Monogatari (NL)

Volumen 11

Capitulo Furtivo: Tiempo Shiobu

Parte 13

“Entonces, esa espada corta—” Interrumpí a Shinobu, repentinamente curiosa. “¿Cómo era?”

Probablemente fue una digresión que nos alejó de lo que quería aprender en ese momento, pero aun así sentí que debía preguntar.

Necesitaba escucharlo.

Sentí que me arrepentiría de verdad si no se lo preguntaba, lo que no quiere decir que algún acontecimiento serio relacionado con ello prometiera surgir pronto. Era una sensación más básica de que ella olvidaría su historia a menos que le hiciera la pregunta allí mismo.

Aunque había hablado varias veces de Kokorowatari con Shinobu, ni siquiera había oído hablar de la existencia de esa espada corta.

En realidad, estaba seguro de que se había olvidado de ello hasta ahora.

‘¿Nunca había hablado de ello?’, mi trasero. Bájate del caballo.

“Entonces, si Kokorowatari mataba aberraciones, ¿la espada corta mataba humanos? Espera, eso sería una katana normal…”

“En efecto. Como he dicho, es el Salvador de Excentricidades, la espada corta conocida como Yumewatari es una hoja que devuelve la vida a las excentricidades. Aunque suena extraño describir a las excentricidades como algo que se puede devolver a la vida, ya que para empezar nunca estuvieron vivas… pero en esencia, es una espada que puede resucitar excentricidades.”

“No lo entiendo.”

“Un corte de esa hoja puede devolver la vida a una excentricidad asesinada por Kokorowatari, es decir, es un objeto con propiedades curativas. Por supuesto, las únicas heridas que cura, las únicas excentricidades que revive, son las que sufrieron daño de Kokorowatari, lo que le da una capacidad bastante limitada…”

Otra razón por la que mi aburrida réplica no requiere en absoluto esa espada corta, añadió Shinobu.

“Y sería pesado llevar dos espadas.”

“Ligeras o pesadas no debería ser un problema para ti…” “Es cierto, es lo que siento. Además, sólo mato.”

“…”

Ella tenía razón.

Si el papel de Yumewatari era poner un límite a la agudeza de Kokorowatari, Shinobu no lo necesitaba.

Nunca intentaría devolver a la vida a una excentricidad asesinada. Todas las excentricidades no eran más que alimento para ella—

“En ese caso.” Comenté. “Casi parece que podrías comerte la propia espada.”

“Me pregunto. Dudo que incluso yo haya podido digerir esas dos espadas…”

La forma en que respondió a una broma con una respuesta que sonaba seria me hizo pensar que realmente trató de comérselas, y fracasó, hace cuatrocientos años.

Definitivamente se calificaría de glotona si lo hubiera hecho. “Bueno, olvidándonos de si podrías comerlas, ¿podrías vencerlas?” “¿Hm?”

“Dijiste que habías luchado una vez con este 1er Cazador de Excentricidades. Entonces, ¿quién ganó y quién perdió? Asumí que tú ganaste, ya que aún estás aquí y viva, pero habiendo escuchado sobre la misteriosa habilidad de Yumewatari…”

“Sois tonto.” Dijo antes de darme una patada. Una niña me dio una patada.

Era de las que ladran y muerden al mismo tiempo.

Yo, por supuesto, no tenía ningún inconveniente en ser pateado por el pie desnudo de una niña (no te lo tomes a mal, sólo quiero decir que no soy una persona tan mezquina), así que en lugar de echarle en cara el ataque, simplemente le dije: “¿Qué pasa? ¿No puedo imaginarme una situación en la que te mataran con un corte de katana y te devolvieran a la vida con otro?”

“No, no podéis. ¿Cómo podría haber olvidado el nombre del 1er Cazador de Excentricidades si estaba tan dotado para matarme? ¿No he recordado bien los nombres de esos tres cazadores de vampiros que me robaron mis miembros en una verdadera batalla?”

“Oh, claro…”

En otras palabras, recordaba los nombres de las personas fuertes. Es toda una obsesionada por el combate.

En ese caso, era difícil saber si recordaba el nombre de Oshino… Aunque él la superó una vez, no fue como si hubieran luchado de verdad.

Por otra parte, podría haber dejado una fuerte impresión como un especialista con un amor por el acoso y una terrible personalidad.

Y, prácticamente, le parecía que sólo recordaba los nombres de esos tres cazadores porque todo lo ocurrido con ellos había tenido lugar hace apenas medio año…

“En cualquier caso, diré esto por el bien de mi honor. De ninguna manera fui asesinada por el 1er Cazador de Excentricidades—incluso lo que yo llamo nuestra batalla no fue más que una diversión.”

“¿Una diversión?”

“Un poco de entretenimiento con las bebidas. Simplemente jugué con él un rato, quería probar esas espadas.”

Sí, era un objeto que fácilmente podía hacer historia, dijo Shinobu, como si estuviera conmovida, y si llevaba una réplica, su alta opinión sobre ella no era sorprendente.

“Pero, bueno, la verdadera se desvaneció… Desapareció, con cuentos y todo, así que desgraciadamente ya no forma parte de los recuerdos de nadie, y mucho menos de la historia.”

“Oírte decir todo esto hace que parezca que sólo las espadas eran increíbles, como si ese tal 1er Cazador de Excentricidades no fuera nada impresionante.”

“Vamos, yo no iría tan lejos. Si así sonaron mis palabras, debió ser el resultado de mi consideración por vos. Si lo dijera de forma que pudiera herir, como especialista, como especialista en excentricidades, os llevaba doce de ventaja.”

“Doce de ventaja…”

¿A qué altura estaba?

También podría tener infinitas vidas.

Pero no, por supuesto que era el caso. Yo era un aficionado, no ningún tipo de especialista… Así que sí, ella lo había puesto de una manera que lo hacía ver lamentable.

Qué situación más difícil.

Sentí simpatía cuando Shinobu fue demasiado grosera con su antiguo compañero, o más bien, empecé a indignarme extrañamente, pero no es que eso me impidiera sentirme mal cuando ella hablaba bien de él.

Fue duro.

Shinobu dijo que era una especie de ex novio, pero ahora sentía que era exactamente eso, y no una simple analogía.

“Aunque estaba limitado en lo que podía hacer solo, estrictamente hablando. No era más que un líder con talento—dirigía a ese grupo de unos cincuenta especialistas para partir en dos cualquier excentricidad de un solo golpe. Así era como luchaba.”

Así que, por supuesto, fue incapaz de derrotarme mano a mano,

dijo Shinobu.

“Quizás si los cincuenta vinieran a por mí…” “¿Podrías haber perdido?”

“De hecho, puede que haya sufrido una o dos heridas de sus espadas.”

“…”

Sólo una o dos heridas, ¿eh?

Como espada asesina de excentricidades, una herida de Kokorowatari, o incluso un rasguño, debería haber causado un daño significativo, de hecho fatal. Pero eso no parecía importar mucho. En el caso de Shinobu, y supongo que en el mío también, en el momento en que la espada nos cortaba, es decir, en el momento en que nos mataba, volvíamos a la vida.

Esa era otra forma en la que Shinobu no tenía ningún uso para Yumewatari.

Aunque sólo fuera una réplica, esa cosa me hizo sufrir la pesadilla que era morir, luego ser devuelto a la vida, luego morir de nuevo, luego volver a ser devuelto a la vida.

Podrías llamarlo el inconveniente de mis habilidades curativas.

“En cualquier caso, pude manejar a esos especialistas visitantes, a ese lote de cazadores, lo suficientemente bien.”

“Hmph…”

Parecía difícil de imaginar, teniendo en cuenta la vida desordenada, o incluso autocomplaciente, que llevaba… pero entonces también “manejaba” a los lugareños bastante bien.

Aunque no diría que se llevaba bien con ellos. Aunque su relación no era lo que se dice amistosa.

“Después venían regularmente para hablar conmigo y luego se iban. Lo hacían una y otra vez. En cuanto a la frecuencia, supongo que era una vez al mes, quizá un poco más. También les ayudé a exterminar a los yokai unas cuantas veces. Eso fue cuando le confié mi espalda. Aunque era un trabajo difícil tratar con yokai que eran únicos en Japón, las excentricidades no son más que energía para mí al final del día.

Eran poco más que novedades para mí… Por supuesto, no pude consumir nada de esa energía, ya que no podía comer mientras me observaban.”

No tuve más remedio que observar en silencio cómo mi presa de aspecto delicioso era desperdiciada, se lamentó Shinobu con verdadero pesar en su voz.

Parecía tan arrepentida.

A pesar de sus recuerdos desgastados, las excentricidades que no podía comer aún parecían frescas en su mente… No podía creerlo.

Vivía sólo de acuerdo con el hambre.

… Dicho esto.

“¿Hey, Shinobu? En ese caso, ¿por qué no te convertiste en un dios? Al principio pensé que no estarías hecha para ello, pero ahora que he oído más, el trabajo me parece que encaja bien… o que eras perfecta para ello, en realidad. No oprimías a la gente, y si había algún inconveniente, supongo que sólo serían tus impulsos vampíricos.”

“Tonto. Esos impulsos vampíricos a los que llamáis ‘inconveniente’ son un problema en sí mismo—aunque podría haber viajado lejos si no fuera capaz de chupar la sangre de los humanos que me tomaron cariño, no era más que una viajera. Mis vacaciones no eran más que eso, unas vacaciones.”

“…”

Hablando de obstinación.

Por supuesto, ese podría haber sido mi aspecto mientras intentaba convertirme de vampiro a humano, y no es que haya sido capaz de hacerlo.

Cuando lo pensé, mi inmortalidad también me había salvado más de un par de veces…

Aunque todo se resolviera y pudiera volver a ser un humano normal, dudo que fuera capaz de decir que sí y volver en el acto—he confiado demasiado en mi naturaleza vampírica durante demasiado tiempo. ¿No sintió Shinobu el mismo tipo de duda entonces?

No es que importe ahora…

“Bueno, de hecho…” Dijo Shinobu. Su expresión es repentinamente seria. “Ese no era el único problema.” “¿Hm?”

“Ese no era el único problema, no eran sólo mis impulsos vampíricos. Porque eso podría resolverse sin problemas si realmente importara, por muy violenta que fuera la solución.”

“Sí… Bien, es justo. De todos modos, esto fue hace cuatrocientos años—siempre podrías haber hecho un viaje fuera de la ciudad, o si realmente tenías que hacerlo, podrías haber exigido un sacrificio. En realidad, podrías haberte comido algunas excentricidades cuando el 1er Cazador de Excentricidades y sus chicos no estaban mirando.”

Un año.

Dijo que había vivido como un dios durante un año, lo que significaba que había ayunado durante un año entero.

Podría haber disfrutado de los alimentos que le daban como ofrenda, pero no habrían sido nutritivos—serían como las donas de Mister Donuts que comía ahora.

Me impresionó su autocontrol, pero tal vez eso sólo demostró lo absolutamente poderosa que era en ese momento. O tal vez se sentía tan hambrienta de testimonios.

Sólo podía adivinar, dado lo vago de la historia de Shinobu…

“En cualquier caso, tus impulsos vampíricos no habrían supuesto una amenaza directa. Entonces, ¿había algo más? Otro, bueno…

¿problema?”

“Sí. Y es uno que deberíais conocer, de hecho, bastante bien.”