Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 9

Capitulo 5: Mas Allá Del Triangulo

Parte 1

Esta historia esta ambientada durante de los sucesos del Proyecto de crianza de chicas magicas Jokers.

***

“Hay algo que quería preguntarte, ¿tienes un minuto?”

Princess Quake apartó la vista de la revista semanal de manga shonen que había estado leyendo y se volvió en dirección a la voz. Princess Tempest la miraba con expresión seria.

Eran miembros de The Pure Elements, las guerreras mágicas que luchaban para proteger al mundo de los Disruptores, invasores malvados de otra dimensión. Pero The Pure Elements no estaban de guardia en el laboratorio las veinticuatro horas del día. A veces, sólo dos de ellas estaban allí —a veces, sólo una— y no era raro que no hubiera nadie. Actualmente, sólo estaban Princess Quake, su líder, y Princess Tempest, su miembro más joven, en la sala de reuniones. Al estar en la escuela primaria, Tempest tenía una jornada escolar que terminaba antes que las de Princess Deluge y Prism Cherry, que estaban en la escuela media, y la de Princess Inferno, que estaba en la secundaria. Y Quake estaba en la universidad, por lo que su horario era aún más flexible.

“¿Consejo?” Dijo Quake. “¿Quieres decir de mi parte?” “Sí.”

Princess Quake —Chiko Satou— era una estudiante universitaria. Ser la mayor del grupo la había metido con calzador en la posición de líder, y Tempest, siendo una niña pequeña, seguramente veía a Quake como una persona apropiada a la que pedir consejo. Aunque Quake se sintió culpable de que la evaluación de Tempest sobre ella fuera tan inmerecidamente alta, asintió. No pudo decir:  “Le estás pidiendo

consejo a la persona equivocada. La sensata Deluge o la burbujeante Inferno estarían mucho mejor equipadas para esto. Probablemente soy la mayor inadaptada social de todo nuestro grupo. Soy el tipo de cuasi desconocido que se encuentra mirando a los niños cuando voy por la calle.” La naturaleza de Quake era que cuando un niño la buscaba para pedirle ayuda, ella quería responder, y cuando su orgullo mezquino se metía en ello, se veía obligada a fingir que era un adulto en el que valía la pena confiar.

Poniendo una sonrisa como si estuviera muy tranquila, apoyó los codos en la mesa y apoyó la barbilla en el dorso de la mano. Rezando para que esto la hiciera parecer una adulta equilibrada y madura, preguntó a Tempest: “¿Tienes algún problema? ¿Tienes algo en mente?”

“Necesito un consejo romántico.”

No le pareció apropiado burlarse de Tempest por ser precoz. La chica parecía más seria de lo que había mostrado nunca, incluso en los entrenamientos. Habría sido mucho más fácil si Quake le hubiera dicho: “¡Eres demasiado joven para preocuparte por las relaciones! Espera otros diez años o algo así.” Pero a merced de la mirada seria de Tempest, Quake no podía decir algo así.

Quake dejó su revista de manga sobre la mesa. Tenía la alucinante sensación de que Tempest, en el lado opuesto de la mesa, estaba más lejos de lo habitual. ¿Era una sensación psicológica de distancia? Desde luego, había una profunda división entre un corazón y otro. La sala de reuniones, de un blanco crudo, parecía más sombría que de costumbre.

“Consejo romántico…”

“Sí, eso. Se trata de un triángulo amoroso.”

Un triángulo amoroso. De repente, se encontró con un problema matemático.

Hacía poco menos de veinte años que Chiko Satou había nacido, lo suficiente como para alcanzar la mayoría de edad. En todo ese tiempo, había tenido tan poco interés en los asuntos románticos que básicamente se podía redondear a cero. Y ni una sola vez había estado en una situación romántica. Entre sus compañeros, había gente que se juntaba o rompía o lo que fuera, pero todo eso ocurría en un planeta totalmente diferente al de Chiko. Hay gente que antepone las relaciones románticas a cualquier otra cosa. Si les dijeras “no estoy enamorado de nadie” o “no me interesa una relación”, se burlarían y te acusarían de mentir. Ese tipo de cosas incomodaban a Chiko, pero por lo demás no le molestaban. Los pocos amigos de Chiko y sus interacciones con el sexo opuesto eran sólo a nivel de llamadas de negocios.

Nunca había sentido especialmente que quisiera salir con alguien. Miraba con el rabillo del ojo a los niños que se divertían en los parques infantiles para tranquilizar su corazón, pero no era que quisiera estar con esos niños y niñas. Si esos niños estuvieran en problemas, ella ofrecería toda la ayuda que pudiera, y su recompensa sería disfrutar

observando su dulzura desde la distancia. Era una relación simbiótica, diferente de las citas entre hombres y mujeres que se comprometían a tratarse mutuamente como sus posesiones.

Y ésta era la clase de persona que Tempest afirmaba que quería consejo sobre lo que podría llamarse una aplicación del mundo real del romance: un triángulo amoroso. Si por ella fuera, Quake preferiría decirle a Tempest que una mujer adulta con una gran experiencia en relaciones románticas no estaría absorta en la lectura de un manga shonen en la sala de reuniones. Pero, ¿podría decirle algo así a la cara, con esos ojos brillantes de respeto y expectación? Quake no podía soportar que esos hermosos y brillantes ojos se vieran empañados por la decepción. Así que se armó de valor. Ahora era oficialmente una maestra del romance. Ella resolvería completamente las preocupaciones de Tempest. Así es como debe ser una líder.

“Un triángulo amoroso, ¿eh? Eso es difícil. Mmmm. Bueno, primero, cuéntame.”

“Hay un chico llamado Shou que se mudó aquí el verano pasado.” Empezó Tempest, pero luego se giró hacia el otro lado.

Con un zumbido mecánico, el mamparo se deslizó hacia arriba. Alguien estaba a punto de entrar en la sala de reuniones. Una vez que estuvo a unos veinte centímetros de altura, pudieron ver sus botas. Negras y rojas. Era Princess Inferno.

Tempest se arrastró sobre la mesa, acercando su rostro al de Quake. “Lo siento, no puedo hablar de ello con Inferno aquí. Te lo preguntaré en otro momento.”

Quake rumió el fragante aliento de Tempest, su adorable rostro — que había estado tan cerca que casi podía sentir su calor corporal— y ese último comentario susurrado. La expresión de felicidad de Quake, con la mandíbula floja, se transformó en un ceño fruncido. Tempest no podía hablar de ello cuando Inferno estaba aquí. Quake estaba segura de que eso era lo que había dicho.

Tal vez Quake era lenta, pero a veces podía hacerse una vaga idea. Tempest había dicho que quería pedir consejo sobre un triángulo amoroso; ¿podría ser que una esquina de ese triángulo fuera Inferno?

Tempest volvió a su asiento, y luego fue a saludar a Inferno como si nada hubiera pasado. “¡Bienvenida!”

“¡Heya! ¿Qué pasa, chicas?” “Hoy llegas temprano, Inferno.”

“Porque me transformé en el camino y me apresuré.”

Tempest se dirigió a ella como siempre, e Inferno también respondió lo mismo de siempre. Tal y como lo veía Quake, no veía nada especialmente extraño en ellas dos.

“¿Qué pasa, Quake? Te veo mirando hacia abajo.” Dijo Inferno. “¿Ah, sí? No pasa nada, estoy totalmente bien.”

“¿Tienes algo en mente?”

“Ummm, uhhh… Oh, sí. Un manga que me gusta fue cancelado.” “Ahhh, ese manga de robots. Sólo lo he hojeado de vez en cuando, así que no me he dado cuenta.”

El tema pasó a ser el manga que se había cancelado en la revista de esa semana. Inferno tomó asiento en una silla libre, y Quake dijo: “Compré el primer volumen, y agregaron contenido extra para el volumen impreso”, mientras examinaba casualmente la expresión de Tempest.

Tempest había vuelto a su actitud habitual de chica mágica alegre, sin penas ni preocupaciones, escuchando a Quake hablar. ¿Había sido la imaginación de Quake? No, no podía serlo.

“Ooh, ¿lo has comprado? Tienes un gusto raro.” Dijo Inferno.

“Hey, mira. En realidad me gustó mucho, ¿vale? Y además, ¿ni siquiera te diste cuenta de que lo habían cancelado…? Eso duele.”

“¡Pero era aburrido!”

“¡No me pegues mientras estoy en el suelo, Tempest! Ese manga sólo estaba, ya sabes, dirigido a una franja de edad ligeramente superior.”

“Incluso un estudiante de secundaria pensaría que es aburrido.” Dijo Inferno. “Si vas a tener robots, quieres que pasen más cosas, más

peleas. La historia se alargó mucho con todas esas cosas entre bastidores. Así no vas a ganar votos en la encuesta de los lectores.”

“Oye, ese es el tipo de construcción del mundo que cimenta una base adecuada.”

“Pero si te cancelan mientras construyes los cimientos…” “¡Perdónenme!”

“¡Hola!”

“Oh, Cherry y Deluge. Apareciendo juntas de forma llamativa,

¿eh?” Inferno se burló.

“¿De qué estaban hablando?” Preguntó Deluge.

“De manga.” Respondió Tempest. “En fin, ya que estamos todas, juguemos un partido en la sala de entrenamiento. Esta vez seguro te ganaré, Inferno.”

“Eso no es un juego, es un simulacro de batalla.” Replicó Inferno.

“Simulacro de batalla, juego, lo que sea. ¡Vamos, vamos, hagámoslo!”

“Tú también te unes, Prism Cherry.” Dijo Inferno. “¿Eh? Pero yo debería estar en la sala de reuniones.”

“¡Estará bien, no te preocupes! Hoy podemos optar por la opción de no permitir armas.” Acariciando la espalda de Prism Cherry, Tempest se dirigió a la salida de la sala de reuniones. Oh, vaya. Deluge

suspiró y las siguió mientras Inferno arrojaba la revista de manga sobre la mesa.

Justo cuando Inferno estaba a punto de levantarse, Quake la llamó. “¿Tienes un minuto?”

“¿Hmm? ¿Qué? ¿Pero no íbamos a tener una práctica?”

“¿Hay alguien que se mudó a tu barrio, Inferno? ¿Alrededor del verano del año pasado?”

“Oh, ¿Shou de la familia Minamida? ¿Por qué sabes…? Ah— Tempest, ¿eh?” La expresión de curiosidad de Inferno se convirtió en una sonrisa traviesa. “He oído que en la excursión del barrio de otoño del año pasado, Tempest se hizo daño y Shou la salvó. Desde entonces, ella está enamorada de él.”

“Oh, ¿eso es cierto?”

“Antes, ella caminaba detrás de mí en plan ‘¡Aka! Aka!’ Y ahora, sigue a Shou. Es un poco solitario, pero no puedes hacer nada al respecto.” Sonrió, con un tono ligero, mientras deslizaba su silla fuera de la mesa. “Venga, vamos. Tempest se enfadará si llegamos tarde.”

Esperando frente al mamparo deslizante, Quake estaba segura. Por supuesto, Shou era una esquina del triángulo, Tempest era otra y la última esquina era Inferno.

Cuando el mamparo se había levantado aproximadamente un tercio del camino, Quake se deslizó por debajo de él hacia el pasillo. Al oír a Inferno decir: “Estás preparada para esto, ¿eh, Quake?” Detrás de ella,

adelantó a Deluge y a Cherry, y luego se deslizó por debajo de un mamparo que se cerraba para llegar junto a Tempest, que estaba haciendo ejercicios de estiramiento en la sala de entrenamiento.

“Hey, sobre lo que acabamos de hablar…” “Quieres decir…”

“A quién le gusta Shou. ¿Podría ser alguien que conozco?”

Con las rodillas dobladas, Tempest miró a Quake suplicante, con los labios fruncidos, rezumando simultáneamente encanto inconsciente y frustración. “Shou…”

“Sí.”

“Parece que le gusta Aka.” “Ahhh.”

“Él está en la escuela media y yo todavía en la primaria, así que hay una diferencia de edad bastante grande. Pero cuando me transformo en una chica mágica, la diferencia de apariencia al menos no es tan grande, así que pensé que tal vez estaba bien, pero me preguntaba dónde debería encontrarme con él y cómo.”

El mamparo se levantó y las demás entraron en la sala de entrenamiento, por lo que Tempest no dio más detalles. Pero eso fue suficiente información para Quake.

Durante el simulacro de batalla, Quake no podía dejar de pensar en el triángulo amoroso de Tempest, así que se retiró antes de tiempo y

fue a esperar con Cherry al borde de la sala de entrenamiento. Se sumió en sus pensamientos, abrazando sus rodillas frente a ella, y se preguntó: Si había algo en lo que podía ayudar, ¿qué era?

A primera hora de la mañana de ese fin de semana, Quake se puso a trabajar.

Había rumiado una forma de resolver este enigma hasta el punto de que su cerebro prácticamente se adormecía, pero no cuajaba. Se dio cuenta de que, en primer lugar, su falta de experiencia en la que basarse no daría lugar más que a una conferencia sobre teoría académica y abstracta. Tampoco podía dar consejos basados en opiniones comunes. Por lo tanto, tendría que realizar un estudio exhaustivo del caso. En primer lugar, aprendería sobre Shou, el objetivo. Le observaría, averiguaría si tenía novia, conocería su estilo de vida, su forma de pensar, sus aficiones, sus preferencias y sus puntos débiles, y crearía una base para que Tempest pudiera operar con una ventaja ligeramente mayor. Tanto en el manga como en la vida real, una base era fundamental. Y para poder llevar a cabo sin problemas las operaciones encubiertas con ese fin, necesitaba información. Tenía que empezar en el lapso de tiempo entre la noche y la madrugada.

Se puso una gorra de béisbol baja sobre los ojos y se puso un forro polar reversible. La ventaja de que fuera reversible era evidente. Servía para seguir a alguien. Cuando se ponía del revés, no sólo el color sino

incluso la longitud de la pelusa era diferente. Se veía totalmente diferente para cualquiera que la viera.

Las cuatro de la mañana. Chiko se dirigió al barrio de Tempest e Inferno en su bicicleta plegable. Había buscado la posición del salón de actos del barrio. No había farolas, y la zona estaba oscura, pero esto era realmente conveniente para ella. Incluso en la oscuridad, sus gafas de visión nocturna de fabricación alemana amplificaban el espectro visible, por lo que podía manejarse sin problemas. Las había comprado pensando que podría haber una oportunidad de vigilar a los niños por la noche. Fue una suerte que resultaran útiles.

Investigando la geografía de la zona, descubrió una grieta bastante buena bajo las escaleras del salón de actos del barrio. También encontró un montón de otros lugares buenos, y en cada uno de ellos instaló un micrófono direccional. Los había comprado para captar las voces de los niños y poder acudir a ellos en caso de crisis. Realmente era una buena cosa que habían demostrado ser útiles.

Sus preparativos estaban completos. Se escondió a la sombra de una pared de bloques de cemento que estaba fuera de la vista y a una ligera distancia, luego sacó un manga de su maleta y comenzó a leer. Dos horas de espera. Entonces escuchó la voz de un niño a través de sus auriculares. Asomándose silenciosamente a la sombra del muro de cemento, se deslizó. Vio que los niños se reunían en el salón de actos del barrio.

Tempest había dicho que ese fin de semana iba a recoger la basura con el club de niños, así que empezaría con The Pure Elements por la tarde. Inferno también había mencionado que iba a ayudar con eso, así que su horario sería el mismo. Quake echó una mirada furtiva a las formas humanas de Inferno y Tempest. No había lugar a dudas. La limpieza de la basura se haría allí mismo, ese día.

Moviéndose de sombra en sombra, permaneciendo oculta, observó a los niños. A Chiko Satou le gustaban los niños. Los amaba. Todos los días observaba a los niños desde lejos y los dibujaba; era un bálsamo para su alma. Pero si los demás descubrían que los observaba en secreto, sería un desastre social, así que se había asegurado de adquirir las habilidades necesarias para evitar ser detectada.

Con especial atención a lo que ocurría alrededor de Inferno y Tempest, observó.

Inferno era quien daba las instrucciones. Era una de los adultos, no de los niños. Era una gran trabajadora: los adultos se apoyaban en ella y los niños confiaban en ella, pero aun así era capaz de hacer reír y pasar un buen rato a todos.