Monogatari (NL)

Volumen 11

Capitulo Furtivo: Tiempo Shiobu

Parte 32

“¡Eek!” Gritó Hachikuji.

Se despertó de un salto ante el repentino grito de Gaen-san, que pareció llenar el aire a nuestro alrededor.

No—Hachikuji ya debía haber estado despierta.

Todo el tiempo, como dijo Gaen-san—o al menos, en algún momento, había empezado a fingir que aún no había despertado. Lo que significaría…

Si sólo se hacía la dormida.

Si se hacía la dormida, como la vez que le puse las manos por todo el cuerpo…

“Oh, siento sorprenderte, Mayoi-chan. No era mi intención decirlo tan alto. Es que habría sido un verdadero problema que siguieras haciéndote la dormida.”

“…”

Hachikuji se detuvo un momento, todavía con cara de sorpresa. “Um—” Dijo ella. “¿Araragi-san?”

“Está bien.”

Deteniendo a Hachikuji cuando intentaba decir algo, le agarré la mano.

No, nos tomamos de la mano.

“Cálmate. No sé qué está pasando aquí, pero yo, al menos, estoy de tu lado.”

“De acuerdo.” Asintió Hachikuji. Casi quería ponerla en mi regazo y abrazarla como Gaen-san estaba haciendo con Ononoki-chan.

“Vamos, parece que me estás haciendo pasar por el malo o algo así. No te pases, Koyomin, y tú también, Mayoi-chan. Yo también estoy de tu lado.” Aseguró una alegre Gaen-san.

Aunque su honestidad no era tan sospechosa como la de Oshino, mi sentido de la amistad no era tan débil como para dejar que alguien se saliera con la suya llamando mentirosa a Hachikuji en su cara.

“¿Qué quieres decir? ¿Qué clase de mentira estás acusando a Hachikuji de decir?”

“Creo que lo sabes.”

“No sé… Ni lo que dices ahora, ni en qué situación estamos.”

Ahora que me lo había contado, comprendía el extraño y misterioso fenómeno—la Oscuridad—, aunque sólo de forma tentativa. Sin embargo, la situación no había mejorado en absoluto.

Todavía estaba lleno de cosas que no entendía.

Todo me pareció una gigantesca pérdida de tiempo, si así iba a ser, prefería volver directamente a mi ciudad a ver a Shinobu de nuevo en lugar de hablar con Gaen-san.

Quería ver a Senjougahara y Hanekawa.

Quería ver a Karen-chan y a Tsukihi-chan. Como mínimo.

No quería ver esa verdad suya.

“Entonces te lo diré, como una especie de detective famoso al que no le importa provocar una escena incómoda—es la mentira de que ella esté allí ahora mismo.”

“…”

“Ya deberías haber dejado este mundo para ir al siguiente. ¿No es así, Mayoi-chan?” Dijo Gaen-san directamente a Hachikuji por encima de mi cabeza. Luego, a pesar de meterla en la conversación, continuó antes de que Hachikuji tuviera la oportunidad de hablar. “Y, sin embargo, sigues estando ahí. Esa es la mentira que sigues contando. La mentira de que estás ahí. Esa es una buena razón para estar molesto. No hace falta ser la inexistencia para decirte que pares.”

“¿Mentira? Eso no es lo que pretendía…” Dijo Hachikuji. Parecía bastante valiente mientras hablaba con Gaen-san, sin mirar al suelo ni morderse la lengua, pero Hachikuji no podía encontrar su mirada.

Ella miraba hacia otro lado.

Al igual que ella estaba mirando lejos de la verdad. “No es lo que pretendía en absoluto.”

“Como he dicho, ya es una mentira una vez que has provocado un malentendido—Hachikuji   Mayoi.” Continuó Gaen-san con despiadada alegría. “Es como si ahora mismo fueras un fantasma de un fantasma, y por desgracia, el mundo no acepta tales metaexistencias. Los seres así están destinados a ser engullidos por el no-ser.”

“Un fantasma—de un fantasma.”

Hachikuji repitió las palabras y pareció tragar saliva. Si tuviera que adivinar.

Es que resonaban tan profundamente, pero todavía no tenía idea de lo que estaba pasando.

“¿Gaen-san? ¿Podría explicar qué quiere decir con eso?”

“Creía que ya había terminado—de hecho, me gustaría irme a casa si puedo. Pero si me pides más explicaciones, estaré encantada de dártelas. Me encanta explicar las cosas.”

“…”

“Hachikuji Mayoi es un fantasma que murió en un accidente de tráfico hace once años. Hachikuji Mayoi es una excentricidad tipo caracol conocida como la Vaca Perdida, para ser exactos.”

La Vaca Perdida.

Una excentricidad que hace que la gente pierda el rumbo.

Una excentricidad que te impide encontrar el camino a casa. Una excentricidad que te mantiene perdido, sin poder llegar nunca a tu destino, sólo dando vueltas y vueltas como un vórtice.

“P-Pero eso—”

“Sí. Pero eso fue algo que tú, tu novia y esa novato de Meme resolvieron para ella—la Vaca Perdida Mayoi ya no tenía que estar perdida.” Dijo Gaen-san. “Y, sin embargo, ese niña sigue ahí. ¿Qué es eso sino una mentira?”

“…”

Bueno, claro.

Todo el mundo pensó que había algo raro en eso.

Nos preguntamos si ese tipo de cosas ocurren realmente.

No es que no tuviéramos nuestras dudas sobre la permanencia de Hachikuji durante tanto tiempo en nuestra ciudad, en sus calles, cuando debería haber pasado al otro mundo, pero todos habíamos dejado de lado nuestras dudas.

En realidad, ni siquiera lo vimos como un problema.

Pensamos que no había ningún problema y nos tragamos la explicación de Hachikuji de que había sido ascendida a título póstumo.

De lo contrario, no habría sido bueno para algunas personas. Parecía algo bueno, si acaso divertido.

Me divertí charlando con Hachikuji cuando me la encontré en la calle.

Pero eso—

“Pero eso no puede ocurrir.” Declaró Gaen-san. “¿De verdad crees que el mundo va a permitir algo tan conveniente? Qué final tan ridículo y feliz. Casi hipócrita. Admito que en el mundo hay mentiras rojas y blancas. Lo sé muy bien. Pero ya ves, Koyomin, no existe una mentira aceptable.”

No frente a la verdad. No frente a las normas, añadió Gaen-san.

“Esa niña está diciendo una mentira al existir y charlar alegremente con todos ustedes, y eso no es aceptable.”

“¿Por qué no…?”

“No digo que me parezca inaceptable. Es al mundo al que se lo parece—seguro que las reglas podrían cambiar algún día, pero así es como es ahora.”

“…”

“A las excentricidades no se les permite desviarse mucho de su caracterización—no pueden actuar como otra excentricidad o hacer algo que haga que se les confunda con una.”

En definitiva.

En definitiva, Hachikuji Mayoi no es más que una Vaca Perdida.

“Estoy segura de que todo habría estado bien si se hubiera quitado esa mochila y se hubiera convertido en un simple fantasma, de la forma en que un marisco puede salir de su concha, pero necesita extraviar a la gente por el camino si es una Vaca Perdida. Pero no lo es. No desde que la salvaste…”

Fui a la casa de Senjougahara junto con Hachikuji. Nunca me perdí cuando estaba con Hachikuji.

De hecho, a veces me había mostrado el camino.

Por eso pensé que Hachikuji ya no era una Vaca Perdida, así la había estado viendo.

Así es como la había presenciado. Así es como me habían engañado.

“Mira cómo te ha engañado… pero en realidad, eso no era nada nuevo. ¿No te mintió esta niña desde el principio, Koyomin?”

“No. Hachikuji…”

Agarré la mano de Hachikuji. La sujeté con fuerza. “Hachikuji nunca me ha mentido. Ni una sola vez.”

“Araragi-san…” Pude escuchar a Hachikuji murmurar detrás de mí. Pero no me di la vuelta.

Seguí mirando a Gaen-san.

“Supongo que sí. Tienes razón. Me equivoqué.” Gaen-san se retractó con frialdad de su declaración anterior—no, en realidad de su pregunta.

Ella sólo estaba—pidiendo mi opinión.

“Supongo que fue a ella misma—a quien mintió.”

“…”

“Cualquiera que sea el caso, el razonamiento, el cuento que te cuentes a ti mismo no le importa a la inexistencia sin voluntad ni conciencia propia. Mientras Mayoi-chan se haya desviado del camino de la Vaca Perdida, será juzgada y castigada.”

“Juzgada y castigada—pero eso es…” Intenté rechazarla. Traté de contradecir las palabras de Gaen-san.

Intentaba demostrar algo—que Gaen-san no sólo se equivocaba en lo que acababa de decir, sino en todo.

“No tienes ninguna prueba de eso, no sabemos con seguridad que va tras Hachikuji.”

“Claro, no es que sus reglas estén escritas en alguna parte y sus juicios estén abiertos al público. Si hablamos de posibilidades, por supuesto que existía la posibilidad de que estuviera detrás de ti o de Shinobu-chan por parecerse tan vagamente a los vampiros. Tal como había dicho antes.” Gaen-san rodeó con sus brazos a Ononoki-chan, que se sentó en su regazo, como se haría con un peluche.

Ononoki-chan permaneció inexpresiva.

No tenía ni idea de lo que estaba pensando.

“Pero, y aunque parezca que estoy insistiendo en esto, esa ambigüedad es diferente a una mentira. Tú y Shinobu-chan han cambiado auténticamente en nuevos tipos de excentricidades. Se han transformado, han sido alterados. Así que, aunque su historia pueda parecer increíble, no es falsa. Ustedes dos han sido fieles a los personajes que son. Lo que significa que la única existencia que ha mentido aquí es Mayoi-chan.”

“…” “Bueno.”

La verdad me había dejado pálido, y Gaen-san me puso una mano en el hombro. No tenía reservas para hacerlo, como si fuéramos amigos desde hacía una década.

“Es cierto que no hay pruebas físicas, pero ¿no hay muchas circunstanciales? La Oscuridad nunca fue a por ti mientras Mayoi-chan estaba desmayada, ¿verdad?”

“¿Eh?”

Mi cerebro no podía seguir el ritmo de lo que ella decía de repente. Pero sí. ¿No era eso cierto?

Justo después de que se adelantara a nosotros hasta el otro lado de esa curva en el semáforo, justo cuando Ononoki-chan nos salvó con su Unlimited Rulebook—Hachikuji se había desmayado.

Y como resultado—la Oscuridad se detuvo.

No vino a por nosotros una vez que escapamos usando la Edición Escapista—no estaba seguro de la exactitud de nuestra conjetura de que la Oscuridad es mala para lidiar con el movimiento vertical, pero eso no era lo que importaba—simplemente no podía seguirnos.

La “conciencia” conocida como Hachikuji Mayoi había desaparecido por el momento.

“Sí, y como prueba, ¿no apareció la Oscuridad incluso en esa escuela de preparación abandonada en cuanto se despertó?”

“Entonces, ¿qué pasa cuando luego escapamos por las montañas?

¿Fue porque estaba cansada y dormía mucho? Si no podía venir tras nosotros, entonces…”

No, no importaba la frecuencia con la que durmiera… No era como si la hubiera llevado a la espalda todo el tiempo…

Habíamos caminado juntos por las montañas, tan profundas que el mero hecho de estar en ellas te agotaba, mientras escapábamos hacia abajo, sin saber a dónde ir, perdiéndonos una y otra vez.

“Oh.”

“¿Verdad?” Gaen-san asintió al darse cuenta. “Exactamente. Ahora mismo no puedes encontrar el camino—independientemente de las intenciones de Mayoi-chan, no tienes ni idea de cómo volver a casa… Así que podríamos decir que Mayoi-chan está cumpliendo con su deber como Vaca Perdida en esta situación. Por lo que—la Oscuridad no está apareciendo.”

“…”

Gaen-san había dicho que podía garantizar nuestra seguridad—así que fue por eso.

La Oscuridad no aparecería por Shinobu. Tampoco aparecería por Hachikuji.

Por supuesto—esa fue la razón por la que, cuando Gaen-san nos presumió sus teléfonos inteligentes, no quiso compartir nuestra ruta de regreso a casa a pesar de mostrarnos nuestra ubicación actual. Porque la Oscuridad podría aparecer en cualquier momento a menos que siguiera perdido.

Ahora que lo pensaba, ni siquiera estaba seguro de que me estuviera mostrando dónde estábamos realmente en ese momento—era muy posible que se hubiera adelantado y me hubiera dado información falsa para confundirme por si yo había preguntado a alguien del pueblo dónde estábamos…

Gaen-san era mucho más mentirosa que Hachikuji… No es que vaya a criticarla.

Naturalmente, tampoco iba a criticar a Hachikuji. No habían hecho nada malo.

Nadie había hecho nada malo. Pero—no se trataba de estar bien o mal.

De lo que probablemente se trataba era de—

“Por otro lado, Koyomin… Eso significa que Mayoi-chan volvería a perder su papel de excentricidad si volviera a su pueblo y a su casa: estaría violando las reglas y la Oscuridad se reactivaría. Aunque antes mencioné que Shinobu-chan tuvo mucha suerte, tengo que decir que todos ustedes también la tienen. Espero que algo de eso se quede conmigo.”

“¿Entonces?” Le pregunté a Gaen-san, que hacía como si el polvo se hubiera asentado y el telón estuviera a punto de caer. No, la acosé. “Y ahora, ¿qué se supone que debo hacer?”

“¿Eh?” Ladeó la cabeza, confundida. Ella realmente, genuinamente parecía que no veía por qué alguien podría hacer la pregunta. “¿Qué se supone que debes hacer? ¿Qué quieres decir?”

“Bien, entonces entiendo que es muy probable que la Oscuridad tenga como objetivo a Hachikuji.”

“Um, ya hemos dejado de hablar en términos de posibilidades.”

“Así que la cuestión ahora es cómo afrontarlo. Incluso si tenemos la suerte de evitar el fenómeno porque nos hemos perdido temporalmente, eso no resuelve el problema básico, ¿verdad? Estoy tratando de preguntarte lo que tengo que hacer para ocuparme de esta Oscuridad—”

“Ya te lo dije—bueno, tal vez no te lo dije, pero deberías ser capaz de averiguarlo basándote en el ejemplo de Shinobu-chan. ¿Verdad, Mayoi-chan?”

Hachikuji respondió sólo con más silencio.

“¿Basándonos en el ejemplo de Shinobu? Pero pensé que en el caso de Shinobu…”

Escapó usando todo lo que tenía. Y entonces dejó de ser un dios.

Volvió a hacer su papel de vampiro, y entonces…

“… ¿Le estás diciendo a Hachikuji que vuelva a ser una Vaca Perdida?”

Esa sería la única conclusión posible.

Sólo tenía que dejar de mentir y reconocerlo, sólo tenía que vivir una vida honesta.

Como una excentricidad—

“Si sigue haciendo que la gente se pierda de la forma en que solía—”

“No quiero hacer eso.” Respondió Hachikuji. Sin lugar a dudas, en sus propias palabras. “No quiero volver a tener que hacer eso.” “Pero Hachikuji—”

“Ya no tengo que hacer eso gracias a ti, Araragi-san. Por eso no volveré a hacerlo. Tomé la decisión de no volver a hacerlo, de no volver a decir ese tipo de mentiras.”

“…” Cierto.

Sabía lo que habían sido los once años de Hachikuji como Vaca Perdida, así que ¿cómo iba a decirle que volviera a ello?

No era como ser un vampiro.

No era un demonio. No podía decirle eso. Pero en ese caso, estábamos atrapados.

No podíamos hacer nada al respecto.

“G-Gaen-san. Entonces, ¿qué hay de una forma de derrotar a la Oscuridad…?”

“Como he dicho, no es el tipo de cosa que se vence. Me he esforzado en utilizar términos como fenómeno e inexistencia, pero si te soy sincera, esa cosa es algo así como una ley natural. Como la forma en que las cosas caen hacia abajo—puedes flotar en el aire durante un momento saltando, pero al final tienes que aterrizar, ¿no? No importa dónde sea—un lago, un océano o una montaña.”

Inevitablemente, aterrizarás, dijo Gaen-san, y no tuve respuesta. Necesitaba replicar, pero no podía.

Nunca me había pasado nada parecido.

Nunca había estado en una situación en la que parecieran existir tan pocos cursos de acción…

“Está bien, Araragi-san.”

Hachikuji me apretó la mano mientras decía eso. Casi como si fuera una Onee-san.

Al igual que la persona que conocí ese día— Parecía fuerte y fiable.

“Entonces hay algo que podemos hacer.”

“¿Lo hay? Pero qué podríamos hacer contra esa cosa de otra dimensión… Dice que es como la antimateria para las excentricidades, incluso Shinobu en su mejor momento no podría enfrentarse a ello— incluso si restaurara mi vínculo con ella, diablos, incluso si Oshino estuviera aquí, ¿qué podríamos hacer—?”

Nos enfrentamos nada menos que a una ley de la naturaleza.

No importaban los problemas a los que nos enfrentáramos o lo ridícula que pareciera nuestra situación, siempre la habíamos resuelto según las leyes de la naturaleza, independientemente de los trucos que hubiéramos utilizado.

Esta vez no pudimos. Y ciertamente no podíamos burlar esas leyes.

“No, Araragi-san, eso es lo que estoy tratando de decir—podemos hacer esto como siempre. No hay nada especial en esta ocasión, sólo tenemos que seguir las reglas y lidiar con esta cosa.”

“¿Qué quieres decir con seguir las reglas?” Prácticamente repetí como un loro, sin entender lo que Hachikuji estaba diciendo. “¿Qué se supone que significa específicamente eso, Hachikuji?

“En concreto.” Dijo, con una sonrisa que se extendía por su rostro. Una sonrisa de satisfacción que no mostraba ningún signo de miedo o ansiedad. “Sólo tengo que desaparecer.”