Monogatari (NL)

Volumen 12

Capitulo Romance: Final Hitagi

Parte 17

No fue hasta mucho después de descender de la montaña, habiendo continuado este jugueteo risueño con la estúpida, loca, fuera de su débil mente Sengoku Nadeko hasta que llegó la noche, que me di cuenta de que me estaban siguiendo.

En cuanto me di cuenta, mis piernas empezaron a alejarme inconscientemente de la estación; podría atribuirse al hecho de que soy un veterano curtido en mil batallas, o un viejo zorro astuto, o a la memoria muscular de las acciones evasivas realizadas en el pasado.

A menudo pretendo ser el tipo de persona que busca emociones y se autodestruye, pero quizás mis instintos prefieren la seguridad. ¿Así que Kaiki Deishu es un ser humano más? ¿Te decepciona eso? Bueno, me gusta esa versión de mí mismo. Creo que es linda, y aunque no puedo hablar por Sengoku Nadeko, para mí “lindo” es un cumplido.

“…”

Sin mirar atrás, aumenté el ritmo de forma casual y consciente. El suelo estaba cubierto de nieve, así que estuve a punto de resbalar.

La nieve hace que sea bastante fácil seguir a alguien, si lo piensas— la nieve crea huellas claras, amortigua el sonido e incluso las precipitaciones ligeras ocultan por completo la forma de la persona que te sigue.

Por supuesto, al darme cuenta de que me seguían, podía aprovechar las esquinas y los puntos ciegos para descubrir la identidad de mi perseguidor. Si me daba la vuelta y lanzaba mi carrera de adulto a toda velocidad, podría incluso alcanzar a la persona, pero también podría no hacerlo, y si fallaba, sólo habría conseguido revelar que estaba tras ella.

En ese caso, él o ella (¿o ellos?) adoptarían una nueva estrategia, que yo no captaría tan fácilmente. Y eso supondría un problema.

Así que decidí dejarlo estar. No iba a dedicar ni un ápice de esfuerzo a descubrir la identidad de la persona que me seguía. No pretendo parecer un sabio, pero no esforzarse es bastante fácil. Más fácil que esforzarse, al menos.

Elegí un lugar probable para llamar a un taxi y pedí que me llevaran a la estación en lugar de a mi hotel. No la estación más cercana a mi hotel, sino una parada más adelante.

Fuera quien fuera la persona que me seguía, no creía que fuera a seguirme en otro taxi a estas alturas, pero estaba pecando de precavido.

Una cosa sería en una gran ciudad como Tokio u Osaka, pero una persecución de vehículos en este pueblo de ninguna parte podría ser divertida… Sin embargo, como predije, ningún vehículo siguió a mi taxi.

Parecían haberse rendido. Con demasiada facilidad. Tal vez habían dado el día por terminado, o tal vez el pequeño juego de persecución no significaba nada, y ya estaban vigilando mi hotel.

En este punto, finalmente me pregunté quién podría ser.

Se me ocurrían demasiadas posibilidades, había demasiada gente que me daba mala espina, y la verdad es que no tenía absolutamente ninguna pista, un hecho que sólo se agravaba por estar donde estaba.

“Al mismo tiempo…” Murmuré.

La posibilidad más probable era, naturalmente, algún peón de Gaen-senpai, aunque ya no era necesario llamarla senpai.

Puede que haya engañado a Ononoki, pero no me hacía ilusiones de hacer lo mismo con Gaen-senpai. Una vez que descubriera mi traición, no, mi hermosa decisión de no retirarme por el bien de esa querida niña, me pondría bajo vigilancia—Ononoki, sin embargo, había dicho que no tenía medios para contactar con Gaen-senpai.

En ese caso, Gaen-senpai no sabía lo que estaba tramando, aunque era ella, así que era muy posible que, anticipándose a mi duplicidad, hubiera puesto a otras personas además de Ononoki para vigilarme.

Pero después de considerar el asunto durante un tiempo, decidí que no tenía que preocuparme.

No podía descartarlo completamente, por supuesto, pero basándome en mi experiencia con ella en los años en que estuvimos juntos en la universidad, la propia Gaen-senpai ya se había desentendido totalmente del asunto en cuestión.

Y retirarse, para ella, significaba retirarse para siempre—hiciera lo que hiciera para entrar y ensuciar su hermosa obra, no volvería a poner los pies en la ciudad.

Así que mi decisión de no preocuparme no provenía de la lejanía de la posibilidad, sino puramente de la idea de que estaba bien mientras la propia Gaen-senpai no apareciera.

A no ser que se tratara de Yozuru o Meme, era bueno, incluso podía tender una trampa a Gaen-senpai manipulando a sus peones.

Bueno, tanto si voy a ir tan lejos como si no, me parecía prudente averiguar qué demonios había estado haciendo en esta ciudad hace unos meses; podría ser importante para mi trabajo en el futuro.

Entonces pensé en quién sería el candidato más probable si la persona que me seguía no era enviada por Gaen-senpai.

¿Uno de los alumnos de escuela media que me guarda rencor?

Normalmente habría dicho que sí… pero si ese fuera el caso, ¿por qué se tomarían la molestia de seguirme?

Simplemente recurrirían a alguna acción violenta y me golpearían en la nuca sin avisar, aunque también podía imaginar por qué no lo harían.

“¿Está de vacaciones aquí, señor?” Me preguntó el taxista.

“Claro, más o menos.” Asentí. “Más bien un viaje de negocios, en realidad. El trabajo me ha dado la oportunidad de venir aquí.”

“Trabajo, ¿eh? Lo sabía. Tiene un aire urbano, señor, así que pensé que podría ser el caso.”

No estaba seguro de si “urbano” era un cumplido, pero estaba bastante seguro de que no era un insulto, al menos, así que lo reconocí con un: “Gracias.”

“¿Qué te parece el lugar?” Preguntó.

A lo que respondí: “Estoy disfrutando. Es un verdadero viaje de placer.”