Hazure Skill Kage Ga Usui (NL)

Volumen 1

Capítulo 15: Fiesta De Celebración

Iba de camino a casa después de que se anunciara que me encargaría de todos los exámenes.

—¡Señor Roland…!— llamó Milia. Me perseguía mientras acunaba una bolsa de papel.

—¡Vamos a celebrarlo! Después de todo, has sido nombrado nuestro examinador a tiempo completo.

Con un—ta-daa— sacó una botella de vino de la bolsa. A demás er a un tipo bastante caro.

—No, hoy tengo que…

—¡Cuando ocurre algo bueno, es normal celebrarlo con todos!

—¡¿Es normal ?! …Muy bien, entonces. Si ese es el caso…

—¡Yay! ♪ …Espera. No estás haciendo lo que te dicen simplemente porque dicen que es normal, ¿verdad?

—Acabas de decir que es una celebración con todos, ¿verdad?

—¿Hmm? Oh, sí. La directora de la sucursal también se pasará un poco más tarde. Ella va a volver a casa para cambiarse primero.

—¿Dónde estamos haciendo esto?

—En tu casa.

Así que lo normal es celebrarlo en la casa del festejado. Yo tenía ligeras reservas al respecto, pero ¿qué otra opción había?

—…Muy bien. Vamos.

—¡Yay!

Cuando llegamos a mi casa, encontramos a Iris de pie junto a la puerta principal, inquieta.

—¡Vaya, has llegado muy rápido!— dijo Milia.

—Supongo que sí. Esto es para la celebración— Iris me entregó una costosa botella de licor.

Milia sonrió. —Esta noche sí que está elegante, Señora.

—No en particular. Esto es normal para mí.

Se había vuelto a maquillar y llevaba ropa elegante, así como una pulsera.

Ya veo.. . Así que esto es normal .

—Sin embargo, me parece que estás muy mentalizad a — comentó Milia.

—Cuidado con lo que dices— replicó Iris.

Cuando entramos, Rila se escabulló ruidosamente por el pasillo.

—Bienvenido ho- Hmm? Parece que hoy tenemos visitas. Qué rareza.

—Me alegro de verla de nuevo, Señorita Prima Donna.

Rila saludó a Milia con una ligera inclinación de cabeza. —…¿Qué? ¿Estás planeando un cuarteto o algo así?— preguntó.

—No. Aparentemente, estamos celebrando— respondí.

—¿Celebrando?

—Te lo explicaré. Encantada de conocerte. Soy la jef a de Roland, Iris Negan.

—Ah, sí. Te reconozco.

Iris parecía dudar de esa afirmación. Sin duda, Rila se había familiarizado con el aspecto de Iris porque entraba y salía de la oficina como un gato con mucha frecuencia.

Iris la puso al corriente de lo que había pasado en el trabajo.

—Oh-ho. Así que es por eso que usted está teniendo un banquete, entonces. Mm-hmm, no es una mala idea.

Por alguna razón, Rila parecía complacida.

—Señorita Prima Donna, ¿le importaría prestarnos su cocina?

—Hmph. ¿Te atreves a entrar en mi castillo? Admiro tu valor, jovencita.

—…¿De qué estás hablando? Sólo vamos a hacer comida. Todo lo que estamos haciendo es cocinar.

Tras un breve intercambio, Rila y Milia desaparecieron en la cocina. A su manera, parecían llevarse bastante bien.

—Um, Señorita Prima Donna, ¿qué es esta cosa en la olla?

—Es una sopa que preparé con mucho esfuerzo. Una sola prueba hará que cualquiera se arrodille.

—Um… creo que sería más probable que enviara a alguien a desplomarse… ¡Oye! ¡Asegúrate de alimentar al Señor Roland con comida decente!

—¡ Damisela , cierra la boca! Incluso yo trazo la línea en alguna parte.

—¡Ya basta! Estás en el camino, así que lárgate.

Oí que l a s dos se gritaban desde la cocina. Finalmente, Rila entró en el salón, con aspecto de haber sido desterrada del castillo de l Señor Demonio.

—Esa maldita doncella no entiende nada… Oh, parece que he olvidado presentarme. Soy Rileyla Diakitep. Mi agradecimiento por cuidar siempre de este hombre— dijo Rila a Iris.

—En absoluto. Parece que no tiene fin de sorpresas útiles.

Mientras merendaban cecina, Rila e Iris apuraron sus vasos de vino.

—…¿Y cuál es exactamente tu relación con Roland?— preguntó Iris.

—Eso es obvio, ¿no? Soy algo así como su compañer a .

—Su compañer a … ¿Eh? ¿Qué?

Apenas había terminado de explicar que Rila y yo nos habíamos conocido durante un viaje.

C ompañer os . .. ¿Somos c ompañer os ?

—No hay necesidad de estar tan nerviosa, Iris. Soy generosa. Es natural que una hembra busque un buen ganado. No tengo intención de investigar dónde elige sembrar su semilla… Siempre que se asegure de volver a mí…— declaró Rila, aunque dijo esto último en un tímido susurro.

Su cara estaba roja, probablemente por el alcohol.

—Hmm, ya veo. Así que por eso siempre me rechaza cuando le invito a cenar.

Rila se rió ante el comentario de Iris.

—Señorita Prima Donna, ¿de qué estás hablando? Ahora estoy un poco deprimid a .

Tras traer algo de comida, Milia se unió a la conversación.

—Una chica que apenas ha terminado de mojarse no está ni siquiera al mismo nivel. También podrías caer de rodillas ante mí, virgen.

Aunque no ha pasado tanto tiempo desde que perdiste la virginidad.. .

—¡Grrrr…!

Plonk. Milia se sentó a mi lado y engulló de un trago la bebida que se había servido.

—Ahhh… Después de ver lo poco hábil que es usted en la cocina, Señorita Prima Donna, está claro que yo soy mucho mejor y definitivamente más preferible.

—No soy tan exigente cuando se trata de la comida— comenté.

Mientras tuviera los nutrientes adecuados, no me importaba mucho.

—Ahí, ¿ves?

—¡Grrrr…!

Participamos en la bebida y en la comida de Milia.

La conversación giró en torno al trabajo y los acontecimientos pasados. No nos faltaron cosas de las que hablar.

Cada una de las mujeres tenía su propio tipo de elegancia. Una era una flor en lo alto, otra un diente de león a sus pies y la tercera una gran rosa en flor.

Rila, que había estado bebiendo alegremente, fue la primera en caer. En un intento de seguir el ritmo, Milia fue la segunda en caer. Me llevé a cada una de ellas a una cama para que pudieran dormir la borrachera.

Iris y yo seguimos charlando mientras nos beb ia mos lo que queda de vino.

Nuestros ojos se encontraron de repente. En realidad, fue más bien como si sintiera una mirada que se clavaba en mí y levanté la vista, preguntándome qué era.

Beso. Como si tratara de medir el espacio entre nosotros, Iris se inclinó y rozó ligeramente sus labios contra los míos.

—…No intentaste escapar. Qué travieso eres.

—Sabes lo que solía hacer. Creo que eres consciente de lo travies o que soy.

—Oye… ¿Seducir mujeres también es una de tus especialidades?

—Era una opción para obtener información… Supongo que depende de la situación… Si hubiera necesidad de ello, lo haría.

Iris me empujó los hombros para tumbarme en el sofá. Se subió encima de mí y me dio un profundo beso, con lengua y todo.

—¿Estás borracho?— Pregunté.

—Ha-ha. Diremos que lo e s t oy…

Iris se echó el pelo hacia atrás, dándole una mirada sensual.

Se desabrochó los botones de su propia blusa, y el encaje de su ropa interior y el valle de sus pechos se asomaron.

—No puedo creer que le hagas esto a uno de tus empleados.

—No es que me estés rechazando…

Tomó mi mano y la llevó a su pecho expuesto.

—Realmente eres un hombre tan malo, haciendo esto mientras la pequeña Rila está durmiendo en la habitación de al lado.

—…creo que eres mucho peor por seguir haciendo esto siendo plenamente consciente de ello.

Iris era un tipo de mujer diferente a Rila.