Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Con Suguru Yazaki al frente del autobús, se estaba tramando un plan de escape. Los estudiantes al igual que Tomochika, quienes no habían brillado en lo absoluto anteriormente, fueron enviados a la parte de atrás, donde fueron totalmente excluidos.

Además de la propia Tomochika, había otros tres que sufrían el mismo destino. Ayaka Shinozaki: rica y con una personalidad muy dominante, era tan odiada que no tenía amigos en la clase.

Yuuichirou Kiryuu: en una palabra, un delincuente. Tenía una personalidad bastante ruda, así que la mayoría de la gente mantenía su distancia.

Yogiri Takatou: pasaba la mayor parte del tiempo en la escuela durmiendo, por lo que rara vez se relacionaba con sus compañeros.

“¿Honestamente está durmiendo ahora mismo?” Kiryuu dijo, dándole a Yogiri una mirada exasperada.

Desde el principio, sentado en la parte de atrás del autobús, el alboroto de antes no había sido suficiente para despertarlo.

“Ahora que lo mencionas, siempre está dormido, ¿verdad?”

“¿A quién le importa? ¡¿Por qué me quedé atrapado en esta situación?!” Ayaka explotó en Tomochika, en respuesta a su pensamiento en voz alta.

“No es que yo lo sepa tampoco…”

Tomochika miró hacia la parte delantera del autobús. La discusión parecía proceder sin problemas. En vez de discutir, parecía que todo el mundo se estaba comiendo todo lo que Yazaki sugería.

Después de un rato, los estudiantes empezaron a bajar del autobús. Había pasado una hora. Misión Inicial, o algo así.

” ¡Pft! Ni siquiera una palabra para nosotros, ¿eh? Vamos”, dijo Kiryuu, dirigiéndose a la parte delantera del autobús.

“¡Takatou! ¡Todo el mundo se está yendo! ¡Despierta!” dijo Tomochika, sacudiéndolo ligeramente. Pero no parecía que quisiera despertar en absoluto.

“Déjalo. Le gusta dormir, ¿verdad?”

“¿A quién le importa Yogiri de todos modos?” Ayaka se volvió para seguir a Kiryuu.

Aunque no estaba muy contenta, no había mucho que Tomochika pudiera hacer si no se despertaba. Cuando decidió irse, notó que los dos que iban delante de ella se habían detenido en la parte delantera del autobús. Preguntando cuál era el retraso, Tomochika se puso detrás de ellos.

“¿Qué estás tratando de hacer aquí?” Kiryuu dijo, la amenaza pesaba en su voz.

De pie frente a la salida estaban Yazaki y Asuha Kouriyama.

“Lo siento, pero no podemos llevarte con nosotros. Necesitamos que te quedes aquí”, dijo Yazaki, su tono era cualquier cosa menos compasivo.

“¿Oh? ¿Nos estás cortando el paso, verdad? ¡¿Quién ha muerto para convertirte en rey?!”

“No un rey, sólo el General”, respondió Yazaki, tirando casualmente del pasamanos de la salida. Mientras lo hacía, la barra de metal sólido cambió de forma.

“Este es el poder de un General. Para aquellos de nosotros que obtuvimos el Don, incluso siendo nivel uno, nuestros cuerpos se han vuelto así de fuertes. Traer humanos normales como tú nos retrasaría. Lo entiendes, ¿verdad?”

Al ver el poder claramente inhumano de Yazaki, Kiryuu se puso tieso.

“P-pero si eres tan fuerte, no tendrás problemas para mantenernos a salvo, ¿verdad?” Ayaka dijo con una pizca de desesperación.

“Por favor, entiéndelo. No estamos exactamente contentos con esto. Pero pensando en la clase en su conjunto, no tenemos más remedio que dejarte atrás si no tienes poderes”.

“Así que no nos protejas. Ni siquiera nos cuides. Pero al menos puedes dejar que te sigamos, ¿verdad?” Tomochika suplicó. Después de todo, estarían bastante indefensos si fueran abandonados aquí.

“Tampoco podemos hacer eso. Para ser honesto, dejarte aquí es parte de nuestro plan.”

“¡Entonces, que todos se vean atractivos! ¡Encantadores!”

Antes de que Tomochika pudiera preguntar exactamente cuál era el plan, Asuha hizo su movimiento. Levantando una mano, sostuvo su palma hacia ellos, y sus cuerpos comenzaron a brillar.

“¿Qué? ¿Qué es lo que está pasando? Asu, ¿qué has hecho?”

La luz se disipó rápidamente, a pesar de no haber ninguna diferencia. No había manera de que todo lo que había hecho era hacerlos brillar un poco, sin embargo.

“Su clase es la Coordinadora de Belleza. Es una habilidad especializada de los aficionados. Después de revisar las habilidades de cada uno, decidimos que sería útil como una forma de manejar el Aggro. En resumen, hemos decidido usaros a vosotros como cebo.”

“¿Cebo?” Le tomó un momento para asimilar lo que decían.

“Tomochii, ¿sabes esa habilidad de Encanto que usé contigo? ¡Te hará, como, súper popular!”

“Después de usar algunas de nuestras otras habilidades para buscar enemigos cercanos, encontramos que sólo hay un solo dragón, en algún lugar por encima de nosotros. En otras palabras, si viene tras ustedes, el resto de nosotros debería poder llegar a la ciudad a salvo”.

“¿Estás diciendo que todo el mundo estaba de acuerdo con este plan? ¿Qué hay de Mikochi? ¡No hay forma de que ella hubiera aceptado esto!”

¿”Mikochi” te refieres a Jougasaki? Por supuesto que está de acuerdo.”

“Lo siento, pero no es como si dijéramos que tienes que morir o algo así. Todo lo que tienes que hacer es mantener su atención por un tiempo. Si te quedas aquí, deberías estar bien”. Como si tratara de convencerse a sí misma, Asuha se rió un poco antes de bajar del autobús.

Yazaki los siguió, cerrando la puerta tras él por la fuerza. Kiryuu inmediatamente corrió hacia la puerta.

“¡Maldita sea! No puedo abrirla! ¡¿Qué tan fuerte es este tipo?!”

“¿Qué haremos ahora?”

“¿Cómo lo voy a saber? ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Por qué me está pasando esto?!”

Mientras los tres descendían en pánico, el aire temblaba con un rugido.

“¿Eso es… un dragón?”

No podían verlo, pero los instintos de Tomochika le decían que un sonido como ese tenía que provenir de algo verdaderamente monstruoso.

“¡Las ventanas! Podemos salir por las ventanas, ¿verdad?”

Según las palabras de Kiryuu, Tomochika se acercó a la ventana cercana, sólo para descubrir que estaba sellada. Mirando hacia afuera, pudo ver a sus otros compañeros de clase huyendo tan rápido como pudieron. El esfuerzo que hicieron para hacerlo demostró cuán cerca estaba la fuente de su miedo.

¡Tengo que hacer algo rápido!

Tomochika lanzó un puño a la ventana en un intento de romperla, pero ni siquiera hizo contacto. El autobús se sacudió con suficiente fuerza como para casi tirar el vehículo de lado, haciéndola volar.

“¡¿Están todos bien?!” Tomochika gritó, levantándose del pasillo. La única respuesta fue el aterrador grito de Kiryuu desde la parte delantera del autobús donde había sido arrojado.

Entre los dos, Ayaka se había desmayado, cubierta de sangre. Un objeto largo, delgado y blanco había atravesado el techo y se había clavado en su pecho.

◇ ◇ ◇

“Viendo a Shinozaki ser apuñalado, corrí hacia aquí para escapar. No obstante, alguien ya estaba de vuelta aquí, durmiendo en la tormenta”, dijo Tomochika con un toque de amargura.

“¿Un mundo paralelo…? ¿Cómo se supone que voy a cargar mi portátil, entonces?”

“¿¡En serio!? ¡¿Es lo primero que te llamó la atención de esta historia?!”

En cuanto a Yogiri, con la vida de su portátil en juego, la situación era muy grave.