Monogatari (NL)

Volumen 11

Capitulo Furtivo: Tiempo Shiobu

Parte 22

“O eso digo, pero cuatrocientos años después creé un nuevo siervo sin pensarlo dos veces. Parece que mis principios no son nada del otro mundo. De hecho, fallé aún más que la primera vez, haciendo que incluso yo perdiera poder. Conseguí encerrarme no en el santuario de un dios, sino en la sombra de un hombre. Kakaka, ¡oh, qué espléndido!”

“…”

Bueno, ella tenía razón.

Si se quería decir que no había aprendido, se podía… O más bien, Shinobu debía ver lo ocurrido cuatrocientos años antes como algo de su historia, algo de hace mucho tiempo, como mucho una lección de la que debía reflexionar para mejorar su vida.

Los recuerdos, las memorias, todo se desgasta.

Las locuras de su juventud… debía ser una historia de su pasado que le daba un poco de vergüenza contar, una escena retrospectiva. No iba a emocionarse por ello ni dejar que la agobiara como si todavía lo arrastrara hasta el presente, fuera de una parte.

Sí, es cierto. En la historia de Shinobu—no de ella, sino de su historia—había una cuestión que aún no se había resuelto.

Un asunto que no había llegado a su fin. Eso era la Oscuridad.

“En otras palabras, nunca descubriste la identidad de la Oscuridad, esa cosa que asesinó a tus seguidores y a tu primer siervo.”

“Sí, nunca lo hice.” Asintió Shinobu humildemente. “Después de que, en otras palabras, el 1er Cazador de Excentricidades desapareciera de este mundo, nunca más intentó venir a por mí, ni me siguió. Una vez que se asentó la polvareda, viajé a Europa—estaba un poco traumatizada por los súper saltos, así que nadé hasta allí—, pero nunca vi a la Oscuridad ni siquiera después de llegar. Todo lo contrario, ya que la energía negativa volvió a comenzar a reunirse a mi alrededor… así que pensé que todo había terminado. Pero no soy tonta. Me preocupé constantemente por la Oscuridad durante otros cinco años, pero ni una sola vez dio señales de aparecer.”

Y así, al final, lo olvidé.

Eso fue lo que dijo Shinobu. No iba a preguntarle si lo olvidó jugando con su cerebro o de forma natural, pero de todos modos, me asombró de nuevo la forma tan alegre en que vivía su vida.

Era realmente increíble.

Era capaz de olvidar, algo así.

“Y así lo he recordado por primera vez en cuatrocientos años—ahh.

Qué cosa más horrible de recordar. Y todo es vuestra culpa.”

“Mi culpa… Bueno, si vas a culparme de esa forma todo lo que puedo hacer es disculparme.”

“Bromeo, no es vuestra culpa. De hecho, debe ser la mía—esa Oscuridad al fin tiene que haber venido a perseguirme. Nuestro juego de las traes que había decidido arbitrariamente que había terminado, de hecho, había continuado, y como alguien que ha estado vinculado a mí, ahora sois su objetivo.”

Qué vergüenza saber que incluso Hachikuji se ha visto envuelta en esto, se lamentó Shinobu, esta vez sonando realmente apenada.

Mientras que yo era una cosa, ya que los dos éramos casi uno en cuerpo y mente, a ella le parecía imperdonable que Hachikuji se hubiera visto envuelta en este desastre.

Era extraño. Hachikuji era un fantasma, es decir, una excentricidad. Shinobu debería haberla visto como nada más que energía… pero tal vez sintió algo de simpatía por ella.

Quién sabe, quizás ambas eran miembros de un grupo de supervivientes de Araragi Koyomi.

“No conozco su causa, no conozco su identidad, no sé nada de ello—para ser franca, fui impotente incluso en mi apogeo contra esta Oscuridad, un fenómeno misterioso cuyos misterios engendran misterios—, pero eso no es excusa. Entonces, ¿ahora qué?”

“Pero no vino a por ti hace cuatrocientos años, ¿verdad? Así que es posible que esta vez hayamos acabado con ello alejándonos de su presencia…”

“Tal vez, pero tal vez no—porque a diferencia de la última vez, no puedo saltar al Polo Sur. Tenemos que elaborar un plan, e incluso propondría atacarlo nosotros mismos si podemos, ya que será demasiado tarde si nos encontramos con ello sólo después de que los residentes de esta zona sean secuestrados.”

“…”

Por supuesto que sí.

Este asunto iba más allá de Shinobu y de mí—debíamos actuar sabiendo que todos los habitantes de esta ciudad en la que nací y me crie podían desaparecer.

Senjougahara Hitagi, Hanekawa Tsubasa. Kanbaru Suruga, Sengoku Nadeko.

Y cuando añadí a Araragi Karen y Araragi Tsukihi, mis dos hermanas pequeñas, a esa lista, supe que no era el momento de esconderme en un lugar seguro sintiendo que todo había terminado.

Aunque no fuera una excentricidad.

Ese fenómeno no era algo que pudiera permitirme ignorar. “Bueno, esa cosa es tan misteriosa como lo era antes de que

empezaras tu historia, pero al menos ahora tengo algo de terreno en el que apoyarme. Porque hace cuatrocientos años ocurrió lo mismo, y vos también fuiste víctima de ello.”

“En efecto, tienes razón.”

“En ese caso, deberíamos empezar por reunir información, como haría Oshino. Empezaremos con datos sobre el lago que eliminaste y las aldeas que se vaciaron, y luego—oh, pero—”

Aunque empezáramos por ir a la biblioteca a investigar, primero tenía que dejar a Hachikuji en algún sitio. Se había escapado con nosotros debido a la forma en que había transcurrido todo, pero si lo que decía Shinobu era cierto, no podía dejar que se involucrara más profundamente.

De hecho, ahora que Hachikuji había empezado a mostrar una cara de debilidad ante la adversidad, daba la sensación de que sería algo así como un peso muerto durante las aventuras que pudiéramos vivir en el futuro… Sería básicamente una mochila.

“Sí. Me gustaría ocuparme de este asunto antes de que mañana vayáis a la escuela, así que por ahora, expliquemos la situación a Hachikuji una vez que despierte, y luego nos separemos de ella para comenzar a actuar en serio—”

Y justo entonces.

Justo cuando Shinobu empezaba a elaborar nuestro plan, una voz a mi lado la interrumpió.

“Creo que probablemente no deberías hacer eso.” Se insertó— como un marcador. “Oni no Onii-chan.”

Miré para encontrar—aunque no necesité mirar—una tsukumogami.

Sin expresión, con un lindo atuendo. Era—Ononoki Yotsugi.

De pie en la entrada del aula, nos miró con sobriedad. “Ononoki-chan—”

“Te vas a llevar una desagradable sorpresa si te crees todo lo que te dice esa anciana. Te debo una por aquella vez que me compraste un helado, Oni no Onii-chan, así que no puedo hacer la vista gorda cuando te encuentras en un aprieto después de dejarte incitar por esta tonta excentricidad, y por eso te lo advierto ahora.”

“…”

Espera, olvídate de eso por el momento.

¿Cuánto tiempo llevaba allí?

Interrumpió nuestra conversación como si fuera algo normal, y dado el tono de sabelotodo con el que habló, ¿acaso terminó su trabajo y volvió aquí porque estaba preocupada por nosotros?

Ononoki-chan no llamaría “trabajo” a algo que sólo tarda unos instantes en solucionarse—le habría llevado al menos una o dos horas.

Lo que hace suponer que, cómo decirlo…

“Sí.” Dijo Ononoki-chan. “Lo he oído todo. De casualidad.”

“De casualidad…”

“Fue una casualidad que estuviera de pie en el pasillo, fuera del aula, con la cara pegada a la puerta y luchando por escuchar cada una de tus palabras. El mundo está tan lleno de casualidades, ¿no?”

“No hay ninguna como esa.” Sentí que me habían engañado…

¿Así que fingió irse pero en realidad había estado en el pasillo todo el tiempo?

Pero por qué ella…

“Hmph.” Resopló Shinobu—en realidad, parecía francamente gruñona.

Todo el viento se había ido de sus velas.

O no, tal vez esto sería realmente el viento en las velas de Shinobu. “Me sorprende que aún tengáis las agallas de llamarme anciana a

la cara, chica tsukumogami, a pesar de lo mucho que debéis estar temblando por dentro. En consideración a ese valor, haré una excepción especial esta vez y no os comeré viva.”

“No lo sé. Creo que podría ser difícil para ti en tu estado actual…” Replicó Ononoki-chan con seguridad.

Ella tenía razón—Ononoki-chan había sido derrotada por Shinobu en el pasado, pero eso fue cuando Shinobu había recuperado cierto grado de su poder.

Ahora que era una niña, probablemente no sería capaz de matar a Ononoki-chan, la shikigami más importante de Kagenui-san, al menos no sin luchar.

En todo caso, Shinobu se encontraría con un escenario bastante diferente del que esperaba.

“Por supuesto, si insistís, no me importaría daros—la revancha.” “Hmph. Una revancha…”

“H-Hey. Ambas, paren de una buena vez.” Salté reflexivamente para detenerlas.

Mi cuerpo se movió por sí mismo para meterse en medio de esta situación volátil.

“Saben que no es momento de hacer esto, y de todas formas, Ononoki-chan.”

“¿Sí?”

“¿Por qué sentiste que tenías que sentarte en el pasillo y esperar? Podrías haberte quedado en la habitación si querías escuchar, así que

¿por qué tomarte la molestia de mentir sobre el trabajo y…?”

“Fue una casualidad.” Ononoki-chan se aferró a su historia, pero parecía saber muy bien que su excusa era una exageración. Por eso. “No mentí.” Se corrigió un poco. “No era mentira que tuviera un trabajo que hacer. Simplemente retrasé mis planes y, de todos modos, esa anciana de allí tiene una personalidad mezquina. Pensé que podría contenerse si yo estaba aquí.”

“Espera, no me juzguéis tan mal. ¿Realmente os parezco tan mezquina?”

“…”

“…”

Se lo parecía.

Mis pensamientos coincidían perfectamente con los de Ononoki- chan.

Shinobu debía conocer la identidad de esta excentricidad, esa fue mi predicción, y Ononoki-chan debe haber decidido salir al pasillo para escuchar lo que Shinobu tenía que decir.

Lo que significaría que su pequeño beso de despedida estaba destinado específicamente a despertar a Shinobu… Ononoki-chan sabía que nuestros sentidos estaban vinculados.

Oh. Justo cuando pensaba que se había enamorado de mí, parece que me he equivocado.

Eso fue deprimente.

Me iba a costar unos tres días recuperarme de esto.

“Pero ha merecido la pena retrasar mi trabajo, ya que he podido escuchar una historia sorprendentemente interesante—tenía el presentimiento de que así sería.”

Ononoki-chan se quedó sin expresión.

Pero pude ver en esa falta de expresión su claro sentimiento de haber conseguido una ventaja sobre Shinobu, como si dijera que esto era parte de su venganza.

“¡Urgh!”

Shinobu había notado el mismo ambiente, y no tan bondadosa como para quedarse sentada y aceptarlo—se arrastró por debajo de mis piernas para pasar por delante de mí y se lanzó hacia su objetivo.

Uy. Había bajado la guardia.

Mierda, estaba a punto de estallar una pelea. Me preparé, pero en lugar de eso, Shinobu rodeó a Ononoki-chan y bloqueó sus dos brazos por la espalda.

“¡Ahora! ¡Hacedlo!”

“Estás asumiendo que voy a ser tu cómplice.” “¡Podéis agarrar su pecho a vuestro gusto!”

“Um, necesito que sea uno a uno, de lo contrario…”

Con eso, di un paso atrás para poner algo de distancia entre Ononoki-chan y yo. Como Shinobu estaba vinculada a mi sombra, básicamente la estaba arrastrando.

Luego de eso, seguí caminando.

Hasta que estuvimos a una buena distancia.

“Aun así.” Dije. “Cuando lo pienso esto es como una situación de ensueño. Estoy aquí en un aula donde a mi alrededor hay una niña, una joven y una adolescente. Espera, ¿esto es Shangri-La?”

“¿Sabéis que estáis expresando todos vuestros pensamientos?”

“Whoa, tengo que tener más cuidado. Eso estuvo al borde de lo peligroso.”

“Bueno, vuestras palabras ciertamente estuvieron en el límite.”

Dejando a un lado la cuestión de la edad de esta pequeña, de esta joven y esta preadolescente—no se puede negar que estaba en una situación terriblemente fastuosa.

Oshino Shinobu. Ononoki Yotsugi.

Y, aunque todavía no se había despertado, Hachikuji Mayoi.

¿Quién iba a imaginar que estas tres acabarían reuniéndose bajo un mismo techo?

Así que había ventajas en alargar una serie. Qué increíble nivel de bonificación.

Era como si cada monstruo se hubiera convertido en una moneda. “¿De qué te ríes, Oni no Onii-chan?”

“Es el tipo de hombre que es. Deberíais tener cuidado, es del tipo que os seguirá de por vida después de un solo beso.”

Mira eso.

Creía que ambas eran irreconciliables, pero ¿empezaba a ver indicios de que se reconciliaban gracias a un enemigo común, más conocido como yo?

Je.

Parece que, después de todo, hacer de villano valió la pena.

En realidad, olvida los niveles de bonificación. Estar en una habitación estrecha con tres chicas era prácticamente estar en un simulador de citas.

No está nada mal.

“Por cierto, no me gustaría dejar que esta oportunidad se pierda.

¿Por qué no lo resolvéis de una vez por todas? ¿Cuál de las tres os gusta más?”

“¡¿Qué?!”

¡Ugh!

Claro, podía ser un simulador de citas, pero aun así estaba a punto de convertirse en un baño de sangre.

¡¿Por qué me haría una pregunta así de la nada?!

“Tienes razón. Tiene que dejarlo claro.” No podía creerlo, pero Ononoki-chan estuvo de acuerdo.

Se estaba dejando llevar.

“Ah, um, ¿de las tres? Bueno, por supuesto que serías tú, Shinobu, la compañera con la que comparto cuerpo y mente—”

“Me gustaría escuchar vuestra respuesta si no fuéramos compañeros o tuviéramos un solo cuerpo y una sola mente.” Shinobu me arrinconó.

¿Por qué arrinconarme en esta coyuntura?

Claramente estaba descargando su ira contra mí. ¿Qué era esto sino acoso…?

“No, en lugar de esta situación, es decir, las tres que estamos aquí, creo que me gustaría escucharos elegir entre Tsundere-chan, la gata representante de clase y yo.”

“~~~~~~~~~~~” Moví la cabeza de un lado a otro.

¡No puedes pedir eso! ¡¿No sabía que todo acabaría para nosotros?!

¡Terminaríamos en un atolladero!

Había tomado el triángulo que había creado con éxito a través de cambios inteligentes en la forma en que me gustaba cada una de las tres y las había puesto todas juntas en la misma frase… Ahora estaba en un gran problema.

“Olvídate de eso, Ononoki-chan, ¿qué te pareció lo que dijo Shinobu? Sé que me has dicho que no tienes ni idea de lo que puede ser la Oscuridad, pero ¿quizás hiciste algunas conexiones cuando escuchaste su historia?”

“¿Intestas cambiar de tema? ¿Es la persona que más te gusta un tema que puedes obviar tan fácilmente, Oni no Onii-chan?”

Ononoki-chan no me estaba siguiendo el juego.

Shinobu era una cosa, pero no recordaba haberme ganado la ira de Ononoki-chan, ninguna razón por la que quisiera descargar su ira contra mí…

Lo hacía completamente para divertirse. “Mnnn—”

Y luego.

Aunque no estaba exactamente rodeado por todos los lados, estaba acorralado por dos lados, por delante y por detrás, pero una voz de otro lado habló para rescatarme.

Bueno, era más bien alguien que hablaba en sueños. “—nnn. ¿Donde…?”

… ¿estoy?—se preguntó. Hachikuji Mayoi lo hizo.

Por fin—se había despertado.