Hazure Skill Kage Ga Usui (NL)

—Hay algo que me gustaría que hicieras, Roland.

Después de cerrar el Gremio de Aventureros, a menudo celebrábamos breves reuniones en las que Iris hacía anuncios. Esta vez, ella me había llamado específicamente.

—¿Qué pasa? …Si me invitas a cenar, debo declinar cortésmente.

—¡No lo haré! No me rechaces cuando ni siquiera me he ofrecido— Iris se aclaró la garganta antes de continuar. —Hasta hoy, hemos estado rotando los miembros del personal que se encargan de los exámenes de los aventureros, ¿verdad? A partir de ahora, vas a ser la única que los dirija.

Parecía una decisión extraña. La oficina no estaba tan ocupada como para no poder permitirse la interrupción que suponía la rotación.

Las cosas iban bien.

—Directora de Sucursal, ¿está segur a de que puede dejar eso en manos de Roland? La razón por la que cambiamos a la gente en primer lugar es porque no queremos que las cosas se vuelvan demasiado desiguales en función de los gustos personales de un supervisor— dijo Maurey.

—Sí, es cierto— respondió Iris. —Pero he estado recopilando algunos datos , echa un vistazo.

Los documentos que pasó contenían un registro de comparaciones entre los aventureros que yo había examinado frente a los que tenían mis compañeros.

—Una diferencia tan grande…

—Pero no había ningún destacado entre los aventureros que el Señor Argan pasó.

—En realidad, lejos de tener talento… una tonelada de ellos suspendió el examen en otras ramas…

—Pero a pesar de eso…

En la hoja había un historial de las tasas de aceptación de misiones de los aventureros que había pasado, así como su promedio de éxitos. También detallaba los promedios de la rapidez con la que mis aventureros ascendían en el escalafón.

—¡Señor Roland, esto es increíble! La mayoría de los aventureros acabaron ascendiendo al rango E en sólo un mes!— exclamó Milia, con los ojos muy abiertos y golpeando fuertemente su copia.

Es suficiente, Milia. Tengo los mismos documentos, así que puedo comprobarlo por mí mism o .

Iris silenció al excitado personal.

—Creo que esto deja las cosas bastante claras. Todos los aventureros que pasa Roland son excepcionales.

— U -uno de los aventureros que recuerdo que Roland a pro b ó… es ya un rango C…— dijo Milia.

—Espera un segundo, pero Roland sólo empezó a hacer exámenes… hace dos meses.

—¿Una de las primeras aprobaciones de Roland? ¿Subier ó al rango C en sólo dos meses? ¿Cómo…?

—¡Esto es súper de primera línea!

Los recuerdos del primer aventurero con el que me crucé pasaron al primer plano de mi mente.

Milia sacó el registro de aventureros. En él también estaban registrados los resultados de los exámenes de cada aventurero.

—E-espera-es esta persona. Por favor, ¡mira! Aquí mismo— dijo.

Otros miembros del personal se agolparon para echar un vistazo a los registros.

—Medida mágica… E. Eso no es bueno.

—Oye, espera. La evaluación práctica también fue una E…

—¿No es el límite de aprobación para ambos una C…?

—Le habría fallado.

—Cualquiera lo hubiera hecho.

No había sido severo en mi evaluación del aspirante. El aventurero me había mostrado los resultados de otro examen fallido, y la evaluación de la capacidad había sido más o menos la misma.

— ¡¡¡¡ Este aventurero fracasado es la persona que más rápido ha ascendido al rango C?! !!!

Aunque había normas, la persona que tenía la última palabra sobre si alguien aprobaba era el supervisor. Yo evaluaba algo más que las capacidades del candidato. También observaba su carácter. Ese aventurero en particular había sido un chico serio, honesto, sincero y trabajador.

Cuando le dije que había aprobado, se sorprendió tanto como los demás. Después de la prueba, repasé los puntos fuertes y débiles que había observado mientras le administraba el examen.

Las personas que tienen un gran sentido de sus puntos fuertes y sus defectos son sorprendentemente raras. Después de asegurarme de que lo entendía, le di explicaciones concretas sobre cómo compensar y aprovechar sus puntos fuertes. También le enseñé lo que debía tener en cuenta cuando se embarcaba en misiones de caza en solitario, así como el papel que debía adoptar en un grupo y cómo luchar con él.

“Es la primera vez que alguien me explica tan a fondo… ” me había dicho el joven, completamente emocionado. “¡Sólo mira! ¡Le pagaré por haberme adelantado, Señor! Me voy a dejar la piel”.

Evidentemente, había cumplido esa promesa.

Es probable que la gente de otras sucursales le haya dicho que no está hecho para ser aventur ero .

El hecho de que alguien sea apto para una vida así depende más de su propia motivación que de cualquier otra cosa. Sin ese impulso, ni siquiera los empleados del gremio podían obligarles a aceptar misiones. Si no hay ambición, no hay crecimiento. Nadie podía obligarte a mejorar si no querías hacerlo. Por eso creía que sacar la motivación de un aventurero era parte del trabajo.

—¿Has hecho algo especial durante tus exámenes?— preguntó Iris.

—No especialmente— respondí. A partir de ahí, conté cómo solía realizar mis pruebas.

Los miembros del personal quedaron sorprendidos.

—¿Te desvías de tu camino para hacer eso…?

—No creo que hubiera podido dar consejos tan precisos, aunque hubiera querido.

—¡Sabía que era usted diferente, Señor Roland! Estaba segura de ello, desde el principio— dijo Milia.

Iris asintió pensativa. —Estoy convencida de que los aventureros con los que te cruzas se esfuerzan más después de ver lo sincer o que eres.

—No, es el resultado de su propio trabajo. Yo no tengo nada que ver con eso— protesté.

—Qué modestia, incluso después de todo lo que has hecho…— elogió un compañero de trabajo.

—No, no estoy tratando de ser modesto. Realmente creo en lo que dije.

—No es que no tengas nada que ver con los éxitos de los aventureros que pasas… Nunca te adjudicas ningún logro propio— añadió otro miembro del personal.

—Su sentido de la profesionalidad es algo genial…— comentó un tercero.

Iris se rió de los comentarios de sus subordinados.

—¿Aceptarás entonces mi propuesta? Realmente me gustaría confiarte esta responsabilidad.

—Si te parece bien, entonces aceptaré. En realidad, creo que el trabajo será más eficiente si los demás no tienen que dedicar tanto tiempo a los exámenes.

Los aplausos estallaron. Una extraña sensación me invadió , casi me dio un poco de vergüenza.