Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 10

Capitulo 8: ¿Armas o Rosas?

Parte 1

Esta historia esta ambientada cuando aun no hay muchas chicas magicas en el pueblo donde se situa el juego del proyecto crianza de chicas magicas.

Spoilometro= 6 Lee esto despues del sexto episodio del anime.

***

Siempre había sido cierto que gran parte del examen de reclutamiento de chicas mágicas quedaba a la discreción del examinador, y muchas personas dotadas serían pasadas por alto. Por ejemplo, si se buscaba a las candidatas elegibles en las escuelas que tenían muchas chicas, sólo se encontraba a las que asistían a la escuela. Las que se quedaban en casa, las que estaban enfermas en el hospital o las que trabajaban quedaban fuera. Pero aun así, dado que nunca se podía esperar que un examinador y una mascota por sí solos cubrieran absolutamente todo lo que había en una región de reclutamiento, tenían que resignarse a que era inevitable que se produjera un cierto número de descuidos, apuntando sólo a los lugares donde se reunían más chicas.

No habían tenido más remedio que hacerlo, hasta ahora. A partir de ahora, las cosas eran diferentes.

Si un examinador utilizara el juego para teléfonos Proyecto Crianza Chicas Mágicas en un examen de selección, reduciría en gran medida los objetivos que se pasan por alto. Tanto si se trata de un ama de casa que lucha por salir adelante como de una popular artista de manga o de una abogada gorrona o de una artesana del lacado que ha sido designada Tesoro Nacional Viviente, si tiene un entorno en el que puede jugar al juego además de la aptitud mágica, entonces podría convertirse en una chica mágica… quizás.

Si se comparan los exámenes hasta ahora con la pesca con caña, este examen sería una red de arrastre. Significaría un número aún mayor de participantes, talentos aún mayores y chicas mágicas aún más poderosas.

O eso dijo la mascota Fav en su brillante discurso sobre lo maravilloso de esta estrategia de examen.

Sin embargo, Músico del Bosque, Cranberry, señaló la pantalla de su teléfono mágico con desinterés. “¿Podemos realmente depositar tanta confianza en esto?”

“Vaya, ¿eres una escéptica de la tecnología, pon?”

“Me preocupa que tal vez el hecho de que recoja a todas las personas que estén dentro del rango, en lugar de que el examinador mire directamente a las personas para seleccionarlas, pueda suponer una diferencia en el tipo de personas que se eligen.”

“No te preocupes por eso, pon. Sé que si fueras del tipo que rechaza las nuevas tecnologías, no tendrías a Fav, la última y mejor hada digital, contigo.”

Cranberry cerró los ojos y se encogió de hombros en silencio.

Fav dio un salto mortal en la dirección opuesta a la anterior, esparciendo polvo de oro. Antes de fundirse en el aire, batió las alas para hacer desaparecer el polvo.

“Sin embargo, no me quejaré de ti, Fav.”

“Y también tiene otras funciones nuevas. Por ejemplo, si tienes este nuevo modelo de terminal, con el acceso maestro, tienes el poder de vida o muerte sobre los examinados, pon. Puedes realizar el examen con total tranquilidad y seguridad, pase lo que pase, pon.”

Cranberry juntó las cejas como si viera esto bastante repugnante y escupió: “Inútil. Ese es el tipo de cosas que preferiría manejar yo misma y no dejárselas a una máquina.”

“Entonces hagamos lo que podamos, pon. Ya tenemos la pelota en marcha con el examen, pon. No puedo permitir que seas tan indiferente a esto siempre. Los candidatos atrapados en esta red superan a los de los exámenes regulares tanto en calidad como en cantidad, pon.”

Cranberry no respondió. Le dio la espalda al teléfono mágico y se puso junto al alféizar de la ventana, apoyando la mano en el marco para mirar al exterior. El viento soplaba, haciendo que las cortinas rasgadas se balancearan y la barra de la cortina crujiera. “¿Mayor que los exámenes normales tanto en calidad como en cantidad, dices?”

“Sí. ¿Hay algún tipo de problema, pon?”

Con el dedo corazón de la mano derecha, Cranberry se hizo tap-tap en la frente y luego soltó un suspiro que sonó deliberado. Después de ese suspiro —tan largo que parecía que podría llegar a afectar al holograma de Fav— murmuró como si fuera para sí misma, pero también como si quisiera que él la oyera:

“¿Esto es de alta calidad?”

***

Cranberry consideraba que los perfiles previos a la transformación no eran aptos ni para hacer papel de seda. No le daba importancia a ese tipo de cosas cuando se trataba de examinados; de hecho, lo ignoraba por completo. Aunque Fav redactara documentos al respecto, no los miraría. Para Cranberry, el resultado —la chica mágica— era lo importante, y el medio para llegar a ese resultado, su vida como humana, sólo lo contaminaba.

Fav era diferente.

Las vidas humanas tienen historia, y la historia tiene peso. Aunque una chica pareciera ordinaria y común a simple vista, aunque tendiera a parecer una especie de plantilla, no habría otra como ella. Por muy aburrida que fuera una vida, era su mundo, y su muerte era el fin de su mundo. Precisamente por eso la gente temía una muerte no buscada e intentaba escapar de ella.

¿Qué tenía de interesante que el Monstruo A apareciera para ser derrotado por el héroe? Cuando conocías el nombre del Monstruo A, su familia, su historia personal, su personalidad, sus intereses, su forma de pensar, sus principios y opiniones, su ideología —todo—, conocías al Monstruo A tan bien como el propio Monstruo A se conocía a sí mismo, entonces el Monstruo A dejaba de ser un NPC sin nombre, y eso era lo que hacía que fuera un espectáculo divertido cuando el héroe lo mataba.

En ese sentido, un perfil de su época como humana era importante. Calamity Mary, la primera chica mágica de Proyecto Crianza de Chicas Mágicas, era única, y eso era algo que había que apreciar. Fav se había cansado un poco de las chicas púberes que se acaloraban si uno se les insinuaba antes de hacerse ilusiones sobre su propio heroísmo, para luego morir.

“Treintañera tardía, violenta con su hija, alcohólica, abandonada por su marido y su hija, con la vida hecha polvo y viviendo sola.”

Si fueras el tipo de examinador aburrido, ese perfil por sí solo podría hacer que la sellaras como descalificada. Fav no podía imaginar la expresión que aparecería en el momento en que una figura tan singular fuera asesinada. ¿Se rendiría, o lucharía, o rogaría por su vida, o alguna clase de sabiduría de la edad adulta le permitiría escapar de su apuro? Antes incluso de conocerla, Fav estaba deseando su muerte. Y así, Fav se dirigió a conocer a Calamity Mary—Naoko Yamamoto.

“Felicidades, pon. Has sido elegida como chica mágica, pon.”

Ya transformada por Fav, Mary miró su holograma, escuchó su voz y no reaccionó realmente. Tocó la pantalla de su teléfono y terminó la búsqueda. Fav miró alrededor de la habitación. Las revistas y las cajas de cartón de las compras en línea estaban esparcidas por todas partes, y las bolsas de basura rellenas estaban allí, en el suelo. Había un paraguas de plástico roto y un triciclo tumbado de lado, y por toda la mesa de la cocina y el suelo había filas y filas de botellas vacías.

Fav nunca había visto una habitación así, y la novedad le satisfizo, así que esperó la reacción de Mary. Después de terminar la búsqueda, Mary se dirigió a la tienda y eligió usar los caramelos que había ganado en la búsqueda para reparar sus armas. A continuación, mejoró sus armas, compró un paquete mágico, comprobó los caramelos que le quedaban y murmuró en voz baja: “Mierda”, y luego, muy probablemente para participar en una búsqueda de tiempo limitado con una buena recompensa, se dirigió directamente de la tienda al mostrador de recepción de la búsqueda…

“Hey, ¿por qué me ignoras, pon? Fav no te dejará decir que nunca notó algo tan impresionante como Fav, pon. Es imposible que no hayas oído mi dulce voz como la de una encantadora criaturita del bosque, pon.”

Mary no contestó, con los ojos puestos en su teléfono.

“¿Eh? ¿Por qué? Creo que si te miras en un espejo de cuerpo entero, lo entenderás, pon. ¿No tienes un espejo en alguna parte, pon? Aunque un espejo de lavabo o de baño funcionaría, pon.”

Mary comprobó que no había ninguna búsqueda próxima anunciada y se dirigió al coliseo.

“Heeey, escuchaaaaa. Fav nunca ha tenido una reacción como esta.

Es desconcertante, pooon.”

Recogiendo la botella de alcohol azul pálido que tenía a su lado, Mary se echó el líquido a la boca y luego, con lentos movimientos de la garganta, lo tragó. Con un fuerte eructo, se volvió hacia su teléfono.

Un pensamiento golpeó a Fav. “Espera, no creerás que estás alucinando por el alcohol, ¿verdad, pon? No, no, es imposible que lo veas tan claro si Fav fuera una alucinación, pon. Puede que Fav sea una fantasía, pero aun así, déjate de ese tipo de métodos de superación, pon. Fuiste elegida para ser una chica mágica de verdad, ¿vale? ¿Has oído eso, pon?”

Tardó diez minutos en conseguir que reconociera su existencia, y luego otros diez minutos para que fuera a comprobar que no mentía sobre su condición de chica mágica. Calamity Mary no dio un salto de sorpresa ni rebotó de alegría. Con una expresión de “Supongo que estas cosas pasan”, su boca se torció en una sonrisa que le llegó a los ojos.

“Así que, Cranberry, te pido que asumas el papel de su mentora, pon.”

“¿Por qué yo?”

“Ella es la primera chica mágica de Ciudad N, pon—esto es un evento de primera, algo para conmemorar. Fav prefiere que le enseñes cómo debe ser una chica mágica, en lugar de que Fav asuma el papel de mentor, pon.”

Fav no dijo lo que realmente estaba pensando al pedirle a Cranberry que fuera su mentora: que parecía que sería interesante que las dos se conocieran. Fav se aseguró de explicarle a Cranberry que tenía que comprometerse a actuar como participante, y que no olvidara que ella era la primera chica mágica elegida por Fav, mientras que Mary era la segunda. Entonces organizó un encuentro entre las dos en la azotea del edificio más alto del distrito de Kounan.

Calamity Mary tenía la mano en el ala de su sombrero de diez galones mientras miraba bruscamente a la primera chica mágica que había visto aparte de ella.

Por el contrario, Cranberry inclinó profundamente la cabeza, adoptando una actitud cortés. “Es un placer conocerte, Calamity Mary. Me llamo Músico del Bosque, Cranberry.”

“Ajá.”

Cranberry estaba especializada en ser examinadora. Sabía qué tipo de chicas mágicas buscaba el Reino Mágico, y también era capaz de explicárselo a los examinados. Sin embargo, como ella misma creía que esas chicas mágicas eran innecesarias, su explicación era completamente apática. Y a Mary tampoco le importaba, su postura era lánguida mientras escuchaba. De vez en cuando, Cranberry se deslizaba en un monótono zumbido, limitándose a recitar las palabras que había memorizado, mientras Mary bostezaba y bebía su bebida, sin tomarse nada en serio.

Fav observó, prácticamente mareado. Sería malo que chocaran de repente y se arruinara el examen, pero esperaba que pasara algo interesante.

Una vez que más o menos terminó su explicación, Cranberry le preguntó a Mary: “¿Tienes alguna pregunta?”

Mary inclinó hacia atrás su botella cuadrada y engulló ruidosamente su bebida.

Luego se limpió la boca con el dorso de la mano derecha y golpeó el fondo de la botella de alcohol contra la barandilla de metal. “Estás diciendo que eres mi chica mágica ‘mentora’.”

“Sí.”

“El juego salió a la venta hace apenas una semana.”

“Sí, así fue.”

“En otras palabras, aunque te consideres más experimentada, sólo te convertiste en chica mágica una semana antes que yo.”

“Bueno, supongo que es cierto.”

“¿Por qué me miras por encima del hombro? Con sólo una semana de diferencia, en la escuela o en el trabajo, no es una relación vertical; somos iguales. ¿Me equivoco? Si hay alguna otra razón por la que estás jugando a ser mentor y a soltarme tonterías arrogantes cuando sólo te has convertido en chica mágica una semana antes que yo, entonces te escucho.”

Cranberry y Mary se miraron en silencio. Había una distancia de cinco grandes escalones entre ellas, lo que resultaba anormalmente alejado para dos personas que mantenían una conversación. El viento de la parte superior del edificio agitaba el cabello de Mary y hacía que las rosas de Cranberry revolotearan. Mary cerró un ojo, y Cranberry exhaló una bocanada de aire por la nariz.

“Perdóname.” Dijo Cranberry. “No era mi intención… Me disculpo si mi actitud pareció arrogante.”

“Hmph.”

Mary sabía que la disculpa de Cranberry no iba en serio, y Cranberry era consciente de que Mary lo sabía. Un aire seco y tenso, como el viento que sopla sobre un páramo, flotaba entre las dos. Ambas podían sentir que lo que había entre ellas podía estallar en cualquier momento.

No se trataba de algo tan suave como dos guerreros que se reconocían mutuamente lanzando una pelota de un lado a otro, tanteando el terreno para ver si se peleaban o no. Simplemente estaban irritados, enfadados. Estas dos no se llevaban bien.

Mary levantó su mano derecha y la izquierda de Cranberry se movió en respuesta. “¿Está bien si hago una pregunta?” Dijo Mary.

“Adelante.”

“Entiendo que has dicho que hay que hacer cosas buenas por la gente, pero… no has dicho que no hay que hacer cosas malas, ¿eh?”

“Porque todo el mundo lo entiende, sin que yo lo diga expresamente.”

El aire se puso tenso. Fav se dio cuenta de que no debería haber dejado que se apoderara de su curiosidad. Las dos chicas nunca habían congeniado desde el principio. Fav no quería una pelea inútil antes de que empezara el examen.

Cranberry esbozó una fina sonrisa, mientras que sólo las comisuras de la boca de Mary se volvieron hacia arriba. Siguieron sosteniendo la mirada de la otra durante un rato.

Cranberry miró primero hacia otro lado, y luego abrió lentamente la boca y rompió el silencio. “Si se descubren tus fechorías, se revocarán tus calificaciones como chica mágica, y se te hará olvidar que alguna vez fuiste una chica mágica. Y dependiendo de lo que hayas hecho, puedes ser entregada a las autoridades humanas.”

“Je.” Mary se rió en el fondo de su garganta, pero no parecía divertida. “Los forajidos son colgados, ¿eh?”

“Eso depende del grado de su fechoría.”

Mary dio otro trago a su bebida pero no hizo más preguntas. Eso fue todo. Cranberry le dijo a Mary que se pusiera en contacto con ella si tenía algún problema y se fue. Fue de un edificio a otro, dirigiéndose a su puesto de trabajo sin decir nada más.