendo a estudiar todo lo relacionado con el relieve del techo y el propio Núcleo de la Mazmorra con la mayor atención posible.