Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 8

Capítulo 4: Corriendo Por La Ciudad, Pasando Por La Montaña

Parte 4

◇   Uluru

El tiempo pasó lenta pero constantemente. Pero Uluru no se limitaba a esperar. Estaba esperando su momento, sabiendo muy bien que una vez que llegara la noche, su oponente tendría dificultades para luchar.

Snow White podía escuchar los sentimientos más íntimos de la gente. Si su oponente de pensaba: “Espero que esto no me pase a mí”, ella lo sabría. La chica mágica con la que habían luchado en el parque de atracciones, Dark Cutie, utilizaba las sombras en la batalla, pero necesitaba luz para hacerlo. Si no había sol, tenía que usar farolas, luces de neón o su propia fuente de luz. Mientras no hubiera una oscuridad total, podía hacer sombras. La chica era una fuerte luchadora por sí misma, pero no había duda de que sus habilidades se verían obstaculizadas por la noche, según la explicación de Snow White.

“¿Dark Cutie? ¿Cómo sabes su nombre?” Preguntó Uluru.

“Porque es una chica mágica famosa.” Respondió Snow White.

“¿Nunca has visto el anime Cutie Healer, pon? Dark Cutie es la rival que aparece en Cutie Healer Galaxy, pon. Era una excepción entre los villanos, uno que nunca fue derrotado o reformado, pon. Incluso después de que la serie terminara, ha aparecido muchas veces en el festival anual y en las películas de Cutie Healer en las que participan todas las Cutie Healers. Incluso viéndola como fan de las chicas mágicas buenas, la forma en que es una villana tan comprometida que nunca acaba siendo el alivio cómico, ni siquiera en las películas, permaneciendo siempre distante y continuando su justa para hacer sufrir a Cutie Healer y a las demás, realmente te hará decir Ohhh, pon. Muchos fans todavía hablan de su batalla final con Cutie Altair, y Cutie Vega en Marte diciendo que…”

“Fal.” Reprendió Snow White. “Estás haciendo un poco de ruido.” “Ah, lo siento, pon.”

“¿Entonces es un personaje de anime?” Preguntó Uluru.

“Es un hecho conocido que los personajes que aparecen en el anime de chicas mágicas están basados en chicas mágicas reales, pon. Tener un personaje de anime basado en ti misma es el mayor honor para una chica mágica, y muchas luchan por conseguirlo…”

“Hey, ¿Fal? Si esto va a ser largo, no lo hagas, ¿vale?”

“Oh, lo siento, pon.”

“Sólo te emocionas así cuando hablas de anime de chicas mágicas, Fal.”

“No tienes que decirlo así, pon.”

Este intercambio entre la mascota y la chica mágica no pudo evitar hacer sonreír a Uluru. Pero entonces tensó su expresión. No, no, se reprendió a sí misma, no puedo ablandarme por algo así. Mirando a Sachiko a su lado, vio una expresión melancólica que nunca antes había visto en ella, su cabeza se hundió. Aunque era realmente malo ablandarse y bajar la guardia, al ver la cara de Sachiko, sintió que no podía dejarla en paz.

Uluru puso su mano en el hombro de Sachiko. Sachiko tembló y miró a Uluru. Su expresión parecía menos melancólica y más asustada. Esto realmente no era bueno.

“Sachiko, no tienes que preocuparte. Aunque Uluru tampoco te dice que bajes la guardia. Pero realmente no tienes que preocuparte. Vas a volver con Lady Puk Puck, aunque le cueste la vida a Uluru.”

Sachiko abrió ligeramente la boca, y las lágrimas se agolparon en sus ojos, desbordándose inmediatamente para gotear hasta el final de su barbilla. Volvió la cara, escondiéndola entre sus brazos mientras murmuraba: “Lo siento.” Uluru miró a Snow White por encima del hombro de Sachiko, asintiendo con la cabeza.

“Escucha, Sachiko. Uluru no dice que no te disculpes, pero puedes hacerlo más tarde. Ahora mismo… ¿Cómo es que era? Acciones sobre las disculpas. Acción. Como, si podemos volver a la finca, puedes disculparte todo lo que quieras entonces. Bueno, tal vez sería molesto si te disculpas demasiado, sin embargo.”

Uluru estaba haciendo un esfuerzo consciente para poner la cara más amable posible, pero no sabía si realmente estaba sonriendo amablemente o no. Entrecerrando los ojos bajo la luz que se reflejaba en la superficie del río, le dijo lentamente a Sachiko: “Y en cuanto a causarle problemas a Lady Puk Puck… Bueno, ten cuidado de no hacerlo la próxima vez. Mientras podamos volver, mientras la ceremonia se desarrolle sin problemas, puedes disculparte todo lo que quieras. Así que pase lo que pase, tenemos que volver. Uluru ha tomado una decisión, sabes, Uluru absolutamente, absolutamente te mantendrá a salvo, pase lo que pase. Uluru te va a traer de vuelta a casa.” Como lo había dicho todo de un tirón, se quedó sin aire. Inhalando profundamente, continuó. “Incluso si… Uluru muere, servirá a Lady Puk Puck, ¿de acuerdo, Sachiko? Asegúrate de que la ceremonia sea un éxito, y también sé útil para ella después, ¿de acuerdo?”

Con la boca aún abierta, Sachiko apretó los dientes y sacudió la cabeza. “Lo siento… Lo siento, hermana… Yo… no quiero hacer la ceremonia.”

¿De qué está hablando? Se preguntó Uluru, pero entonces, una vez que comprendió lo que quería decir Sachiko, la agarró por el cuello.

Snow White se interpuso entre ellas, tratando de detenerla, pero Uluru la ignoró y le gritó a Sachiko: “¡Tienes que estar bromeando!”

“Lo siento, lo siento… pero, pero…”

“¡No me digas eso! ¡Mierda! ¡¿Por qué, por qué?! ¡Pero Sorami ha muerto! ¡Todo el mundo quiere que vuelvas! ¡¿Cómo puedes seguir diciendo eso?!”

“Uluru, estás haciendo demasiado ruido.” Advirtió Snow White. “El enemigo nos encontrará, pon.”

“¡Estúpida… tú…!”

Sujetando a Uluru detrás de ella con una mano, Snow White se volvió hacia Sachiko. “Por favor, dímelo. ¿Por qué tienes tanto miedo? Puedo escuchar tus pensamientos más profundos, y pareces absolutamente aterrorizada.”

Cubriéndose aún la cara, Sachiko sacudió la cabeza con fiereza. “¡No lo sé! ¡No lo sé! Pero, ¡pero…! Cuando pienso en la ceremonia, sólo puedo pensar en cosas horribles, ¡y no puedo parar! Realmente no lo sé, pero…”

Uluru también sabía bien que Sachiko era una cobarde. Pero ahora mismo, esto era un poco diferente de su miedo habitual. Era difícil poner en palabras lo que era exactamente diferente, pero algo lo era. No era así como solía ser. Tal vez estaba confundida porque Sorami se había ido. Los puños cerrados de Uluru se aflojaron. Estaba a punto de decirle algo a Sachiko cuando una voz sintética la interrumpió.

“¡Chica mágica detectada, pon! ¡Se está acercando!”

Uluru tiró de Sachiko para ponerla en pie, y Snow White la metió en su bolsa sin pensarlo dos veces antes de salir corriendo.

***

◇   Pfle

Pfle buscó y buscó a cualquiera que encajara en la descripción de “chica mágica que usa shuriken”. Muy pocas chicas mágicas tenían un motivo ninja , y menos aún eran las que podían lanzar shuriken desde tan lejos que no se veían.

Cuando Pfle buscó en los archivos del Departamento de Recursos de Chicas Mágicas, apareció inmediatamente: la chica mágica que estaba desaparecida, Ripple. El incidente en el que había desaparecido se había hecho famoso por el asesinato de Archfiend Pam. Durante la investigación del asesino, una facción antiestablishment había irrumpido repentinamente, y las chicas mágicas viciosas que la facción antiestablishment había liberado de la prisión se habían vuelto locas. 7753, un miembro de Recursos de Chicas Mágicas, también se había visto arrastrada a ello.

Pfle se golpeó la frente con el dedo índice.

Aquel incidente había ocurrido después de que Pfle se convirtiera en jefa del Departamento de Recursos de Chicas Mágicas. 7753 había estado allí en ese momento, por lo que habría sido natural que Pfle le diera órdenes. Pero, por alguna razón, Pfle no se involucró en absoluto, sino que dejó que los asuntos se resolvieran por sí solos.

Pfle se conocía a sí misma.

La chica mágica Pfle habría tratado de intervenir más activamente. Este era el tipo de incidente que involucraba a gente que no querías investigar. Podría haber realizado algunas maniobras interesantes metiendo la cabeza en el asunto. Y si jugaba bien su mano, podría incluso recibir un ascenso: un lugar más cercano al Reino Mágico, un lugar con más autoridad, capaz de hacer más.

Era difícil creer que hubiera dejado las cosas como estaban… Pero eso es exactamente lo que hizo.

Y si se remonta aún más atrás, entonces surge otro misterio.

Pfle era la jefa del Departamento de Recursos de Chicas Mágicas. Había ascendido a la cima de forma justa y honesta, sin ningún tipo de engaño, fraude o soborno, ni utilizando ningún método que hiciera hablar a sus espaldas. Pero, ¿acaso la jefatura del Departamento de Recursos de Chicas Mágicas era un puesto al que se llegaba porque “la gente te tenía en alta estima” y porque “trabajabas muy duro”? Y lo que es más, se decía que Pfle había ascendido rápidamente en el escalafón. ¿No tendría más sentido que hubiera utilizado algunos métodos de los que no podía hablar a los demás?

Para la chica mágica llamada Pfle —la humana llamada Kanoe Hitokouji— tenía la sensación de que llegar a su elevada posición gracias a la fortuna de la familia Hitokouji, a las conexiones de su abuelo o a las actividades turbias de otros era algo natural. No era ingenua en su autoevaluación. Aunque se hiciera la buena delante de Mamori, tenía un conocimiento más profundo y completo de su propia naturaleza que cualquier otra persona.

Ya se había imaginado que algo pasaba, pero ahora esa hipótesis se consolidaba ante ella con mayor claridad.

A continuación, abrió copias de las actas de las reuniones de la más alta conferencia de la Autoridad Central del Reino Mágico. Por lo general, no se podían consultar, pero las cosas eran bastante flexibles cuando se era jefe de departamento. ¿Qué era específicamente esta ceremonia que Puk Puck pretendía celebrar? Eso era lo que Pfle quería saber. Sus capaces subordinados no se molestaron en usar la cabeza para determinar qué archivos necesitaba Pfle y acabaron proporcionándole todo lo del último mes. Lo leyó a toda velocidad, a dos páginas por segundo.

También había una lista de chicas mágicas que habían desaparecido; un número muy grande, además. Buscó la magia utilizada por las que estaban desaparecidas. Si Pfle podía identificar algún tipo de tendencia, podría utilizarlo como material para reforzar su teoría. Para ello, la mitad de la velocidad con la que revisó los registros de las reuniones —una página por segundo— era suficiente. Las capacidades aumentadas de los cuerpos de las chicas mágicas eran útiles en algo más que en las peleas a puñetazos.

Incluyendo el tiempo de reflexión, tardó algo menos de treinta minutos. Tenía una idea básica en mente. Si el objetivo de Puk Puck era como Pfle predijo, entonces este no era el momento de involucrarse con Premium Sachiko.

Ella enviaría a alguien a la escena, a Ciudad W. Necesitaba un comandante para controlar a Deluge. ¿A quién se lo dejaría? Sin embargo, al alinear los candidatos en su mente, nadie parecía encajar realmente en el proyecto.

Intentar hacerlo dentro del Departamento de Recursos de Chicas Mágicas sólo sería motivo de mayor tensión. Pero ella nunca habría pedido ayuda a alguien de fuera del departamento. No importaba si era fuera o dentro del departamento: Pfle incluso dudaba de sí misma.

¿Dónde había chicas mágicas en las que pudiera confiar, en la situación actual?

Ah, sí.

Le vino a la mente una persona.

Pfle se levantó, sacó su teléfono mágico y marcó un número. Al otro lado de la ventana no sólo llovía, sino que soplaba el viento, haciendo crujir las hojas de los árboles del jardín.

***

◇   Puk Puck

Aunque estaba preocupada por Sachiko y las demás, Puk Puck no podía enviarles ayuda. Pero tampoco podía ir a salvarlas ella misma.

No había nada más que hacer que alinear tres cojines para sentarse, enrollar uno en forma de almohada para acostarse, y dar vueltas en la cama. Cuando se enteró de la buena noticia que había estado esperando, gritó de alegría.

Tras unos instantes de felicidad, recapacitó, pensando que eso era un poco falto de clase. En su lugar, sonrió tímidamente, lo que alegró a sus subordinados; en definitiva, un triunfo.

“En ese caso, es hora de que vaya a recogerla.”

Puk Puck había recibido informes de que la finca estaba siendo vigilada. Se necesitaría magia para poder hacer la recogida y el regreso de forma segura, y para usar magia, se necesitaba gente. Fue por este momento que no había enviado ayuda, haciéndolos esperar en la finca por lo que tenía que trabajar duro ahora. Por supuesto, Puk Puck, que también había estado esperando, también haría todo lo posible.

Primero, se cambió de ropa.

La sociedad juzgaba a las personas en función de su apariencia, incluida la ropa. Puk Puck también sospechaba que la visión del mundo podía influir en los poderes de las chicas mágicas, pero no iba a hacer una presentación sobre ello en una conferencia académica.

Como la juzgarían por su aspecto, no podía salir con la ropa de casa.

Puk Puck se probó varios trajes que le trajeron sus sirvientes: un vestido de tarde, un kimono de manga larga, ropa de jardín de infancia, un vestido de noche y moda lolita. Discutió con sus subordinados con qué tipo de moda debía atacar en un momento como éste, y luego seleccionó un vestido infantil que no destacara al mezclarse entre los humanos pero que, sin embargo, diera una buena impresión, se puso adornos para el cabello a juego, un collar, calcetines, pantalones cortos, calzoncillos, etc. Se peinó y se sujetó el cabello con una diadema, pero se distrajo con un tocado, pensando: Quizá esto sea bonito. Puk Puck podía ser realmente indecisa en momentos como éste.

No podía permitirse perder ni un solo momento. Ahora mismo, Sachiko y Uluru seguían huyendo y escondiéndose del enemigo atemorizadas, mientras Snow White luchaba desesperadamente por ellas. A pesar de estar en una posición en la que debería enviar ayuda, Puk Puck no había podido hacerlo porque sus fuerzas estaban asignadas a otra parte, así que tuvo que contener su moda al mínimo nivel para poder cumplir rápidamente su objetivo.

Esta tarea normalmente le llevaría cinco horas, pero se las arregló para reducirla a una hora y media. Teniendo en cuenta el esfuerzo de Sachiko y las demás, pensó que era obvio que debía esforzarse tanto.

Para la colonia, eligió una con una fragancia lo más desenfadada posible, y para el esmalte de uñas, optó por un refinado color azul pálido.

Sonrió alegremente al espejo y se dijo a sí misma que seguramente sería capaz de hacer amigos así. La confianza genera resultados. Incluso para Sachiko, si hubiera podido tener más confianza en sí misma, no habría huido.

Seleccionó un vehículo que no fuera demasiado recargado, pero para enfatizar su seriedad, tampoco demasiado bonito, con un ojo puesto en la funcionalidad con cómodos cojines para sentarse, y se subió. Los asientos delanteros estaban divididos de los traseros por un tabique, por lo que el espacio trasero era sólo para Puk Puck. Con cuidado de que no se le arrugara el vestido, se dejó caer para tumbarse.

Habría una persona más en el camino de vuelta. Por supuesto que no podría acostarse entonces. Incluso entre amigos, había que cuidar los modales.

Al salir de la finca, hizo que algunos hechiceros pusieran rápidamente una barrera especial que impidiera que los demás se dieran cuenta de que las puertas de la finca se habían abierto o de que un vehículo había salido de ellas. Las cosas que eran verdaderamente necesarias, no se podían decir a los demás. Sólo los amigos de Puk Puck debían saberlo.

El vehículo no traqueteaba en absoluto. No era diferente de estar en su propia habitación.

Se dio la vuelta y pensó en Sachiko, que seguía huyendo. Era una cobarde y una débil, y huía inmediatamente de cualquier cosa desagradable, pero aun así, Puk Puck la quería. Cuando Sachiko lloraba, Puk Puck le acariciaba la cabeza y le preguntaba amablemente por qué estaba enfadada. Sachiko resoplaba y le contaba a Puk Puck qué cosa triste había ocurrido recientemente.

¿Qué tipo de cosas le contaría Sachiko a Puk Puck esta vez cuando estuviera en casa? Seguramente le contaría todas las cosas horribles que habían pasado, las cosas tristes que habían pasado.

Imaginar que acariciaba la cabeza de Sachiko hizo que Puk Puck se sintiera bien. La cabeza de Sachiko estaba muy bien formada, y sus cabellos se frotaban suavemente contra la palma de la mano al huir de sus caricias.

También se lo contaría a su nueva amiga, sobre lo buena, lo bonita que era Sachiko.