Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Epilogo: Aparentemente, Las Batallas De Yuichi Realmente Continuarán

Parte 2

“Siento que he escuchado esto en alguna parte…”

“Así que ahora tenemos que jugar fútbol contra extraterrestres.” Dijo Shota. “No sé qué hacer. Se siente extraño tener el destino de la Tierra en mis piernas.”

“Sí, eso suena difícil.” Yuichi no sabía qué más decir.

“Bueno, realmente conocí extraterrestres, pero cuando me escucho explicarlo, tampoco estoy seguro de creerlo. De todos modos, gracias por escucharme hasta el final.” Con eso, Shota se puso de pie. Parecía que decirlo todo en voz alta le había permitido resolverlo en su mente.

“Oye, ¿puedo ir a ver tu partido?”

“No estoy seguro. Puede que no permitan que los forasteros miren…”

“En ese caso, ¿podrías ponerme en el equipo, incluso si es solo como jugador de reserva?” Preguntó Yuichi. “No es que dude de ti, solo tengo curiosidad.”

“Bueno, no es un partido reglamentario, por lo que no hay requisitos particulares sobre quién puede jugar. Veré que puedo hacer.” Con eso, Shota se fue.

Si los yokai y los dioses existieran, tal vez no fuera tan extraño que los extraterrestres también existieran, pensó Yuichi.

Cuando regresaba a su clase, se le acercó una Tomomi Hamasaki de aspecto pálido. “¡Terribles noticias! Están celebrando el Gran Premio de Farsantes, y el premio es…”

“No, todavía no quiero escuchar tu historia.”

“¡Oye! ¿Qué quieres decir? ¡Esta vez es en serio! ¡Necesito tu ayuda!”

“Te escucharé en otro momento.”

“¡Será mejor que lo hagas! ¡Ven a mi restaurante más tarde!” La expresión de Tomomi era más seria de lo que jamás la había visto.

Yuichi decidió pasar por Nihao China en el camino a casa, luego regresó a su asiento.

Justo cuando lo hizo, An Katagiri se acercó a él. Ella debe haber estado esperando a que regresara.

“¿Qué pasa, Katagiri?” Preguntó. “¿Puedo hablar contigo un momento?”

Sin esperar una respuesta, An tomó la mano de Yuichi y lo arrastró contra su voluntad al techo.

“¿Qué es?” Preguntó Yuichi una vez que estuvieron allí. “Normalmente no intentas hablar conmigo.”

“¡No puedo encontrar a Takuro! ¿Tienes idea de dónde podría estar?” Nunca antes había visto a An tan nerviosa.

Takuro Oda era amigo de Yuichi de la escuela media. Había comenzado a salir con An en la escuela secundaria, lo que les había dado menos oportunidades de hablar, pero Yuichi todavía pensaba en él como un amigo.

“No sé. ¿Cuánto tiempo lleva desaparecido?” El chico no había ido a la escuela hoy, pero Yuichi no había estado muy preocupado. Había asumido que estaba en la cama con un resfriado o algo así.

“No he podido ponerme en contacto con él desde anoche.” Dijo An. “Más precisamente, desde las 7:00 p.m.”

“¿Cómo sabes eso?”

“Lo llamo cada hora en punto. Respondió la llamada de las 6:00, pero…”

“Eso da un poco de miedo, ¿sabes?” “¿Has tenido noticias de él?”

“No. En realidad, haces magia, ¿no? ¿No puedes usar eso para encontrarlo? Creía que los hechizos para encontrar personas y cosas son bastante típicos.”

“¿No crees que lo he intentado?”

“Así que lo intentaste, ¿eh? Veamos, entonces… ¿Quizás se cansó de ti y fue a otra bruja en busca de ayuda? Hay estas cosas llamadas barreras que…”

“Te mataré.”

La malicia tangible se infló en el aire a su alrededor.

La ‘malicia’ que sintió Yuichi fue una expresión del impulso de matar de un oponente. Por lo general, era algo que podía leer sutilmente de cómo alguien estaba actuando, pero esto estaba en un nivel completamente diferente.

Este era un deseo puro e inequívoco de sangre. Yuichi no tenía idea de dónde venía.

Vaya, ella realmente da miedo…

No pensaba que perdería si tenía que luchar contra ella, pero en una lucha contra habilidades mágicas vagamente definidas, tendría que esforzarse mucho.

“Pero gracias, de todos modos.” Dijo An, volviéndose para irse. “Nunca consideré que él podría haber encontrado una manera de escapar de mi magia. Supongo que es una señal de lo asustada que estaba.”

“¡Oye!” Yuichi la llamó.

“¿Qué?” Preguntó, dándose la vuelta.

“Si hay algo que pueda hacer para ayudar, házmelo saber.” “Pensé que me odiabas.”

“Sí, pero se trata de Takuro.” Dijo. “Es diferente. Además, tengo la sensación de que, si te dejo campar a tus anchas, mucha gente va a morir.”

“Ya veo. Lo pensaré.” Con eso, An se fue.

Yuichi bajó las escaleras para regresar a su salón de clases, pero cuando entró al pasillo, Yurika Maruyama lo detuvo.

“¿Qué pasa, Maruyama?”

“Oye, ¿quieres unirte a mi club de héroes?” Preguntó Yurika abruptamente.

“¿Eh? Pensé que habías perdido tu Vasija Divina.” Yuichi había asumido que no tendría más poder sin él.

“Oh, ser un héroe no tiene nada que ver con la Vasija Divina.” Dijo. “Aparentemente es algo con lo que nací. Perdí a mi Monje y mi Removedor, así que me quedo con un Héroe y un Guerrero. ¡Así que estoy reclutando más miembros del grupo!”

“Um, ¿qué hace el ‘club de héroes’ en la escuela?” Él cubrió. “¡Nos sumergimos en mazmorras y aumentamos nuestros niveles!”

“Por favor, pregúntale a alguien más.” Sonaba como un gran dolor en el trasero.

Después de la clase, se reunió con Aiko y Natsuki para dirigirse al salón del club. Cuando entraron, encontraron a Kanako Orihara desplomada en la mesa. Ella parecía volver a estar agonizando por algo.

“¿De nuevo el club está de descanso?” Preguntó Yuichi con inquietud.

“Oh, sí. Es el caso. Tu hermana vino a la escuela hoy, pero dijo que tenía algo que atender y se fue a casa temprano…”

“Ya veo. Orihara, ¿estás pensando en material para tu novela?”

Si lo estaba, no quería interponerse en su camino. Estaba a punto de volverse e irse cuando Kanako negó con la cabeza.

“Hoy no. Hay algo más en mi mente… ¿puedo contarte sobre eso?”

“Claro, aunque no estoy seguro de que pueda ser de alguna utilidad.” Dijo Yuichi.

“Um, mi madre llegó a casa…”

Había oído que Kanako se llevaba muy mal con su madre, que se había divorciado de su padre y se había marchado de casa. Su madre era en realidad la razón por la que había intentado suicidarse hace mucho tiempo.

“Oh, se trata de tu madre… ¿qué tenía que decir? ¿No se había divorciado de tu padre y se fue de casa hace mucho tiempo?”

Esto sonaba como si fuera a ser una conversación realmente pesada. La idea hizo que Yuichi quisiera salir corriendo.

“En realidad… ¡me dijo que viene de un isekai!”

“… ¿Eh?” Yuichi dijo en estado de shock. Este desarrollo fue completamente inesperado.

“¡Estaba realmente sorprendida!” Gritó Kanako. “Sí, yo también estoy bastante sorprendido…” “Yo también.” Agregó Aiko.

“Lo mismo.” Intervino Natsuki.

“Aparentemente ella es de la realeza, y la gente intentó matarla cuando era muy pequeña, ¡así que huyó a este mundo!”

“¿Y entonces ella quería sacarlo de su pecho?” Preguntó Aiko. Yuichi se estaba preguntando lo mismo.

“Aparentemente, las cosas se han calmado en sus décadas de ausencia, y ahora quiere irse a casa.” Dijo Kanako. “Sin embargo, dijo que necesita mi poder para hacerlo, así que no estoy segura de qué hacer…”

“Ya veo.” Dijo Yuichi. “Um, no estoy seguro si puedo ayudar con esto… uh, pero sí parece que puedo, házmelo saber. Aunque personalmente, no sé mucho sobre isekais.”

“Está bien.” Dijo Kanako. “Siento decirte algo tan extraño. Me quedaré aquí un rato y pensaré, para que todos puedan irse a casa.” Con el permiso de Kanako, Yuichi se fue.

“Un isekai, ¿eh? Me pregunto cómo es…” Aiko reflexionó, sonando como si estuviera dando vueltas a las posibilidades en su mente.

“No lo sé. Bueno, estaba preocupado cuando mencionó a su madre, pero me alegro de que no fuera demasiado pesado.”

“¿Y si te dijera algo pesado?” Preguntó Natsuki. “¿Y esa pregunta tan repentina?” Preguntó Yuichi.

“Se trata de lo que me pasó antes de volverme así. ¿Puedo describirte, con minucioso y poético detalle, la historia de una niña cuya familia fue asesinada y que cayó en la vida de un asesino serial?”

“Uh, realmente desearía que no…”

“Ya veo.” Por alguna razón Natsuki sonaba triunfante.

“¿Por qué estás actuando tan engreída, Takeuchi?”

Yuichi reflexionó por un momento sobre el hecho de que desde hace un tiempo no habían tenido ninguna reunión del club adecuada. Pero luego se recordó a sí mismo que las reuniones del club nunca habían sido exactamente adecuadas para empezar.

***

Después del club…

Natsuki se dirigió a la estación, y Yuichi y Aiko caminaban juntos a casa.

Tenían que tener cuidado por lo que había sucedido esa mañana. Querían evitar volver a encontrarse con esa cortesana. Así que se fueron a casa por un camino diferente al habitual, hasta que finalmente llegaron al barrio residencial.

La casa de Aiko no estaba muy lejos. Pero justo cuando pensaba que era seguro, otra mujer apareció ante ellos, diferente a la de esta mañana.

“Hola. Eres Yuichi Sakaki, ¿no?”

Era una estudiante de la escuela media de su hermana pequeña Yoriko. Supuso eso por el hecho de que ella vestía el mismo uniforme de marinero.

“Sí, ¿quién eres tú? ¿Una amiga de Yori?”

“Mi nombre es Akane Otori. Y sí, aunque es menos mi amiga y más mi rival. Hay algo sobre lo que quería preguntarte.”

“¿Qué es?” Preguntó Yuichi. Si fuera amiga de Yoriko, sería difícil rechazarla. Decidió hacer el esfuerzo de escucharla.

“¿Podrías salir conmi…?”

En ese momento, Yoriko llegó corriendo hacia ellos y sorprendió a Akane con un puñetazo. Su impulso continuo las envió a ambas rodando juntas al suelo. Rodaron todo el camino hasta un lote abierto cercano, y Yoriko se sentó a horcajadas sobre ella, lista para golpearla.

“¡Detente!” Agarró Yuichi el puño de Yoriko. Sabía que ella era lo suficientemente fuerte como para matarla si lo intentaba.

“Oh, hermano mayor.” Dijo. “¿Qué pasa?” “Esa es mi línea. ¿Qué está pasando aquí?”

“Estaba pensando en hacer algo para que nunca más tuvieras que mirar la cara de Akane.”

“Sé que son amigas, pero aun así deberías elegir mejor tus palabras.”

“¡No somos amigas!”

Yuichi rodeó la cintura de Yoriko con sus brazos y la apartó de Akane.

“Si no es así, pues con mucha más razón.”

Yoriko actuó muy insatisfecha por haber  sido levantada, pero también estaba sonriendo feliz.

“Entonces, preguntémosle a Akane.” Espetó Yoriko. “¿Qué fue todo eso?”

“Oh, cuando le pedí que saliera conmigo, no quise decir que quería que él fuera mi novio. Quería decir que quería que se casara conmigo.”

“¡Eso es aún peor!” Yoriko agitó sus brazos y piernas en el aire.

“Ya veo. Entonces el Clan Otori también está detrás de Yuichi Sakaki.” Apareció Yuri Konishi.

“¿Ahora qué diablos es?” Exclamó Yuichi. Una chica tras otra seguía apareciendo. Empezaba a sentirse mareado.

“Esa persona es la tercera hija de la familia Otori. Los Otori son antropomorfos de pollos. Puedes llamarles aviares. Aunque en mi opinión, actúan un poco engreídos y poderosos para ser simples gallinas…”

“¿Oh? ¿Qué fue lo que dijiste, campesina?” Escupió Akane. “¿También estás tras Yuichi?”

“Te ruego me disculpes.” Respondió Yuri. “¡Soy la mujer más cercana del mundo a Yuichi Sakaki! ¡Eso significa que soy la más cercana a convertirse en heredera de la familia Sumeragi!”

Parecía que esta era la historia de la batalla de herederos de la familia antropomorfa que controla Japón. Ahora que había determinado eso, Yuichi se movió rápidamente.

“Está bien, ¡dejemos a los antropomorfos con sus asuntos y vayamos a casa!” Yuichi tomó a Aiko y Yoriko y salió corriendo.

***

Finalmente habiendo llegado a casa, Yuichi subió pisando fuerte a su habitación y se tiró a la cama.

“¡¿Qué coño fue este día?!” Había sido una historia extraña tras otra, y estaba empezando a sentirse increíblemente agotado.

“¡Yu!” Mutsuko llegó a la habitación de Yuichi. Debe haber llegado a casa un poco antes que él.

“¿Qué?”   Yuichi   respondió  malhumorado.   Estaba    realmente cansado. Deseó que ella lo dejara descansar.

“¡Pensé que probablemente ya era hora de que te lo hiciera saber!” Declaró Mutsuko.

“¿Qué cosa?”

“Sobre la catástrofe.” “¿Qué diablos es eso?”

“¡Va a haber una catástrofe final que va a poner el mundo patas arriba! ¡Todo el entrenamiento que te he estado dando ha sido para eso!”

“¿Eh? ¿Qué dijiste?” Yuichi estaba empezando a desear poder fingir que no la había escuchado.

“Matar a ese Dios Maligno significa que has llegado muy lejos,

¡pero aún no estás ahí! Necesitas más entrenamiento para conseguir más poder y convertirte en el hombre que puede salvar el mundo. Así es. ¡En el pasado te he predispuesto demasiado hacia la velocidad!

¡Necesitas un poco de entrenamiento muscular, y también de armas! Oh, la guerra electrónica va a ser importante en el futuro. Por supuesto, probablemente pueda manejar esa parte yo misma, pero al menos deberías aprender lo básico. Y…”

Como de costumbre, estaba viviendo en un mundo de fantasía.

Yuichi dejó que todo entrara por un oído y saliera por el otro.

Parecía que incluso después de perder el Lector de Almas, los días de normalidad de Yuichi no iban a volver. En todo caso, las cosas habían empeorado aún más.

Bueno, así es como es mi hermana mayor. Aparentemente, solo tendría que seguir con ella.

Dejando escapar un suspiro, Yuichi se preparó para lo que vendría.

-FIN DEL VOLUMEN 7-