Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 9

Capitulo 5: Mas Allá Del Triangulo

Parte 2

Tempest estaba entre los niños, como participante. Mientras charlaba con los niños de su edad, de vez en cuando echaba un vistazo en otra dirección. Allí había un niño de aproximadamente la edad de la escuela media.

Él era diferente. Entre los demás chicos de escuela media con la cabeza afeitada o con granos o con chaquetas de chándal del uniforme escolar, él parecía una criatura diferente, sonriendo con su cabello ondeando suavemente al viento. Tenía que ser Shou. Parecía que una cara bonita con un cuerpo delgado era el tipo de Tempest.

Pero no parecía que estuviera prestando tanta atención a Inferno como decía Tempest. Estaba riendo junto a sus compañeros masculinos. Y parecía que se acercaba a Inferno como un subordinado a un líder. Eso era respeto, y era diferente a la añoranza. Podría ser que Tempest tuviera la idea equivocada de que a Shou le gustaba Inferno. Si ese era el caso, entonces Tempest tenía una gran oportunidad.

Chiko sacó su cámara digital de la maleta y sacó un montón de fotos desde la sombra de su manga. Había practicado esta habilidad una y otra vez para poder hacer fotos sin mirar por el visor. No utilizó el flash, por supuesto. No había farolas y la luz seguía siendo escasa en esta época del año, pero si subía la sensibilidad de la cámara al máximo, había suficiente luz. También tenía desactivado el ruido del obturador, para que los sujetos no se dieran cuenta. La vigilancia era crucial para espiar a alguien.

Finalmente, los niños recibieron algún tipo de instrucciones y salieron de tres en cuatro, algunos en bicicleta y otros a pie. No habría necesidad de investigar lo que Inferno y Tempest estaban haciendo en este momento. Chiko siguió al pequeño grupo del que formaba parte Shou.

En su camino, el pequeño grupo se dividió aún más, y empujando una carretilla, Shou se adentró en la zona residencial. Chiko lo siguió con cautela, haciendo uso de todas las técnicas que había cultivado hasta el momento. No podía dejar que nadie la encubriera y le dificultara las cosas para seguir adelante, aunque eso significara tener que transformarse en una chica mágica para huir cuando llegara el momento. Sí, continuaría su seguimiento, y no sólo por ahora. Ella no se detendría en la observación, también tenía que hacer cosas para promover a Tempest. Ella no podía fallar aquí.

Pasando rápidamente de la sombra de un poste telefónico a otro, vigiló los movimientos de Shou. Iba de casa en casa sin pausa, apilando cajas de cartón, periódicos y pilas de folletos en la carretilla. Apilaba los objetos meticulosamente, cargando la carretilla adecuadamente sin dejar huecos, y cuando se cruzaba con gente del barrio, los saludaba con desparpajo.

Shou se adentró cada vez más, y una vez que añadió al montón la caja de cartón de delante de las puertas del callejón sin salida, tenía una pila de reciclaje lo suficientemente grande como para tener que sujetar la parte superior del montón de la carretilla con una mano, o no podría hacerla rodar correctamente.

Antes de que Shou pudiera darse la vuelta, Chiko se dirigió de nuevo a la carretera principal, y luego se hizo pequeña en el patio trasero de una residencia mientras esperaba a que él pasara. No podía permitir que la encontraran aquí. No podía dejar de seguirlo. Uno de sus objetivos era seguirlo hasta saber dónde vivía. Encontrar su casa le permitiría conocerlo más profundamente, más a fondo.

Se sentía muy mal por hacerle esto, pero era por el bien de Tempest. En la mente de Chiko, la clasificación de los niños por su importancia tenía la mayor prioridad, y cuando se trataba de Tempest, su amiga, estaba por encima de la ley, la ética, o incluso de la propia Chiko.

Escondida detrás de un muro de bloques de cemento, se deslizó junto a Shou. Esperó el momento en que su objetivo desapareció de su campo de visión y cruzó el muro para salir al callejón. Sin perder de vista los distintos puntos ciegos disponibles, estaba a punto de salir del callejón a la carretera cuando sintió una presencia y, asustada, se escondió a la sombra de un poste de teléfono. Cuando se asomó suavemente para comprobarlo, vio a tres niños que llevaban reciclaje y que se habían reunido y estaban charlando. Al ver la cara de la estudiante de secundaria que se acercaba a ellos, Chiko se desplazó desde el poste de teléfono hasta detrás de un muro de bloques de cemento. Era Inferno. Les decía con una sonrisa: “No se queden charlando aquí; acabemos rápido con esto.”

Era malo para Inferno estar allí. A veces su intuición podía ser anormalmente aguda. Aunque Chiko sólo había mostrado su rostro en su forma humana una vez, Inferno definitivamente no era alguien con quien se pudiera ser descuidada. Desde detrás de la pared de cemento, Chiko se aseguró de que Inferno se había marchado, guiando a los niños, y después de perderlos de vista, respiró aliviada. Se quitó la gorra de béisbol y se secó el sudor de la frente con el dorso de la mano. Esto era malo para su corazón.

“Um.”

Cuando se dio la vuelta, allí estaba Shou, el objetivo que debía vigilar.

“¿Puedo ayudarte?” Contestó ella, fingiendo compostura, pero en su interior, su corazón palpitaba ahora con una intensidad incomparable a la del momento en que llegó Inferno, y estaba sudando considerablemente por las palmas de las manos y la espalda, tanto que podía sentir el sudor que le recorría la columna vertebral. No sólo se había descubierto en una posición dudosa, sino que estaba sorprendentemente poco acostumbrada a hablar con jóvenes guapos. Ni siquiera tenía la capacidad mental en ese momento para considerar si un chico de escuela media contaba como un joven o no. Shou se mostró confiado a la hora de acercarse a esta mujer desconfiada que se mostraba nerviosa mientras fingía estar tranquila. Chiko recordaba a una amiga que decía que lo que hacía guapo a un rostro no era sólo la apariencia, sino la forma de ser.

“¿Te importaría dejarme pasar?” Preguntó Shou. “¿Perdón?”

“Perdóname, el camino es bastante estrecho.” “Oh, lo siento.”

El camino era demasiado estrecho para que una mujer con una maleta y un estudiante de escuela media que empujaba una carretilla a máxima capacidad pudieran pasarse mutuamente. Chiko levantó su maleta, haciendo lo posible por hacerse a un lado, moviéndose hacia el borde de la carretera para ceder el espacio. Shou inclinó la cabeza con un “Gracias”, y luego acercó la carretilla lo suficiente a la pared como para casi rozarla, pero aun así, la maleta de Chiko tocó el hombro de Shou.

Su maleta estaba llena de herramientas secretas. No quería ni pensar en lo que pasaría si se le cayera la maleta ahora y derramara todo su contenido. Eran productos que había comprado para observar a los niños, y había muchas probabilidades de que otras personas se hicieran una idea equivocada si los vieran. En otras palabras, tenía que mantenerlo todo oculto.

Chiko confiaba en su fuerza de agarre para ser una mujer. Agarró su maleta con firmeza, apretándola para asegurarse de que no se cayera. Pero eso significaba que prestaba menos atención a otras cosas. Perdió la sensación de peso que había tenido en el bolsillo de su forro polar, y algo cayó sobre el hormigón con un golpe.

No se dejaría nada en el bolsillo que la metiera en problemas si lo encontraban. Lo que había caído en el cemento era el manga que había estado leyendo para matar el tiempo mientras esperaba.

Antes de que Chiko pudiera agacharse, Shou, empujando la carretilla, volvió y recogió el manga. Chiko extendió la mano y dijo: “Gracias por recogerlo.” Pero no recuperó el manga. Los ojos de Shou estaban en la portada.

“Um…” Abrió mucho los ojos brillantes, se alborotó el cabello y miró a Chiko.

Abrumada, Chiko retrocedió, pero Shou la agarró de la muñeca y no la soltó. “¡Este manga!”

“¿Perdón?”

“¿Te gusta?”

“Oh, supongo.”

Shou apretó los puños y movió un puño hacia arriba y hacia abajo como si le invadiera la felicidad. “¡Sí!” Se alegró para sí mismo. Chiko pudo ver la alegría de alguien perdido en el desierto que ha encontrado un oasis.

“¡A mí también me gusta!” Dijo. “¿Ah, sí?”

“No conozco a nadie más que le guste… Y honestamente, la recepción en línea tampoco ha sido muy buena. Si dices que te gusta, la gente te acosa… Es casi como si ya no pudieras hablar de ello.”

“Es mejor no preocuparse por ese tipo de cosas.”

“¡Nunca pensé que me encontraría con alguien que realmente comprara el manga! En serio, ¡estoy tan contento! Envié mi voto en las postales de la encuesta cada semana, pero su clasificación seguía bajando y bajando, así que empecé a comprar dos revistas para enviar las postales, pero seguía bajando, y luego se canceló…”

En ese momento, dijo: “¡Ah!” y soltó la muñeca de Chiko. “S- Siento haber tomado tu mano así de repente.”

“Descuida, de verdad, no te preocupes.”

“Estoy tan contento de haber conocido a alguien que ha comprado ese manga… Lo siento.”

“Lo entiendo. A mí también me gustaría que fuera más apreciado. Esperemos que los añadidos del último volumen mejoren un poco las críticas.”

“¿Eh? ¿Va a haber cosas nuevas?”

“El artista lo dijo en el evento de la revista, al parecer. No han revelado cuál será el contenido adicional, pero creo que probablemente será un epílogo. También hubo muchas partes de la batalla final que se cortaron, así que tal vez añadan eso. Rateman también era así.”

“¿Rateman?”

“¿No conoces el antiguo anime, Caballero Paranormal Rateman? Este manga rinde homenaje a Rateman. He oído que tuvo una gran influencia en la escritura.”

“Oh, ¿en serio…? No tenía ni idea.”

“Pero no es una estafa ni nada parecido. Por ejemplo, está la relación entre el protagonista y la heroína, ¿no? La forma en que si uno muere, el otro también se verá obligado a morir, está basada en Rateman, pero tiene las agallas de ir un paso más allá.”

“¡Sí, exactamente!”

Ver a Shou feliz, de alguna manera, también alegró a Chiko. Le contó a Shou las cosas que había aprendido en Internet y en otros medios de comunicación e incluso cosas que básicamente eran sólo rumores, pero él reaccionó a todo de una manera prácticamente exagerada.

Tomó la mano de Chiko entre las suyas, y dijo apasionadamente a cosas como: “Eso es lo que hizo que la historia se hiciera más estrecha”, “Sentí que estaban tratando de llevarla a una conclusión, a pesar de que se estaba cancelando”, y “Se convirtió en un manga que no se puede encajar en la caja de otras historias de robots.”

Pero después de hablar un rato, pareció darse cuenta de que había vuelto a sujetar la mano de Chiko y la soltó con una disculpa. Estaba rojo como una rosa. “Lo siento mucho. Me puse nervioso… Nunca había tenido a nadie con quien hablar de este manga. Y entonces me contaste todo tipo de cosas que no sabía… Sabes tanto.”

“Oh, no, en absoluto.” Chiko podía entender por qué se emocionaba. Aunque se había publicado en una revista importante, no había mucha gente que quisiera hablar de un manga cancelado. Se podía buscar a esas personas en Internet, pero el manga también había tenido una acogida desfavorable en la red.

Chiko y Shou hablaron de la historia del manga, de los personajes, de sus propias opiniones y de los trabajos anteriores del artista. De pie, uno al lado del otro, apoyados en la pared de cemento, discuten apasionadamente sus teorías sobre el manga. El entusiasmo de la persona con la que hablas es contagioso. Shou también debía de estar muy entusiasmado. De vez en cuando, agarraba la mano de Chiko, y cada vez, se sonrojaba y se disculpaba.

El tema de conversación se estaba extendiendo incluso a las bondades e inconvenientes del sistema de anulación que tanto peso tenía en las encuestas, pero en ese momento, escucharon una voz fuerte que se transmitía bien desde la carretera principal.

“¡Hey, este grupo llega tarde! Vamos, tenemos que terminar esto ya.”

Era la voz de Inferno. Chiko y Shou saltaron lejos de la pared de cemento.

Esto era malo. La persona número uno que no podía encontrarla había venido. Arrepintiéndose de haberse metido demasiado en la conversación sobre el manga, Chiko se apresuró a irse, pero perdió el equilibrio y se precipitó hacia delante.

“Oh, lo siento.”

Fue porque Shou estaba agarrando la maleta de Chiko. Ella se tragó el comentario “¿Qué estás tratando de hacer?” en el fondo de su garganta y trató de irse, pensando que tenía que salir de allí, pero esta vez, Shou agarró el puño de su chaqueta.

Empezó a abrir la boca e intentó decir algo, bajó la mirada, se puso la mano en el hombro, luego levantó la vista y volvió a abrir la boca como si se hubiera decidido. “Um, uh… ¿Podrías… intercambiar correos electrónicos conmigo? No hay nadie con quien pueda hablar de estas cosas… Um, si no es una molestia.”

“Oh, claro. Sí, claro. Entonces te enviaré un correo electrónico más tarde.”

“¡Muchas gracias!”

Quería alejarse inmediatamente. Inferno podía llegar en cualquier momento. Sacando su smartphone, intercambió rápidamente correos electrónicos con él, y luego se separaron. Era la primera vez que Chiko Satou intercambiaba correos electrónicos con un joven en su vida, pero en cuanto a si un chico de escuela media contaba como un joven o no, la respuesta nunca llegó, hasta el final.

En una fecha posterior, en la sala de reuniones.

Al terminar su entrenamiento, todos los miembros de The Pure Elements estaban sentados en sillas alrededor de la mesa. Inferno y Deluge estaban juntas, leyendo la misma revista de manga shonen, mientras que Tempest hacía sus deberes de matemáticas, y Prism Cherry estaba a su lado como asesora.

Incluso mientras Quake se afanaba en conseguir niveles en un juego de móvil, ella estaba pensando en algo completamente distinto. Todavía no había enviado un correo electrónico a Shou. Aunque fuera un estudiante de escuela media, Chiko nunca se había metido tanto en una conversación con un joven. ¿Era eso lo que llamaban el poder de una cara bonita? Tal vez eso era lo que había encantado a Tempest.

Haber conseguido el correo electrónico de Shou era una ventaja. Y había otro plus: observado objetivamente, no parecía que se sintiera atraído por Inferno. Ahora tenían dos pluses. Informaría a Tempest, siendo lo más vaga posible sobre los métodos que había utilizado para adquirir esa información. Tempest seguramente se alegraría.

En primer lugar, Quake haría que estuviera a solas con Tempest y le contaría la situación. Luego, también enviaría un correo electrónico a Shou. Tal vez lo mejor sería dejarles a los dos lo que debían hacer de aquí en adelante. Tempest estaba tratando de construir una relación romántica en su forma de chica mágica, pero Quake quería tener una discusión adecuada con ella sobre si eso era realmente una buena idea.

Todavía era una niña de segundo grado. Cometería errores. Y Quake quería ser alguien que la amonestara amablemente cuando se equivocara.

Tempest había salido porque se había quedado sin mina para su portaminas. Quake pensó en seguirla y hablarle de Shou, pero no había necesidad de apresurarse tanto. Era mejor dejar pasar el mayor tiempo posible. Mientras esperaba el momento adecuado, Quake podía soñar despierta con la cara sonriente de Tempest. Sería algo muy feliz. Chiko haciendo de celestina, invitándoles a un café o a un pastel en una cafetería mientras charlaban, tampoco estaría mal. Cuando Chiko trató de imaginarlo, no pudo evitar hacerlo demasiado pintoresco, e inmediatamente borró el pensamiento. Sintiéndose avergonzada por alguna razón, sacudió la cabeza.

Dos sería mejor que tres. Dos jóvenes juntos era agradable. Quake no saldría a la palestra, comprometiéndose con el papel de Cupido. Pensó que los asuntos románticos eran una molestia, nada bueno. Pero si se limitaba a hacer de Cupido, esto podría ser bastante divertido. Empezando a ver por qué la sociedad estaba tan enamorada del romanticismo, Quake sintió que las comisuras de su boca formaban una pequeña sonrisa.