Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Epilogo: Aparentemente, Las Batallas De Yuichi Realmente Continuarán

Parte 1

Después de eso, todo lo relacionado con el Dios Maligno se resolvió fácilmente.

Yuichi había asumido que Hiromichi Rokuhara estaba muerto, pero había vuelto a la vida como parte de la trinidad del Dios Maligno. Y cuando el núcleo fue destruido, resucitó como humano.

No tenía más poder del Dios Maligno aparte de ser un poco más duro que un humano común. Ahora le tenía mucho miedo a Yuichi, y probablemente no intentaría nada más después de esto.

Las Vasijas Divinas habían muerto con el Dios Maligno, lo que también significaba que la Guerra de las Vasijas Divinas había terminado para siempre.

Ryoma Takei había perdido todo su poder y ahora estaba hospitalizado.

“En los viejos tiempos, podría haber podido regresar. Pero ahora no.” Había dicho Ende. “Ningún lector querrá oír hablar de alguien que perdió de tal forma. Es un fracaso como protagonista. Me siento un poco responsable de su condición, así que tal vez lo cuide.”

A pesar de eso, ella realmente no parecía tan molesta por sus circunstancias. Ella en serio era una tonta.

En la escuela, el inexistente ‘asesino violento’ fue ‘arrestado’ y los hombres que se llamaban a sí mismos oficiales de paz se fueron.

Al final, lo peor que pasó fue que las clases de la tarde se habían interrumpido un poco. Aun así, tal vez solo por precaución, les habían dado un día libre en la escuela.

Dado que la raza humana casi se había extinguido, las cosas se habían mantenido a una escala bastante pequeña, en general.

Mientras tanto, los estudiantes, como de costumbre, no pudieron mantener su atención enfocada por mucho tiempo en las cosas que se resolvieron, especialmente con los exámenes del segundo semestre a la vuelta de la esquina.

Yuichi estaba caminando a la escuela con Aiko como siempre. “¡Creo que finalmente podría liberarme de todas las cosas raras!” Declaró, sintiéndose bastante eufórico.

“¿De verdad? Tengo mis dudas sobre eso…” Respondió Aiko, luciendo seriamente dudosa.

“Bueno, sería demasiado esperar que todo desapareciera de una vez, pero al menos con el Lector de Almas fuera de la ecuación, probablemente no me involucraré en nuevas cosas extrañas…” Afortunadamente, incluso después de que Yuichi derrotó a Hiromichi, el Lector de Almas que había sido robado no había regresado.

“Um, tengo la sensación de que el Lector de Almas no fue realmente responsable de nada de esto…” Murmuró Aiko.

“¿Eso crees? Creo que probablemente fue por…” Yuichi se detuvo cuando sus ojos se posaron en una figura extraña delante de ellos.

Era una mujer con un extravagante kimono, su cabello lleno de horquillas tradicionales y decorado con flores. A pesar del frío invernal, su kimono colgaba de sus hombros de una manera seductora.

Y ella no parecía ser japonesa. Sus ojos eran azules y sus rasgos también parecían occidentales.

“¡Oye, no hagas contacto visual con raros!” Yuichi advirtió a Aiko, su voz baja pero clara.

La gente en sus desplazamientos diarios le estaba dando un amplio margen a la mujer, tal vez sintiendo que era alguien con quien podría ser peligroso involucrarse.

“¿Eh? Pero ella me está mirando muy fijamente…” Dijo Aiko.

No sirvió. Se necesitaría mucha fuerza de voluntad para ignorar a la mujer después de esto.

“Señora, ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que nos vimos.” La mujer con apariencia de cortesana se acercó a Aiko, sus ojos brillaban.

“Um, ¿puedo preguntarte quién eres?” Preguntó Aiko. En respuesta, la mujer de repente se echó a llorar, como si hubiera sufrido una conmoción terrible. “Um, eh, lo siento, pero realmente no sé quién eres…”

“¡No, no! Es perfectamente natural que usted, Señora, no me recuerde. Soy yo la tonta por molestarla por algo tan trivial.”

“Um, por favor no te humilles… ¡Me siento terrible!”

Había una cortesana parada en medio de la calle, llorando e inclinándose ante una chica de secundaria durante el viaje de la mañana. Era una vista realmente extraña, y Yuichi no pudo evitar sentir que se había mezclado en algo de nuevo.

“Um, en serio no entiendo nada de esto, pero ¿podríamos al menos ir a algún lugar lejos de miradas indiscretas?” Dijo Yuichi, teniendo la sensación de que esto no se iba a resolver fácilmente. Probablemente era imposible simplemente ignorarla y escapar, pero al menos podrían ir a algún lugar donde no se destacarían.

“¿Señora? ¿Qué aflige a su ganado?” Dijo la cortesana. “Parece estar hablando sin su permiso.”

“¿Eh? ¿Qué demonios…?” Aiko se quedó mirando fijamente como si no pudiera entender lo que estaba escuchando.

“¿Lo eligió por su apariencia? Aun así, le falta disciplina. No pretendo ofenderla al decir esto, Señora, pero creo que tiene poco valor como ganado. Él es indigno de usted.” La expresión de la mujer cambió de repente a una de pesadilla.

“¿Eh? ¿Qué?” Yuichi no sabía qué hacer con alguien que de repente quería matarlo por una razón que no podía entender. Estaba listo para enfrentar cualquier peligro en cualquier momento, pero era difícil mantener la calma ante un cambio tan repentino.

“¡Soy consciente de que es impertinente por mi parte decir esto, pero no puedo aceptarlo a su lado, Señora!”

“¡Laura!” Un perro se interpuso entre la mujer enojada y Yuichi. Era el hombre lobo, Nero, actualmente en su forma de perro. “¿Oh? ¿Qué estás haciendo aquí, Nero?” Ella se burló.

“Um, no tengo idea de lo que está pasando aquí. ¿Puedes explicarlo, por favor?” Preguntó Aiko, desconcertada.

“Esta es Laura. Ella es una de sus criadas, Lady Aiko.”

“Oh, es cierto, olvidé que tenía…” Murmuró. Había mencionado antes que Aiko tenía doce criadas.

“¡Yuichi! Me encargaré de esto.” Ladró Nero. “¡Toma a Lady Aiko y vete!”

“Bueno, si insistes. ¡Vámonos!” Dijo Yuichi.

“¿Eh? ¿Estás seguro de que podemos desentendernos de esto?” Protestó Aiko.

“No hay una gran diferencia entre una cortesana que se inclina y llora ante una chica de secundaria y una cortesana que pelea con un perro.”

Yuichi decidió arrastrar a Aiko de regreso por donde vinieron y tomar una ruta diferente a la escuela.

Llegaron a la escuela y justo cuando se acercaban a su salón de clases, alguien llamó a Yuichi. Fue Kogan Yanagisawa.

“Necesito hablar contigo. ¿Está bien?”

“Oh, claro…” Nunca antes habían hablado, pero Yuichi tenía la sensación de que sabía de qué se trataba.

Pensó en lo que había sucedido en el salón de clases el otro día… Yanagisawa debió haber notado que Yuichi tiraba el bolígrafo táctico.

Dejó que Aiko siguiera adelante y los dos se movieron a una esquina del pasillo. Desde aquí, mientras mantuvieran la voz baja, nadie podría escucharlos.

“Entonces, ¿de qué querías hablar?” Preguntó Yuichi. “Chiharu Dannoura.”

“¿Espera, qué?”

“La conoces, ¿verdad?”

“Claro que sí, pero ¿qué pasa con ella?” “Rompe con ella.”

“¿Eh?” Yuichi no sabía cómo responder. “¡Sabes que amo a Chihiro!” Declaró el chico.

“¡No, no lo sabía! ¡Esta es la primera vez que hablo contigo! ¡Y, de todas formas, no puedo romper con ella!”

“Ya veo…entonces tendré que recurrir a la fuerza.” Los ojos de Yanagisawa se entrecerraron de inmediato. Yuichi sintió su malicia como algo tangible.

“¡No, no lo digo así!” Dijo con impaciencia. “No puedo romper con ella porque no estamos saliendo. No estamos involucrados románticamente.”

“¡¿De verdad?!” El rostro de Yanagisawa se iluminó de inmediato.

Aparentemente, era del tipo extremadamente simple.

“¿Qué demonios te hizo pensar que estamos saliendo?” Preguntó Yuichi.

“Chiharu me dijo que estabas en su harem.” “Eso es difamación. Me inclino a demandar.”

“Sé que todo el tiempo estás rodeado de mujeres. La idea de que Chiharu termine con un playboy como tú… pero supongo que no hay razón para que pase eso, ¿verdad?”

“Ninguna en absoluto. Entonces, ¿tú y Dannoura se conocen?”

“Éramos amigos de la infancia.” Dijo Yanagisawa. “Nuestras familias tienen viejos dojos y se llevan bien.”

“¡Oh, bueno, haré todo lo que pueda para ayudar!” Dijo Yuichi. Era molesto tener a Chiharu hablando de que él estaba en su harem.

Tal vez si pudiera juntar a estos dos, eso se detendría.

“¿De verdad? ¿Después de que te embosqué? ¡Vaya, realmente debes ser un buen chico! ¡No tenía ni idea!”

“Bueno, nunca habíamos hablado, así que supongo que no tendrías motivo para pensarlo.”

“¡Hablamos en otro momento! Mejor me voy.” Yanagisawa dejó a Yuichi y regresó al salón de clases.

“Bueno, me alegro de que no fuera nada serio.” Susurró Yuichi con alivio.

Una voz habló detrás de él. “Por cierto, eso va a ocurrir.”

Yuichi miró en la dirección de la voz. Ende estaba de pie allí, vistiendo el uniforme de la Escuela Secundaria Seishin.

“Um, ¿por qué estás aquí?” Preguntó. “Me transferí.”

“¡Eso fue rápido!”

“Bueno, fue bastante fácil.”

“Entonces, ¿qué quisiste decir con ‘eso no va a ocurrir’?”

“Los eventos se desarrollarán alrededor de ellos dos para que Chiharu termine luchando contra Yanagisawa… al menos, eso es lo que dice en este libro. ¿Quieres leerlo?” Ende le ofreció un libro de bolsillo que tenía en la mano.

“Uno de tus libros sobre el futuro, ¿eh? Pero no está escrito en piedra, ¿verdad?”

“Supongo que no. Las cosas más pequeñas pueden cambiar el futuro, por lo que en realidad no son tan confiables.” Pero incluso cuando Ende dijo eso, Yuichi no pudo evitar sentir que debía ser su destino luchar.

Mientras pensaba qué hacer, sonó la campana de advertencia para el comienzo de la clase y Yuichi entró corriendo al salón.

***

Durante la pausa del almuerzo, Yuichi se dirigió a la cafetería para comprarse algo para comer.

Estaba comprando pan cuando encontró a Shota Saeki a su lado. “¿No trajiste un almuerzo, Saeki?” Preguntó Yuichi.

“No… en realidad, quería hablarte de algo.” “Claro. ¿Qué tienes en mente?”

En clase Shota se sentó en el asiento frente a Yuichi. El tipo probablemente podría hablar con él en cualquier momento, por lo que había algo extrañamente críptico en su comportamiento.

Yuichi y Shota compraron pan y se dirigieron al patio, donde encontraron un banco y se sentaron.

“¿Así que de qué quieres hablar?” Preguntó Yuichi. “¿Algo de lo que no podemos hablar en el aula, supongo?”

“No estoy muy seguro de cómo empezar. Puede que no tenga ningún sentido, y podrías pensar que estoy loco, pero…”

“Adelante, pruébame. Sabes cómo es mi hermana. Estoy acostumbrado a que la gente diga cosas locas. No importa lo extraño que sea, no me burlaré de ti ni haré nada parecido sin escuchar toda la historia.”

Shota era un tipo bastante alegre, pero no era del tipo que inventa algo escandaloso. Yuichi se sintió confiado al prometer que podría escucharlo hasta el final.

“Fui visitado por extraterrestres.” “¿Uh?”

“¡Te estás burlando de mí!”

“No, no me estaba burlando, fue algo realmente sorprendente de escuchar.” Dijo Yuichi. “Sigue adelante.”

“Ayer,  después  de   que  terminamos  la  práctica,  aparecieron extraterrestres en el campo.”

“Está bien, no me estoy burlando de ti, pero ¿qué te hizo pensar que eran extraterrestres?”

“¿El ovni, supongo? Vinieron en un platillo volador.” “Ajá.”

“Y luego salieron los extraterrestres.” “¿Qué aspecto tenían?”

“El mismo que nosotros los terrícolas. Solo que su piel estaba un poco más azul. Sin embargo, era de noche, así que no estoy totalmente seguro.”

“¿Y estos extraterrestres vinieron desde el espacio para visitar el campo atlético de la Secundaria Seishin? ¿Qué querían?”

“¡Sí, te estás burlando de mí!”

“No, no es el caso. Entonces, estos extraterrestres. ¿Qué querían?” “Aparentemente vinieron a invadir la Tierra.”

“Entonces suena como si la Tierra estuviera acabada.” Dijo Yuichi. “No sé de dónde vienen, pero no hay forma de que podamos luchar contra alguien que tenga tecnología de viajes espaciales.”

“En realidad, por lo que dijeron, hay una especie de federación espacial, y son parte de ella, lo que significa que tienen prohibido ir a la guerra. En cambio, quieren resolverlo con una competencia a pequeña escala con un conjunto específico de reglas.”