Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 8

Capítulo 5: Adiós, Amigo Mío

Parte 4

◇   Uluru

Uluru envió un correo electrónico a Puk Puck.

El enemigo había descubierto su escondite. Según Snow White, había muchos enemigos y probablemente la zona de la finca estaba vigilada, así que era mejor tener cuidado al entrar o salir. Uluru y Sachiko seguían a salvo; se habían separado temporalmente de Snow White, pero ella también estaba a salvo: Uluru había puesto toda esta información en un mensaje y lo había enviado.

La respuesta llegó rápidamente. Expresaba su preocupación por la seguridad de Uluru y Sachiko.

El mensaje estaba redactado de forma casual, pero al imaginar la cara de Puk Puck, a Uluru le dolió el corazón. Puk Puck estaría preocupada por ellas. Puk Puck era más amable y considerada que nadie. Habiendo servido a Puk Puck durante muchos años, Uluru había experimentado la consideración de Puk Puck muchas veces.

Quería salir de esta situación lo antes posible y tranquilizar a Puk Puck.

Haría todos los esfuerzos posibles para ello.

Con cosas como el ataque del enemigo y la muerte de Sorami sucediendo una tras otra, Uluru se había quedado descolocada, sacudida hasta la médula. El mensaje de Puk Puck fue eficaz para suprimir ese impulso. A Uluru le hubiera gustado escuchar la voz de Puk Puck si fuera posible, pero no se podía pedir demasiado. Francamente, Uluru había estado esperando que los refuerzos llegaran por fin, pero, a fin de cuentas, los mendigos no pueden elegir.

Guiando a Sachiko, evitando las grandes carreteras y los lugares con mucho tráfico peatonal, optaron por atravesar callejones vacíos en la medida de lo posible. Luego sólo recorrieron carreteras estrechas, pasando de vez en cuando por encima de las vías del tren o ideando planes como agarrarse a los bajos de los grandes camiones, hasta llegar al distrito industrial de las afueras de la ciudad.

Esta zona estaba llena de almacenes. Había interminables filas de edificios de hormigón cuadrados, sin decoración y angulosos; la única forma de distinguirlos era por los números escritos en ellos. Estaba lo suficientemente cerca del mar como para que el aire tuviera un sutil olor a sal, pero los lugares donde los barcos descargaban su carga estaban abarrotados de gente.

Uluru zigzagueó entre los almacenes, se apretó contra el almacén D82, el más alejado del océano, y golpeó.

No habían discutido ni la posición del almacén ni la señal de llamada. Pero con Snow White, Uluru no tenía que comunicarse hablando en voz alta. Snow White podía leer su mente mientras corría y entender que era Uluru quien estaba allí, incluso si acababa de llamar sin haber decidido una señal.

La puerta se abrió con fuerza, y en el instante en que se abrió un espacio del tamaño de una persona, Uluru se deslizó hacia adentro y le hizo una seña a Sachiko, que estaba esperando detrás de ella, y luego de que pasase se cerró rápidamente la puerta y se volvió a asegurar. En el interior, el almacén estaba a oscuras, sin una sola pizca de luz, pero eso no era un problema cuando todas eran chicas mágicas.

“¿Cómo van las cosas por tu parte?” Preguntó Uluru a Snow White.

“La perdí.” Respondió. “Pero podría volver a rastrearnos por el olor, así que creo que deberíamos cambiar de lugar periódicamente.”

“He enviado un mensaje a Lady Puk Puck. Ella envía sus ánimos.” “Ya veo…”

“Sí…”

Sólo con la mirada, Uluru pudo ver que Snow White estaba decepcionada al saber que los refuerzos no iban a venir después de todo. Sin embargo, ahora mismo, Uluru no se atrevía a acusarla de grosera.

Sachiko se desplomó en el suelo, aparentemente agotada. Era comprensible.

Uluru miró a Snow White, lo que le hizo pensar: “Esto hace que parezca que quiero ayuda”, pero no pudo retractarse de haber mirado.

De repente, Snow White se congeló. Ni su cara ni su cuerpo se movieron.

Era como si estuviera concentrada y sumida en sus pensamientos, y por una u otra razón, Uluru se enderezó en su asiento.

***

◇   CQ Angel Hamuel

Reflexionó y reflexionó, pero al final se rindió.

Hasta ahora, Hamuel había superado las cosas aprovechando toda la sabiduría de los muchos apuros en los que se había metido. Algunas cosas las podía sacar adelante, otras no. Esto era algo que no podía sacar adelante.

Si al menos me quedaran algunas Shufflin, pensó. Pero alguien a quien podría llamar la Cazadora Infernal de Shufflin había acabado con casi todas las Shufflin de Ciudad W, y lo más que pudo hacer Hamuel fue ordenarles que huyeran. Ahora estaba atrapada escondida en lo alto de algún tejado después de que el enemigo la hubiera rodeado en el aire, donde había estado observando el campo de batalla desde el cielo y dando instrucciones.

Sus fuerzas no habían sido totalmente aniquiladas. Pero sería imposible cambiar las tornas ahora.

Hamuel se había rendido, pero sólo en la captura de Premium Sachiko. No iba a renunciar a todo y volver descaradamente a ofrecer su propia cabeza. Si no podía arrancar ningún resultado ahora, entonces plantaría algunas semillas que podrían ser cosechadas más adelante. No sabía cuándo podría cosechar, tal vez ni siquiera brotaran antes, e incluso si lo hacían, podrían marchitarse antes de que florecieran. Pero aunque se marchitaran, era mejor sembrar semillas que no hacerlo.

Hamuel se contoneó un par de veces para salir de la grieta entre una máquina y la pared. El polvo se desprendió de ella mientras se palmeaba el pecho, los hombros, el trasero y la espalda, y se asomó al techo para mirar abajo.

El sol se había puesto. Los faros de los vehículos iban y venían. Rodeó la circunferencia del tejado, mirando no sólo hacia abajo sino también hacia arriba, pero no había nada especial alrededor.

Parecía que el informe de las Shufflin supervivientes era correcto; los demonios alados habían desaparecido de Ciudad W. Con un suspiro de lamento, deseando que hubieran desaparecido antes de que sus fuerzas se vieran tan reducidas, Hamuel se recompuso y tomó el micrófono de su radio inalámbrica.

Preparó mentalmente lo que iba a decir. Se sentó en el borde del techo y subió el volumen de la radio.

Su objetivo era Snow White.

“¿Puedes oírme…? ¿Puedes oírme…?” Ella debería ser capaz de oír. Así era como funcionaba la magia de Hamuel. Era imposible bloquear su voz o evitar escucharla.

“Actualmente estoy hablando directamente a tu mente.”

Era una pena que Hamuel no pudiera ver su reacción. Aunque de cualquier manera hablar con ella fuera lo mismo, habría querido ver su expresión con un telescopio mientras lo hacía.

“Soy la que ha estado al mando de las Shufflin… Oh, te lo haré saber por si acaso, no soy el Joker.” Intentó sonar lo más sincera y racional posible. “Como puedes ver, mi magia puede transmitir mi voz a los demás de forma unidireccional. Por desgracia, no puedo oír nada de lo que dices, así que no te lo tomes como algo personal. Taparse los oídos tampoco servirá de nada. Mis más sinceras disculpas; esto no te hará daño, pero te pido que lo aguantes por un momento.”

Pensar en cómo se estaba dirigiendo a la Cazadora de Chicas Mágicas la puso un poco nerviosa. Esto era completamente diferente a dar órdenes a las Shufflin.

“Como alguien que ha estado en combate contra ustedes, expreso mi respeto por la forma en que han luchado. Aunque es con gran decepción, esta vez me rendiré y me retiraré, ya que la aniquilación total sería inevitable si continuara. Esto es, sin duda, una desgracia; sin embargo, me imagino que para poder excusarme ante mis superiores, al menos, le diré unas palabras antes de regresar. Siendo que no tengo ninguna hostilidad personal hacia usted.”

Ella no mentiría. Una mala mentira acabaría disparándole en el pie. El estilo de Hamuel era revelar toda la verdad. Pero había que tener cuidado a la hora de elegir a quién confiar esa verdad.

“De hecho, incluso me gustaría hacerme tu amiga. No hace mucho, derrotaste a Grim Heart, la encarnación de nuestro líder Osk. Esa batalla nos proporcionó datos valiosos.”

Hamuel pensó en Grim Heart cuando aún estaba viva. Nunca hubiera querido a Grim Heart como aliada ni como enemiga. Cuando se enteró de que Grim Heart había sido burlada, no sólo Hamuel, sino toda la facción se había puesto de cabeza, conmocionada. Los de dentro probablemente estaban más sorprendidos que las otras facciones.

“El concepto en el desarrollo de Grim Heart fue el ‘rechazo automático de la comunicación’. Esta magia fue concebida como una contramedida contra cierta chica mágica. Esa chica mágica es su actual líder, Puk Puck.”

Snow White estaba actuando actualmente en apoyo de la Facción Puk. No había registro de tal comportamiento en el pasado, lo que llevó a Hamuel a creer que se trataba de un empleo provisional o que Snow White se había unido recientemente. Así que existía la posibilidad de que aún estuviera a tiempo.

“Voy a explicar las cosas en su debido orden: Es muy inusual que los Tres Sabios se encuentren cara a cara. Ni siquiera sé si tienen caras, pero bueno, eso no importa. En cualquier caso, cuando se involucran en cualquier tipo de negociación, utilizan una encarnación. Desde hace algún tiempo, la Facción Puk ha estado usando a la que fue coronada como su líder, Puk Puck. Y desde entonces, la Facción Puk ha logrado mayores beneficios en las negociaciones, y se han puesto en desventaja con menos frecuencia.”

Hamuel siguió hablando con Snow White de forma unilateral.

Sentía que se le secaba la garganta, pero claro, era su imaginación.

“La Facción Osk ha probado todos los medios posibles y todas las chicas mágicas posibles a la hora de entablar una negociación, pero contra Puk Puck, nunca sale bien, pase lo que pase. Además, todas las chicas mágicas que participan en las negociaciones con Puk Puck tienen una impresión sorprendentemente buena de ella.” Sólo una vez, cuando actuaba como asistente en una reunión, Hamuel había visto a Puk Puck desde la distancia. Recordaba claramente que Puk Puck había salido muy bien parada incluso de ese breve vistazo.

“Después de miles —decenas de miles— de negociaciones, la Facción Osk recopiló algunas estadísticas. Hemos probado a mezclar varias técnicas experimentales y a alternar entre encarnaciones de chicas mágicas, y finalmente, hemos llegado a la siguiente conclusión: La magia de Puk Puck consiste en distorsionar la impresión que da a los demás.”

¿Qué tipo de mirada tenía ahora Snow White? Hamuel empezó a imaginárselo, pero luego sacudió la cabeza para concentrarse de nuevo.

“Cualquier comentario o comportamiento grosero que pueda dar una mala impresión se desvirtúa y los demás se sienten estimados. Tienen un buen concepto de Puk Puck. Incluso los enemigos, una vez que la conocen y hablan con ella, se convierten en sus amigos.”

Hamuel se detuvo un momento. ¿Snow White estaba escuchando bien? Hamuel nunca pudo acostumbrarse a pronunciar discursos cuando no podía ver la reacción del público.

“Desde entonces existe una regla que prohíbe la participación de Puk Puck en cualquier discusión entre los Tres Sabios o sus encarnaciones, ya que cualquier cosa sería fácilmente aprobada para ella, dos contra uno. En este asunto, la Facción Puk no se ha quejado realmente; más bien, ha puesto excusas. Y dado que no han expresado ninguna oposición real, deben ser conscientes de que lo que están haciendo es apenas cruzar la línea.”

Las Shufflin le enviaron la señal de que ya estaban listas para retirarse. Hamuel les dio el visto bueno con un guiño y decidió continuar con su emisión un rato más.

“No creo que nos equivoquemos con la magia de Puk Puck. Por mucho que intente disfrazarla con palabras, aunque leas las intenciones que hay detrás de esas palabras con tu magia, todo lo que te llegará son buenos sentimientos.”

Hamuel se puso de pie. Ya era hora de terminar. “Así que, por favor, ten cuidado. Cualquier sentimiento como la simpatía, la confianza y el apego bien podría originarse en la magia de Puk Puck. Aunque quizá no sirva de nada decirlo ahora.”

Eso fue todo para las advertencias. Para ganarse el favor de Snow White, Hamuel ofrecería aún más información beneficiosa. “Sí, sí, como prueba de que no tengo mala voluntad, te diré algo bueno: Parece que la otra fuerza aparte de nosotros se ha retirado. Aunque no sé si tenían un límite de tiempo o si hubo alguna otra razón para su retirada. Puede que sólo hayan fingido que se retiran mientras vigilan las cosas, así que ten cuidado y haz tu propio juicio sobre ese punto.” Hamuel calculó que era un 99% probable que la retirada de la tercera fuerza no fuera una finta. Pero pidió más cautela. “Parece que ese grupo es bastante bueno en el reconocimiento, y han eliminado a las Shufflin en la ciudad de forma selectiva. Basándose en las tendencias de dicha actividad, parece que las carreteras principales, las zonas concurridas, las instalaciones donde se reúne la gente, etc., están bajo una vigilancia más estrecha. Dado que las Shufflin desplegadas en esas posiciones fueron todas atacadas, creo que sería mejor evitar esos lugares.”

No sabía cómo reaccionaba Snow White. Pero no era como si Hamuel no percibiera que ella había causado un impacto. Por supuesto, esto bien podría ser nada más que su propia fantasía.

“Bueno, entonces, discúlpame por seguir hablando sin parar. No puedo permitir que pierdas el sueño por un sermón tan largo y que luego te enfades conmigo. Así que lo dejaré ahí. Espero que la próxima vez que nos encontremos seamos aliadas. La Facción Osk te dará la bienvenida. Yo también odiaba a Grim Heart, ya sabes.”

Ella cortó la comunicación.

Pensó que básicamente había dicho la verdad. A Hamuel no le gustaban las mentiras. Era poco probable que una mentira complaciera a alguien. Era fácil complacer a alguien con la verdad.

Aunque Snow White estaba asociada a la Facción Puk, esto era reciente, y no habría estado bajo la influencia del poder de Puk Puck durante mucho tiempo. Incluso si esto nunca se convirtió en algo más que una pequeña semilla de duda, eso era seguramente más significativo que nada.

Incluso para Hamuel, que estaba observando, había resultado extraño que Puk Puck no hubiera enviado ningún refuerzo. Entre eso y la retirada del misterioso tercero, estaba ocurriendo algo que estaba fuera del campo de conocimiento de Hamuel. Un futuro en el que ella cooperaba con Snow White podría estar realmente cerca.

***

◇   Snow White

Ya no podía oír la voz.

¿Cuáles eran las intenciones de esa persona? Por supuesto, Snow White no podía tomar lo que se había dicho al pie de la letra. Sin embargo, no era que no pudiera creer nada de eso. Cualquiera podría dudar, basándose en la lógica de esa voz, y Snow White ya no podría confiar en su propia magia.

Había asumido que el apego de Uluru, Sachiko y Sorami a Puk Puck estaba arraigado en su personalidad. Pero si, como decía la voz, se trataba de la magia de una encarnación de uno de los Tres Sabios, podría conseguir fácilmente algo como engañar a la gente durante décadas.

Si la pregunta era si había algo sospechoso en Puk Puck, la respuesta era sí. ¿Por qué se había empecinado en no enviarles refuerzos? Si era una encarnación de Sabio, tendría muchos subordinados. Solo dentro de la finca, Snow White había escuchado las voces de los corazones de muchas chicas mágicas. Si realmente hubiera querido recuperar a Sachiko, podría haberlas enviado como refuerzo.

¿No quería realmente que Sachiko volviera?

Eso tampoco tenía sentido. Uluru y Sorami nunca habían mentido. Puk Puck había llegado a utilizar a Snow White, una forastera, para buscar a Sachiko, así que ¿cómo no iba a querer recuperar a Sachiko?

¿Era posible falsificar todo, incluidos los propios pensamientos de Snow White, las preocupaciones que más inquietaban a Puk Puck, sus pensamientos inconscientes sobre cosas que no quería que ocurrieran? Snow White tuvo la sensación de que una encarnación de uno de los Tres Sabios podía conseguirlo. La otra encarnación de los Sabios que Snow White había encontrado, Grim Heart, había impedido que Snow White escuchara sus pensamientos en absoluto hasta que levantó su magia.

Snow White apretó la mano alrededor de su brazalete.

Sachiko no quería hacer la ceremonia. Su aversión a la misma era anormal. Decía que si se unía a la ceremonia, seguro que alguien iba a tener una desgracia. Puk Puck no había pensado nada de eso. Ella no había querido sacrificar a nadie a través de la ceremonia. Conociendo la personalidad de Puk Puck, Sachiko debería haberlo sabido, pero aun así no quiso hacerlo. ¿Era sólo porque era una cobarde? ¿O había percibido algo?

Snow White miró a Sachiko. Últimamente, la chica se había quedado totalmente callada, sin decir nada en absoluto. Cuando Snow White la había descubierto en el parque de atracciones, había estado acurrucada lo más posible, en cuclillas en la oscuridad. Aunque ya no lo hacía, parecía más pequeña que antes. Su flequillo rizado colgaba con desánimo.

“… ¿Snow White? ¿Qué pasa, pon?” “No pasa nada.”

“¿Nada…? ¿Estás realmente bien? Parecía que estabas abstraída.” “Estoy bien.”

No había tiempo. No tenía libertad para tomarse en serio esos rumores infundados de la Facción Osk. Si se quedaban sentadas, Dark Cutie vendría a por ellas. Snow White siempre tenía muchas cosas que hacer, incluso ahora mismo.