Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Capitulo 7: ¿A Quién Le Importa Si Eres Un Dios?

Parte 2

Ende se acercó. El hombre delgado y la mujer serpiente permanecieron quietos, así que pasó junto a ellos para acercarse a Hiromichi.

“¿Hmm? Oh, no soy Hiromichi Rokuhara. Es solo que no tengo una personalidad propia.” Dijo. “No soy más que la voluntad de erradicar a la humanidad. Necesito una base sobre la cual construir, o me faltará la autodeterminación para llevar a cabo esa voluntad.”

Parecía que el anfitrión tuvo una influencia en la resurrección del Dios Maligno. Ende encontró eso lo suficientemente conveniente para sus propósitos; el mismo Dios Maligno no tendría ninguna razón para luchar contra Yuichi. Era extremadamente posible que inmediatamente después de despertar, comenzara a actuar para llevar a cabo la destrucción de la humanidad. Pero Hiromichi le guardaba rencor a Yuichi, y si estaba influenciado por Hiromichi, probablemente el Dios Maligno querría derrotarlo.

“Por cierto, ¿cómo vas a acabar con la humanidad?” Preguntó Ende casualmente. “La pelea anterior demostró que ciertamente eres fuerte, pero estoy segura de que no tienes la intención de andar matando personas de una en una.”

“Ciertamente no. Pero exterminar a la humanidad se ha vuelto relativamente fácil en estos días, ¿no crees? Ellos mismos han creado los medios para ello. Solo necesito energía suficiente para interferir y hacer uso de esos medios.”

¿Armas de destrucción masiva, quizás? El hecho del asunto era que la humanidad, en este momento, estaba parada sobre hielo delgado.

La paz se mantuvo por el hecho de que todas las grandes naciones del mundo tenían armas apuntadas entre sí, pero un solo error podía inclinar la balanza y desencadenar una reacción en cadena de represalias. Probablemente a eso se refería el Dios Maligno.

“De todos modos, realmente necesito que mueras.” Continuó.

Esta era una posibilidad que Ende nunca había considerado. Ella no podía morir y el Dios Maligno no tenía ninguna razón para matarla; eso era lo que había asumido.

Pero de repente, su pecho se sintió muy caliente. Ende tardó unos momentos en recordar qué era ese sentimiento repentino: dolor.

Ella comprobó.

La espada que Hiromichi había estado sosteniendo sobresalía de su pecho. “Sí, parece que Cortador Dimensional hizo honor a su nombre.” Saco la espada de su cuerpo.

Ende retrocedió.

“Ustedes, los Externos, parecen imaginarse dioses, pero para mí, son solo una parte de la misma humanidad que necesita ser erradicada. Obviamente, te voy a matar si tengo la oportunidad.”

Este futuro no debería haber existido, pensó Ende. Este desarrollo completamente imprevisto la dejó sintiéndose totalmente a la deriva.

La habitación giró a su alrededor, seguida de una sensación de hundirse hacia atrás en la oscuridad.

“Reduje a la fuerza las posibilidades.” El que dijo eso fue uno de los cuerpos del Dios Maligno, que hasta este momento no había hecho nada. Fue el hombre delgado.

“Vaya, vaya. Te ves tan sorprendida. Después de todo esto,

¿realmente le temes a la muerte?” Esa voz burlona vino de la mujer mitad serpiente sin ojos.

Ende solía decir que estaba aburrida de vivir, pero la verdad era que se sentía muy diferente cuando la muerte estaba allí, mirándola a la cara.

“Vaya… bueno, es un poco impactante.” Actuó con compostura mientras se alejaba más. “Tengo que decir que es más aterrador de lo que esperaba…”

Afortunadamente, había fallado su corazón; perforar un pulmón era una lesión grave, pero se necesitaría más que eso para matar a un Externo.

Aun así, solo sobreviviría hasta su próximo ataque. Ahora que sabía lo que podía hacer el Dios Maligno, no parecía haber muchas esperanzas de escapar. Justo cuando estaba a punto de rendirse, un dron se interpuso entre el Dios Maligno y Ende.

“¡Corre!”

Mientras Mutsuko gritaba, el dron se encendió. Dejó escapar un destello de luz dirigido al Dios Maligno.

Ende corrió hacia la puerta opuesta por la que había entrado. “¡Tsk!” El Dios Maligno chasqueó la lengua, molesto.

Fue un movimiento simple, pero había sido sorprendentemente efectivo.

“¡Oye, todos saben que el Taiyo-ken funciona incluso con enemigos de primer nivel!” Se jactó Mutsuko.

Ende vaciló por un momento, preguntándose si estaba bien dejar a Mutsuko allí. Pero incluso si se quedaba, no había nada que pudiera hacer en su condición actual.

Salió corriendo por la puerta.

***

Yuichi se enderezó en el tubo de tela gruesa y llegó al segundo piso en un abrir y cerrar de ojos.

Encontró a dos personas tiradas allí, probablemente parte del grupo de cazadores de monstruos de antes. No hubo heridas externas, pero parecían estar muertas.

“¿Ustedes hicieron esto?” Preguntó.

Había espectros deambulando por el viejo salón de clases, aunque no tantos como la última vez que estuvo allí. Cuando vieron a Yuichi, se dispersaron como hormigas. Deben haber recordado la forma en que los había destrozado la última vez.

Miró detrás de él y no vio señales de perseguidores, así que salió del salón de clases.

Un largo pasillo de madera se extendía ante él. Definitivamente era un diseño diferente al de los edificios de la Escuela Secundaria Seishin, pero supo de inmediato qué camino tomar. Solo tenía que seguir las huellas frescas.

Yuichi continuó, aplastando el espectro ocasional que atacaba.

El pasillo se curvaba, lo que le dificultaba ver muy lejos. No solo el diseño era diferente al de su escuela, parecía que no podía existir en su mundo.

Mientras caminaba, vio más signos de sangre, óxido y marcas de quemaduras, y la atmósfera de otro mundo se hizo más fuerte.

¿Estoy caminando en espiral? Es un camino de un solo sentido, pero ¿cómo sé qué aula es la salida?

Todo el tiempo el pasillo había estado curvándose a la derecha.

Probablemente había algo en el centro de la espiral, pensó.

Mientras caminaba, vio una figura retorciéndose de dolor.

Parecía que debía ser uno de los cazadores de monstruos que había llegado antes que él. Si el hombre todavía estaba vivo, Yuichi no podía simplemente abandonarlo.

Yuichi se acercó, pero sus ojos se abrieron de par en par al reconocer a la persona… la última persona que hubiera esperado ver aquí.

“Oye.” Ende miró hacia arriba, su rostro contorsionado por el dolor.

Su vestido estaba manchado de sangre y parecía estar herida. No vio a Hiromichi o Mutsuko cerca, por lo que se preguntó con sospecha qué estaría haciendo Ende allí sola.

“Vine aquí porque dijiste que sería la batalla final. ¿Qué diablos está pasando?” Él demandó.

Por supuesto, desde que ingresó a la Escuela Secundaria, no había entendido la mayoría de las cosas en las que se había involucrado. Quizás era un poco tarde para hablar de eso. “Ja ja ja, esto apesta un poco.” Dijo Ende débilmente. “Me traicionaron.” No parecía estar mintiendo, por lo que probablemente esto no era una trampa.

“¿Fue mi hermana?” Preguntó Yuichi.

“¿Vas derecho a sospechar de tu propia hermana? Puedes ser sorprendentemente cruel.”

“Nunca sé cuándo se trata de ella.”

“Fui apuñalada por el Dios Maligno revivido. Supongo que en realidad soy solo un dios solo de nombre… aquí es donde te lleva ese exceso de confianza externa.”

“¿Estás bien?” Yuichi se arrodilló junto a Ende.

Él le subió la camisa para mirar el lugar de donde venía la sangre. Parecía haber sido apuñalada en el costado derecho, justo por encima del pecho. La herida ya parecía estar coagulando (quizás porque ella era una Exterior), pero probablemente debería tomárselo con calma por un tiempo.

“Acabas de realizar acoso sexual en un abrir y cerrar de ojos, ¿eh?” Preguntó Ende.

“¿Te enojas cada vez que un médico ve a una mujer desnuda? Te estoy examinando, eso es todo, ¿de acuerdo?”

“Bueno, en su día pude ser bastante atrevida. No haré un escándalo.”

“¿Se curará?” Preguntó.

“Sí. Me siento bastante mal, pero se curará con el tiempo. Oye, ¿te importa si te doy una pequeña advertencia?”

“¿Qué demonios? ¿Ahora somos amigos?” Resopló Yuichi.

“Supongo que te parecerá brusco, pero te he estado observando en acción durante un tiempo y soy un fan.”

“Un fan no haría toda esta mierda para meterme en problemas.”

“Seguro que lo harían.” Respondió Ende. “Si tienes un cómic sobre un héroe invencible, ¿qué tipo de fan quiere leer sobre ellos simplemente deambulando por la casa todo el día? Quieren que luche contra enemigos poderosos y salga de aprietos, ¿verdad?”

“Estoy realmente harto de tenerte comparando todo con una historia.” Respondió Yuichi.

Incluso si los mundos en los que vivían realmente eran historias,

¿qué importaba? No cambiaría nada sobre cómo Yuichi hacía las cosas. La naturaleza de su mundo no significaba nada.

“En este momento estás aislado del mundo de Mutsuko Sakaki.” Le dijo Ende. “Lo que significa que ya no recibes las bendiciones de una cosmovisión en la que las cosas que hacen los hermanos menores siempre salen como las planean sus hermanas mayores. Si vas ahora, te matarán sin poder hacer nada.”

“¿No querías que me mataran? Tal vez te traicionó, pero si pierdo, eso todavía se adapta a tu objetivo, ¿no?”

“Para ser honesta, he dejado de preocuparme por eso.” Dijo Ende. “Hablo de que estoy aburrida y no tengo nada que hacer, pero aquí estoy al borde de la muerte. El mundo sigue estando lleno de cosas desconocidas. Me hace pensar que tengo mejores cosas que hacer que jugar con estudiantes de secundaria. Además, se lo debo a Mutsuko.”

“¿Qué pasó?” Preguntó.

“Estaba a punto de morir y Mutsuko me salvó. Por eso te advierto: no puedes ganar como estás ahora. Si huyes ahora, podrías sobrevivir. Toma a algunas personas que quieras proteger y sal de la escuela.”

“Dame un respiro.” Escupió Yuichi. Si hubiera estado dispuesto a hacer algo así, no habría venido aquí en primer lugar.” Además, si lo que decía era cierto, huir significaría abandonar a su hermana. Yuichi ni siquiera podía pensar en hacer eso.

“Bueno, puedo jurar que imagine que dirías eso.” “Entonces, ¿por qué te molestaste?”

“Porque no puedes ganar.” Dijo Ende. “Una última advertencia: el hecho de que te encuentres con Mutsuko más adelante no significa que regresarás a su cosmovisión de inmediato. Así que no cuentes con eso.”

Yuichi ni siquiera pudo comprender la advertencia de Ende. Ella estaba hablando de que lo sacaron de la cosmovisión de Mutsuko, pero él no había notado ninguna señal de que eso sucediera. Ciertamente no se sentía más débil.

“¿Qué hay de Rokuhara?” Preguntó Yuichi. “¿Obtuvo su deseo?”

Supuestamente, el Dios Maligno podría conceder cualquier deseo. Parecía imposible, pero si era tan poderoso, entonces no tenía ninguna posibilidad.

“¿Hiromichi? Él está muerto.”

“¿Qué, era su deseo descansar en paz o algo así?” Preguntó Yuichi dubitativo.

“Su deseo era convertirse en el Dios Maligno y destruir el mundo. Ese deseo fue concedido. El Dios Maligno se ha manifestado usando su cuerpo como anfitrión.”

“No me di cuenta de que estaba tan enojado con el mundo.” Dijo Yuichi. A Yuichi le había parecido un verdadero idiota, ciertamente, pero no había pensado que el tipo llegaría tan lejos.

“Cuantas más Vasijas Divinas entraban en su cuerpo, mayor era su deseo de destrucción.” Dijo Ende. “Su influencia le hizo anhelar la destrucción de la humanidad. Al parecer, así es como funciona.”

“Así que ese es el truco, ¿eh? Un juego amañado desde el principio…”

El dios no podía simplemente romper una promesa, por lo que había usado un tecnicismo para evitarlo. Pero eso significaba que el deseo de Monika no podía ser concedido, y tampoco el deseo original de Yuichi de deshacerse del Lector de Almas.

“Je. Mutsuko dijo lo mismo. Supongo que los hermanos realmente piensan igual…”

Yuichi se sintió un poco molesto por la comparación, pero esto hizo que pareciera que el Dios Maligno no era omnipotente. Después de todo, si él fuera omnipotente, nunca habría sido sellado.

Si fuera verdaderamente omnipotente, la humanidad habría sido destruida hace mucho tiempo. Lo que significaba que Yuichi tenía alguna esperanza de luchar contra él.

“Si sigo adelante, ¿me encontraré con el Dios Maligno?” Preguntó Yuichi.

“Sí. Es un camino de un solo sentido. Al final hay una puerta. No creo que haya salido detrás de mí, así que probablemente todavía esté allí.”

“Iré, pero ¿qué vas a hacer?” Yuichi se sintió un poco reacio a dejarla aquí sola. Como Exterior, ella podría estar bien, pero aún se sentía obligado a preguntar.

“Creo que podría mostrarte el camino.” Dijo Ende. “Traté de huir, pero realmente quiero ver cómo termina.”

“Bien. No sé cómo resultará, pero llegado el momento quédate en una esquina.”

Yuichi puso a Ende sobre su espalda. Tenía un cuerpo pequeño, por lo que no era una carga.

Yuichi continuó caminando por el pasillo en espiral.