Toaru Majutsu no Index – New Testament (NL)

Volumen 22SS

Capítulo 3: Posición revertida – Lagarto_Alado.

Parte 4

-Ugh…

La reina reinante Elizard se rió en silencio de sí misma cuando se dio cuenta tardíamente de que ese gemido procedía de ella. Ella nunca podría dejar que los británicos escucharan eso.

¿Qué había pasado desde que perdió el conocimiento?

Antes de que pudiera empezar a pensar en ello, un destello plateado pasó de derecha a izquierda frente a ella.

Era la espada ceremonial de punta plana llamada Curtana Segunda.

Un chico de cabello puntiagudo estaba agachado frente a ella con el objeto casualmente sostenido en su mano izquierda.

Una luz rosa se dispersó por la comisura de su boca y habló con una pizca de sonrisa amarga en su voz.

-¿Qué hay?

-¿¡!?

-He estado pensando y he decidido que liberarlos a todos ustedes sería un desperdicio, así que voy a hacer uso de ustedes. Aunque estaba preocupado de que mi mano derecha destruyera el Mental Out de Shokuhou junto con tu auto-fusible mental.

-¿Tienes alguna idea de lo que has hecho?

El único capaz de moverse libremente era el gato calicó.

Desafortunadamente, no fue suficiente para llamar al guardaespaldas de una reina.

-Lo haces parecer como si yo fuera el villano aquí. Él fue el que rompió la ventana para entrar en este castillo prohibido.

Las palabras del chico eran técnicamente precisas.

Elizard podría haberle creído si estuviera leyendo un informe sobre algo que sucedió al otro lado del planeta. Sus palabras fueron precisas, pero dichas de mala fe. Podía detectar ese tipo de olor oculto aquí.

Este fue un desvío que no habría tenido que hacer si realmente no hubiera hecho nada malo.

Parecían estar en una habitación que no era el salón de baile. El chico villano que vestía un esmoquin desconocido y una corbata de moño había derrotado a Elizard y ahora estaba tratando de hacer uso de su autoridad.

-¿Que está sucediendo aquí? -gimió la reina.

-Nada en realidad. Kamijou Touma ha estado aquí todo el tiempo. ¿Y no es hora de que me pagues por todo lo que he hecho?

-…

-No querrás arruinar la fiesta, ¿verdad? Así que te pido que me ayudes. Tenemos que matar a ese hijo de puta que causó esta tragedia.

Hubo un fuerte estallido.

Había disparado un rayo de magia sin Curtana, pero no había alcanzado al chico de pelo puntiagudo.

Sin embargo, pudo ver algo como grietas en los dedos de su mano derecha extendida. Colores extraños se mostraban a través de los huecos.

Esas líneas estaban coloreadas de un impactante rosa y esmeralda que no se encuentra en la naturaleza.

Las grietas parecieron retorcerse antes de desaparecer silenciosamente ante sus ojos.

-¿De verdad quieres seguir haciendo esto?

-…

-Quiero decir, ¿realmente crees que puedes hacer que todo tu cuerpo brille y desencadenar una gran explosión más rápido de lo que mis dedos pueden llegar a la Curtana Segunda?

Elizard dejó de moverse allí, como si hubiera jadeado.

Sí.

Sostenía la espada en su mano izquierda no dominante porque sabía lo que sucedería de otra manera.

-Recibí una gran bienvenida en la Torre de Londres, ¿sabes? Aunque para ser honesto, dado el caos en ese momento, puede que nunca te haya llegado la noticia.

Mental Out de Shokuhou Misaki no era la única amenaza.

De hecho, podría haber sido mejor si solo estuviera siendo controlada mecánicamente por el poder de esa chica.

La luz de neón se filtró por la comisura de la boca del chico de pelo puntiagudo mientras continuaba.

-Pero las cosas parecían lo suficientemente similares en el Castillo de Edimburgo y la Reina Britannia, por lo que puedo hacer algunas conjeturas decentes sobre el Castillo de Windsor. Hay algo oculto aquí que es necesario para proteger el Reino Unido en su conjunto, ¿no es así?

-¿De verdad crees que puedes entenderlo? Eso requeriría haberse infiltrado en Londres durante una década completa.

-Oh, no me importan todos los detalles meticulosos.

El niño extendió la palma de su mano derecha para evitar que la reina dijera más.

Ese no era el punto principal aquí.

-Solo necesito saber que está aquí y que mi mano derecha puede destruirlo. Después de todo, esta es la zona residencial privada en la que normalmente no se me permitiría entrar. Apuesto a que puedo encontrar todo tipo de cosas valiosas si echo un vistazo.

-Espera… -dijo Elizard, pero no estaba escuchando.

No.

Le dio la espalda a la reina reinante y caminó casualmente hacia la chimenea en la pared. Específicamente, se estaba acercando a las baratijas que estaban sobre la repisa de la chimenea.

-No necesito preocuparme por qué color es, qué forma tiene, cómo se usa o cuáles son sus efectos.

Iba a tocarlos.

Iba a pasar los dedos por el bastón, la bola de cristal, el jarrón y la pintura sobre la repisa de la chimenea.

Y todavía sostenía perezosamente la Curtana Segunda en su otra mano.

-Quiero decir, todos serán destruidos en el instante en que mi mano derecha los toque, ¿verdad? Y su destrucción sería un gran golpe para el Reino Unido en su conjunto, ¿no es así?

-Espera. ¡¡Lo entiendo, así que espera!!

-Es un poco tarde ahora, pero ¿qué era esa cosa?

-…

-Tal vez necesito destruir algunos más para mostrarte que hablo en serio. Tenga en cuenta que no hay forma de recuperarlos.

-Kh. Esos son elementos espirituales utilizados para proteger a los buzos que recuperan el equipo de nuestro país del hundido Queen Britannia. Específicamente, el castigo divino ajustado artificialmente caerá sobre cualquiera que toque los tesoros reales sin permiso, ¡así que están interviniendo en la seguridad para desactivar esa función! ¡¡Si esa función vuelve a funcionar normalmente, todos los magos en la escena morirán de insuficiencia cardíaca!!

La explicación que recitó apresuradamente estableció sus posiciones aquí.

Acababan de superar una gran guerra.

No había arzobispo para dirigir a los anglicanos, por lo que esa facción no funcionaba en este momento. La cadena de mando para el combate contra los magos estaba en completo desorden.

Entonces, ¿qué pasaría si estos cimientos de la defensa nacional fueran destruidos?

Habrá mucha gente que lo vio como una oportunidad. Este era un país grande que se había ganado muchos rencores tanto nacionales como extranjeros. Muy pocas personas y organizaciones podrían hacer uso de esa oportunidad, pero una vez que esos pocos iniciales se pusieran en marcha, las festividades llegarían a un final abrupto y volverían a un caos similar a los Crowley Bizarros.

Había poco riesgo de que esa caótica destrucción representara algún peligro para Elizard o sus hijas.

Eran los ciudadanos comunes los que eran vulnerables al tipo de ataques oportunistas a los que esto conduciría. Y Elizard no podía asignarles un guardaespaldas de negro a todos y cada uno de ellos 24/7.

Solo podía apretar los dientes.

Había que apoyar a las naciones. La paz no duraría para siempre por sí sola.

El chico hizo una sugerencia contundente cuando regresó con Elizard.

-Bueno, ya captas la idea. Así que dame una mano amiga esta vez. Quiero derrotar a ese monstruo. Será al revés de cómo me usaste para superar tu crisis nacional. …El poder de Shokuhou solo puede controlar alrededor del veinte por ciento de las personas aquí, así que quiero que se haga algo con el otro ochenta por ciento. Tu trabajo es convencer a esos magos nacidos en Gran Bretaña una vez que su fusible automático se corte, Elizard.

-¿Me estás amenazando? ¿¡A la reina regente!?

-Siempre he sido nada más que un humano débil. Kamijou Touma es el tipo de chico de preparatoria ordinario que puedes encontrar en cualquier lugar, así que siempre he tenido que inspirarme en esos héroes a los que llamamos Espers y magos y fingir mi camino a través de todo. No creo que haya tenido una pelea que podría haber resuelto sin problemas por mi cuenta.

Kamijou Touma, o este chico que se parecía a él, no se inmutó.

Este era un lado de él que ocasionalmente se mostraba.

Era lo opuesto a la emoción intensa o la persistencia rencorosa que lo llevaba a uno a seguir levantándose sin importar cuántas veces fuera derribado. Cuando estaba al borde de la muerte, analizaba con calma el ataque de su oponente y proponía un movimiento que enhebraba la victoria. Ese núcleo frío definitivamente había sido parte de él.

Por supuesto, fue una elección de última hora que solo se hizo cuando realmente se llevó al límite.

Pero, ¿y si aprendiera a manejarlo conscientemente?

Una línea esmeralda brilló en el rabillo del ojo de este chico por un momento.

-Así que usaré todo lo que esté a mi disposición. Como en aquel entonces, cuando tuve que ayudar a la herida Index, no dudé en confiar en la ignorante Komoe-sensei. Elizard, seguramente lo entiendes ya que has usado a tanta gente para proteger a tu país. No soy una persona perfecta que pueda resolver todo por mi cuenta.

-No los estaba usando—

-No me vengas con esa mierda. ¿Qué tuvo que ver el golpe de Estado británico con mi vida? Robaste a Index para tus propios fines y me arrastraste cuando no tenía idea de lo que estaba pasando. Y si hubiera muerto, apuesto a que no habrías hecho nada más que derramar algunas lágrimas de cocodrilo para las cámaras. Y tampoco es como si me hubieras dado nada después de que sobreviví. Configurarías todo para no perder nada sin importar lo que sucediera. ¿Me equivoco?

A pesar de sus agudas palabras, el chico no parecía tener ningún odio poderoso por esto.

De hecho, parecía estar usándolo a su favor.

Como diciendo que era la única manera de vivir con su desgracia.

-Todo lo que tengo es poder como individuo, entonces, ¿cómo terminé en una posición en la que podría influir en un gran conflicto como el Halloween británico o la Tercera Guerra Mundial? Encuentro las debilidades en las personas y mi influencia se extiende desde allí como fichas de dominó que caen. Al final, eso es todo lo que hace Kamijou Touma. Si lo consideras algo bueno o no, se reduce a si te ayuda o no. Apuesto a que mis enemigos me ven como un hipócrita que te predica mientras usa los métodos más sucios disponibles.

-…

-Úsalo.

Hubo un golpe sordo.

Era el sonido del chico de cabello puntiagudo lanzando la Curtana Segunda a los pies de Elizard sin dudarlo. Habló con una luz rosa impactante dispersándose por la comisura de su boca.

-De cualquier manera, no puedo hacer nada con ese objeto espiritual, así que te lo daré. Déjame dejar esto muy claro, Elizard. Si quieres proteger a tu gente, entonces trabaja para mí. Usa tu autoridad y cualquier otra cosa para controlar a todos los magos en este castillo como mis peones. A diferencia de ese otro tipo, lo sé todo. Incluso tengo tu talón de Aquiles en mi cabeza aquí.

Todo fue para apoyar a su país.

Para proteger a todos.

-Esto no durará, muchacho.

-Jaja. Entonces la amistad termina una vez que trabajo en contra de los intereses de tu precioso país, ¿verdad? Arriesgué mi vida peleando por ti, pero nada de eso vale la pena arriesgar tu propia vida, ¿eh? Fue lo mismo cuando estaba huyendo con Othinus en Dinamarca. No dijiste una palabra hasta que pensaste que podía ganar. La amistad eterna seguro que es algo fugaz.

Cuando Elizard escupió sus palabras, el chico de cabello puntiagudo solo le dirigió una sonrisa cínica.

Pero la mano de la reina alcanzó la empuñadura de la Curtana Segunda en el suelo y, lo que es más importante, estaba hablando en japonés. Eso pareció establecer el orden jerárquico aquí.

-Incluso si ganas esta batalla, no ganarás el futuro que deseas. A partir de ahora, eres un enemigo del Reino Unido en su conjunto. Y eso es cierto ya seas Kamijou Touma o algo más.

-¿Vas a tomar represalias? ¿Pero cómo?

Él solo se rió.

Resopló de risa mientras un brillo esmeralda se filtraba por el rabillo del ojo.

-Solo hay un nombre y una cara esta vez. Solo por esta vez, tu enemigo y tu aliado son Kamijou Touma. Entonces, si juego bien mis cartas, puedo echarle toda la culpa a ese hijo de puta y reclamar el futuro que quiero. Después de todo, ese es el objetivo de esta pelea.

Shokuhou Misaki fue demasiado amable.

Porque se había rendido una vez que sus poderes fallaron en controlarlos.

Esa puede haber sido la lógica que se desarrolló dentro de alguien bendecido con una gran habilidad. Pero el chico de pelo puntiagudo no tenía ese lujo. Si no encontraba alguna manera de hacer que todo saliera bien, su destino estaba asegurado.

La fuerza y la debilidad no se trataban solo de medir un nivel de potencia simple.

Pensó que también tenía que ver con la cantidad de boletos continuos que le dieron para usar cuando cometió un error.

Un Nivel 0 no tenía posibilidades de salir adelante.

No tenía una habilidad atlética increíble, una gran mente académica o talento artístico.

No había sido bendecido con riqueza o una familia influyente.

Sabía muy bien que, cuando alguien así cometía un solo error, no se le daba una segunda oportunidad.

Así que.

Una persona débil como él había desarrollado un tipo único de fuerza que le permitía mantenerse firme incluso cuando estaba en desventaja. Alguien como una reina nunca entendería esa fuerza persistente.

-…¿A dónde vas?

-Tengo el camino general trazado, así que ahora es el momento de desenredar algunos de los problemas más difíciles.

El chico pensó en algunos de los luchadores aquí.

Una vez que Stiyl Magnus y Kanzaki Kaori supieran que quedarse con Kamijou Touma iría en contra de Index, estaban seguros de estar de acuerdo en pelear.

Una vez que Kanzaki Kaori estuviera de acuerdo, Tatemiya e Itsuwa de Amakusa serían arrastrados junto con ella o al menos sacudidos.

Orsola, Agnese y los otros ex católicos romanos serían incapaces de mantener sus corazones en equilibrio si el nuevo hogar que pensaban que finalmente habían reclamado les fuera arrebatado nuevamente.

Todo se reducía a esto.

Una vez que la Reina regente Elizard agarró la Curtana Segunda en contra de su propia voluntad, las fichas de dominó comenzarían a caer en todas direcciones a su alrededor.

Sí, ella misma había dicho que había que apoyar a las naciones.

Y que la colocación de uno solo de los soportes podría provocar su derrumbe.

En su experiencia, todo esto había comenzado con los Crowley Bizarros, pero al menos eran vagamente conscientes de que Lola Stuart lo había causado tanto como Aleister si mirabas hacia atrás a la fuente. Y el problema se había extendido a todo el mundo. Como líder de la familia real, Elizard sabía muy bien que “todo fue obra del Gran Demonio” y “no sabíamos nada al respecto” no serían aceptadas como excusas válidas.

Estaban en una posición similar a la de la Iglesia Católica Romana después de que Fiamma de la Derecha los manipulara.

Esa Iglesia había logrado evitar claramente asumir la culpa, pero si no hubieran podido limpiar adecuadamente durante las secuelas, todas sus naciones y organizaciones en todo el mundo habrían sido despojadas de todos sus activos.

No tenía sentido ganar la guerra si tu país colapsaba después.

¿Qué pasa con la Iglesia Amakusa, las antiguas Fuerzas Agnese e incluso los ciudadanos comunes que no sabían nada de magia?

Tenía que proteger a todas las personas que dependían de la tierra británica, incluso si eso significaba ensuciarse las manos. Ella había elegido eso como su deber absoluto como quien apoyaba a esta nación.

Y todavía.

El demonio ante ella era muy consciente de todo eso, pero aun así interrumpió.

-Itsuwa, Orsola y… sí, es una pena que Lessar y Oriana no estuvieran aquí. De todos modos, podría ser divertido intentar hacerlo desde un ángulo diferente al del beneficio para su organización. Las personas se sienten abrumadas cuando su poder de procesamiento es llevado demasiado lejos y luego hacen cosas que nunca hubieran imaginado de otra manera.

-Maldito seas…

Ese chico había agregado audazmente personas al círculo que lo rodeaba y había construido una gran red de personas. Eso a veces había significado entrometerse en sus corazones retorcidos para evitar que perdieran el control. Y ahora esta persona estaba pisoteando esos tesoros verdaderamente preciosos.

Sin embargo.

Podía transformar esa violación en el peor tipo de espada oxidada.

En lugar de cortar, causó putrefacción.

-Sabes todo sobre eso, ¿no? Aprendí mucho de la forma en que me metiste en ese golpe de estado y guerra mundial para tus propios fines. …Cierto. Tenía una pregunta para ti como madre de Villian. ¿Se enamora rápidamente? Si la haces entrar en pánico al establecer las condiciones A, B y C, ¿se olvidará de la persona por la que originalmente tenía sentimientos y se enamorará de uno?

-¡¡No te atrevas!!

Ella le rugió, pero el chico del esmoquin solo agitó su mano derecha y se dio la vuelta.

No había hablado en serio sobre eso. La Tercera Princesa siempre priorizó los sentimientos de las personas y tuvo problemas para tomar decisiones pragmáticas, por lo que no sería fácil atraparla por ningún medio normal. …Aunque sería interesante ver qué hizo si le dijeron que Acqua estaba a punto de ser ejecutado en la Torre de Londres.

Había estado expuesto a tanta malicia, por lo que sintió que sabía muy bien cómo manejarla él mismo.

Sabía lo que podía decir para herir a la gente. Porque la gente lo había manipulado con tanta frecuencia, lo había usado como escudo y le había arrojado malicia.

Quería ver qué tan fuertes eran los “grilletes” de Elizard.

-Honestamente.

Usaría todo lo que estuviera a su disposición.

Así que.

Para decirlo de otra manera, no dejaría que nadie más lo usara.

Incluso si perdiera el control del número 5 de Ciudad Academia, Shokuhou Misaki, ese no sería el final de su historia.

Una ligera luz rosa impactante se derramó de la comisura de su boca.

Y no habló con nadie.

-Todo esto fue innecesario, Elizard. Si solo hubieras dejado que Mental Out te controlara, es posible que nunca te hubieras llevado al límite de esta manera.

***

Ese salón de baile del Castillo de Windsor estaba en ruinas.

Shokuhou Misaki había acurrucado su espalda para sostener sus rodillas entre sus brazos mientras estaba sentada en el piso alfombrado.

El leve sonido de chirrido puede haber sido su parte posterior de las caderas rozando contra el suelo.

Unos cuantos mechones de cabello descuidado habían caído sobre su nuca blanca como la leche y había grandes arrugas que cubrían su vestido de seda que se basaba en un diseño de traje de conejo. Decadencia. Tenía el extraño encanto de un templo en ruinas o de la estatua de una diosa en ruinas.

Su poder era tan completo y perfecto que se había estancado.

Ella era el dictador que necesitaba ser derrocado.

Esa pose estaba lejos de ser cómoda debido al dolor de cadera que se había ganado en la guerra, pero también parecía que estaba buscando el dolor.

Empezó a apretar el silbato de emergencia barato… y se dio cuenta de que había empezado a dudar antes de hacer esa simple acción.

Pero no porque sus dedos estuvieran temblando.

Porque sabía que ya no era digna.

El A.A.A. en forma de caja dejado por Mikoto se frotaba contra ella como un perro mascota, pero no se atrevía a sentarse en él para aliviarse.

Se dijo que la culpa podría ser un desencadenante del corte habitual de la muñeca.

Provino de un deseo de lastimarte a ti mismo para escapar del miedo a tus crímenes porque temías que alguien más te castigara por ellos.

A pesar de que hacerlo no hizo nada para cambiar la realidad de la situación.

Esa chica había caído en un lugar muy oscuro donde buscaba el dolor y le daba la bienvenida a la inmundicia.

-Oye.

Ella habló.

Aunque sabía que no habría respuesta.

Su voz era anormalmente ronca y sus ojos estaban rojos por frotarlos una y otra vez. Sollozó mientras hablaba con alguien a un metro de ella en esa habitación.

La chica rubia de miel estaba acurrucada justo en frente de una monja con el pelo largo y plateado peinado hacia atrás. Esa chica delgada llevaba un vestido de princesa de cuento que era de color blanco con líneas de color púrpura rojizo. Esa chica probablemente había pasado tiempo con él del que Shokuhou Misaki no sabía nada. Y esa chica ocupaba el puesto que podría haber tenido si las cosas no hubieran salido mal.

El pequeño gato maulló de forma cariñosa pero también solitaria.

La chica de cabello plateado no respondió con la cabeza atascada en un ángulo inclinado.

-Te envidio. Realmente, realmente lo hago.

Y.

Si quisieras discutir su caso, podrías señalar que estaba mal esperar que Shokuhou Misaki hubiera juzgado la situación correctamente. Después de todo, esta guerra había sido su primera batalla anti-magos a gran escala. Kamijou Touma había sido el mismo una vez. Después de hacer retroceder a esa misteriosa figura llamada Stiyl Magnus y llevar a Index herida a través de la noche de Ciudad Academia sin tener idea de qué hacer, ¿realmente había estado tan tranquilo como era conocido por estar en esas situaciones extremas? Por ejemplo, ¿quizás había involucrado a su ignorante y pequeño maestro? Cuando alguien estaba aún más estresado del que sabía y eso lo llevó a tomar una decisión equivocada que normalmente nunca habría tomado, sería cruel exigirle que asumiera la responsabilidad personal por ello.

Podría ser fácil olvidar cuando estabas tan familiarizado con los extraños seres conocidos como Espers de Ciudad Academia, pero en un nivel fundamental, los seres humanos tenían una forma de perder la calma cuando se encontraban por primera vez con lo sobrenatural.

Puede tomar la forma de manía o depresión.

En el caso de Kamijou Touma, resultó que valió la pena. En Shokuhou Misaki, había llevado a un terrible error.

Pero ya sea que irrumpieron en el apartamento de Komoe-sensei con una persona herida o arruinaron una fiesta nacional (aunque privada), sus acciones fueron provocadas por explosiones muy similares de emociones inesperadas.

Shokuhou Misaki había estado trabajando con Misaka Mikoto compartiendo el A.A.A.

Pero ella realmente había estado persiguiendo a ese chico.

Había llegado tan lejos porque él estaba aquí.

Él había sido la luz de la tierra que apenas podía distinguir mientras estaba en los mares tormentosos de su primer conflicto mágico en el que se había sentido completamente rodeada. ¿Y qué si de repente le dijeron que el faro podría ser falso?

¿Era realmente correcto detenerse y dejar que las olas la arrastraran bajo la superficie?

¿Era realmente tan malo acercarse a esa luz, fuera lo que fuera, para saber si realmente había tierra allí?

Azul cielo y amarillo limón.

Se había dicho a sí misma que esos colores no podían ser él.

Todo mientras hacía la vista gorda ante el impactante rosa y esmeralda que destellaba ante sus ojos.

-¿Por qué…?

Al final, ese era el tipo de presión que rodeaba a la chica rubia como la miel.

Dio la casualidad de que su poder era demasiado fuerte.

Su voz era ronca.

Estaba envuelta en una tela seductoramente brillante, similar al esmalte, pero sus ojos y nariz estaban tan rojos como los de un niño pequeño.

-¿Por qué tuve que arruinarlo todo?

Le había aterrorizado que él la olvidara.

Sabía que eventualmente sucedería, pero ese pequeño milagro había continuado, no obstante.

Esa fiesta claramente había sido algo antinatural desde el principio, pero temía que señalarla haría que ese sueño feliz explotara como un globo inflado.

Y.

¿Estaba consciente de que esta agonía era la misma que había experimentado el chico cuando se enfrentó a esa chica de cabello plateado a la que obligaban a borrar sus recuerdos artificialmente cada año?

Lo más probable es que nadie la culpe.

Incluso ese otro chico, que había sido defenestrado después de que ella lo tratara como un monstruo, no diría nada para escupirle a esa chica rubia como la miel.

Pero.

Ese era exactamente el punto.

Todo era tan completo y perfecto que se había estancado y ya no podía moverse.

La niña que buscaba el dolor solo podía enterrar la cara en las rodillas, sollozar como una niña perdida y hablar sola.

-Soy tan estúpida.

No hubo respuesta.

Porque ella lo había hecho así.

Por eso era la reina y por eso estaba sola.

Como siempre.

Solo el pequeño gato permaneció y colocó su pata delantera sobre su pie.

Esa es razón suficiente, ¿no crees?

¿Quién necesita toda esa gran charla sobre el lado mágico y el lado científico?

Ya era hora de que alguien salvara a esa princesa que había caído a las profundidades de la tierra.

Y esta vez, hazlo bien.