Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

El Cañón de Garula era un área dominada por su río homónimo, tallando un camino serpenteante de acantilados y valles a través del paisaje. La roca marrón rojiza del cañón había sido cortada, revelando incontables capas de estratos geológicos. Tal vez debido a este duro entorno, raramente era visitado por la gente. Hasta el desarrollo de la carretera entre Hanabusa y la capital, había sido un terreno a menudo ignorado. Incluso ahora, además del tren que lo atravesaba, estaba virtualmente inexplorado.

Sin embargo, alguna vez hubo una tribu de personas que vivían en la región, que habían llamado hogar al cañón, y gracias a sus esfuerzos se había dejado atrás una red de lo que técnicamente podría llamarse carreteras. En un callejón sin salida de una de esas carreteras, se estacionó un vehículo blindado. El enorme camión de muchas ruedas era un espectáculo poco común.

“No otro callejón sin salida…” La chica sentada en el asiento del conductor, Tomochika Dannoura, suspiró una vez más. Llevaba un nuevo traje que había recogido en Hanabusa, un vestido con los lados abiertos. Habiendo comprado un gran número de ropa durante su viaje, disfrutaba de una moda diferente cada día, según su estado de ánimo.

“Oye, ¿por qué vamos a la capital de todos modos?”

La respuesta gruñona vino de un chico sentado en el asiento del pasajero, Yogiri Takatou. Como siempre, llevaba su uniforme escolar, como si elegir ropa nueva cada día fuera demasiado trabajo. Las provisiones de su camión incluían también varios conjuntos de ropa para él, pero sólo se cambiaba la ropa interior y la camisa debajo de la chaqueta del uniforme.

“¡¿Dices eso ahora?! ¿Podrías hacer estas quejas antes de irnos, por favor?” Tomochika le devolvió la mirada.

“Creo que sería mejor reevaluar nuestra situación. Pasar por aquí no es nuestro único objetivo.”

El camino del acantilado que habían estado siguiendo había llegado a un abrupto final. Parecía que había restos de lo que una vez fue un puente, lo que indicaba que estaban en el camino correcto, pero eso era poco consuelo.

“Es cierto, pero Ryouta no parecía pensar que sería un problema, ¿verdad?”

Ryouta, el señor de Hanabusa, les había dicho que, gracias a las carreteras que se construyeron durante la construcción del ferrocarril, debería haber sido posible conducir hasta la capital.

“Ahora que el ferrocarril se ha construido, ya no usan estas carreteras, así que probablemente no saben en qué condiciones están realmente.”

El ferrocarril que pasaba por la zona había sido construido mucho antes. No era de extrañar que una carretera que antes funcionaba ya no estuviera en buena forma.

“Nuestro objetivo es volver a Japón, lo que significa hacer contacto con un sabio”, continuó Yogiri. “Pensé que sería más rápido trabajar con el resto de la clase, pero ¿no crees que un sabio vendrá a nosotros eventualmente de todos modos?”

“¿Estás diciendo que deberíamos habernos quedado y relajado en la ciudad?”

“Pensé que podríamos haberlo hecho, pero quién sabe. Si nos atacan de repente, será muy difícil mantener una conversación.” Y si Yogiri se defendiera, sus oponentes siempre morirían. Esperar a ser atacado no iba a dar muchos resultados. “Además, no les importa en absoluto la vida de la gente en las ciudades. A mí tampoco me importa mucho, pero eso te molesta, ¿no?”

“Sí…” Tomochika respondió con una expresión desagradable, recordando la escena de Hanabusa.

“De todos modos, pensé que tal vez podríamos hablar con este sabio llamado Sion. Ella es la que nos convocó aquí, después de todo.”

Los dos habían sido llamados a este extraño mundo por una mujer llamada Sion, que había forzado a su clase a un juicio para convertirse en poderosos sabios. Convertirse en sabios requería cumplir las misiones que Sion les había asignado, y los candidatos supervivientes acabarían encontrándose con ella de nuevo. Si Yogiri y Tomochika podían conectarse con sus compañeros de clase y encontrar a la Sabia, podían preguntarle cómo volver a su mundo natal.

De todas formas, ese era el alcance de su plan por el momento. Por supuesto, no habían apostado todo por Sion, sólo asumieron que sería más fácil hablar con ella que ir a uno de los otros sabios. Si Sion no hablaba con ellos, tendrían que encontrar otra manera.

Miré hacia adelante como me pediste, e incluso si cruzamos este barranco, habrá otro callejón sin salida poco después, dijo Mokomoko, el espíritu guardián de Tomochika, mientras flotaba a la vista.

Como espíritu, podía navegar libremente por el paisaje sin importar los obstáculos. La habían enviado por delante para explorar la tierra que tenían delante, pero claramente las noticias no eran buenas.

“No parece que vayamos a llegar a la capital a este ritmo… ¡espera! ¡Ya lo tengo! Sabemos que hay una forma segura de llegar a la capital, ¿verdad?” Mirando a las vías del tren cercanas, Tomochika habló como si hubiera encontrado una mina de oro de una idea.

“¿Vas a sugerir que conduzcamos a lo largo de las vías? Sabes que si viene un tren, estaremos fritos.”

“Pero no parece que los trenes estén funcionando en este momento. Y con Hanabusa en el estado actual, posiblemente no reanuden el servicio por un tiempo.”

“Eso es un buen punto. Y si un tren llega, siemplemente puedo matarlo. No tengo ni idea de lo que pasaría si lo hiciera, pero los resultados probablemente no serían muy buenos.”

“¡Bien! ¡Regresaremos e intentaremos encontrar otro camino, entonces!” Tomochika dio lentamente la vuelta al camión blindado. Pero a medida que comenzaba a acelerar, el vehículo se detuvo con un fuerte golpe. Habían golpeado algo.

“¡¿Eh, qué?! Estoy bastante segura de que no había nada allí hace un segundo…”

No podía ver nada en los espejos laterales. Más importante aún, dado lo estrecho que era el camino, si hubiera habido algún obstáculo antes, no habrían podido llegar al lugar en el que se encontraban, así que debe haber aparecido.

Tomochika abrió la puerta para mirar afuera. Una fracción de segundo después, saltó de nuevo al camión, cerrando rápidamente la puerta. “¡Hay algo ahí fuera! ¡Algo que se mueve! ¡Como una cola!”

“Es extraño”, dijo Yogiri, abriendo la puerta y mirando a su alrededor. Una enorme cara, entre la de un pájaro y la de un reptil, le miraba fijamente. “Oh, es otro dragón. Es del mismo tipo que el que atacó al autobús. Realmente les gustan los coches, ¿no?”

“¡No necesito oír hablar de más fetiches raros! ¿Puedes deshacerte de él?”

“No lo sé. Si este es su nido, es como nuestra culpa por conducir a través de él. Sólo entrar y matarlo sin razón alguna se siente un poco malvado”.

El camión comenzó a temblar. El dragón había empezado a embestir su cuerpo contra él. Por suerte, el vehículo era lo suficientemente robusto como para soportar los golpes, pero estaban cerca de un escarpado acantilado. Si el asalto continuaba por mucho más tiempo, serían arrojados al barranco.

“¡Este no es el momento para tu acto de corazón herido!”

“Bien, entonces.” Como se pidió, Yogiri mató al dragón. Por supuesto, al terminar su vida no se deshizo del cuerpo, así que al final seguían atrapados.

Mientras Yogiri consideraba qué hacer al respecto, un rugido llenó el cañón. En respuesta a ese rugido, más dragones subieron al cielo uno tras otro, volando directamente hacia el vehículo. Parecían ser de la misma especie, su piel marrón rojiza coincidía con el color de las rocas a su alrededor.

“¡¿De dónde demonios han salido todos estos?!” gritó Tomochika.

Mientras miraban, el número de dragones continuó aumentando, reuniéndose en el cielo alrededor del acantilado. Comenzaron a abrir sus bocas de par en par, cada boca gigante se llenó de llamas. Sin duda, pronto estarían respirando fuego sobre el camión. Las criaturas enojadas estaban más que listas para luchar.

“Parece que estamos en una verdadera desventaja aquí. Oh, bueno, no es que podamos razonar con ellos.” Yogiri desató su poder de nuevo, y los dragones simplemente cayeron del cielo uno por uno, con el fuego aún ardiendo en sus bocas.

“Vaya, es como una escena que verías en un comercial de pesticidas…”

A pesar de tener más de veinte metros de largo de la cabeza a la cola, los enormes reptiles habían perdido inmediatamente toda la fuerza y cayeron en picada a tierra. Era una vista bastante impresionante. El cañón pronto volvió al silencio, como si nada hubiera pasado.

“Realmente no quiero pensar en lo que va a pasar con el cañón ahora, con todos esos cuerpos tirados por ahí”, suspiró Tomochika.

“Lo más importante es que seguimos atascados.”

“Supongo que tendremos que hacer algo con ese dragón que está detrás de nosotros.”

No hay ningún problema, declaró Mokomoko. Sólo usa tu arma en él. O lo cortas en pedazos, o lo usas como palanca y lo empujas al cañón.

El arma que Tomochika había recibido del Agresor estaba actualmente enmascarada como parte de su equipo. Podía cambiar libremente de forma, así que podía convertirse en una cuchilla afilada o en una viga de metal fuerte según fuera necesario.

La pareja desembarcó del camión. Mirando al dragón caído, parecía que podían meter el arma entre el cuerpo y el acantilado, hacer que se expandiera y enviar a la criatura al borde del precipicio.

“Espera un segundo”, dijo Tomochika. “¿No podríamos hacer un puente con esto?”

Más allá de este punto, el camino se ha desmoronado. No sería posible hacer todo el camino hasta la capital a pesar de todo.

“Bueno, tal vez haya más lugares más adelante donde podamos usar esto… ¡espera, algo más se aproxima!”

Aunque su vista no era tan buena como la de ella, incluso Yogiri podía ver un wyvern volando por el cielo hacia ellos. Pero algo en él era diferente de los otros.

“Genial, ¿ahora tenemos un Dragón del Trueno Dorado en nuestras manos?” preguntó Tomochika.

El monstruo recién llegado era de un color dorado brillante. Vestido con relámpagos, tenía un aire poderoso y divino.