Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

“¡Y ahora me han vuelto a dejar atrás!” Hanakawa se lamentó.

Yogiri se había negado a dejarle viajar con ellos. Además, era un extraño para los demás y el grupo de Rick tampoco había sentido la obligación de llevarlo.

“B-Bueno… por lo menos parece que este lugar es seguro por ahora, así que supongo que iré a buscar un lugar un poco más tranquilo…” Comparado con la gente común, Hanakawa tenía una considerable cantidad de poder. Sus características físicas eran significativamente más altas que las de la mayoría, y tenía la habilidad de curarse de cualquier herida en un instante. Mientras mantuviera su avaricia bajo control, debería ser capaz de hacerlo como una especie de héroe de descuento. Si encontraba una aldea desolada y lejana, podía cazar a los monstruos que la rodeaban para ganarse el favor de los habitantes. Incluso sus sueños de construir un harén no eran imposibles.

“Así es. Todavía era miembro del grupo que derrocó a un Señor de los Demonios. ¡Pedir un pequeño aumento de mi estatus no es gran cosa! Bueno, entonces, primero investiguemos el sótano de esta torre. Takatou parecía totalmente desinteresado, así que puede que no haya muchos objetos raros ahí abajo, pero nunca se sabe.”

Aunque había sido arrastrado allí contra su voluntad, había adivinado qué era este lugar al escuchar las conversaciones a su alrededor. La torre debe haber sido construida para sellar al Dios Oscuro. Eso significaba que todavía podría haber algo que valiera la pena saquear. Hanakawa poseía una habilidad que le permitía llevar un número ilimitado de objetos, ninguna cantidad de tesoro sería una carga para él.

Justo cuando había decidido bajar al sótano, sintió que alguien estaba detrás de él y se dio la vuelta. Un joven estaba de pie allí, y aunque parecía totalmente exhausto, había una luz loca ardiendo en sus ojos.

Hanakawa se puso inmediatamente de rodillas. Tal vez porque lo había hecho tan a menudo, se deslizó en la posición con relativa suavidad. Sus instintos le decían que aunque esta criatura no parecía más que un niño, era increíblemente peligroso. Hanakawa haría todo lo que estuviera a su alcance para obedecerle.

“Oye, ¿qué ha pasado aquí?” Cuando el niño dio un paso adelante, el suelo bajo sus pies se agrietó y se hizo añicos. Debió estar furioso. Todo lo que Hanakawa podía hacer era rezar para que su ira no se dirigiera a él personalmente.

“U-Umm… ¡es cierto! ¡Todo esto fue hecho por un hombre llamado Yogiri Takatou! ¡Todo, todo, cada cosa fue su culpa! ¡Esa es la verdad!”

Este chico debe haber sido un engendro del Dios Oscuro. Hanakawa había asumido que Yogiri los aniquiló a todos, pero aparentemente no fue así. No tenía ni idea de lo que su antiguo compañero de clase había estado pensando, pero puede que fuera algo tan simple como que este “chico” no tuviera la intención directa de matarlo en ese momento.

“¿Incluso la muerte de Orgain?”

“¡Si!”

“¿Y todos mis compañeros?”

“¡Si!”

“¿Y la muerte de mi señor también?”

“¡Sí, sí! ¡Todo! ¡Todo es culpa suya! No tiene nada que ver conmigo; ¡sólo estaba aquí por casualidad!” Hanakawa suplicó con lástima. Pelear no era posible, pero incluso huir parecía imposible ahora mismo. No había nada que pudiera hacer más que rogar por misericordia.

“Eso es un poco difícil de creer.”

“Me doy cuenta de eso, pero…”

“Aún así, no entiendo exactamente lo que está pasando ahora mismo. ¿Puedes explicarlo más claramente?”

“¡Muy bien! ¡Entendido!” Hanakawa presionó su cara contra el suelo.

Primero Rikuto con su harén, luego Aoi corriéndolo a lo grande, y ahora este engendro del Dios Oscuro parecía dispuesto a hacer lo mismo. Pero cualquier cosa que ocurriera dos veces podría ocurrir tres veces, o incluso cuatro veces. Mientras estuviera vivo, todavía había una oportunidad. Por ahora, Hanakawa sólo tenía que ser obediente y ver adónde iban las cosas.

Había una salida para él de alguna manera. Decidió aferrarse a esa esperanza.

◇ ◇ ◇

En una habitación de la mansión de Sion, cuatro Sabios se habían reunido alrededor de una mesa circular.

“Hemos perdido el contacto con Aoi”, informó Sion.

En su última reunión, habían decidido que uno de los candidatos que Sion había convocado, Yogiri Takatou, era un problema. Probablemente había estado involucrado en la desaparición de Lain y la muerte de Santarou. No sabían con certeza que era el responsable, pero era sólo un candidato de Sion y su muerte difícilmente sería una pérdida, por lo que habían decidido deshacerse de él por si acaso.

Imaginando que podría poseer poderes a la par con los de los Sabios, habían enviado a Aoi, que se especializaba en la caza de Sabios errantes, tras él. Si él era sólo un tonto que había tropezado con un poder excepcional, ella era la elección perfecta para tratar con él. Sin embargo, no habían oído una palabra de ella desde que dejó Hanabusa y se dirigió al cañón.

“En serio, ya sea Lain o Aoi, no puedo ver a ninguna de las dos muriendo. Vimos el cuerpo de Santarou, así que estoy de acuerdo, es difícil de ignorar”, dijo Yoshifumi, un hombre de aspecto sórdido cuyos pantalones de cuero y chaqueta tachonada le hacían parecer un matón común, aunque en realidad era un sabio. De hecho, era el emperador de la tierra de Ent. A diferencia de la mayoría de los sabios, gobernó directamente sobre el área bajo su jurisdicción.

“Hay signos de destrucción a gran escala en el cañón”, respondió Sion. “El paisaje en sí ha cambiado completamente. Había rumores de que un Maestro de la Espada vivía allí, pero me cuesta creer que Aoi se peleara con él. Si lo hubiera hecho, dudo que hubiera salido indemne.”

“Pero no tenemos ni idea de dónde está ese tal Takatou, ¿verdad? Así que no hay nada que podamos hacer excepto dejarlo por ahora.”

“Espera, tú eres la que lo convocó, ¿verdad, Sion?” La siguiente en hablar fue Alice, una chica con un vestido dorado. A pesar de que se estilaba como una princesa, a diferencia de Yoshifumi no estaba conectada a una casa real. Sion no lo entendía, pero Alice insistía en que era una princesa de pies a cabeza. “¿Esto es algo que deberías dejar pasar a los demás? Siento que deberías tomar alguna responsabilidad y lidiar con ello tú misma.”

“Supongo que tienes razón. Por suerte, sabemos la ubicación de los otros que fueron convocados junto a él, así que pueden haber tenido algún contacto con él. Muy bien, entonces. Seguiré compartiendo información sobre el caso, pero a partir de ahora me encargaré personalmente”.

El fracaso de Aoi, o el hecho de encontrar alguna dificultad, había desafiado totalmente las expectativas de Sion. Obviamente, ella había estado completamente equivocada sobre este candidato, pero no había nada que pudiera hacer ahora aparte de resolver la situación por sí misma.

“Ahh, en realidad, estamos empezando a tener muy pocos sabios, ¿no es así?” Saltando a la conversación como si acabara de recordar algo era un joven rubio de ojos azules.

Como su apariencia sugería, no era japonés como el resto de ellos. Se llamaba Van, el verdadero nieto del Gran Sabio. Todos los sabios actuales se referían a sí mismos como “Nietos del Gran Sabio”, pero para aquellos como Sion, era sólo un título. Van había nacido en este mundo, y tenía una verdadera conexión de sangre con su líder.

“Sí, es por eso que hemos convocado candidatos repetidamente para tratar de llenar los vacíos. Sin embargo, parece que no estamos produciendo muchos resultados.”

“¿Pero por qué están usando un método tan ineficiente? Si quieres más sabios, ¿no debería ser un proceso fácil?” Van los miró con un asombro en blanco. Realmente creía que encontrar reemplazos era una tarea fácil.

“No es tan simple. Por eso hemos estado probando tantos métodos diferentes. ¿Estás diciendo que puedes conseguirnos más sabios?”

“Claro, lo intentaré. Sólo necesito encontrar reemplazos para Lain y Santarou, ¿cierto?”

“En realidad, tantos como puedas encontrar sería genial. Los recientes Agresores invasores han sido bastante fuertes, después de todo.”

“De acuerdo, intentaré encontrar algunos, entonces.”

Ante la alegre respuesta de Van, la expresión de Sion se volvió problemática. Si pudiera crear sabios viables tan fácilmente, haría que el resto parecieran idiotas por haberse tomado la molestia de convocar a candidatos de otros mundos, pero en este punto sólo tendrían que esperar y ver cómo le iba.

“Bien, entonces os dejo eso a vosotros dos”, dijo Yoshifumi. “Pero honestamente, ¿por qué te importa? ¿Por qué no dejar que los Agresores hagan lo que quieran si no están en tu territorio? Nuestro trabajo es luchar contra los Agresores en las áreas que están bajo nuestras jurisdicciones… el resto no es asunto nuestro, ¿verdad?”

Era un punto justo, pero si el número de sabios continuaba disminuyendo, eventualmente esa carga se trasladaría al resto de ellos. Era mejor tratar el tema lo más rápido posible.

“Tal vez, pero si dejamos que esas áreas sean, la gente de allí estará en problemas.” Incluso si fuera fuera fuera de sus propios territorios, la gente de las regiones amenazadas por los Agresores se dejaría morir. No podrían simplemente ignorar eso.

“Sí, sobre esas áreas vacías…” Yoshifumi continuó. “La última vez quedó un poco vago, así que aclaremos esto ahora mismo. Quiero el territorio de Lain.”

“¡Disculpen, yo también quiero Hanabusa!” Alice intervino, levantando una mano con energía.

“Vete a la mierda, perra. No está cerca de tu jurisdicción!”

“Oh, ¿en serio? ¡Eso es genial viniendo del tipo que está atrapado en una isla! ¡Está a todo un océano de distancia de ti!”

Hanabusa era lo más cercano en este mundo a una ciudad japonesa moderna. Dado que la mayoría de los sabios habían venido de Japón, era un lugar muy deseable para ellos.

“¿Y qué pasa con esa moda de tipejo?” resopló Alice. “¡Pareces un pequeño alevín! ¡Como si fueras a ser aniquilado a los pocos segundos de llegar al campo!”

“¡El hecho de que no lo entiendas es exactamente por lo que eres una tarta sin cerebro! ¿Y qué pasa con esa mirada flotante que tienes? ¡Ninguna princesa en el mundo se ve ni la mitad de ridícula que tú!”

“¡¿Quieres dar una vuelta?! ¡Mi Guardia Imperial no es sólo un espectáculo, ya sabes!”

“¡Tráelo! ¡Mis Cuatro Reyes Celestiales te aplastarán!”

“¡Ja! ¿Cuatro Reyes Celestiales? ¡Supongo que si el jefe es un alevín, los subordinados no serían una excepción! ¡Suena como que morirán rápido!”

La creciente tensión entre Yoshifumi y Alice no mostraba signos de disminuir.

“Muy bien”, intervino Sion. “Yo decidiré el curso de acción aquí. Dividamos el territorio de Lain entre ustedes. Si lo cortamos por la mitad, eso debería ser justo, ¿no? Dejaré que ustedes dos decidan dónde está el punto medio.”

Como era de esperar, la discusión resultante se convirtió inmediatamente en otra discusión acalorada.

“Bueno, por favor, resuélvanlo ustedes mismos más tarde”.

Harto de sus payasadas, Sion los sacó a la fuerza de la habitación. Aparte de la propia Sion, los sabios presentes en la reunión eran meras ilusiones. Como dueña de la sala, Sion tenía la autoridad de cortar sus transmisiones en cualquier momento.

“Te daré un grito si consigo hacer más sabios”, declaró Van antes de desaparecer. No parecía estar interesado en absoluto en el asunto de los territorios no reclamados. Ella no sabía por qué había venido a la reunión, pero él tenía la tendencia a aparecer en un capricho como ese. Puede que no fuera más que una forma de matar el tiempo.

Viendo que la reunión había terminado y que Sion estaba ahora sola, su asistente, Youichi, entró. “Si los sabios están destinados a hacer lo que quieran, ¿cómo terminaste cargando con la gestión de la disminución del número de sabios y los territorios no reclamados?”

“Supongo que es mi naturaleza. El abuelo nos dijo que hiciéramos lo que quisiéramos, así que eso es lo que estoy haciendo. No importa lo que esté pasando, siempre termino tratando de poner algún tipo de orden.”

“Entonces, ¿qué vas a hacer con ese tipo Yogiri?”

“Veamos… todavía no tenemos una buena idea de lo que es en realidad. Dijiste que tal vez estaba usando algún tipo de magia de Muerte Instantánea…”

“Hablé con el señor de Hanabusa, pero no entendió realmente lo que Yogiri estaba haciendo. La poca información que pudo ofrecer fue totalmente inútil. ¿Por qué no intentamos preguntar a los otros candidatos de su clase?”

“Preferiría no interferir con ellos más allá de los límites de sus misiones… ¡ah! ¿Qué tal esto?” Sion aplaudió mientras se le ocurría una idea. “¡Convoquemos a alguien que conozca a Yogiri de Japón!”

“¿Puedes hacerlo?”

“Todavía tengo los datos de su trasmigración, así que probablemente pueda reducirlo lo suficiente. Vamos a intentarlo.”

Invocar la magia era normalmente una tarea increíblemente difícil, pero era una segunda naturaleza para Sion. Después de todo, ella producía energía mágica sólo con respirar, así que siempre estaba rebosante de poder.

Sion extendió una mano hacia afuera y un círculo mágico apareció en la mesa ante ella, uniendo ese lugar con el otro mundo. Era como hacer una trampilla que conectaba los dos lugares. El proceso creó un túnel que conducía desde este mundo, que descansaba en el menor potencial de energía posible, a otro más alto. Todo lo que tenía que hacer era esperar a que alguien cayera en él.

Había colocado la trampa en un lugar específico basándose en la información que tenía actualmente sobre Yogiri Takatou, pero las posibilidades de enganchar a alguien relacionado con él eran bastante bajas. Había una alta probabilidad de que no saliera nada, pero ella tenía la energía mágica de sobra, así que no había razón para no intentarlo.

“Espera, Sion, ¿no puedes convocar al mismísimo Yogiri? Eso haría que deshacerse de él fuera muy fácil”.

“La convocación unilateral es bastante difícil para alguien en el mismo mundo. Este enfoque transmundial es posible debido a la diferencia de necesidades energéticas entre nuestros mundos. Ah, tenemos algo”.

Con el sonido de una cuerda siendo descolgada, alguien apareció en la mesa. Era un hombre con una bata blanca.

“¿Éxito?” Preguntó Youichi.

“¿Quién sabe? Tendremos que preguntárselo y averiguarlo”.

El hombre de la bata parecía extremadamente desconcertado. Sin embargo, era de esperar. Desde su punto de vista, el mundo que le rodeaba se había transformado de repente, dejándole en un lugar nuevo y extraño.

“Hola. Me llamo Sion, un Sabio. Soy el que te ha convocado aquí.”

“¿Sabio? ¿Invocado? ¿De qué estás hablando?” El hombre pareció calmarse un poco al escuchar su voz.

“Te he convocado aquí para preguntarte sobre un chico llamado Yogiri Takatou.”

En el momento en que ella dijo el nombre, el hombre comenzó a entrar en pánico, incluso más que en el momento de su invocación.

“Convocatoria — espera, ¿es por eso que ΑΩ desapareció de repente? ¿Es este un mundo diferente? No, eso es definitivamente posible. Después de todo, no tenemos ni idea de dónde vino originalmente. Si hay otros mundos, entonces tal vez ahí es donde está la fuente de su poder… pero entonces la fuente de energía sería…” Aunque al principio se había alarmado, pareció aceptar inmediatamente su situación y comenzó a murmurar excitado para sí mismo, sacando un teléfono móvil de su bolsillo.

“¡Ajajajajaja!” En el momento en que miró la pantalla de su teléfono, comenzó a reírse maniáticamente. “¡¿Este es otro mundo?!”

“Así es”, respondió Sion, sorprendido por su extraña reacción. Normalmente, ella habría esperado que él tardara más en aceptar ese hecho, y que se angustiara más cuando se diera cuenta.

“¡Está aquí! Tengo su señal de nuevo! Por supuesto, no hay forma de que pueda morir! ¡¿Y ustedes son los que lo trajeron aquí?! En ese caso, ¡ustedes son nuestros salvadores! ¡Habéis salvado literalmente nuestro mundo! En nombre de Japón — no, en nombre de toda la humanidad, por favor acepten mi más sincero agradecimiento!”

“¿Qué quieres decir?” Preguntó Youichi frunciendo el ceño. Aunque el hombre de la bata blanca no parecía estar completamente loco, no tenían ni idea de lo que estaba divagando.

“¡Por supuesto, eso sólo significa que este mundo está ahora en peligro! ¡Maldita sea! ¿Por qué yo? ¡¿Por qué tuve que ser traído aquí ahora que mi propio mundo está a salvo?! ¡Mira, incluso el sello ha sido retirado! ¡¿Tienes alguna idea de lo que eso significa?!”

“ΑΩ, primera liberación de la puerta confirmada. Tomando precauciones de nivel C. Secuencia de autodestrucción iniciada. Advertencia. Por favor, aléjese al menos cinco metros. Comenzando la cuenta atrás. Diez… nueve… ocho…”

Una voz de máquina emanaba de algún lugar del hombre.

“¡No, por favor, ayúdeme! ¡No quiero morir! ¡Por favor, devuélvanme a mi mundo!”

Sion y Youichi observaron, estupefactos, como la cuenta atrás llegó rápidamente a cero.

En el momento en que lo hizo, la cabeza del hombre explotó.

Pedazos de cráneo y trozos de materia cerebral salieron disparados mientras su cuerpo se desplomaba sobre la mesa. Naturalmente, murió instantáneamente.

“¡¿Qué demonios fue eso?!” Youichi murmuró, incapaz de comprender lo que acababan de ver.

“No tengo ni idea… pero supongo que convocar a otros no tendría sentido”.

En realidad, no se había preocupado demasiado por este Yogiri Takatou antes, pero Sion estaba empezando a tener un muy mal presentimiento sobre él.

-FIN DEL VOLUMEN 2-