Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 8

Epilogo: Mejor Desprenderse

◇   Puk Puck

¿Había vuelto Premium Sachiko?

¿O había sido capturada o asesinada?

Puk Puck quería que volviera sana y salva junto con Uluru y Snow White. Puede que Puk Puck acabara abandonándolas rodeadas de enemigos, pero aun así, deseaba sinceramente que volvieran sanas y salvas.

La ceremonia era muy, muy importante, y era exactamente por eso que la Facción Osk estaba tratando de interferir en ella. Sachiko era esencial para aumentar las probabilidades de éxito de la ceremonia. Sin Sachiko, sería mucho peor que una muerte. Con Sachiko, podrían mantener las pérdidas a sólo una.

Era una verdadera lástima que la Facción Osk se hubiera enterado de lo de Sachiko. Puk Puck no sabía quién les había informado, pero una vez que descubriera quién lo había hecho, tendría que regañarles, tal vez incluso llegar a retener sus comidas durante dos días.

Le hubiera gustado enviar ayuda a Sachiko, si fuera posible. Le gustaba Sachiko, y entendía que su presencia facilitaría el éxito de la ceremonia, pero no podía vigilar sólo a Sachiko. Esta ceremonia era muy importante, y ella tenía que preparar muchas cuestiones diferentes. Sachiko era, en definitiva, sólo una de esas cuestiones. Ella era una parte muy importante, pero no era que la ceremonia no pudiera hacerse sin ella.

A quien Puk Puck iba a ir a recoger ahora era una parte necesaria. Sachiko era importante, pero sin la parte necesaria, no podrían llevar a cabo la ceremonia en primer lugar. La Facción Osk era descuidada, así que no se darían cuenta de esa diferencia. Necesario e importante eran completamente diferentes.

Mientras todo ese alboroto ocurría en Ciudad W, Puk Puck había estado siguiendo el paradero de esta pieza necesaria utilizando todos sus recursos, salvo Uluru, Sorami y Snow White. Había desaparecido del lugar en el que debería haber estado siempre, así que Puk Puck había tenido que luchar para encontrarla. Después de invertir toda su gente, magia y dinero, por fin, había conseguido encontrarla.

Localizar a esta chica era el trabajo de los subordinados de Puk Puck, mientras que escoltarla era su propio trabajo. Ambas cosas eran necesarias. Como resultado, no había más personal para ir a salvar a Sachiko. Tal vez fue su egoísmo al decir que quería a conseguir ambas cosas lo que había impedido que Puk Puck la encontrara. Una persona importante en su día había dicho que el primer paso del éxito era centrarse en lo que realmente necesitabas, y luego ir a por el reto. No era bueno ser codicioso.

Gracias a que todos invirtieron sus esfuerzos en la dirección correcta, Puk Puck pronto adquiriría a esta chica que era la pieza clave en la ceremonia. Ahora, por fin podrían celebrar esa ceremonia. Puk Puck estaba muy emocionada, y todos se alegraron.

Los que habían dicho que la ceremonia era demasiado difícil y los que habían dicho con suficiencia que aún no lo sabían todo sobre el aparato estaban equivocados. Los que decían que ella sólo trataba de ganar puntos, y Osk, que no quería que nadie más ganara puntos y se interponía en su camino, estaban todos equivocados. Todo el mundo tenía que entender que ya había pasado la hora de eso.

Pero si pudieran entender correctamente que el Reino Mágico ya no existía en ninguna parte, entonces la única opción que podían elegir era la activación del dispositivo.

¿Había vuelto Sachiko? La pregunta pesaba sobre Puk Puck. Era una llorona; una vez que hubiera regresado, Puk Puck tendría que calmarla. Uluru podía estar enfadada, pero si Puk Puck la alababa por su duro trabajo, seguro que se animaba. Si Sorami hubiera estado allí, se habría unido a Puk Puck para tranquilizar a las dos, pero Sorami ya no estaba.

Habían llegado a su meta, así que Puk Puck se bajó del vehículo.

Conteniendo su tristeza, Puk Puck sonrió alegremente. Era la primera vez en mucho tiempo que utilizaba su magia a pleno rendimiento. No importaba que fueran demonios de nueva generación o chicas mágicas artificiales. Los demonios alados se postraron ante ella, mientras que una chica mágica con una espada y otra con un cañón se arrodillaron. Todos ellos miraban a Puk Puck, que se suponía que era su enemigo, con amor y respeto. Harían todo lo posible por ella.

Después de hacer que los guardias le abrieran la puerta principal, los demonios la guiaron hacia dentro, y Puk Puck bajó las escaleras. Se dirigía a conocer a la chica que tanto había esperado. Puk Puck no dejó de lado su magia; esta chica también tenía que convertirse en su amiga. Un demonio puso la mano en la puerta y giró el pomo. Puk Puck cruzó la puerta que se abrió lentamente.

“He venido a buscarte, Shadow Gale.”

***

◇   Pythie Frederica

Aunque Snow White había crecido mucho como persona, aún quedaba algo de ingenuidad en ella.

Pero esa ingenuidad no era mala.

Una sola chica mágica tenía una existencia llena de sueños y oraciones y esperanzas junto con los sentimientos que otras chicas mágicas le habían confiado. Sopesar eso frente al peligro que una chica mágica así podría causar, y agonizar sobre qué chica elegir, era un acto hermoso que iba más allá de las propias capacidades de Frederica. El tipo de chica mágica que agonizaba por el hecho de que matar a una persona podría salvar diez mil vidas, pero que se cuestionaba si debía matar a esa persona cuando no había pasado nada, estaba increíblemente cerca de la chica mágica ideal.

Frederica deseaba mucho respetar el futuro que las chicas habían elegido, pero ahora era el momento crítico en el que todo podía echarse a perder, o en el que la esperanza aún permanecería. Si matar permitiera que la esperanza permaneciera en el futuro, entonces Frederica haría el trabajo sucio.

Con la palma de la mano derecha hacia arriba, Frederica señaló la taza de café. “Por favor, tome un poco. Es una mezcla especial.”

“¿El especial de Frederica? ¿No tiene cabello?”

“Dios, ¿cabello? No se me ocurriría hacer algo tan despilfarrador.

Si tuviera que mezclar algo, preferiría que fuera veneno.”

“Ya veo. Es cierto. Entonces lo tomaré.” Así que la chica mágica extendió la mano hacia la taza de café y tocó ligeramente el asa, con lo que se oyó un ruido agudo y chillón. Al mirar, Frederica vio que el asa se había roto de la taza.

“Perdóname.” Dijo Frederica. “Te traeré otra taza.”

“No, estoy bien con esto.” Sujetando la taza con un gesto demasiado elegante para llamarlo ‘sujetar’, se la llevó a los labios. Las chicas mágicas también eran resistentes al calor. Un simple café caliente no era nada para ellas. “Está delicioso.”

“¿En serio?”

“Esa falta de modestia es muy propia de ti.” “Me lo dicen a menudo.”

“¿Me das la receta?”

“Ya te la traigo.”

En este entorno de suelo de hormigón y techo manchado de agua, donde el ambientador luchaba con el moho, lo único bueno que había era el mobiliario, los utensilios y el café. Había dos mecedoras blancas idénticas, del mismo tipo que las que había tenido un famoso escritor estadounidense, y una mesa de madera de la misma marca se interponía entre Frederica y una chica mágica vestida de azul mientras disfrutaban juntas del café. El azul de su traje era demasiado vivo y dolía al mirarlo. No era del todo del gusto de Frederica. Frederica prefería colores más modestos y refinados. Su propio traje no era ninguna de las dos cosas. La gente quiere cosas precisamente porque no las tiene.

“¿Pero no dirías que es simbólico que la copa se rompa?” Preguntó la chica mágica de azul.

“Si significa algo, seguro que es una mala señal.” Respondió Frederica.

“Esto no ha sido más que un error de cálculo.” “Sí, en efecto.”

“Deberíamos habernos dado cuenta antes.”

Los dos —aunque una de ellas con una taza que había perdido el asa— dieron un sorbo a sus bebidas.

“Eliminar a Premium Sachiko era lo máximo que podíamos manejar, después de todo.” Dijo la chica mágica de azul.

“Lo fue.”

“Aunque cumplimos nuestro objetivo inicial, tal y como han ido las cosas, es difícil decir que nuestro plan fue un éxito.”

“En efecto.”

“Qué ironía que Shadow Gale, cuya captura pretendía ser una distracción, fuera en realidad el verdadero objetivo de Puk Puck.”

“¿Una distracción?” “¿Fue por algo más?”

“No… Si dices que fue una distracción, entonces estoy segura de que fue eso. Sé que no eres el tipo de chica mágica que dice mentiras insignificantes, Lapis Lazuline.”

“Sus elogios son muy exagerados.”

El verdadero objetivo de Frederica y del otro individuo presente — la primera generación de Lapis Lazuline— había sido secuestrar a Premium Sachiko para detener la ceremonia planeada por la Facción Puk. Idealmente, la querían viva; sin embargo, si eso no era posible, estaban dispuestos a matarla. Para ello, habían preparado una unidad para causar un alboroto en público —Deluge— y una unidad que se movía desde las sombras —Ripple—. Habían involucrado a Pfle, ya que pensaron que en el mejor de los casos podrían arrastrarla mientras se encontraba en la posición debilitada de haber perdido sus recuerdos.

Aunque habían logrado su principal objetivo inicial, teniendo en cuenta los hechos que habían salido a la luz a continuación, tuvieron que admitir que este plan, después de todo, había fracasado.

Frederica inclinó su taza hacia atrás.

La chica mágica sentada ante ella —la Lapis Lazuline de primera generación— no era una compañera en la que pudiera confiar plenamente. Su alianza era temporal, ya que sus intereses coincidían por el momento. Sin embargo, Frederica podía percibir que Lazuline no revelaba sus verdaderas intenciones.

Aunque eso era cierto para las dos.

Frederica tenía a Lazuline en alta estima, pero no en el ámbito de cosas como la confianza, la seguridad, la sinceridad o la honestidad.

“A pesar de todo, de saba sirve pensar en lo ocurrido cuando el resultado salta a la vista. Realmente debo aplaudir la encarnación del Sabio. Seguramente Sachiko también debió ser un peón importante.”

“Su eliminación reducirá el índice de éxito de la ceremonia.”

“Aunque las probabilidades de éxito disminuyan un poco, estoy segura de que de igual forma lo forzará.”

Frederica pensó que debería haberse dado cuenta antes de lo sospechoso que era que no hubiera habido refuerzos de la Facción Puk, incluso después de que Premium Sachiko hubiera sido descubierta.

Y luego estaba cómo se habían distraído de lo que realmente iba a suceder durante esta ceremonia.

La ceremonia incluía el manejo de un dispositivo dejado por el Primer Mago. Pero no iban a utilizar la suerte de toda una vida generada por Premium Sachiko para operar la máquina. Esta ceremonia utilizaría a Shadow Gale, que había adquirido la suerte de toda una vida generada por Premium Sachiko, para modificar la máquina. Por lo tanto, el jugador clave no era Sachiko, sino Shadow Gale. Sin Sachiko, era simplemente que las probabilidades de éxito caerían, pero sin Shadow Gale, no serían capaces de llevar a cabo la ceremonia en primer lugar.

Incluso si Frederica preguntara hasta dónde había llegado Lazuline al considerar el valor de Shadow Gale, Lazuline no se lo diría, y tampoco se lo diría si Frederica le preguntara.

“Así que Puk Puck utilizó a Sachiko como cebo para capturar astutamente a Shadow Gale.” Dijo Lazuline.

“En realidad… yo también me lo pregunto.” Frederica extendió las manos y ofreció una ligera sonrisa. “Ella depositó una sorprendente confianza en sus subordinados, y también en Snow White, ¿no es así? No es que Sachiko fuera un señuelo, sino que Puk Puck pensó que sólo unas pocas personas serían suficientes para lograrlo. En cualquier caso, estaba totalmente ocupada con Shadow Gale y no podía prescindir de ningún otro.”

Lazuline dio una palmada. “Esa teoría es nueva. La aceptaré.”

“Creo que poseer una suavidad tan humana da a la encarnación del Sabio una cierta familiaridad.”

“Estoy de acuerdo.”

Las dos dieron un sorbo a su café.

“Pero aun así… ¿estuvo bien hacer eso con Ripple?” Preguntó Lazuline.

“Fue lo mejor.” “¿Fue así?”

“Ella me fue útil, y yo también pude enseñarle varias cosas. Siento que construimos una buena relación, pero las cosas no podían seguir como estaban. No podía esperar un mayor crecimiento en ella si sólo estaba bajo mi control.”

Frederica sacó una fina espada de su manga y la sostuvo ante la luz que entraba por la ventana. “Usar esta espada en otra persona desharía el lavado de cerebro de Ripple, y entonces ella me dejaría. Se acerca el momento en que debo usar esta espada. La única diferencia era simplemente separarme de Ripple antes, en lugar de después.”

“¿No había un mejor momento?”

“¿Cómo así?”

“Que fue de bastante mal gusto deshacer la magia en el momento en que mató a Sachiko.”

“Oh, eso fue sólo una pequeña travesura de mi parte.”

Snow White podía escuchar los pensamientos de la gente con problemas.

Frederica hizo que Ripple atacara a Sachiko con Snow White presente. Una vez que Frederica empezó a pensar en lo que pasaría con Ripple y Snow White después de que la primera volviera en sí al momento siguiente, no pudo contenerse.

Era un mal hábito. Un hábito muy malo. Pero Pythie Frederica era una chica mágica que se había construido con malos hábitos. Ya era demasiado tarde para odiarse a sí misma.

Se emocionó al imaginar cómo se sentiría Snow White una vez que escuchara los pensamientos más íntimos de Ripple, lo que haría Ripple una vez que recuperara el sentido después de haber estado bajo el control de Frederica. Ahora mismo, Snow White estaba siendo pulida por una piedra de afilar. Dependiendo de la forma de pulirla, podría romperse. Terminando su trabajo, Frederica hizo ajustes para evitarlo.

No era bueno ser egocéntrica como Dark Cutie. Snow White no existía por el bien de Frederica; Frederica existía por el suyo.

“No vengas llorando a mí si provocas tu propio fin con tus travesuras.” Resopló Lazuline.

“Gracias por el consejo.” Con un destello del estoque, Frederica lo volvió a deslizar en su manga, y las dos dieron un sorbo a sus bebidas.

Ripple se había alegrado cuando Frederica le había acariciado la cabeza, y Frederica había disfrutado de la sensación del cabello de Ripple; el beneficio era mutuo. Lo mismo ocurría con la relación entre Snow White y Frederica. Ambas partes se beneficiaban. Por eso Frederica no podía separarse. Incluso si Snow White intentaba marcharse, Frederica la seguiría.

Frederica conservaba todo lo que era útil hasta que cumplía su función. El hecho de que lo mantuviera en su poder dependía de la cosa en cuestión. Si ese objeto resultaba útil en ese momento, si estaba claro que volvería a perjudicarla en el futuro, entonces tal vez fuera mejor desprenderse de él mientras todavía sirviera para algo.

-FIN DEL VOLUMEN 8-