Monogatari (NL)

Volumen 11

Capitulo Furtivo: Tiempo Shiobu

Parte 23

“¡Hachikujiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!”

Cargue hacia Hachikuji después de haberme dado un comienzo de cohete del nivel de un Unlimited Rulebook Edición Escapista.

Acabé abordándola, o mejor dicho, apunté demasiado bajo y golpeé su cama hecha de pupitres—aun así, eso sólo la hizo salir volando de su cama y, en última instancia, caer sobre mi cuerpo deslizante, al final todo salió bien.

“¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAAAAAGHH!” Gritó.

Había pasado tanto, tanto tiempo.

Era casi como si estuviera escuchando una pieza relajante de música clásica.

“¡Genial, estás despierta! ¡Estaba tan preocupado de que te hubieras dado un golpe feo o de que hubiera pasado algo de lo que no te pudieras recuperar porque no te levantabas en absoluto! ¡Estaba haciendo mucho examen de conciencia, pensando en que nunca deberíamos haber montado dos en una bicicleta aunque estuviéramos tratando de huir! ¡Estaba planeando ver todos los adelantos de los próximos episodios de Carrangers, el escuadrón de seguridad de tráfico que lucha! Oh, ¡pero me alegro tanto de que ahora estés despierta!”

“¡AAAGH!”

“¡Vamos, déjame tocarte más, déjame lamerte más, déjame acariciarte más!”

“¡AAAGH! ¡AAAGH! ¡AAAGH!”

¡Grah!

Entonces, por primera vez en mucho tiempo, Hachikuji me mordió.

No sólo Hachikuji, en realidad. Una vampiresa y una tsukumogami también me mordieron.

Me estaban mordiendo desde tres direcciones, una joven, una niña y una adolescente.

Qué felicidad más absoluta. “¡Grah! ¡Grah! ¡Grah!”

“¡Qué hacéis, tonto, actuando de manera tan descarada ante mis propios ojos!”

“Simplemente, me apetecía.”

Fue una paliza. Me llovieron puñetazos y patadas.

Podría llamarse un caso leve de violencia colectiva. O incluso uno severo.

“¡U-Ustedes tres, esperen! Entiendo cómo se sienten, ¡pero cálmense! ¡¿Es ahora realmente el momento para esto?!”

De todas las personas de las que podrían haber escuchado las palabras.

Probablemente era la única persona a la que no querían oír decirlas.

“Uff…” Respiré profundamente. “Hacía tanto tiempo que no actuaba así que perdí el control de mí mismo. Estaba totalmente alborotado, casi como si fuera un miembro de los Blastasaurus Rampage Rangers.”

“¿Cómo os atrevéis a decir el nombre ahora?” Me regañó Shinobu.

¿Tenemos otro fan de los programas Super Sentai?

“Sí, no pronuncies ese nombre. Ellos están lejos de ser los mejores.” También me regañó Ononoki-chan. Por alguna razón, usó un argumento bastante raro.

Me hizo sentir como si estuviera hablando con unas niñas.

“De todos modos, Hachikuji. ¿Estás realmente bien? No lo parecía cuando te estaba palpando hace un momento…”

“¿Qué eres, un médico?” Preguntó Hachikuji mientras se enderezaba.

No tardó nada en devolver la ropa al estado en que estaba antes de que se la aflojase, pero parecía que no tenía ninguna cinta de repuesto, y su cabello, que se había deshecho en parte mientras escapábamos en mi bicicleta, seguía despeinado.

En todo caso, debería haberse deshecho de su otra coleta para equilibrar las cosas… ¿Era exigente con el diseño de sus antenas?

“Estoy bien. No hay ningún problema. Todo despejado, todas las luces en verde, todo está perfecto.” Dijo Hachikuji, recogiendo su mochila de donde estaba en el suelo (no esperabas que la llevara mientras dormía, ¿verdad?) y subiéndosela a los hombros. “Para empezar, nunca pensé que esa cosa desconocida fuera un problema, Araragi-san.”

“…”

Teniendo en cuenta lo agitada que estaba mientras nos perseguían, se comportaba de forma terriblemente serena—su actitud parecía requerir su propio tipo de valor.

“Aun así, Araragi-san, permíteme darte las gracias.”

“Vamos, sé que los amigos deben respetarse más que nadie, pero no es necesario ser tan formal conmigo.” Dije, dándole un pulgar hacia arriba. “Tenerte en mis brazos nada más despertarte es algo así como mi vocación.”

“No, no me refiero a ese abrazo. Quería darte las gracias por haberme llevado contigo y no haberme abandonado… Estaba convencida de que intentarías deshacerte de mí y escapar por tu cuenta en una situación así.”

“¡Vaya, tienes cero confianza en mí!” Qué sorpresa, en serio…

¿Así de poco creía Hachikuji en mí? Pero cuando lo pensé, realmente no había tenido la oportunidad de verme hacer casi nada bueno.

De hecho, parecía que lo único que veía era que yo actuaba como un perdedor… Me sentía como si ella fuera la mayor víctima de mi condición de perdedor de todos, como ahora mismo, por ejemplo.

“Además.” Añadió Hachikuji. “Me alegro de que no hayas ignorado ese semáforo—fue por consideración a mí, ¿no?”

“Hachikuji…”

“Sin embargo, no me habría importado. No soy tan neurótica.” “¡Estoy tan decepcionado de ti!”

¿Por qué siempre tenía que tener un chiste preparado?

Por supuesto, fue gracias al ridículo giro que intenté hacer que nos deslizamos hacia Ononoki-chan mientras ella paseaba por la ciudad. Cuando pensé en cómo nos unió el destino, me pareció que tal vez había tomado la decisión correcta de obedecer ese semáforo después de todo… espera, no.

En realidad—había ignorado esa luz. Luego vino el castigo divino.

“Muy bien, todos. Ahora que me he despertado, ¿por qué no cambiamos de marcha? ¿Shinobu-san, Ononoki-san? Aunque atesoro su individualidad, esta vez vamos a necesitar trabajar en conjunto.

Nuestra habilidad para operar como equipo va a ser puesta a prueba hoy.”

“E-Está bien…” “Sí…”

Por alguna razón Hachikuji estaba tomando la delantera, y por alguna razón las otras dos la estaban siguiendo.

¿Qué pasaba con ellas?

Dicen que tomar el liderazgo primero es la mejor jugada en cualquier situación caótica, y desde ese punto de vista, Hachikuji lo había hecho bien.

Al principio la habían caracterizado como tímida, o más bien, poco comunicativa en general, pero quizás eso no se aplicaba cuando hablaba con otras excentricidades.

“Entonces, Nombre Código: Gold.” Dijo. “Me gustaría que me dieras un informe de situación.”

“Señora, sí, señora—hey. Debéis saber cuándo dejar de bromear.” Shinobu volvió a sus cabales.

El breve reinado de Hachikuji terminó. “No me hagáis comeros.”

“Hah. ¿Crees que serías capaz de comerme?” A pesar de que su reinado había terminado, Hachikuji seguía confiada. Parecía que estaba ocultando su verdadero poder. “Sabes que soy extremadamente tóxica. Incluso podría provocarte una intoxicación alimentaria.”

“¿…?”

Shinobu parecía dudosa.

Como si no fuera capaz de responder.

Tal vez ella desconfiaba de que Hachikuji pudiera tener un leucochloridium dentro de ella.

No sabía por qué Hachikuji era capaz de seguir actuando con tanta confianza, pero su actitud excesivamente arrogante era, en cierto modo, la máxima protección.

Tal vez fue así como se defendió.

“Oni no Onii-chan. Sobre lo que decíamos antes.” Y luego.

Ononoki-chan se alejó de la pequeña representación para tirar de mi manga. Qué actitud tan tímida, debería llamar mi atención con un beso como lo hizo antes.

“¿Hm? ¿Antes?” Pregunté.

“Sobre cualquier pista que pudiera tener—pensaba que podría haber recordado algo nuevo después de escuchar la historia de esa anciana.”

“Ononoki-chan… Lo siento, pero de verdad, ¿podrías dejar de llamar así a Shinobu?” Insistí, incapaz de dejarlo pasar. Una o dos veces era una cosa, pero escucharlo una y otra vez era duro. “Para empezar, la gente está empezando a dejar de usar ese término.”

“Entonces, ¿cómo debo llamarla?” “¿Oni no Onee-chan, o algo así?”

Intenté buscar un título que coincidiera con el mío, pero en términos de apariencia, Ononoki parecía mayor que Shinobu.

Shinobu = ocho años. Hachikuji = diez años. Ononoki = doce años.

O más o menos… ¿Así que “Oni no Imouto-chan”? No, aunque no me gustó que trataran a Shinobu como una persona mayor, que la trataran como una niña también me pareció un poco raro.

Si ignoramos las apariencias, Shinobu tenía casi 600 años, y Ononoki era una recién nacida.

“Entonces, sólo ve con Cazadora de Excentricidades.” Concluí.

‘Antigua Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade’ también era una opción y habría sido más fácil de entender a quien se dirigía, pero era un poco demasiado largo… Podría duplicar nuestro número de páginas.

“Uff.” Ononoki-chan suspiró audiblemente. Así que claramente fue a propósito. “Bien. Supongo que lo haré para que no pierdas la cara.”

“…”

De nuevo, ¿por qué hizo que cada pequeña cosa sonara como un gran favor?

¿Se trata de la actitud tsukumogami de no dejar que nada se desperdicie?

“Así que.” Comenzó. “Si me permites exponer la conclusión a la que llegué después de escuchar casualmente la historia de esa Cazadora de Excentricidades…”

“¿Así que has pensado en algo?” Dije, pero no estaba particularmente esperanzado—la historia de Shinobu nos ayudó a establecer un punto de vista, pero no cambió el hecho de que no teníamos idea de lo que era la Oscuridad.

En todo caso, los misterios sólo engendraron misterios—podría decirse que las cosas eran ahora doblemente misteriosas.

Y lo que es más desesperante, incluso Shinobu en la cima de su poder no había tenido más remedio que huir (aunque seguro que no lo admitiría).

Sólo crecía nuestra desesperación, era ese tipo de apuro.

Aunque el peligro aún no se había asimilado del todo debido a la magnífica situación en la que me encontraba, rodeado de tres jóvenes, me encontré ante la mayor crisis de mi vida hasta el momento…

“No nos vas a presentar una novedad conveniente como haber descubierto qué es esa Oscuridad, ¿verdad?”

“La verdad es que sí. Lo he descubierto en su mayor parte.” Dijo Ononoki-chan. Sí, y lo dijo como si nada.

“¿Eh? Perdón, ¿qué fue eso, Ononoki-chan?”

“¿Te refieres a Ononoki-sama?”

“…”

Por eso nunca pude entender su personalidad…

¿Cómo quería posicionarse exactamente cuándo se trataba de mí? “Creo que hay una cierta actitud que debes tomar cuando le ruegas

a alguien que te enseñe algo, Oni no Onii-chan.”

“Mi actitud… ¿Qué, estás diciendo que quieres que agache la cabeza y ruegue?”

“Estoy diciendo que necesitas frotar tu cabeza contra el suelo.” “Patada.”

Le di una patada a una adolescente.

Le di una patada en el estómago a una adolescente.

Aunque era una pequeña y robusta excentricidad, pareció hacer una cantidad decente de daño, posiblemente porque la pilló por sorpresa. Ononoki-chan cayó y se hizo un ovillo.

“Urgh… Grrghh…”

Incluso empezó a soltar un horrible gemido. Esta chica sí que era descarada.

Mejor que no pienses que me voy a sentir culpable.

Estamos hablando de alguien que ha aterrorizado a Hachikuji Mayoi en numerosas ocasiones.

“Si te has dado cuenta de algo, entonces date prisa y escúpelo. No puedo permitirme ni un solo momento de retraso.”

“Bien, ya lo entiendo. Bien, bien.” Dijo Ononoki-chan, poniéndose de pie. Extendió la palma de su mano hacia mí y pidió un alto el fuego. “Lo entiendo, así que por favor, no más violencia.”

“…”

Era una petición normal y honesta.

Su escasa resistencia frente a la violencia decía algo sobre cómo la trataba habitualmente Kagenui-san.

“Para ir al grano, Onii no Onii-chan, esto es bastante malo.”

“Sí, era muy consciente de que las cosas están mal… De hecho, lo sé muy bien. Por eso estamos en un aprieto…”

“No es una excentricidad. Es otra cosa.” Me dijo Ononoki-chan. “Por eso la Cazadora de Excentricidades—y el 1er Cazador de Excentricidades o como se llame—no pudo manejarlo. Por supuesto que no pudieron, actuaba bajo un conjunto diferente de reglas.”

Y por supuesto que tú tampoco puedes manejarlo, Oni no Onii- chan.

Algo en las palabras de Ononoki-chan hacía pensar que no le importaba.

No, eso siempre fue una faceta de ella. Tal vez estaba siendo demasiado sensible al considerar eso un cambio.

Aun así—¿no es una excentricidad?

Era una posibilidad que habíamos barajado desde muy pronto—y que se veía respaldada en cierto modo por la historia de Shinobu—, pero no entendía qué significaba para nosotros cuando lo afirmaba de forma tan definitiva.

Como la propia Oscuridad. No lo entendí.

“Si no es una excentricidad, ¿entonces qué es?” Pregunté. “¿No es esa la verdadera pregunta? ¿Qué es exactamente—esa Oscuridad?”

“No sé su nombre exacto, pero conozco a alguien que sí lo sabe. Sólo tengo información de segunda mano sobre ello, por eso no tenía ninguna pista al principio, pero cuando escuché la historia de la Cazadora de Excentricidades, hice la más mínima conexión.”

“La más mínima conexión.”

Si Ononoki-chan había escuchado esta información de segunda mano, eso debía significar que lo había oído directamente de Kagenui- san, pero ¿de quién lo había escuchado Kagenui-san?

Si pudiéramos hablar con quien fuera.

Quizá no podamos resolver nuestra situación, pero al menos podremos avanzar, ¿no?

“¿Quién es? ¿Quién sabe qué es esa Oscuridad? Esa mínima conexión de la que hablas, ¿con quién se conecta?”

“Gaen Izuko.” El nombre salió de la boca de Ononoki-chan. “Ella lo sabe todo.”