Chitose Kun Wa Ramune (NL)

Volumen 3

Capítulo 3: Con Las Reminiscencias Del Lejano Cielo Azul De La Noche

Parte 5

—Y si hay un futuro para los dos más allá de eso, donde podamos respetarnos y admirarnos mutuamente, donde queramos ser uno, entonces… ¿no estaría bien si nos dejamos llevar por la corriente? Después de todo, soy un tipo anticuado.

—Bueno… ¿puedo decir una palabra primero?

Asu-nee dijo en voz baja.

¡PUM!

Ella me golpeó con fuerza en un lado de la cara con una almohada que había encontrado.

—Realmente estás diciendo estupideces. Tengo los pasos adecuados en mi mente, ¡también puedo manejar mis emociones muy bien! ¡Miro a los demás apropiadamente sin importar la situación o el entorno! ¡Deja de decir lo que quieras, tipo pretencioso!

—¡Eso no es una palabra!

A partir de ese momento, ya se convirtió en una pelea de almohadas como en un viaje escolar.

—¡Muy bien, princesa inútil! ¡Te voy a enseñar sobre la dureza del mundo!

—¿Eh? ¿Qué es eso? ¡Vamos, ni siquiera puedes atreverte a comer la comida que te ofrecieron! ¡Solo eres un cobarde que se acobardó en el último minuto!

Es como si estuviéramos regresando a la época en que conocí a Asu-nee y los otros chicos…

—¿Qué diablos estás hablando? ¡Voy a *pitido* y volver a *pitido*!

—¿No puedes simplemente decir las palabras sin censurar? Tu hermana mayor lo escuchará y lo pasará como un galimatías de un niño lindo.

—¡Ojalá fueras tan valiente cuando caminamos por Tokio antes!

Los sonidos de risas y gritos resonaron en la habitación.

Saltamos sobre la cama y el sofá, aplastando las almohadas entre sí.

Algún día lo haremos…… no, tenemos que crecer.

Hasta entonces, esperaba que pudiéramos hacer todo lo posible para convertirnos en niños correctos.

Si no pudiéramos ser niños correctos, sería imposible convertirnos en adultos apropiados.

Por ejemplo, cómo pasamos el tiempo inocentemente y siendo infantiles esta noche.

***

Los dos estábamos exhaustos y nos apoyamos contra la cabecera de la cama uno al lado del otro.

Pensé en dormir en el sofá como lo hice cuando Nanase se quedó a dormir, pero Asu -nee dijo que sería aburrido.

De todos modos, sin importar lo que pensara, no había forma de que fuéramos un hombre y una mujer esta noche.

—Ya me he bañado pero estoy sudando de nuevo. ¿Apesto?

Asu-nee acercó su rostro a mi pecho y lo olió.

—Sí, apestas.

—¿Quieres que huela tu pecho también?

Eran las once de la noche.

Aunque la habitación estaba equipada con un reloj digital, la manecilla de segundos en mi cabeza estaba contando el tiempo restante.

—Vamos a hablar de algo; Sugirió Asu-nee. —Este es un viaje único en la vida que probablemente nunca vuelva a suceder. Hablemos de algo que lo llevará a un final apropiado. Una historia que será recordada en los años venideros, incluso si no podemos recordar el aroma del champú a juego que ahora emana de nosotros.

• Nunca más podríamos hacer un viaje como este.

El motivo no tenía nada que ver con la persona con la que estábamos ni con el destino.

Un día, a la edad de diecisiete años, me escapé con la chica que siempre admiré como si fuéramos a fugarnos, deambulando sin rumbo fijo por una ciudad desconocida.

Éramos como personajes de una novela.

No hace falta decir cuál de nosotros era el personaje principal.

—Es por eso…; Asu-nee continuó, —Déjame escuchar tu historia.

—Desafortunadamente, no tengo ninguna historia interesante que contar para una noche como esta.

—No tiene que ser interesante, no me importa si no es dramático o romántico. Cuéntame cómo te convertiste en la persona que eres hoy.

La miré a la cara, como si tratara de descifrar el verdadero significado de sus palabras.

Su mirada era inequívocamente seria, gentil y cálida, también insípida y etérea. Eran los ojos que parecían querer llorar.

Así que entendí lo que ella me estaba pidiendo que hiciera.

—Si te cuento mi historia, ¿podré encender al menos una vela en tu futuro?

—Lo necesito para el final de este viaje y para esta noche. Déjame entenderte.

Esta era una historia que nunca le había contado a nadie.

Ni a Hiiragi Yuuko, ni a Uchida Yua, ni a Aomi Haru, ni a Nanase Yuzuki, ni a Asano Kaito o Mizushino Kazuki. La única excepción fue Yamazaki Kenta, a quien le conté una pequeña parte.

Eso fue porque…

—Estoy seguro de que no estará a la altura de sus expectativas. Mi pasado es tan común que probablemente ya lo hayas escuchado muchas veces de otras personas. Ni siquiera puede llamarse una historia.

Asu-nee tomó suavemente mi mano entre las suyas.

—Incluso si tu pasado es realmente ordinario y algo que le puede pasar a cualquiera, lo editaré en una historia y la convertiré en la única historia de este tipo en el mundo.

• Ah, si ese fuera el caso, me sentiría aliviado. Porque podría ser un niño pequeño frente a esta chica.

En esta noche única en la vida, compartiría una historia que probablemente solo se contaría una vez en la vida.

Así como me dijiste tus palabras ese día, yo también haría lo mismo aunque no sería capaz de expresarlo bellamente.

Entonces, esta es una historia común, poco interesante y sin sentido de Chitose Saku.

***

—…… Siempre he sido del tipo que destaca, incluso desde que era pequeño. Me pregunto

cuánto tiempo ha estado ocurriendo, pero le gusté a muchas niñas en el jardín de infantes y nunca perdí cuando se trata de correr.

—Mmmm.

—Eso no había cambiado después de que ingresé a la escuela primaria. Las chicas todavía me querían y era imbatible en la clase de educación física, en el día deportivo y en las maratones. Siempre fui el primero de la clase porque escuchaba las lecciones que nos daba el maestro.

—Mmmm.

A partir de este punto, fue algo que ya le dije a Kenta de manera vaga cuando traté de persuadirlo.

Asu-nee continuó con sus respuestas simples, pero cada una estaba llena de una emoción diferente. Parecía que solo tenía la intención de escucharme sin dar interrupciones innecesarias.

—Creo que fue alrededor del cuarto grado cuando comencé a notar que podría ser un poco especial. Empecé a ver mi entorno hasta cierto punto y me di cuenta de que la gente no podía hacer todo tan bien como yo.

—Mmmm.

—Pero no menosprecié a otros niños. No importaba si eran rápidos o lentos, mis amigos eran preciosos para mí. Y como a menudo ocupaba una posición de liderazgo, quería asegurarme de que todos se llevaran bien.

—Mmmm.

—Sé que es extraño escucharme decir esto, pero en comparación con ahora, yo era una buena persona en ese entonces. Nunca ignoraría a alguien que está siendo excluido de un grupo, y si hubiera alguien en problemas, le daría mi ayuda.

—Mmmm.

—Todavía recuerdo que había una chica en mi clase que era un poco marginada. Durante el recreo, hacía dibujos en silencio mientras hacía una pared con su cuerpo y sus brazos. Todos hablaban a sus espaldas sobre lo oscura y espeluznante que era. Cuando tuvimos que emparejar a un niño y una niña para cierto evento, ella simplemente se sentó y agachó la cabeza, así que le pregunté si le gustaría acompañarme.

—Mmmm.

—No es como si tuviera un motivo oculto para hacerme lucir genial, simplemente no me gustaba ver que alguien fuera excluido. Ciertamente no quería ser parte de eso, y mucho menos hacer la vista gorda.

—Mmmm.

—Luego, después de que realmente hablé con ella, descubrí que era una chica normal, o debería decir, una chica interesante. Me mostró sus dibujos de mis personajes de manga favoritos y eran realmente buenos. Al ver lo emocionado que estaba, me lo dio como regalo al día siguiente. Eso me hizo muy feliz.

—Mmmm.

—Bueno, más tarde me confesó sus sentimientos por mí, y cuando la rechacé, me maldijo mucho. Dijo que no debería haber sido amable con ella si solo la compadeciera.

—Mmmm.

—Y después de eso, la gente comenzó a burlarse de la situación. Seguían diciendo cosas como que Chitose hizo llorar a una chica o algo así.

—Mmmm.

Pero no lo hice por lástima. Realmente pensé que era interesante, y fue divertido hablar de mangas. Sentí que me había hecho su amigo. Tal vez si hubiera sido un chico más común o menos popular quien se acercó a ella, no habría tenido tal malentendido.

—Mmmm.

—Por el contrario, la gente a menudo acudía a mí en busca de ayuda. Básicamente, si me pidieran que hiciera cosas, nunca las rechazaría. Al principio, estaban muy felices y se sentían muy agradecidos.

—Mmmm.

“Pero gradualmente, de alguna manera se convirtió en la norma. Desarrollaron una mentalidad de que podían dejarme sus problemas a mí, ya que podía resolverlos en un instante. Es un fastidio hacerlo solo, entonces, ¿por qué molestarse? ¡Solo dáselo a Chitose!

—Mmmm.

“Pero si rechazaba sus solicitudes o los resultados no cumplían con sus expectativas, irían más allá de la simple decepción y se quejarían, ¿por qué? ¿Por qué al menos no me ayudas con eso? o ¡Debes hacer el trabajo correctamente! ¡Realmente haces lo que te gusta, ¿no?!

—Mmmm.

—Esas cosas sucedían con más frecuencia. Si me desviara aunque sea un poco de la “Perfecta y Benevolente” Imagen de Chitose, me atacarían más allá del nivel normal.

—Mmmm.

—Creo que fue en la época en que comencé a jugar béisbol. Estaba aprendiendo más rápido que mis amigos que se unieron al mismo tiempo, y mi habilidad gradualmente alcanzó a los senpais.

—Mmmm.

—Pero cuando llegas a cierta edad, ya no es posible ser el mejor en todo, ya sea atlético o académico, confiando únicamente en tu talento natural. Mi estatura no era tan alta, pero la gente a mi alrededor se hizo más y más grande.

—Mmmm.

—Tenía miedo, porque partí de un punto en el que siempre tenía éxito en todo lo que hacía, usando un talento con el que nací. Entonces, cuando imaginé que alguien eventualmente me alcanzaría por detrás y me adelantaría, la gente se sentiría decepcionada y por lo tanto me abandonaría… Después de todo, el que era popular era el “Perfecto y Benevolente” Chitose.

—Mmmm.

—De hecho, en los grados inferiores, había niños a mi alrededor que podían desempeñarse tan bien como yo en lo académico y en los deportes. Pero antes de que me diera cuenta, ya estaban atrapados en el medio del grupo y pasaron a estar en la media.

—Mmmm.

—Es por eso que trabajé muy duro. Incluso cuando era estudiante de primaria, estudiaba más que nadie antes de los exámenes y corría a lo largo del lecho del río todos los días cuando se acercaba un maratón. Y cuando se trataba de béisbol, no había nadie entre los senpais que tuviera las manos tan destrozadas como las mías.

—Mmmm.

—Cuando estaba en quinto grado, todos me veían como alguien que podía hacerlo todo y nadie pensaba que estaba trabajando duro entre bastidores. Por supuesto, nunca lo dije yo mismo. Porque lo que todos querían era el “Chitose perfecto que puede hacer cualquier cosa sin intentarlo”, como antes.

—Mmmm.

—Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que la gente comenzara a emocionarse más cuando me vieron fallar en lugar de tener éxito. Por ejemplo, si sacaba cien en el examen, me miraban con ojos de desaprobación. Pero si obtuve noventa, todos aplaudirían y parecían felices, “Oi, Chitose, no obtuviste 100, ¿eh? No debes ser tan inteligente, ¿verdad?”

—Mmmm.

—Pronto, no solo estaban esperando que fallara, sino que todos estaban tratando de hacerme fallar. Durante la clase de educación física, nadie me pasaba la pelota cuando jugábamos al fútbol. Mi tarea de alguna manera desapareció de mi escritorio, y mi ropa de gimnasia fue rociada con un perfume de broma que olía fatal.

—Mmmm.

—Entonces todos se rieron. ¿Por qué no pateaste en balón para nada? ¿No dijo el profesor que no nos olvidáramos de nuestra tarea? Woooow, ¡realmente olías a caca! Esas son las palabras que me dijeron mientras se divertían.

—Mmmm.

—Pero nadie pensó que era bullying y, por supuesto, yo mismo no pensé de esa manera. Mirando hacia atrás ahora, esa percepción no ha cambiado. Incluso después de la escuela, todavía salía con los niños que me hacían esas cosas.

—Mmmm.

—Creo que probablemente solo estaban tratando de lograr un pequeño equilibrio.

—Mmmm.

—Digo, como yo nací con un don que ellos no tenían, porque me destacaba entre los demás, les dio una excusa para tratarme así. Dijeron que aquellos que fueron bendecidos con talento deberían recibir una ligera desventaja. Los privilegiados al menos merecían ser tratados así.

—Mmmm.

—Sin embargo, todavía era un niño en ese entonces. Por supuesto, sus acciones me hirieron y me hicieron sentir triste. ¿Por qué debería ser tratado de esa manera por niños que nunca trabajaron duro cuando todo lo que hice fue dar lo mejor de mí en todo lo que me dieron?

—Mmmm.

—Entonces, una idea surgió repentinamente en la mente de un niño frágil. Si tratara de encajar con todos los demás, no sería acosado. Recuerdo fallar tiros a propósito en el fútbol, dejar muchas preguntas en blanco en los exámenes y rechazar con frialdad a mis amigos cuando me pedían ayuda.

—Mmmm.

—Pero simplemente los hizo más felices. Aparentemente, una vez que la gente me había etiquetado como “talentoso” o “dotado”, no podía eliminarlo a menos que cambiara todo el entorno. Todos los esfuerzos que hice fueron negados por esa etiqueta, y mis fallas fueron exageradas por otros. El chico con el que perdí intencionalmente durante la clase de educación física, andaba diciéndoles a todos que Chitose no era gran cosa.

—Mmmm.

—De niño, no sabía qué hacer. Si tengo éxito, seré despreciado, y si fracaso, seré ridiculizado por otros. Incluso si tratara de ser promedio, solo pensarían en mí como alguien que solía estar en la cima pero que ahora ha caído.

—Mmmm.

—Y ahí fue cuando mi maestra, que siempre me había cuidado, me dijo algo.

—Mmmm.

Esas fueron también las palabras que le pasé a Kenta.

—“Un niño como tú, bendecido con todos estos dones, debería estar parado frente a la clase y sirviendo como ejemplo para los demás. Quizás te preguntes por qué eres el único que tiene que esforzarse tanto, pero los otros niños… bueno, se preguntan por qué eres el único que tiene todos estos dones.

…Así que tienes que volar aún más alto. Tienes que correr aún más rápido. Hasta que te conviertas en un verdadero héroe, del tipo que inspira a los demás a seguirte…”

Detrás de eso estaba la verdad que no le dije.

—Pero interpreté esas palabras como algo completamente diferente de la amabilidad de esa amable maestra.

—Mmmm.

—En resumen, fue porque estaba a medias que la gente pensó que podían arrastrarme hacia abajo. Todo lo que necesito hacer es ser perfecto y hacerles pensar que es inútil compararse conmigo.

—Mmmm.

—…… es por eso que prometí ser el héroe perfecto, no para salvar a todos, sino para

mantenerme fuera del alcance de cualquiera.

—Mmmm.

—A partir de ahí, fue simple. Solo tengo que descubrir mis defectos a diario y resolverlos uno por uno.

—Mmmm.

—Digamos que ayudé a un niño que estaba siendo acosado en la secundaria, y me siguió todos los días después y finalmente comenzó a esperar frente a mi casa durante las vacaciones. Aunque simplemente no quería hacer la vista gorda ante el acoso, sería imposible para mí convertirme en su mejor amigo instantáneo al día siguiente en adelante. Entonces, cuando le dije que dejara de hacer eso, comenzó a difundir todo tipo de cosas malas sobre mí que no eran ciertas.

—Mmmm.

—Entonces, para evitar que eso suceda, debería decirle mi intención desde el principio. Que no lo ayudé por amabilidad y solo lo hice por mí mismo, y eso no significaba que luego saldría con él. Si hiciera eso, no esperaría nada de mí y no habría ninguna decepción.

—Mmmm.

—Si un problema que discutí con alguien que creía que era un amigo fuera el tema principal del día siguiente y se usara para buscar mi debilidad, entonces, desde el principio, debería haber cerrado mi corazón. Traza una línea entre todos y yo, no dejar que intervengan y viceversa.

—Mmmm.

—Si rechacé a una chica a la que le gusto y, por lo tanto, un chico al que le gustaba la chica me llamó un maldito mujeriego, entonces debería ser un chico frívolo y poco confiable desde el principio. Haz que se den cuenta de que yo no valía la pena.

—Mmmm.

—Si ser humilde solo hizo que la gente me llamara narcisista a mis espaldas, entonces bien podría ser un imbécil que no quería que se le acercaran desde el principio.

—Mmmm.

—Aun así, ser demasiado perfecto podría ser agotador, así que de vez en cuando contaba chistes estúpidos para aliviar un poco el estrés.

—Mmmm.

Digamos que rechacé a una chica que solía ser una querida amiga mía con un sentimiento doloroso, pero al día siguiente, la gente diría que solo estaba jugando con su corazón y la dejé después de aburrirme.

Digamos que había un grupo de estudiantes de último año que me persiguieron por ser demasiado arrogante, pero no podía defenderme porque causaría problemas al equipo de béisbol.

Digamos que hubo un chico que pensó que me había acostado con su novia e irrumpió en el salón de clases, despotricando sobre su delirio frente a mis compañeros de clase antes de tirar mi teléfono por la ventana.

Digamos que había un rumor de que mis buenas notas se debían a que era un hombre mantenido por una profesora joven y hermosa.

Digamos que la noticia del divorcio de mis padres estaba escrita en letras grandes en la pizarra de la clase.

Digamos que hubo personas que me ignoraron por orden de un senpai solo porque fui elegido como jugador regular en mi primer año.

Y luego en la preparatoria……

—Por supuesto, puedo hablar sobre cada experiencia en detalle, pero no hay nada traumático en ninguna de ellas. Me convertí en la persona que soy hoy esquivando cada pequeña piedra que la gente me tiraba.

Ves, era una historia común, sin interés y sin sentido, después de todo.

***

—… Ese es el final de mi historia.

Asu-nee, que me había estado dando respuestas todo el tiempo, permaneció en silencio, por lo que no pude confirmar su expresión.

—¿Ves? Era un pasado muy común y aburrido, ¿verdad? No hay una gran historia ni nada.

Al ver que ella todavía no respondió, continué.

—Ese día, quería llegar a la luna. Quería ser como la canica que se hundió en la botella de soda ramune, convertirme en una existencia que todos anhelaran, sin que nadie pudiera cambiar su forma.

Las luces de neón azul que colgaban de las paredes iluminaron mi patético ser.

—Pero tal vez me equivoqué desde el principio. La canica en la botella de soda ramune no es la luna en el cielo nocturno. Rodeándose de paredes duras, es como si sintieran miedo. Solo están mirando a la luna que brilla a lo lejos, que ilumina intensamente la oscuridad, desde el fondo de la botella. No pueden ir a ninguna parte.

Por lo tanto, yo era el mármol, no la luna.

Así fue.

Una vez le dije esto a Kenta, tenía confianza y fe en mi forma de vida y en mis creencias.

Quería vivir bellamente como si fuera una canica que se hunde bajo una botella de soda ramune.

Esas palabras no eran una mentira.

Me gustaba la forma en que vivía ahora, y pensé que era muy yo.

Pero a veces, en una noche como esta, me hacía preguntas.

• Ese día, ¿a qué me acerqué exactamente? ¿Y dónde estoy ahora? Asu-nee dejó escapar un breve suspiro.

—Finalmente entiendo. Cómo alguien que solía ser brillante, inocente, apasionado, directo y amable, como un héroe de un manga shounen, pudo terminar así.

Sin estar seguro de lo que quería decir con eso, giré la cabeza hacia un lado.

Asu-nee me sonreía suavemente y, por alguna razón, parecía feliz.

—No es que no tuvieras una historia que contar, sino que hay demasiadas.

Su mano, que era más fría que la mía, alborotó suavemente mi cabello.

—En general, solo se necesita una de las experiencias que describiste para convertirla en una historia. Estaba pasando por un momento tan difícil, dolía, era doloroso y es muy triste. Porque entonces podrías usarlos para justificar tu lado débil.

Su voz era muy suave.

—Cuando no pudiste dar lo mejor de ti, cuando renunciaste a algo, cuando la vida no iba como querías, puedes sacar esa historia de tu vida y facilitaría las cosas. Debido a que has experimentado tal cosa, no hay nada que puedas hacer al respecto. Los niños que han sido lastimados por el mundo eventualmente se sentirán amargados y comenzarán a lastimar a las personas que están trabajando duro para evitar que el mundo los lastime. Tomando prestadas tus palabras, se trata de lograr un equilibrio.

Pero… Asu-nee continuó.

—No te permites convertir estas experiencias en historias. Sientes que estos dolores son insignificantes, sin interés, sin sentido y obstáculos que puedes superar con tu propio esfuerzo.

Hubo un sonido fuerte proveniente de mi pecho izquierdo.

—No has conocido a ningún héroe que pueda ayudarte como ayudaste a otros, así que tienes que defender tu forma de vida y tus ideales uno por uno de esta manera. Al mismo tiempo, también significa vivir bellamente.

—Estás exagerando.

—…Eso es porque no quieres exagerarlo.

Bajo su dulce mirada, me mordí los labios que estaban a punto de empezar a temblar.

—Yo…

• Antes de darme cuenta, las palabras salieron solas.

—Cuando era pequeño, quería ser como los héroes de los mangas shounen, alguien que enfrentaba todo de frente, que trabajaba duro, que amaba a sus amigos y que incondicionalmente tendía una mano a cualquiera que viera en problemas…

Pero, pero, pero……

—¡Pero nadie me necesita así!

Apreté la mano de Asu-nee, deseando poder confiar en ella.

Aahh, ¿qué diablos estoy haciendo?

No debería haber dicho tal cosa.

Estaba tan harto de mi propia debilidad que la dejé escapar sin querer.

Después de todo, yo no soy la luna.

En este momento, se supone que debo iluminar el camino de esta chica.

Las puntas de los dedos prolijamente recortadas me tocaron la frente ligeramente.

—…… ¿No eres el único que piensa de ti mismo de esa manera?

No entendí de qué estaba hablando.

—Es cierto que tu personalidad es un poco retorcida y problemática, pero incondicionalmente extendiste una mano a Yamazaki y Nanase, y enfrentaste esos problemas de frente y trabajaste duro para resolverlos. Eso es porque aprecias a tus amigos.

—Eso no es cierto…

—Y quieres que siga siendo así, ¿no? Has aprendido de experiencias pasadas de no dejarse tragar por las expectativas, que es la otra cara de la decepción. De esa forma no lastimaras a otros con tu amabilidad.

—¡……!

—Es por eso que finges ser un tipo malo y eliges soluciones abnegadas. Porque incluso si quieres ayudar a alguien, no puedes llegar a ellos de frente o de lo contrario podrías generarles expectativas y decepción. Incluso si solo termina lastimándote a ti mismo, crees que está bien porque tú estás acostumbrado.

—……

Mordí mis labios nuevamente para no dejarme envolver por la ternura de esta chica.

—No, no soy tan noble. Yuuko, Yua, Nanase, Haru, Kaito, Kazuki, Kenta y tú, Asu-nee, todos siempre dicen que soy especial. Pero el verdadero Chitose Saku es solo un niño que está tratando de renunciar a muchas cosas, pero no puede hacerlo, por lo que sigue luchando de una manera fea y flácida.

—Este tipo de persona…; Asu-nee sonrió cálidamente. —…… Es lo que llamamos un héroe.

Ella me miró fijamente, que estaba sin hablar, antes de continuar.

—No cualquiera puede seguir luchando como tú, y nadie puede tender la mano a algo que está tan lejos, pensando que nunca lo alcanzará. Entonces, cuando ese tipo de personas ven a alguien que pudo obtenerlo, se convencerían a sí mismos de que eran normales y que la otra persona no lo era. Porque no podían aceptar el hecho de que no trabajaron lo suficiente para alcanzarlo.

Asu-nee tocó suavemente mi talón.

—Lo que deseas tal vez es convertirte en una luna llena, pero la media luna, la luna creciente y la canica que flota en una botella de soda ramune también son tesoros preciosos para alguien.

Apreté la mano que me sostenía y cerré los ojos. Porque si no hacía eso, sentía que algo dentro de mí se desmoronaría.

—Oye, ¿puedes sentirlos?

Asu-nee dijo en un susurro, deslizando sus propios dedos, uno a la vez, por las curvas de mi palma como si las siguiera.

—Mi frente, mejillas, labios, hombros, parte superior de los brazos, estómago… Aunque es un poco vergonzoso… muslos, pantorrillas, rodillas y dedos de los pies también.

Ella suavemente guió mi mano para tocar la parte que mencionó.

La calidez vívida, la suavidad y la tersura de su cuerpo fluían hacia las yemas de mis dedos, ya sea directamente o a través de la delgada tela, haciendo que me volviera loco.

—Estoy aquí; Ella apretó mi mano de nuevo.

La expresión de su rostro era tan gentil que me hizo sentir mal por tener el más mínimo indicio de pensamientos sucios en mi cabeza.

—…… Tu luz brilla sobre alguien, déjame probarlo.

Esa sonrisa en la noche azul era como la luna que había querido alcanzar todo el tiempo.

***

Después, nos acostamos en la cama y hablamos de varios temas.

Cosas como nuestras novelas favoritas, manga, películas y música. También las leyendas urbanas en las que creíamos de niños, nuestra base secreta, nuestros juguetes favoritos, lo que habíamos hecho en el pasado y lo que planeamos hacer en el futuro.

Era como que si dejáramos de hablar, despertaríamos de nuestros sueños.

Eventualmente, las palabras de Asu-nee cesaron, y un sonido de aliento escapó de sus labios.

La noche que nunca más volvería estaba terminando.

Miré a Asu-nee.

Como un niño que estaba cansado después de jugar todo el día, las comisuras de su boca se levantaron ligeramente.

Diez años a partir de ahora, cuando recuerde esta noche con cariño, me pregunto qué tipo de adulto… no, ¿qué tipo de adultos seríamos?

Cuando llegara el momento, ¿quién estaría a nuestro lado?

Pensé en tal cosa y cerré los ojos.

Al otro lado del sueño, una niña y un niño corrían por los senderos de los campos de verano.

***

Al día siguiente, nos despertamos a las siete, hicimos las maletas y salimos del hotel.

La ciudad estaba tranquila y pacífica, como si el ruido de la noche anterior hubiera sido una ilusión.

Las calles no estaban llenas de gente, y los cuervos picoteaban ociosamente las bolsas de basura alrededor del área.

En Matsuya, una mujer que parecía estar en un negocio de entretenimiento se estaba atiborrando con un donburi de res, y al costado del camino, a veces había hombres borrachos que simplemente estaban acostados cómodamente.

Compramos café, sándwiches y un simple recuerdo en la estación de Tokio antes de abordar el Shinkansen.

No abrimos mucho la boca en el viaje de tres horas a casa, solo vimos pasar el paisaje afuera mientras compartíamos un par de auriculares.

“Adiós, Gracias” sonaba una y otra vez en nuestros oídos.

Quizás nuestro viaje terminó anoche.

La cara de Asu-nee parecía como si le hubieran quitado algo pesado, y probablemente yo me parecí a ella.

¿Esta breve escapada le trajo algo a esta persona?

Caminando por las calles donde podría vivir en el futuro, teniendo algunas experiencias inusuales y hablando de cosas que normalmente no haría.

Puede que no monte nada, o puede que sea algo insustituible para ella.

Pero mi papel había terminado.

Después de esto, Asu-nee seguramente lo convertiría en una historia de su tipo en el mundo.

Los rascacielos de Tokio se desvanecieron rápidamente, y cuando el Shinkansen se acercó a Maibara, el paisaje familiar del campo se había extendido a través de la ventana.

Cuando finalmente nos bajamos del tren Shirasagi en Fukui, lo primero que me llamó la atención fue que el aire era muy bueno. Era realmente fresco y claro, con olor a hierba y árboles.

Justo antes de descender las escaleras que conducen a la puerta de entrada, Asu-nee preguntó, —¿Podemos tomarnos de la mano?

Considerando quién estaba esperando frente a la estación, no debería haber hecho eso, pero sin decir una palabra, extendí mi mano derecha.

Y así, paso a paso, los dos bajamos las escaleras juntos.

***

*¡PAF!*

Después de que salimos por la puerta de entrada de la estación de Fukui, que era mucho más pequeña que la de Tokio, lo primero que nos saludó fue una bofetada hacia Asu-nee.

—Si quieres golpear a alguien, ¿no deberías golpearme a mí primero? Soy yo quien sacó a Asuka.

Al escuchar mis palabras, el padre de Asu-nee respondió con una expresión indiferente.

—No tengo ninguna razón para golpearte. Fue Asuka quien tomó la decisión y tomó esas medidas.

Un poco más atrás, vi la figura del profesor Kura.

Cuando di un paso adelante y estaba a punto de replicar…

—Está bien; Asu-nee me detuvo.

Luego, después de darme una sonrisa fría, se volteó hacia su padre e inclinó la cabeza profunda y sinceramente.

—Padre, lamento haberte preocupado.

—Incluso si quieres hacer algo, tiene que ser razonable.

—Sí, entiendo.

Asu-nee miró al profesor Kura, que caminaba lentamente con un sonido de traqueteo de sus sandalias setta.

—Lamento haberte preocupado también, profesor Kura.

—Solo hay una cosa que me preocupaba.

Él me miró y me dio una sonrisa significativa.

¡Oye viejo, nunca hables de esas cosas aquí!

—Tengo un favor que pedirles a ambos; Asu-nee habló, —¿Podemos tener otra discusión sobre mi carrera después de la escuela pasado mañana?

Parecía que ella había tomado una decisión.

El padre de Asu-nee suspiró profundamente y miró al profesor Kura, quien respondió, —No importa, estoy libre después de la escuela de todos modos.

—Gracias, profesor. ¿Qué hay de ti, padre?

—…Considerando el tiempo, deberías empezar a estudiar para el examen de ingreso en este punto. Considéralo como tu última oportunidad.

—Sí, lo sé; Dijo Asu-nee, sonriendo muy casualmente antes de voltearse hacia mí.

—Y luego, después de la escuela mañana, tendrás otra cita conmigo.

—””¿Eh?””

Mi voz se superpuso con la del padre de Asu-nee. Él me dio una mirada feroz.

—Así que eso es todo por hoy entonces~

Asu-nee rápidamente comenzó a alejarse.

El padre, que se había quedado atónito, lo siguió de mala gana por detrás.

Llamé a su espalda.

—Sr.Nishino, esto es para usted.

Le entregué la bolsa de papel con el Tokyo Banana dentro.

—¿No te dije que odiaba esto?

—Por eso lo compré.

Sonreí levemente y él aceptó la bolsa de papel con una expresión estupefacta. Luego, como si acabara de recordar algo, sacó su billetera y sacó tres billetes de 10,000 yenes.

—Aquí está el dinero para las entradas de Asuka. Gracias por cuidar de mi hija.

Luego se fue, y esta vez no miró hacia atrás.

El profesor Kura me tocó el hombro.

—Ustedes están arruinando mi día libre. Cómprame un yakiniku para compensarlo.

—¿Puedes ser un poco más suave y dejar que te invite un Hachiban Ramen en ves?

Con esto, nuestra breve escapada realmente había terminado.

***

Después de dormir como un tronco, llegó el lunes y la escuela terminó en un santiamén.

Todavía quedaba algo de tiempo antes de mi cita con Asu-nee, así que estaba teniendo una pequeña charla con los miembros del Equipo Chitose antes de que todos fueran a las actividades de su club.

Probablemente fue porque mis nervios habían estado muy tensos durante el fin de semana, pero me sentí realmente como en casa después de volver a mi rutina diaria.

En ese momento…

—¡Hey, tú el de allí! ¡Tengamos una cita!

El rompedor de la paz había llegado.

—¿No se supone que nos encontraremos afuera?

Cuando llegué a ese punto, ya era demasiado tarde.

—¿Mmm?

—Hee.

—¿Hoo?

—¡Ah!

Y ese es el final de la actuación del cuarteto Yuuko, Yua, Nanase y Haru.

Esta cita no fue un capricho de esa chica, sino una firme promesa conmigo…… yo mismo fui

quien planteó esto.

Con una sonrisa en su rostro, Asu-nee se acercó felizmente a nuestro círculo.

Al ver su expresión, parecía que no tuvo una pelea con su padre después de que llegó a casa ayer, lo que me alivió un poco.

—Quiero decir, si lo piensas bien, no es natural que nos reunamos afuera cuando estamos en la misma escuela. Además, ¿no se siente más romántico si te recojo de tu salón de clases?

—Asu-nee, ¿te duele la nuca o la espalda? Parece que hay muchas emociones intensas que nos están apuñalando en este momento.

—El objetivo de esos intensos sentimientos deberías ser tú, ¿verdad?

—Con razón sentí un cosquilleo aquí y allá.

Después de que dije eso, Kaito de repente se abalanzó sobre mí.

—Sakuuuu, ¿por qué todo se trata siempre de ti? Nishino-senpai, Nishino-senpai, ¿qué tal si tienes una cita conmigo en su lugar?

—Hmm ~ tal vez no.

—¡NOOOOOOOOOOOOO!

Asu-nee mostró un lindo gesto al tocar su mejilla con el dedo.

Kenta estaba palmeando a Kaito en la espalda para consolarlo.

Al ver la situación, Kazuki abrió la boca.

—Parece que nuestras princesas tampoco pueden ser subestimadas.

Él le dio al cuarteto una sonrisa significativa.

—Uuugh; La primera persona en reaccionar fue Yuuko. —Nishino-senpai, déjame presentarme primero. Soy la primera esposa de Saku y Ucchi es su amante. Encantada de conocerte.

—Yuuko, por favor no me involucres como si fuera un extra.

Yua sonrió amargamente por ser llamado así.

Después de escuchar las palabras de Yuuko, Asu-nee hizo un gesto pensativo y habló.

—Hmm… ¿entonces eso me convierte en su prometida desde la infancia?

—¿Por qué dijiste eso?

No pude evitar preguntar. Esta chica siempre decía cosas que no tenían ningún sentido.

Nanase levantó las manos en el aire, como si dijera que dolor.

—Está bien, te lo podemos prestar, pero nos debes una. ¿Estás de acuerdo, senpai?

Asu-nee sonrió con picardía.

—¿No eres tú quien me debe algo porque hice posible que él enfrentara tu problema a su manera, Nanase?

Probablemente no se refería a su consejo sobre Nanase, sino al hecho de que me había recuperado tanto después de dejar el béisbol gracias a ella.

Era raro que Asu-nee mencionara esto, pero por otro lado, supongo que pensó que estaba bien decir eso ahora.

—… Entonces, ¿ podemos decir que estamos a mano?

—Bien, te daré algo de cambio.

La boca de Nanase se torció de frustración, pero aún intenta mostrar una sonrisa.

Finalmente, Haru dijo, —Pero, ¿por qué alguien tan hermosa y genial como Nishino-senpai elegiría a este chico coqueto de todas las personas?

—Por esa respuesta…; Asu-nee, que caminaba hacia la puerta, se dio la vuelta. —Creo que ya lo sabías en tu corazón. ¿Verdad, Aomi?

Antes de sentirme sofocado por el ambiente, hui de la clase.

***

Asu -nee y yo abordamos el ferrocarril Echizen desde la estación de Fukui.

La línea de tren local era bien conocida en el área, sin embargo, para los estudiantes que no viajaban a la escuela desde lejos, tendrían la rara oportunidad de usarla.

A los lugares donde suelen pasar los estudiantes de preparatoria se puede llegar básicamente en bicicleta. Si necesitan ir más allá, digamos cuando tenían un juego de práctica, lo más probable es que tomen un autobús propiedad del club o el automóvil de sus padres.

Intenté preguntarle a Asu-nee por qué subimos al tren, pero ella siempre eludió mi pregunta.

Bueno, lo averiguaré después de que lleguemos, de todos modos.

Justo cuando lo pensaba, el tren que había estado traqueteando durante unos veinte minutos, finalmente se detuvo.

—Aquí está~

Sin pensarlo mucho, bajé del tren y subí al andén solitario…

• ¿Eh?

Mi cerebro dejó de funcionar por un momento.

Porque este era un lugar nostálgico que estaba lleno de varios recuerdos.

¿Es una coincidencia? ¿Existe tal cosa?

Inconscientemente, miré a Asu-nee, quien miraba alrededor de la estación con una mirada algo nostálgica y ojos entrecerrados.

—Oye, ¿está bien si dejo de ser tu senpai y tu hermana mayor solo por ahora?

Ella me preguntó.

Cuando no pude responder, ella se cruzó de brazos, inclinó un poco la cabeza y me miró.

Luego, como si no pudiera contenerse más, sonrió inocentemente como un niño pequeño.

—…… Cuánto tiempo sin verte, Saku-nii~

—… Tu eres…

La visión borrosa de un niño y una niña se acercó gradualmente.