Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Capitulo 7: ¿A Quién Le Importa Si Eres Un Dios?

Parte 1

Podían sentir un miasma horrible y nauseabundo acercándose.

Se hizo más espeso con el paso del tiempo, lo que sugiere que la presencia maligna aumentaba gradualmente en poder. En otras palabras, podían decir que la resurrección del Dios Maligno estaba cerca.

Habían tenido tiempo de prepararse. El hecho de que primero hubieran asegurado el núcleo del territorio sagrado debería darles una ventaja significativa.

Era un espacio redondo, abierto, de piedra, de unos 20 metros de diámetro y completamente vacío, con dos puertas y nada más. Una puerta era la entrada que habían utilizado para entrar; la otra era aquella de la que emanaba el mal.

Pudieron estar a la espera de que llegara el Dios Maligno. Podrían acabar con él antes de que resucitara.

No iban a bajar la guardia, por supuesto, pero tenían esperanza.

Tampoco querían sacrificar gente inocente; si pudieran detener su resurrección aquí y ahora, sería lo mejor.

El Dios Maligno estaba ahora cerca.

Contuvieron la respiración, mirando la puerta. Después de un rato, la puerta corrediza se abrió. Ahí había oscuridad.

Para su vista espiritualmente sensible, parecía que había algo pulsando en la oscuridad.

Abrieron fuego.

Primero enfocaron tantos ataques como pudieron en él desde larga distancia. Usaban rifles de asalto. Ya sea monstruo o dios maligno, si todavía tuviera forma física, los ataques físicos funcionarían.

Estaban usando balas de plata que habían sido bendecidas por el clero, por lo que podían contar con que también causarían daño espiritual. Por supuesto, la distancia disminuyó la energía espiritual del usuario, por lo que no pensaron que este bombardeo lo fuese a exterminar.

Si pudieran debilitar un poco las defensas del Dios Maligno, podrían usar herramientas divinas que canalizaban el chi para dar el golpe final, o podrían necesitar canalizar directamente el poder del exorcismo en un golpe con el puño desnudo.

Las balas dieron en el blanco. No fueron desviadas; se sumergieron en el cuerpo retorcido y repugnante del Dios Maligno, haciendo que la sangre brotara y la carne saliera volando.

“¡Está funcionando! ¡Seguid así!”

Siguiendo la orden de su líder, los cazadores de monstruos aumentaron su fuerza. Pero el Dios Maligno no dejó de caminar. Se movió lenta pero constantemente hacia el centro de la habitación.

Los ataques definitivamente habían tenido un efecto, pero no lo habían matado.

¿Era hora de cambiar a ataques directos?

Justo cuando comenzaban a dudar, comenzó a producirse un cambio.

El Dios Maligno estaba creciendo. Se estaba hinchando.

Justo cuando vieron a dónde iba esto, el Dios Maligno explotó. Se había hinchado como un globo y luego estalló.

“¿Lo… derrotamos?” Preguntó uno de ellos.

La sangre y la carne se esparcieron como una niebla, y el Dios Maligno mismo no estaba a la vista. Parecía posible que realmente hubiera sido destruido.

Pero no estaban dispuestos a ser tan optimistas. La presencia del Dios Maligno no se había desvanecido. Por el contrario, su miasma se había hinchado explosivamente.

La bruma sangrienta comenzó a asentarse, revelando tres formas humanoides.

Uno era el chico que había sido el anfitrión del Dios Maligno, Hiromichi Rokuhara.

Una era una mujer sin ojos con la mitad inferior de una serpiente. Uno era un hombre delgado con alas.

“¿Tres de ellos?” El comandante dudaba. Si el Dios Maligno había revivido, eso significaba que habían terminado. No había tenido que pensar más que eso, pero aún estaba sorprendido de ver múltiples figuras allí.

“¡Ya veo! Cuando juntas todas las piezas en una persona, se veía horrible y, sinceramente, no tenía idea de qué se suponía que fuera. Así que es una cosa de trinidad, ¿eh?” Una chica pelirroja habló mientras entraba por la puerta detrás del Dios Maligno.

Aparentemente el Dios Maligno tenía compañeros. Pero ahora no tenían tiempo para preocuparse por eso.

Tenían que hacer algo con el Dios Maligno. Incluso si no tenían ninguna posibilidad de ganar, al menos tenían que intentar hacer algún daño.

“Oye, ¿nos disparaste algo encantado? Eso realmente dolió.” Hiromichi no ocultó su enfado.

“¡Concentren sus ataques en el chico! ¡Todos, cambien al combate cuerpo a cuerpo!” El comandante desenvainó una katana.

Los cazadores de monstruos arrojaron sus rifles de asalto a un lado y sacaron las armas encantadas en las que se especializaron.

Hiromichi desapareció, luego reapareció abruptamente frente a un monje. El monje golpeó a Hiromichi con un vajra.

“Sí, puedo decir que tienes bastante poder espiritual, pero eso no duele en absoluto.” Dijo Hiromichi.

El monje gritó, entró en pánico y lo golpeó una y otra vez. Hiromichi ni siquiera se molestó en esquivarlo.

“Así que esa es nuestra resistencia. ¿Qué pasa con nuestra ofensiva?” Hiromichi agitó su mano ligeramente. Fue suficiente para hacer volar la cabeza del monje.

“¡Maldita sea! ¡Leven una barrera! ¡Usaré Cortador Dimensional!” El comandante había determinado que atacar con simpleza no haría nada. Ni siquiera había podido percibir el movimiento de Hiromichi.

“Claro, tu hazlo. Suena como una buena prueba.” Hiromichi sonrió con confianza y le hizo una seña.

Si los estaba subestimando, eso era una ventaja para ellos, pensó el comandante. Si los tomaba por tontos, podrían tener una oportunidad. Cargó hacia adelante antes de que Hiromichi pudiera cambiar de opinión, blandió su espada y luego la bajó.

Hiromichi no lo esquivó.

La victoria del comandante estaba asegurada. Cortador Dimensional puede cortar cualquier cosa, sin importar lo resistente que sea.

Pero Hiromichi había bloqueado la hoja. “¡¿Qué?!”

“Je. Entonces puede atravesar cualquier cosa, ¿eh? Bastante sorprendente… Pero, ¿tiene que ser una espada japonesa? Hay que ver. Eso es una violación de la Ley de Control de Espadas y Armas de Fuego.” Hiromichi se rió como si encontrara algo muy divertido. “¿Quieres una explicación? Robé tu habilidad. Quiero decir, si pudieras haberme golpeado antes de que me la robara, podrías haber ganado, pero…”

Hiromichi le arrebató su espada. El comandante no pudo detenerlo; el chico era demasiado fuerte.

Hiromichi le dio a la espada un balanceo de prueba. No tenía ningún entrenamiento real con la espada. Simplemente la balanceaba al azar, pero con un corte, dividió al comandante en dos.

“Era tan frágil que ni siquiera necesitaba usar la habilidad.” Se lamentó Hiromichi.

A pesar de ver al más poderoso entre ellos, su comandante, ser derrotado, los cazadores de monstruos restantes mantuvieron su moral. Pero para Hiromichi, el resto era solo carne de cañón. Su expresión cambió inmediatamente a una de aburrimiento.

“Supongo que será mejor que todos mueran.” La mano izquierda de Hiromichi brilló. La agitó a un lado, lanzando un destello.

Los torsos superiores de todos los cazadores de monstruos presentes se dispersaron.

***

El poder del Dios Maligno fue abrumador.

Quizás eso significaba que su resurrección estaba completa. Pero a pesar de eso, había que decir que todavía había algo mezquino y humano en su comportamiento.

“Ah, esto no es bueno.” Murmuró. “Si no encuentro una manera de contenerme, Yuichi Sakaki simplemente se caerá de inmediato…”

Ende no vio nada divino en su comportamiento engreído. “Hay demasiado Hiromichi Rokuhara en ti para hacerme pensar que el Dios Maligno realmente se ha despertado… ¿es solo mi imaginación?”