Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 8

Interludio 4: ¿Puede jugar a los videojuegos…?

Shadow Gale había conseguido un cable y un televisor, así que no podía seguir acosando a sus captores para conseguir más. Decidió que aceptaría obedientemente el CRT y lo modificaría sigilosamente.

“Muchas gracias.”

Inclinando la cabeza hacia la armadura, colocó el televisor en un rincón de la habitación. Ahora, una vez que la armadura se fuera, empezaría de verdad.

Todavía sentada, Shadow Gale echó una mirada silenciosa detrás de ella. La armadura seguía allí. Como Shadow Gale no sabía dónde estaban colocados sus ojos, era un poco difícil saber hacia dónde apuntaba su mirada, pero parecía estar mirando a Shadow Gale.

Shadow Gale se volvió hacia la armadura e inclinó la cabeza. “Sinceramente, muchas gracias.”

Tomando el mando a distancia, Shadow Gale encendió el televisor.

La pantalla no cambió: seguía siendo estática.

Se dio cuenta. Si su objetivo era conseguir un televisor para matar el tiempo, y ese televisor era un CRT que no mostraba nada, entonces ¿por qué iba a estar satisfecha Shadow Gale? Poniéndose en la posición de la armadura para considerarlo, parecía demasiado sospechoso.

“V-Vaya… no muestra nada. Oh… hay que ver.” Repitiendo lo mismo para sí misma, cambió los canales. Shadow Gale sabía que no aparecería nada, independientemente del canal al que lo cambiara. Pero ahora fingía no saberlo. “Esto es extraño. Qué raro.”

Ella enfatizó con todo lo que tenía: “No estoy haciendo nada sospechoso.”

“Vaya, supongo que no puedo hacer nada al respecto, ¿no? He tomado prestada una televisión para matar el tiempo, pero en ninguno de los canales se ve nada. Supongo que tengo que rendirme…”

Oyó el traqueteo de la armadura al moverse, seguido de la puerta metálica que se abría y cerraba. Shadow Gale se dio la vuelta. La armadura había desaparecido. La actuación de Shadow Gale la había engañado.

Cerrando un pequeño puño, Shadow Gale se apresuró a aclarar su garganta para disimularlo. Aunque la armadura hubiera desaparecido, sería una mala idea alegrarse abiertamente por ello. Las cuatro criaturas negras seguían allí. Probablemente no se irían. Tenía que ir avanzando poco a poco, sin que se dieran cuenta.

Pero aun así, por fin había progresado un poco. A partir de ahora sería el momento de mostrar sus habilidades técnicas, no sus habilidades de actuación. ¿Pero qué es lo primero: el mando a distancia o el propio televisor? Empezar a trabajar en el cable podría ser incluso una opción.

Menos de cinco minutos después de que Shadow Gale empezara a elaborar un plan en su mente, oyó sonidos metálicos bajando las escaleras y la puerta se abrió.

La armadura estaba de pie llevando una caja de cartón. Shadow Gale se asomó al interior y encontró una videoconsola de unas dos generaciones atrás y un montón de juegos.

“Ohhh claro. Cierto, podría jugar algunos juegos. Muy bien.

Conectar eso es fácil, así que…”

Nunca pensó que acabaría jugando a los videojuegos en un lugar como éste. Pero no hacerlo la haría parecer sospechosa, así que no tuvo más remedio que hacerlo. Conectó la consola y encendió el televisor y la consola. Con la armadura observándola atentamente, no tuvo oportunidad de modificar nada durante este proceso.

Pulsando el botón START, Shadow Gale se saltó el vídeo de apertura.

Si hubiera jugado a este juego en la escuela primaria, se habría burlado de los malos gráficos, la música barata, el tipo de nivel de dificultad que hacía que no se pudiera saber cuál era el rango de edad al que iba dirigido, la historia incomprensible y varias cosas más. Pensó que probablemente habría abandonado el juego con un comentario alegre como: “Sólo los viejos disfrutan de los juegos retro. Para una persona joven que lo juegue ahora, bien podría ser un juego de mierda.”

Pero al probarlo ahora, este juego era sorprendentemente interesante. Llegó a pensar que los gráficos y la música tenían su propio encanto. Una chica de secundaria no era una anciana, pero era bastante adulta comparada con una estudiante de primaria.

Pero en cuanto a si era divertido, la respuesta era no. Esta situación era demasiado terrible para jugar. Incluso sin darse la vuelta para mirar atrás, podía decir que la armadura estaba justo detrás de ella. Nunca oyó el sonido de la puerta abriéndose y cerrándose, y de vez en cuando, oyó el raspado del metal. La armadura estaba justo detrás de ella, viéndola jugar al juego.

En la sala sonaban simples ruidos electrónicos. En los juegos modernos no se veían destellos rojos. Mientras aprendía poco a poco la mecánica, Shadow Gale se abrió paso en el juego. Era de la variedad de acción simple, pero jugarlo a veces le hacía pensar: Oh, esto podría tener una buena cantidad de profundidad. Le parecía recordar que este juego tenía un montón de secuelas. Tenía que ser popular porque era interesante, después de todo. El único problema era la situación.

La armadura estaba mirando. Shadow Gale podía sentir su mirada.

Su espalda se estremeció dolorosamente.

Si se quedaba aquí con Shadow Gale porque desconfiaba de su magia, entonces no le habría dado a Shadow Gale la televisión o la consola en primer lugar, ¿verdad? Ningún secuestrador entregaría su smartphone a alguien que ha secuestrado y encarcelado porque la prisionera dice que se aburre. Si la armadura supiera que iba a ser utilizada como arma, no la habría entregado en primer lugar . Y para controlar su aburrimiento, la armadura podría haberle dado una revista de manga, un rompecabezas o un libro de problemas de ajedrez; había un sinfín de pasatiempos que no utilizaban electricidad.

En otras palabras, esto no fue por precaución. Entonces, ¿qué otro tipo de razón podría haber?

Un recuerdo apareció en la cabeza de Shadow Gale.

Tuvo que ser alrededor de la escuela primaria. Recordando ahora todas las cosas que había hecho y pensado entonces, sentía que había sido una mocosa bastante descarada, pero quizás porque había habido otra mocosa mucho peor cerca, también sentía que podría haber estado dentro de un rango normal.

Mamori había estado jugando a un videojuego en su habitación. Se trataba de un juego de acción del que las revistas de videojuegos habían hablado mucho en su momento, diciendo que la gente se agolpaba para reservarlo. Con el mando en la mano durante una hora, dos, se olvidó del paso del tiempo mientras seguía jugando, y sin darse cuenta, Kanoe se había acercado a ella por detrás.

Sentada delicadamente en la cama, había observado a Mamori jugar al juego. Dado que Mamori había estado en la escuela primaria, eso significaba que Kanoe también habría estado en la escuela primaria en ese momento, pero había habido una intensidad anormal en su mirada que había impedido que Mamori se concentrara en el juego, y desperdició vidas inútilmente en pequeños y estúpidos errores.

En ese momento, Mamori lo había interpretado así:

Kanoe quería jugar el juego, así que la presionaba para que: “se diera prisa y lo entregara”.

Cuando Mamori había dicho, con todo el sarcasmo que podía reunir: “Si quieres jugar, hazlo”, entregándole el mando, Kanoe había negado con la cabeza, diciendo que no quería hacerlo. Pero luego, cuando Mamori siguió jugando, la presión que venía de atrás le había impedido jugar decentemente.

Cuando trató de hacerla jugar, la rechazaron. Cuando intentó jugar el juego, se sintió presionada.

Incluso cuando sugirió: “¿Qué tal si dejo el juego y hacemos otra cosa?” Kanoe negó con la cabeza.

¿Qué otras opciones había? Si le preguntara directamente a Kanoe: “¿Qué quiere hacer, señorita?”, seguramente no se lo tomaría bien.

La Mamori de escuela primaria consideró varias cosas. ¿Qué quería Kanoe de ella? ¿Qué quería Kanoe que hiciera? ¿Cuál sería la opción de acción correcta? Pensó y pensó, y al final, ella misma ya no entendía nada, y seleccionar “Ya ni siquiera importa” había sido la opción correcta. Así había sido entonces.

¿Y ahora? Esta situación sí que se parecía a aquella época.

Shadow Gale cerró los ojos durante un rato. Después de treinta segundos de contar lentamente, abrió los ojos. Cuando se giró tranquilamente para mirar detrás de ella, la armadura seguía allí.

Shadow Gale tomó el segundo mando y se lo ofreció a la armadura. “Si quieres, ¿por qué no jugamos en cooperativo?”

Levantando una rodilla con un traqueteo, la armadura se puso en pie. Se acercó a Shadow Gale, se agachó, le quitó el mando y se sentó a su lado.

¿Puede jugar a los videojuegos…?

Esta preocupación se demostró infundada nada más empezar, cuando la armadura atravesó una pared oculta para llegar a una fase de bonificación.