Musume Janakute Mama ga Sukinano! (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: Nauseas Matutinas y Decisiones

Parte 1

A mediados de diciembre─────

Las primeras nieves ya habían caído en Tohoku.

Solo había caído un poco durante la noche, pero había una fina capa de nieve fuera de mi casa, de menos de un centímetro de espesor.

El cielo estaba despejado, así que se derretiría en un par de horas.

Me dirigí a través de la fina capa de nieve a la casa de al lado─────la casa de la familia Aterazawa, para entregar una circular de anuncios y─────allí me recibió la madre de Ta-kun, Tomomi-san.

“Oh, Ayako-san”. “Buenos días”.

“¿Está bien que salgas en un día como este?” “Está bien, solo ha nevado un poco”.

“Ten cuidado. Sería muy grave que te cayeras. Si me hubieras llamado, habría ido a recoger la circular yo misma”.

“No, no, cómo podría hacer eso”.

Negué con la cabeza con una sonrisa torcida.

“Pero bueno, de alguna manera, todavía no puedo creerlo”. Dijo Tomomi-san.

“El próximo año… voy a tener un nieto”. “       ”

“Siempre he sabido cuánto te ha amado Takumi en todos estos años, así que no me sorprendí

demasiado cuando empezaron a salir. pero no esperaba que tuvieran un bebé tan pronto”.

“D-D-De verdad lo siento”.

Dije, inclinándome profundamente.

Estaba a punto de arrodillarme, pero Tomomi-san se apresuró a detenerme.

“¡Ah, no! E-Eso no es lo que quería decir! No te estoy reprochando nada… Es que mi mente todavía no lo asimila…”

“No, pero…”

“No tienes que disculparte más. Cuando las dos familias se reunieron el otro día… todos nos

disculpamos lo suficiente”. Dijo amablemente.

“Ahora somos una familia. Si necesitas algo, no dudes en contar con nosotros. Después de todo, es mi primer nieto. Lo mimaré mucho cuando nazca”.

“…S-Sí”.

¡Muchas gracias…!

¡Estoy tan agradecida que podría llorar…!

Soy muy afortunada de que una persona tan santa sea mi suegra.

“¿Cómo te sientes? ¿Con náuseas matutinas…?” “Estoy totalmente bien. Me siento muy bien”. “¿De verdad?”

“Dicen que algunas personas no sufren esos malestares, así que tal vez yo sea de ese tipo”. “Bueno, eso es genial entonces”.

“Sí, supongo que tengo suerte”.

Y con un ‘Jajaja’ y “*Fufufu*’, nos reímos.

Desde esa cálida conversación con Tomomi-san─────pasaron tres días.

Y entonces experimenté el infierno─────

“…Buaaaaaaaaargh.”

Vomité.

Me agaché en el inodoro y vomité todo lo que tenía en el estómago.

“…Buargh… Buaaaaargh… Buuuu… aaaargh…”

Incluso después de vomitarlo todo, seguía sintiendo náuseas y dando arcadas, aunque no salía nada.

“…Haaaah, haaah”.

A duras penas conseguí salir del baño, volví a la sala como un zombi y me desplomé en el sofá.

“Ah…”

Me siento mal.

Siento mucho asco.

Tengo náuseas, el estómago revuelto y también un sueño inusual. Y sé la razón.

Esto es lo que llaman─────hiperémesis gravídica.

La hiperémesis gravídica es una enfermedad que comienza alrededor de la quinta o sexta semana de embarazo, en la que la mujer experimenta náuseas, vómitos, pérdida de apetito, somnolencia y otras anomalías físicas.

Los síntomas y el momento varían mucho de una persona a otra. Incluso la medicina moderna aún no tiene claro la mecánica de esto.

Tenía conocimiento sobre esto, pero no tenía ni idea… de que era algo tan difícil de lidiar.

Hasta hace solo tres días pensaba que era muy afortunada por no padecer estos síntomas… Y de repente los sufrí.

Llegaron de forma sorprendentemente repentina.

“…Urg, argh”.

Recostada en el sofá, moví el brazo como un zombi.

“¿Aló?”

Aferrándome a mi única esperanza, llamé a mi madre.

“Ma… Mamá…”

“Ayako ¿Estás bien?”

“…No. Me siento fatal ¿Qué debo hacer? Siento que me voy a morir…” “Son las náuseas matutinas, así que no se puede evitar”.

“Me siento tan hambrienta, pero no tengo hambre… Mi estómago se siente tan raro…” “Es un típico estómago levantado”.

“¿Estómago levantado…? ¿Y cómo funciona exactamente? ¿Va a empeorar si como o si no

como?”

“Si no comes”.

“¿Eh?… Así que es un malestar por no comer ¿Y por qué le pusieron un nombre tan raro…?” 

“Yo qué sé”.

Me encontraba tan mal que empecé a preguntar cosas que realmente no tenían importancia.

“De todos modos, trata siempre de comer algo. Te sentirás un poco mejor si no te quedas con hambre”.

“P-Pero… cuando como, me dan náuseas”. “Come algo rico y refrescante”.

“Además… el doctor me dijo que no comiera demasiado. Porque no es bueno ganar demasiado

peso”.

“Eso es obvio.” “¿Eh…?”

¿Qué rayos?

¿No es contradictorio?

Si no como, me siento mal. Si como, siento náuseas.

Para no enfermar del estómago levantado, debes comer siempre algo para no tener hambre, pero no en demasía para no engordar.

¿¡…No es demasiado difícil!?

¡Se requiere un equilibrio muy delicado aquí!

“Agh, fui muy ingenua… Subestimé las náuseas matutinas… Lo siento, perdón por pensar que no las tendrías…”

“¿A quién le pides disculpas?”

Preguntó mi madre extrañada.

“Las mujeres embarazadas son increíbles… Todas pasan por un infierno…”

“Depende realmente de cada persona. Algunas personas no las sufren en absoluto, mientras que otras las tienen hasta el final del embarazo”.

¿Hasta el final del embarazo? Está bromeando, ¿no?

Realmente voy a morir si esto dura seis meses más…

“Los síntomas son realmente diferentes para cada persona. Las preferencias alimentarias de algunas personas cambian drásticamente, a otras les disgustan repentinamente ciertos olores… y otras también pueden sentirse somnolientas, por mucho que duerman”.

“Аh… Eso me pasa también.”

Tengo sueño.

He estado somnolienta desde ayer.

Duermo bien por la noche, pero no puedo deshacerme de la somnolencia. Me siento aletargada, ausente… y con sueño.

“No queda más remedio que aguantar y rezar para que termine pronto”. “…Eso parece.”

No estoy enferma y no es algo que se solucione con medicamentos. En ese caso… lo único que me queda es soportar los síntomas. “Avísame si te pones muy mal. Iré enseguida a ayudarte”.

“…Sí, de acuerdo. Te lo agradezco…”

La llamada terminó.

Bajé de golpe la mano que sostenía el smartphone mientras aún estaba recostada en el sofá.

Realmente quería que viniera aquí ahora mismo, pero ya la hice quedarse aquí mucho tiempo mientras yo estuve en Tokio, así que me sabía mal.

Estoy segura de que Tomomi-san me ayudaría si se lo pidiera, pero… siento que voy a necesitar mucha más ayuda de las dos después de que nazca el bebé, así que creo que es mejor no depender demasiado de ellas ahora…

Afortunadamente, el malestar no es tan terrible.

Es duro, por supuesto… pero busqué en internet y encontré que hay mucha gente que tiene síntomas mucho más duros.

No puedo descansar todo el día solo por tener náuseas y somnolencia.

…Eso es lo que pensaba, pero… Ah, después de todo, es difícil. No he podido hacer los quehaceres desde ayer.

Y Miu tiene sus exámenes finales pronto, por lo que le dije que se centrara en sus estudios y me dejara los quehaceres a mí… pero tengo sueño. Mucho sueño.

Mientras yacía inmóvil en el sofá─────el smartphone en mi mano vibró.

Recibí un mensaje de Ta-kun.

“¿Está bien si voy ahora?”

Después de mucho esfuerzo, logré responder.

“Adelante. La puerta está abierta, así que entra cuando quieras”.

Fue una respuesta cortante, pero fue lo mejor que pude hacer. Y después de unos minutos, oí la puerta abrirse.

Existía la posibilidad de que se tratase de un ladrón, por lo que mi reacción era inconcebible para una mujer. Pero no tenía la energía para levantarme.

Todavía estaba recostada en el sofá─────

“¿¡Ayako-san…!?”

Ta-kun entró en la sala.

Cuando me vio recostada allí como un cadáver, corrió hacia mí a toda prisa.

“¿Te encuentras bien…?”

“…Sí, de alguna manera”. “No parece que sea así…”

“E-Estoy bien, estoy bien… Son solo las náuseas matutinas ¿Qué hay de ti, Ta-kun? ¿Por qué

llevas un traje?”

Ta-kun llevaba un traje hoy.

El traje que llevó el primer día de su pasantía en Tokio.

Se lo había puesto ese día para no caer en la trampa de la vestimenta casual… sin embargo, la compañía no tenía un código de vestimenta aculturado, así que siguió vistiendo ropa casual después de ese día.

“Hoy tengo un seminario de búsqueda de empleo”. “Аh… Ahora que lo pienso, lo mencionaste antes”.

“Me enteré por Miu que tus náuseas matutinas estaban empeorando… Por eso pensé en pasar a ver cómo estabas antes de ir a la universidad… No tenía ni idea de que fuera tan grave”.

Mirándome preocupado, se quejó.

“¿Por qué no me lo dijiste?”

“Porque… no quería molestarte. Sé que estás ocupado buscando trabajo”. “Pero eso no…”

“Además, no hay nada que puedas hacer con mi malestar. Los síntomas no mejorarán aunque vengas”.

“…….. ”

Ta-kun parecía dolido. Oh, he dicho algo terrible.

Pero─────tenía que decirlo.

Porque si no, Ta-kun definitivamente se quedará y me cuidará. Ni siquiera sé cuánto durarán mis náuseas matutinas. Si dejo que se quede conmigo, arruinaré su búsqueda de empleo.

“Estoy bien… Solo siento un poco de náuseas, malestar, cansancio y una inusual somnolencia.. ”

“No pareces estar bien en absoluto”. “E-Estaré bien. Además, tengo a Miu”.

“…Y a pesar de eso, el estado de la casa. ”

Ta-kun miró la sala y la cocina con una mirada sombría. Ropa sin guardar.

Polvo por aquí y allá.

Una mesa que no había sido limpiada después del desayuno. Un fregadero con platos sin lavar.

Bolsas de basura sin tirar.