Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Yuuki Tachibana estaba tirada en el suelo. A pesar de su habilidad como curandera, la magia de Stephanie no tenía ningún efecto. Sin anormalidades en su salud, no había habido ninguna señal de que estuviera en peligro hasta que se derrumbó. No había nadie que pudiera haberle hecho daño, en efecto, nadie le había hecho nada.

Pero, sin duda, estaba muerto.

Cuando finalmente comprendió eso, Stephanie se aferró a su cuerpo colapsado, gimiendo, sin prestar atención al mundo que la rodeaba. Habiendo sido comprada en un mercado de esclavos, probablemente había sido más feliz incluso bajo el asqueroso poder de un Dominador que en sus anteriores circunstancias. Su dolor era algo genuino. Siempre había sido rápida en adular a Yuuki cuando hacía algo, y esa era posiblemente su más sincera impresión de él.

Aunque ella había estado temblando de miedo antes, Euphemia lentamente se las arregló para calmarse. Pensando que los dos podrían morir en cualquier momento, ella estaba aterrorizada, pero parecía que Yogiri no tenía intención de matar a los esclavos de Yuuki.

Euphemia hizo un balance de su propio cuerpo. No sintió ningún efecto persistente del control de Yuuki. Todo lo que pensaba cuando miraba su cuerpo ahora era “que se vaya al diablo”. También sintió que la energía dentro de ella, su cantidad de maná, había aumentado sustancialmente. El maná dentro de Yuuki se había dispersado al morir, y aparentemente ella y Stephanie, al estar cerca, habían absorbido algo. La mayor parte se había disipado, pero la cantidad que Yuuki había tenido en primer lugar significaba que incluso la pequeña fracción que cada una recibía era enorme.

Fue una bendición inconmensurable.

Entonces, ¿qué fue lo siguiente? ¿Morir era suficiente castigo para un tipo como este? Euphemia miró a su antiguo maestro. Le golpeó el impulso de arrancarle las extremidades, arrancarle las tripas y aplastar sus restos hasta que no quedara ningún rastro de su forma original.

La tribu de Euphemia tradicionalmente no tenía nada más que desprecio por los muertos. Las tumbas de los enemigos eran exhumadas y los cuerpos eran profanados. Se les enseñó que esto disiparía su resentimiento. Sin embargo, era difícil imaginar que Stephanie se quedaría de brazos cruzados y la dejaría hacer eso.

“Está bien, te lo dejo a ti”, se encogió de hombros. Stephanie fue tan víctima de Yuuki como lo fue Euphemia – no le guardaba rencor, ni tenía ninguna razón para luchar contra ella.

“¿Eh?” Stephanie levantó la vista, confundida por su comportamiento. Debió pensar que Euphemia estaría tan triste por la muerte de Yuuki como ella misma.

“Estoy seguro de que lo has descubierto, pero ahora estamos libres de su control, así que ya no siento ni la más mínima lealtad hacia él. Me voy, pero, ¿y tú?”

Stephanie dudó, una expresión conflictiva cruzando su rostro. Pero Euphemia tampoco tenía la obligación de cuidarla.

“Nos vemos por ahí, entonces.”

Dejando a Stephanie atrás, Euphemia se dirigió a la salida de las ruinas. Este era sólo el primer nivel, y Stephanie era bastante fuerte por sí misma. No había ningún peligro particular en que ella estuviera sola aquí.

Euphemia se sumió en el pensamiento mientras caminaba hacia la salida. Su objetivo actual era reunirse con su tribu y revivir su aldea. Su tribu era bastante fuerte, así que Yuuki los había valorado. No habían sido tratados como desechables como los otros esclavos. No había razón para ser pesimista sobre su destino. Podían empezar de nuevo, tantas veces como fuera necesario.

Cuando estos pensamientos la impulsaron a salir de las ruinas lo más rápido posible, se dio cuenta de que algo había cambiado. De repente tuvo una sed extraña. La zona que la rodeaba estaba seca, algo de lo que se dio cuenta que era diferente de cuando habían llegado. Las ruinas estaban en medio de un bosque. El interior había sido caliente y húmedo antes, pero ahora estaba seco y polvoriento. Estudiando el suelo, vio que había algo parecido a la arena esparcida.

Cuando se acercó a las escaleras que conducían a la salida, las rarezas a su alrededor finalmente despertaron la suficiente precaución para detenerla. La luz del sol se derramó sobre los escalones que conducen al sótano de las ruinas, lo que debería haber sido imposible, ya que la entrada estaba dentro de una estructura de dos pisos. No había forma de que la luz del sol llegara a las escaleras.

Un viento seco soplaba a su alrededor. Definitivamente, algo había sucedido en la superficie. Pero no podía quedarse aquí para siempre. Preparándose para lo que pudiera venir, Euphemia subió las escaleras hacia el exterior.

Mientras atravesaba la superficie, el escenario que la saludaba era más o menos lo que ella esperaba. Hasta donde ella podía ver, no había nada más que arena. No había señales ni de las ruinas en las que había estado ni del bosque que las rodeaba.

“¿Qué ha pasado aquí…?” El cambio fue tan drástico que era increíble. Mirando a su alrededor, notó una enorme forma negra en la distancia. Era una figura vaga, una neblina oscura en la forma áspera de una persona, pero sin bordes claros o distintivos. La siniestra aparición se dirigía hacia Hanabusa. Dando la vuelta, pudo ver que el bosque en su camino se había reducido completamente a arena. Parecía que dondequiera que caminara el sombrío gigante, la tierra cambiaba.

Un Agresor. Apareciendo de la nada y con un objetivo totalmente desconocido. La mayoría de la gente en este mundo los miraba con temor, pero en este caso Eufemia se sintió aliviada. No le prestaba ninguna atención. Gracias a que estaba bajo tierra cuando pasó, habían estado a salvo, y como se dirigía directamente a la ciudad, ella no tendría ningún problema en evitarlo.

“¿Oh? ¿Y de dónde vienes? ¿Sobreviviste al ataque de la Oscuridad?”

Dándose la vuelta, Euphemia vio a una mujer con un vestido rojo de pie ante ella. Al mismo tiempo, se dio cuenta de que no estaba ni cerca de estar a salvo. Sólo con verla, sólo con sentir su presencia, Euphemia sintió su propia debilidad.

Este era su enemigo natural, su depredador natural, un violador del alma.

“No pareces tan fuerte… y pareces bastante perdido aquí. ¿Podría quizás hacer que me explique algunas cosas?”

Luchar estaba fuera de discusión. Su única opción era huir, pero en el momento en que miró a esa mujer, también perdió esa opción.

Encanto – sin permitir resistencia, su alma fue tomada en un instante.

La mujer se acercó. Contra su voluntad, Euphemia inclinó su cabeza, presentando su cuello para que la mujer lo mordiera. Y cuando lo hizo, Euphemia percibió instantáneamente que ella era el rango más alto de vampiro, una Sangre Original – y que ella era la Sabia, Lain.

◇ ◇ ◇

Estaba tan mal emparejada con esa criatura. Era demasiado vago. Ni siquiera podía señalar exactamente dónde empezaba y terminaba. No importaba si estaba viva o no, ni siquiera podía decir si tenía su propia voluntad. Cuando intentó golpearla, era como una niebla de puñetazos, y la mano que la tocó se había desmoronado en un instante.

Afortunadamente, la inmortalidad de Lain fue suficiente para hacer que tal ataque no tuviera sentido. La parte perdida de su cuerpo se había regenerado con bastante facilidad, pero aún no tenía forma de luchar contra la cosa.

Lain era un vampiro. Al beber sangre, un vampiro aumentaba su número de compañeros y los gobernaba. Poseían un increíble poder de regeneración y una fuerza física sin igual, y sus ojos podían encantar a sus oponentes con sólo mirarlos. Incluso podían transformarse y volar. Con tan variadas habilidades, no tenían debilidades particulares de las que hablar. Pero aún así, había sido totalmente incapaz de derrotar a la Oscuridad.

Pensando en ello, Santarou había sido bien emparejado con su oponente dada su habilidad para usar todo tipo de magia. Gracias a esa habilidad, había logrado encontrar un medio eficaz para luchar contra ella, permitiéndole ahuyentarla una vez antes.

Aunque Lain poseía una cantidad desmesurada de energía mágica, no era particularmente hábil en el uso de la magia. Podía usar el nivel medio de curación así como los hechizos de barrera de los sabios. Más allá de eso, todo lo que podía hacer eran hechizos de ataque de nivel elemental. Como resultado, la Oscuridad simplemente había continuado su avance, y Lain había sido totalmente incapaz de frenarlo. Era difícil saber si había sido consciente de su presencia.

En ese estado de impotencia, Lain se había encontrado con una chica de pelo plateado. Había estado sola, como si estuviera perdida en la vasta extensión del desierto. No parecía especialmente útil, pero por curiosidad sobre cómo había sobrevivido ilesa, Lain la había añadido a su línea de sangre. Aunque Encantar a la chica habría sido suficiente para que hablara, el Encanto en sí mismo interfería con la capacidad del objetivo de pensar con claridad, haciendo que sus respuestas fueran algo vagas e inexactas. Si quería una explicación adecuada de las circunstancias, convertirla fue mucho más rápido.

Según su historia, la chica, llamada Eufemia, acababa de estar en una ruina subterránea. Lain se sintió decepcionada al principio, pero al preguntarle sobre su futuro, descubrió que no sólo la chica tenía una conexión con los candidatos a Sabio, sino que incluso había entrado en contacto con Yogiri Takatou.

“¿Oh? Así que fue capaz de matar sin estar presente.”

Desde que había entrado en el linaje de Lain, Euphemia fue incapaz de mentirle, lo que significa que al menos su relato de sus observaciones era verídico. Esto significaba que Yogiri podía matar a la gente desde una distancia considerable.

“La ciudad está a unos diez kilómetros de aquí, ¿no es así?”

“Eso es correcto.”

“Así que por lo menos su rango está más o menos a esa distancia.”

Lain continuó extrayendo tanta información de Eufemia como pudo. Según el propio Yogiri, podía matar simplemente por voluntad propia. Funcionaba no sólo contra las personas, sino también contra los objetos creados por magia y las marionetas animadas.

Aunque parecía capaz de matar a cualquiera que pudiera ver, aparentemente también había matado a alguien que no podía ver, incluso con esa persona estando tanto bajo tierra como considerablemente más lejos. También podía percibir un daño potencial a sí mismo, con un alcance que tenía que ser totalmente absurdo. El hecho de que Yuuki muriera inmediatamente después de ordenar la muerte de Yogiri debe haber sido el resultado de esa percepción.

Era realmente una habilidad irritante. Incluso si trataban de atacarlo a distancia, la intención de dañarlo era suficiente para que los mataran. En resumen, los poderes de Yogiri no eran tan simples como la magia de muerte instantánea. Sería algo mucho más difícil de superar.

“Ahora quiero ver exactamente lo que puede y no puede hacer”.

El Cuerpo de Inmortales podría fallar en su ataque. Enviar asesinos tras él sería una pérdida similar de tiempo y recursos, pero incluso si iban a morir, era necesario controlar los límites de la habilidad de Yogiri. Su alcance, el alcance de su poder, su naturaleza. Y la propia personalidad de Yogiri. ¿Qué le gustaba, qué odiaba, qué ignoraba?

“Por supuesto, lo que más quiero saber es si puede matarme”.

“¿Ha dicho algo, señora?” Euphemia respondió al murmullo de Lain. Aunque sólo estuvieran los dos, Lain se regañó a sí misma por hablar descuidadamente en voz alta.

“No te preocupes por eso. Por mucho que haya podido aprender sobre Yogiri, al final todo podría ser inútil.”

El Agresor se dirigía en ese momento a la misma ciudad donde estaba Yogiri. Si la dejaba en paz, no habría sobrevivientes. Sería bueno que la barrera de la ciudad funcionara contra ella, pero eso sólo se había creado para detener a los monstruos – no tenía ni idea de lo eficaz que sería contra la Oscuridad.

“Ahora bien, si la Oscuridad llega a la ciudad, tendremos más opciones disponibles.”

Si no le importaba sacrificar a Hanabusa, se le ocurrían muchas formas de manejar la Oscuridad.

Pero no tenía intención de hacerlo si no tenía que hacerlo.