Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

La torre era un caos.

Para ser precisos, los espíritus artificiales que controlaban la torre estaban en pánico por el estado de los acontecimientos que se desarrollaban ante ellos.

Primero fue la ruptura de los Caminos de las Almas. La torre recogía las energías conocidas como “mana” y “espíritu”, y las utilizaba para mantener la barrera. Esas energías corrían a través de una complicada red de caminos que se habían construido en la torre. Pero desafiando toda razón, un centro dentro de esa red de caminos había sido destruido.

Además del hecho de que estaban en un lugar lo suficientemente resistente como para ser llamado efectivamente indestructible, los caminos fueron diseñados para repararse a sí mismos si se dañaban de alguna manera. Y sin embargo, sin previo aviso, el centro había fallado completamente.

Por supuesto, ese desastre por sí solo no era suficiente para permitir la resurrección del Dios Oscuro. La barrera que lo selló era la última fortaleza en defensa de la humanidad, por lo que naturalmente había numerosas salvaguardias en su lugar. Aunque la situación no tenía precedentes, existían caminos de apoyo para que la torre siguiera funcionando sin obstáculos.

Pero era imposible ignorar que algo había sucedido. La barrera alrededor de la torre había fallado. El apagón sólo había durado un momento, pero no podían estar seguros de que nadie lo hubiera notado. Había numerosos cultos y supervivientes del Dios Oscuro que siempre estaban vigilando cuidadosamente cualquier apertura que les permitiera resucitar a su amo. La probabilidad de que hubieran notado el breve fracaso de la barrera era alta. Pero el área más allá de la barrera estaba fuera de la jurisdicción de la torre. La única preocupación de la torre era mantener el sello, así que mientras eso permaneciera en su lugar, no se pensó en nada más.

La torre había reanudado sus operaciones normales rápidamente, pero no mucho tiempo después, surgió otra cuestión: uno de los mecanismos de la puerta había fallado.

Aunque este nuevo problema no estaba relacionado con la barrera en sí misma, y el mecanismo funcionaba estrictamente con el excedente de energía que la torre contenía, no era algo que debiera haberse roto.

Entonces, una tras otra, más puertas, trampas y varios otros mecanismos comenzaron a fallar. Buscando la fuente de la anomalía, la torre localizó inmediatamente su fuente: un niño y una niña. Dondequiera que fueran, partes de la torre fallaron. Reconocer que esos dos tenían algún tipo de conexión con el daño que estaba ocurriendo no fue un gran avance.

Así que la torre decidió matarlos. Y una vez que tomó esa decisión, varios de los espíritus artificiales que controlaban el edificio desaparecieron repentinamente. Por lo tanto, el caos.

La torre perdió rápidamente la pista de lo que estaba tratando de hacer. Se vio obligada a realizar un diagnóstico de exploración en sí misma, durante el cual localizó estas mismas anormalidades una y otra vez. Observando que la fuente de esos problemas era un par de humanos, volvió a intentar eliminarlos, provocando otra espiral hacia el caos.

Pieza por pieza, la torre se estaba muriendo.

◇ ◇ ◇

“Felicitaciones, Número 97. Has alcanzado los cien puntos”, le anunció el muñeco mágico a Rick.

Como esperaba, derrotar a los participantes que habían elegido desafiarlo le permitió reclamar sus puntos. Rick había comenzado sin intención de quitarle la vida a nadie, pero sin importar lo que hiciera, los enemigos habían venido por él. Mientras se defendía, su puntuación había seguido creciendo.

Ahora estaba en una zona segura en el quinto piso. El primer piso estaba a poca distancia, pero no podía bajar la guardia. Después de todo, si alguien derrotara a Rick en este punto, sería suficiente para que pasara la prueba. Por supuesto, no se podía saber cuántos puntos tenía alguien con sólo mirarlo, pero no era difícil adivinar que un aspirante que hubiera llegado a los niveles más bajos de la torre habría acumulado muchos puntos para entonces. La lucha sólo se intensificaba en los últimos pisos.

Rick reunió su ingenio y continuó su descenso. El comienzo del cuarto piso ya era una zona de batalla. Esquivando un ataque que venía de detrás de la puerta, instintivamente cortó la fuente. Este tipo de emboscadas habían sido abundantes en su viaje hacia el fondo. No había forma de que tal ataque tuviera éxito contra él en esta etapa.

Rápidamente acabando con su atacante, siguió adelante. Ante él había una habitación que, según su mapa, no era una sección que fuera necesario atravesar. Pero podía oír los sonidos del combate que venían del interior. Curioso, se acercó a la puerta, donde escuchó algunas voces familiares del otro lado.

“¡Estoy harto de esto! Por favor, déjeme ir!”

“¡Maldita sea! ¿Qué es lo que está haciendo? ¡Mátame ya!”

“¡Sólo hazlo! ¡Alguien como él debería ser fácil para ti!”

Dentro de la habitación había una escena extraña. Dos hombres estaban luchando dentro de una jaula de fuego. A cierta distancia, una mujer estaba viendo el partido. El fuego se extendía varios metros a cada lado, pero no tenía huecos para permitir el paso de nadie.

Rick reconoció a dos de las personas en la habitación. La mujer era Frederica y uno de los hombres que luchaba en el centro era Lynel.

“¿Quién eres tú?” Frederica preguntó cuando vio a Rick entrar en la habitación.

“Me llamo Rick. ¿No me recuerdas de pie con Lynel en el tejado?”

“Oh, claro, estabas allí, ¿no? Tienes mucha suerte. Acabo de llegar a cien puntos hace un rato”, dijo, como para sugerir que de otra manera lo habría matado en el acto.

“También estoy satisfecho con mi total de puntos, así que no tengo intención de luchar contra ti. Pero, ¿qué haces aquí?”

“Ah, este tipo estaba siendo presa fácil, que tenía tanto miedo de hacer algo por su cuenta. Llegó hasta aquí sin conseguir ningún punto, así que le estoy ayudando.”

“¿Estás… ayudándole?”

“¿Hay algo malo en eso?”

“No, nada en absoluto.”

Lynel llevaba una armadura y una espada, pero no le quedaba bien. Su oponente también llevaba armadura, pero se parecía más a un verdadero caballero. La lucha en sí era difícil de ver. El área dentro de la jaula estaba increíblemente caliente, si el sudor de los combatientes era un indicio. Lynel no estaba herido pero su oponente parecía estar en las últimas.

La larga y prolongada lucha era probablemente el resultado de la diferencia en sus equipos y niveles de habilidad. La armadura de Lynel era lo suficientemente fuerte para desviar los ataques de su oponente, mientras que su arma atravesaba la armadura del otro hombre con facilidad. Por el contrario, su oponente era claramente más hábil. Era más que capaz de esquivar los débiles ataques de Lynel y responder con precision.

Al final, Lynel acabaría ganando. Pero tal vez por su personalidad, no podía acabar con su oponente.

“¡Uf, esto es tan molesto de ver! ¡Tienes un minuto! ¡Si no terminan para entonces, los asaré a los dos!”

La jaula en llamas alrededor de ellos se encendió, haciendo la habitación aún más caliente. Eso pareció ser la gota que colmó el vaso para el oponente de Lynel, que empezó a temblar de pie, incapaz de soportar la temperatura más alta. Un golpe fortuito de Lynel finalmente aterrizó, cortando limpiamente el torso del hombre y matándolo instantáneamente.

“¡Hombre, qué pérdida de tiempo!”, dijo Frederica.

La ardiente jaula desapareció y la habitación empezó a enfriarse inmediatamente. Lynel se acercó tambaleándose a Rick y se desplomó delante de él. “Ah, me alegro de verte de nuevo”, jadeó.

“¿Estás bien?”

“Sí… después de rodar la gacha diez veces, ¡me las arreglé para conseguir un equipo decente! Esa garantía de rareza es un absoluto salvavidas!” Parecía extrañamente enérgico.

“Este tipo parecía bastante débil. Apuesto a que sólo tenía unos diez puntos. ¡Apúrate y compruébalo!” Frederica empujó a su “amigo” hacia adelante.

“¿Te acompaño, Lynel?”

“¡Oh, por favor! ¡Por favor, hazlo!”

Rick desconfiaba de la forma en que Frederica hablaba. Ciertamente, ella parecía estar ayudándole a reunir puntos. Pero era peligrosa. Si se quedaba solo con Lynel, no se sorprendería si ella lo mataba eventualmente.

Con eso en mente, Rick se unió a ellos en la recta final.

◇ ◇ ◇

“Uhh, tal vez estoy siendo demasiado tímida, pero ¿no parece que todos me están apuntando?” Preguntó Tomochika, mirando al hombre recientemente fallecido que no llevaba nada más que una tela negra y una máscara de calavera.

Los había atacado con algún tipo de declaración vulgar, y eso había sido lo último de él. Mokomoko les había advertido al principio que tuvieran especial cuidado con este tipo, pero al final no habían tenido tiempo de ver ninguna de sus habilidades.

“Tienes algo de razón. Parece que les gusta decirme que ‘deje a la chica atrás’.”

Habían llegado al tercer piso de la torre. En lo que pensaban que era un pasillo que iba al segundo piso, encontraron numerosos cuerpos dispersos a su alrededor. Se había convertido en una visión bastante común.

“¿Verdad? ¡¿Pero por qué tipos como este intentan convertirse en Caballeros ‘santos’ en primer lugar?!”

Se podría decir lo mismo de la mayoría de los guerreros. Es difícil decir que el propio Maestro de la Espada es un hombre virtuoso. Todos me parecen personas bastante vulgares.

A medida que avanzaban a través de la torre, la cantidad de espacio en cada piso se había reducido, poniéndolos en contacto con más de los otros participantes. Por lo tanto, los dos estaban siendo emboscados cada vez con mayor frecuencia. Por supuesto, ninguno de sus atacantes tenía idea de cuán fuertes podrían ser los otros participantes, así que no tenían forma de saber qué pasaría realmente si decidían luchar. Hubiera sido más inteligente para ellos ser más cautelosos, pero por alguna razón casi todos los que se habían encontrado estaban extremadamente ansiosos por luchar.

Así que Yogiri había matado a todos y cada uno de ellos.

Si estaban dispuestos a hablar, él los dejó, y si podía evitar luchar contra ellos, lo hizo. Pero al final, aún así terminaron con montones de cuerpos rodeándolos a cada paso. Cada una de esas personas los había subestimado, atacando sin parar para escuchar.

“Supongo que estos tipos confían demasiado en sus estadísticas”.

Tomochika se encogió de hombros. “Para ser justos, no parecemos tan fuertes, ¿verdad?”

“Pero si tuvieran algo de cerebro, al menos tendrían curiosidad por saber cómo llegamos tan lejos a pesar de parecer tan débiles. Deben haber sido todos idiotas.”

Qué contundente. Pero supongo que es cierto que su falta de imaginación los mató.

Tomochika finalmente se rindió y preguntó la pregunta que había estado en su mente por un tiempo. “Sé que es un poco raro que pregunte esto, pero ¿realmente soy tan atractiva? Todos parecen obsesionarse conmigo y nos atacan de inmediato.”

Desde que llegaron a este mundo, todos los que conocieron parecían tenerla como objetivo por una u otra razón.

“Lo digo en un sentido objetivo. Con lo que está pasando aquí. Nunca me he considerado tan impresionante, pero tal vez mi actuación de esa manera es parte de lo que está causando problemas. O tal vez es sólo que en una situación extraña como ésta, donde se le dice a la gente que se mate entre sí, saca lo peor de ellos.”

Tomochika recordó historias de su hogar de animales que fueron empujados al borde del abismo, lo que despertó sus instintos protectores. Tal vez no era que fuera particularmente atractiva, sino más bien una respuesta instintiva de las partes de los demás.

“Sí, en lo que respecta a ser atractiva, diría que eres bastante linda. Tienes una gran figura, así que puedo entender por qué todos estarían detrás de ti.”

Tomochika se detuvo bruscamente ante el cumplido desvergonzado. Yogiri la miró fijamente, confundido por su reacción. “No es que vaya a atacarte ni nada de eso. Asaka me dijo que no tengo permitido forzar a la gente”.

“¿Significa eso que me atacarías si estuviera de acuerdo con ello?”

“¿Por qué alguien necesitaría atacarte si estuvieras de acuerdo con ello? Quiero decir, obviamente tampoco habría razón para que alguien dudara.”

“Quiero decir… supongo… ¡pero espera! Cuando estuvimos en Hanabusa y me empujaste para protegerme del Sabio, creo recordar que estabas más que feliz de plantar tu cara en mi pecho!”

“Eso fue sólo un accidente. Pero ya que sucedió, en ese momento pensé que también podría disfrutarlo.”

“¡Me pareciste muy proactivo al respecto!”

Es la primera vez que veo a alguien tan honesto sobre ser un pervertido con suerte, comentó Mokomoko, cruzando sus brazos mientras flotaba en el aire a su lado, pareciendo extrañamente divertida por todo ello. También me impresiona que uno de mis descendientes sea tan capaz de manejar estos acontecimientos románticos mientras está rodeado de cadáveres. Ciertamente no le falta audacia.

“De todas formas, basta de charla, ¡vamos!” Tomochika dijo rápidamente, dando un paso alrededor de los cadáveres mientras caminaba a propósito por el pasillo.

Yogiri la siguió inmediatamente, acercándose a ella. La puerta a la que llegaron parecía una señal de que estaban en el camino correcto. Más allá había otra escalera, por la que bajaron sin dudarlo.

Cuando abrieron la puerta que llevaba al segundo piso, fueron recibidos por un pasillo blanco, que marcaba la primera zona segura que habían visto en un tiempo. A la derecha del pasillo había un mostrador de recepción, detrás del cual se encontraba otro de los muñecos mágicos que habían encontrado por toda la torre.

“Felicidades por llegar al segundo piso. ¿Te gustaría descansar?”

“¿No hemos terminado ya?” preguntó Tomochika. “¿Y no necesitamos llegar al fondo a las tres en punto?” Revisando su reloj, vio que eran las dos en punto. Parecía extraño estar preocupada por pasar la prueba en este momento, pero pensó que era mejor terminar dentro del límite de tiempo si podían.

“Así es. No hay mucha gente que se detenga a descansar en el segundo piso. Pero más allá de esta zona está la parte final de la prueba. ¿No crees que tomar un descanso y comer te ayudará a rendir mejor?”

“Pareces muy desesperada por alguna razón”, comentó Tomochika. Mientras que las marionetas se veían todas idénticas, parecían tener diferentes personalidades. “¿Te sientes sola aquí?”

“¡Cállate! ¡Bien, lo que sea! ¡Sólo vete! Oh, primero déjame revisar tus puntos por ti. Número 98, cinco puntos. Número 99, un punto.”

“Ni siquiera tuvimos que preguntar…”

Yogiri debió ser el número 98, haciendo a Tomochika el número 99. Sus números se basaban probablemente en el orden en que habían entrado en la torre.

“¡Espera! ¡¿Cuál es el punto de llegar hasta aquí con tan pocos puntos?! ¡¿En qué estabas pensando?! ¡Necesitas cien de ellos para llegar al primer piso! Espera… eso es muy extraño. Hay muchas habitaciones por las que tienes que matar a otros para pasar, así que no hay manera de que puedas llegar tan lejos con tan pocos puntos para demostrarlo…”

“Bueno, es hora de irse.” Yogiri inmediatamente se fue, con Tomochika cerca. Ambos pensaron que una continuación de la conversación sólo causaría más problemas y retrasos innecesarios.

Después de caminar un rato más, pasaron por otra puerta a un pasillo gris, que se dividió en tres direcciones. No tenían un mapa de los pisos inferiores, y los tres caminos parecían idénticos. Sin ninguna pista sobre qué opción tomar, Yogiri escogió la del medio y siguieron.

Tomochika sintió que empezaba a entenderlo. Elegir activamente una dirección era demasiado trabajo, por lo que había decidido evitar cualquier opción y simplemente caminar en línea recta.