Monogatari (NL)

Volumen 11

Capitulo Furtivo: Tiempo Shiobu

Parte 12

“Así que, como dije, no vino a exterminarme sino a comprobar las cosas por sí mismo. Un lago entero había desaparecido y un dios se había manifestado de él… No era una situación que alguien con su pedigrí pudiera ignorar.

“Aunque creo que tardó en llegar… Es cierto que la información no viajaba tan rápido entonces como en esta época. Sus métodos de transporte también eran limitados.

“Ahora que lo menciono, llegó transportado en un palanquín.

“Con un largo séquito detrás… era una procesión normal de

daimyo. No es que haya visto una auténtica. “Aun así, para tener todos esos seguidores.

“Debe haber sido tan importante como cualquier señor feudal.

“Supongo que podrías llamarlos sus siervos—puede que estuviera conectado de alguna manera con los que tenían el control efectivo de los pueblos de la zona.

“Tal vez incluso fue uno de ellos.

“Los aldeanos se doblegaron terriblemente ante él, pero las jerarquías dentro de las comunidades humanas no son algo con lo que esté familiarizada.

“De lo que estoy segura, o mejor dicho, lo que sabía que era importante, era que había venido a mi morada temporal—no suponía ninguna amenaza para mí por muchos humanos que vinieran con él, pero esta vez había algo diferente.

“No me sentí amenazada por él.

“Os parecerá extraño, ya que era un especialista… o un cazador, pero yo había estado tratando con esos tipos todo el año.

“Ni siquiera pude distinguirlos de los humanos normales.

“Podéis llamarme demasiado casual, pero ¿qué voy a hacer si eso es lo que soy? De todos modos, no hace falta que distinga entre cazadores y humanos normales—ambos son iguales.

“Por supuesto, el mocoso de camisa hawaiana que conocí cuando estaba debilitada me dejó una fuerte impresión, al igual que Kaiki y Kagenui después de que me convirtiera en una niña.

“Es simplemente como va. No penséis mal de mí.

“Dicho esto, me despertó. Me despertó su llegada, lo que no quiere decir que haya estado durmiendo en el santuario hasta entonces.

“Despertó mi conciencia de las cosas por primera vez en un tiempo.

“En otras palabras, mientras vivía mi tibia existencia como dios, encontré un buen estímulo. Pero, de nuevo, no quiere decir que él—o esa reunión—fuera lo que me excitaba.

“Esas espadas.

“Las que tenía colgando de sus caderas. Las que llevaba, ¿diríais vos? No estoy segura de la distinción…

“En cualquier caso.

“Las dos espadas que tenía el hombre al salir de su palanquín, una grande y otra pequeña, fueron las que me atrajeron.

“Aunque pueda sonar un poco vulgar que mi atención haya sido atraída por las caderas de un hombre. Vos y yo compartiríamos entonces el amor por las caderas del sexo opuesto, así que quizá en ese sentido nuestra conexión sea antigua.

“Estoy bromeando. “¿Hm? Sí.

“Dos de ellas, dos espadas—la más larga es la hoja encantada Kokorowatari.

“La réplica es la que habéis esgrimido—la verdadera es bastante más peligrosa.

“La réplica se ha desafilado un poco. “Era demasiado peligrosa.

“Por supuesto, no fue un arma tan efectiva en mí… pero al menos me abrió los ojos.

“Fue un estímulo suficiente.

“¿Hm? ¿Qué hay de la espada más pequeña? ¿La espada corta? “¿La segunda de las dos espadas?

“Ah, ¿nunca he hablado de ello? Pensé que ya lo había hecho… Tal vez fue mi imaginación.

“Se podría decir que era un respaldo… como algo para mantener a raya al primera Kokorowatari, demasiado peligrosa.

“Tal vez podríamos llamarla vaina… Bueno, tanto la Kokorowatari original como esta espada corta tenían sus propias vainas separadas, así que la metáfora sólo serviría para complicar la historia.

“Un arma demasiado peligrosa necesitaba un seguimiento, un acompañamiento—mi réplica no es más que una réplica, por supuesto, así que no necesito la espada corta.

“La segunda hoja encantada—la espada corta—era conocida como t.

“¿Os parece extraño que recuerde el nombre de la espada corta, además de la que aún uso? Bueno, no es una excepción.

“Eso es sencillamente el conjunto que formaba la espada corta con su hoja principal Kokorowatari. Las dos, el corazón y el sueño, kokoro y yume, eran una, y ninguna espada podía separarlas, por así decirlo.

“Si Kokorowatari es la asesina de excentricidades. “Entonces Yumewatari era la salvadora de excentricidades.

“Una espada divina que se ha transmitido a través de las generaciones se convierte en algo así como una excentricidad en sí misma, por lo que mi propio radar estaba pitando como loco.

“Abandoné el santuario en el momento en que sentí su presencia— bueno, para ser precisos, hice volar el santuario hasta convertirlo en polvo. La mudanza era tan molesta que opté por hacer desaparecer el santuario.

“Lo comparé con una procesión de daimyo… pero yo diría que tenía, ¿cincuenta hombres con él? Creo que él, su líder, no era el único especialista, y que los otros cuarenta y nueve no eran simples subordinados.

“Bueno, hacer desaparecer un santuario podría no ser suficiente milagro, pero fue una muestra suficiente de poder. Aunque si realmente hiciera uso de mi poder, sería la tierra la que haría desaparecer, no un simple santuario.

“Supongo que el sol es lo único que no puedo hacer desaparecer.

Sí, mi única meta, que sigo manteniendo hasta hoy.

“Oh, no digáis que nunca me lo permitiríais. Es mi único objetivo… Pero en cualquier caso, conseguí sorprenderles, aunque no fuera por hacer desaparecer el santuario. Para mí, no era más que una estructura que podía reconstruir.

“Sin embargo, eso, y no más, logró suprimirlos.

“Porque aunque ellos fueran especialistas en el campo de la exterminación de yokai, yo estaba tan lejos de cualquiera que hubieran conocido… todos ellos estaban atenazados por el terror.

“Se derrumbaron en el acto. Qué desgracia. De hecho, me encontré perdiendo mi propia voluntad de luchar.

“Sólo unos pocos fueron capaces de seguir en pie ante mi fulminante semblante… Ah, quiero decir unos cinco.

“1er Cazador de Excentricidades, si queréis que use ese nombre… Sólo él, al igual que los hombres directamente bajo él, sus cuatro caballeros por así decirlo, lograron mantenerse en pie y mirar en mi dirección.

“Eso probablemente no quiere decir que no se hayan alterado.

“Y no es que reconocieran que yo no era un dios sino un vampiro— en todo caso, me creían un verdadero dios.

“Al menos, uno con el suficiente poder como para ser llamado así y venerado—y, como habéis dicho, el color de mi cabello y mi piel eran novedosos para la gente del país, así que debí parecer divina en el reflejo del sol.

“Ahora. ¿Qué creéis que hice después?

“¿Qué hice ante este continuo malentendido? Para ser sincera, dudé por un momento. Porque como dije antes, intuí que eran cazadores debido a esas espadas.

“Pude ver cómo se desarrollaba una batalla si revelaba mi verdadera identidad.

“Las vacaciones son agradables, pero también lo son los estímulos ocasionales, así que tal vez debería aumentar un poco las cosas.

“Mentiría si dijera que no me he sentido así.

“¿Hm? No, para adelantarme, no revelé mi identidad, ni hubo ninguna batalla. Soy una pacifista, como sabéis. Sí, una pacifista que odia luchar, una humanista que cree en el amor por encima de todo.

“Me dan ganas de reír, asumiendo el título de humanista cuando ni siquiera soy humana… Es una mentira blanca tan audaz que me pongo pálida. Mis disculpas, eso fue exagerado, incluso en lo que respecta a las bromas.

“La razón por la que no terminamos teniendo una batalla fue simplemente que ellos no la buscaron.

“Como un grupo de hombres que hizo del exterminio de yokai su trabajo, yo sería el tipo exacto de criatura que necesitaban matar. Pero en aquellos días, como acabo de decir, yo no era ni yokai ni vampiro, sino un dios. Evidentemente, estaba al nivel de un dios, al menos en términos de poder absoluto, así que eso era todo para ellos.

“Aunque lo preguntaron, como una formalidad. “¿Realmente sois un dios?

“Sin embargo, seguía dudando en llamarme dios, así que respondí: ‘Pensad en mí como queráis… pero no me llaméis por ningún nombre’… Para entonces ya podía dar esa respuesta, pues entendía algo de japonés… y, al parecer, mi respuesta fue persuasiva.

“Por supuesto, no me atendieron como los habitantes de la vecindad—su respuesta fue realista en ese sentido. Tampoco es que su actitud hacia mí haya cambiado de repente.

“En todo caso, fueron bastante comerciales.

“Un dios, ya veo, entonces por favor firme estos documentos aquí y le llamaremos más tarde, ese tipo de cosas.

“En sentido figurado, por supuesto.

“Supongo que ya habían tratado con muchos otros dioses aparte de mí—fue como si se sintieran en casa una vez que me conocieron. Incluso los que se derrumbaron tras la primera impresión se volvieron a levantar.

“Aunque no era un dios real…

“Bueno, la familiaridad puede ser algo aterrador.

“Supongo que se podría decir que la familiaridad era la principal razón por la que ninguno de ellos temía a un dios, o que incluso se despreocupaban de los dioses, pero creo que el hecho de que fueran de la clase dirigente también jugaba un papel importante. En otras palabras, las sequías no les afectaban especialmente.

“No se habrían salvado por mí.

“Y no sólo yo, sino que ellos no habrían sido salvados por ningún ‘dios’—habían concebido, creado e implementado sistemas que les permitían no tener que depender de dioses.

“Estos hombres no veneraban a los dioses. En todo caso, veían a los dioses como sus iguales.

“Creed y os salvaréis, como hemos dicho, pero en realidad puede estar más cerca de la verdad describirlo como una forma de sesgo retrospectivo, por el que habiéndose salvado, se cree.

“Pero volvamos al tema.

“El resto de nuestra conversación se volvió incómoda, en parte debido a mi poco fiable japonés, pero acordamos algunas promesas que cumpliría al desempeñar mi papel de dios.

“Cada tierra tiene sus propias reglas.

“Aunque no las pusimos por escrito—el papel era muy valioso en aquella época—, en resumen me dijeron que ‘no me pasara’.

“No teniendo ninguna razón para aceptar tales condiciones, al final del asunto consideré la posibilidad de saltármelas, pero me detuve.

“Esa hoja encantada era lo único que me interesaba, y al fin y al cabo, no era más que una hoja. Si la empuñaba un humano, no tenía nada que temer.

“Supuse que si llegaba el momento de luchar, lo haríamos—decidí dejarlo en manos del destino.

“Entonces no tenía ni idea.

“De lo equivocada que fue esa decisión—nunca imaginé lo que vendría por dejar todo en manos del destino.

“Nada de esto habría sucedido si hubiera aprovechado su visita como una oportunidad para irme—hay que ver.

“Hay que ver, qué historia más desgraciada.”