Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Capitulo 4: Nigromante y Acosador Versus Asesina Serial Y El Hermano Menor Más Fuerte

Parte 2

“Sabes… Sakaki, a veces puedes ser extremadamente insensible.” Dijo Natsuki con el ceño fruncido.

“Ah… cierto, no podemos hacer eso. Lo siento.” Parecía que la antipatía entre Natsuki y Nergal era más profunda de lo que había imaginado.

“Si no puedes hacerlo, Sakaki, lo haré.” Natsuki avanzó, aparentemente pensando que no harían ningún progreso si ella le dejaba el asunto a él.

Estaba a punto de advertirle que no bajara la guardia, que Alberta podría no estar completamente fuera de combate… cuando, de repente, todo terminó.

La cabeza de Alberta cayó de sus hombros.

A juzgar por la expresión de sorpresa en su rostro mientras su cabeza rodaba por el suelo, ni siquiera la propia Alberta sabía exactamente lo que había sucedido. “Takeuchi, ¿hiciste eso?” Preguntó Yuichi. Estaba seguro de que ninguno de los presentes había hecho nada, pero tenía que preguntar de todos modos.

“Si tuviera un movimiento que funcionara a esta distancia, ya lo habría usado.”

“Sabes que tampoco fui yo, por supuesto.” Añadió Ende desde el lugar distante desde el que había estado viendo la batalla.

Tampoco había clientes ni camareros; eran los únicos presentes.

“¿Qué pasó?” Yuichi miró a Alberta. Su cabeza realmente había sido cortada limpiamente, con un corte tan suave como si lo hubiera hecho con una espada afilada.

“No lo sé. Estoy tan sorprendida como tú.” Admitió la cabeza de Alberta mientras rodaba por el suelo.

Al parecer, incluso la que había sido decapitada no lo sabía.

“Si mi hermana mayor estuviera aquí, diría ‘¿es un nuevo usuario de Stand?’ o algo así…” Gruñó Yuichi, pero al mismo tiempo, sabía que esta era una situación seriamente peligrosa. Si esto hubiera sido un ataque, eso significaba que la persona detrás de él podría matar sin previo aviso.

Si el enemigo está cerca y tiene que ver lo que está atacando, al menos eso es un poco mejor…

Podría ser una ilusión, pero si ese no fuera el caso, entonces todos eran peces en un barril.

Yuichi abrió sus sentidos, buscando una presencia.

Podía decir que había alguien afuera. Un momento después, la puerta del café se abrió y entró una chica que llevaba una espada.

Era Yurika Maruyama.

Anteriormente, sus armas eran juguetes transformados, pero lo que llevaba ahora parecía ser una espada ancha genuina. También llevaba la armadura adecuada, a diferencia de antes. No era exactamente una armadura de placas, por supuesto, pero tenía un casco, un peto, guanteletes y cubrepiernas para proteger todos sus signos vitales.

“¡Ah! ¡Oye, mira, mira! ¡El Corte Bravío que acabo de aprender realmente acertó!” Yurika llamó a la puerta después de ver el estado de las cosas dentro del café.

“¡No hagas esa clase de cosas! ¡Me asustaste muchísimo!” Entró otra persona, erizada de molestia. Era un chico de aspecto hosco que vestía un uniforme de la misma escuela que el de Ende.

“No te preocupes.” Le aseguró Yurika. “Mis habilidades solo afectan a los monstruos con los que me encuentro. Pero una vez que los he encontrado, incluso el corte puede atravesar las paredes para alcanzarlos.”

Los dos miraban a Alberta, lo que significaba que probablemente no estaban aquí por Yuichi y Natsuki.

“Esa es Maruyama… ¿lo que significa que ese tipo es Ryoma Takei?” Murmuró Yuichi. Lo que significaría que Yuichi ni siquiera había tenido que buscar; la persona que había estado buscando se le había acercado.

Habían pasado por tanto que casi se había olvidado de cómo empezó todo, pero ahora recordaba que Ende mencionó que alguien iba a venir.

“Sakaki, Maruyama está aquí.” Dijo Natsuki. “¿No necesitas hablar con ella?”

“Sí, pero uh… dada la situación, bueno… como que me gustaría dejarles las cosas a ellos y huir…” Yuichi había estado esperando dejar el resto a Yurika y correr a casa, pero la presencia de este chico, que podría ser Ryoma, había complicado las cosas.

Si era él, entonces el objetivo de Yuichi de encontrarlo se había cumplido sin esfuerzo, pero en realidad aún no había decidido qué haría una vez que encontrara al tipo.

Se supone que debo pelear con él, ¿verdad?

Ende parecía querer que Ryoma y Yuichi pelearan, pero por la forma en que estaba hablando, parecía que iba a dejar que sucediera en lugar de intentar forzarlo. Pero probablemente una pelea no iba a surgir bajo estas condiciones. Yuichi no tenía una Vasija Divina, por lo que Ryoma no tenía ninguna razón para pelear con él, y Yuichi no tenía ganas de pelear solo por el bien de hacerlo.

“¡Ah! ¡Natsuki! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Te he estado buscando por todas partes!” Yurika lloró teatralmente al notar a su amiga. “¡Mira! ¡He estado corriendo por todas partes buscándote, y subí un montón de nivel y obtuve un nuevo miembro del grupo!” Yurika pasó por encima del cuerpo de Alberta para acercarse a Yuichi y Natsuki.

“Me alegra ver que has adquirido un equipo adecuado.” Dijo Natsuki.

“¿Ves a una amiga vestida así, y eso es lo primero que dices?” Yuichi las miró a las dos, sintiéndose repentinamente agotado.

“Sakaki, también… ¿qué estás haciendo aquí?” Preguntó Yurika, sonando sorprendida de verlo.

“Podría hacerte la misma pregunta.” Respondió. “Por cierto, ¿ese tipo se llama Ryoma Takei?” Yuichi señaló al chico.

“Sí, ese es su nombre. Está en mi grupo. Su clase de trabajo es Removedor¹.”

Ryoma estaba en el proceso de levantar la cabeza de Alberta. “¿Eres tú quien mató a Mio y a mi hermana mayor? ¿Dónde está Kotori?” Su voz era fría como el hielo, con todas las emociones reprimidas.

“Oh, por favor. ¿Sabes cuántas personas he matado?” Alberta respondió en tono burlón. “No pregunto el nombre de cada uno. ¡Usa algo de sentido común!”

Ryoma lanzó su cabeza contra la pared con todas sus fuerzas. “Qué violencia.” Dijo Natsuki, un poco disgustada.

“Sí, siento que no deberíamos estar viendo esto. ¿Está bien que estemos aquí? Realmente me gustaría ir a casa.” Yuichi se sintió como si lo hubieran arrastrado fuera del centro del escenario hacia las gradas, como si lo hubieran arrastrado repentinamente a la trama de otra persona.

“Pasamos por la casa de Ryoma y encontramos a su amiga de la infancia y a su hermana mayor muertas, y a su hermana pequeña

¹ Más exactamente en inglés dice Goof-Off, que es una marca de removedor de esmalte… básicamente un disolvente o, bueno, un removedor. Si es un chiste o juego de palabras de algún tipo se me escapa. desaparecida.” Explicó Yurika. “Fuimos a buscar al asesino y eso nos trajo hasta aquí.”

“¿Cómo la encontraron?” Preguntó Yuichi. Una cosa sería si la hubieran pillado en el acto, pero no parecía posible que un par de novatos rastrearan a un asesino que ya había abandonado la escena del crimen.

“La resonancia.” Dijo Yurika. “Aparentemente, el culpable tenía un Vasija Divina, y todavía estaba resonando, así que lo seguimos.”

“La resonancia te permite saber dónde están las Vasijas Divinas.” Asintió Yuichi.

“Pero, ¿cómo sabías que el criminal tenía una?”

“Una vez que te acostumbras, puedes sentir una resonancia persistente.” Explicó Yurika. “En otras palabras, puedes identificar vagamente los lugares donde solía estar un enemigo. Supongo que es porque no quieren que la gente se escape todo el tiempo cuando la guerra entra en sus etapas finales…”

Si eso era de creer, entonces Alberta o su cuerpo prestado debían haber sido un anfitrión de Vasija Divina.

¿No es todo esto un poco artificial? Pensó Yuichi. Parecía que todos los elementos de la historia estaban conspirando, como si alguien hubiera dispuesto que todos lucharan aquí y ahora.

Yuichi miró a Ende, quien estaba mirando desde la distancia. No sabía exactamente qué estaba pasando por su mente, pero ella realmente parecía estar disfrutando.

“¿No se supone que un héroe puede obtener información hablando con la gente de la ciudad?” Preguntó.

“Oh, también tengo esa habilidad, pero cuando la usé, todos empezaron a repetir lo mismo una y otra vez, y se puso un poco espeluznante…” Respondió Yurika.

Todo el tiempo que estuvieron hablando, Ryoma se había acercado al cuerpo de Alberta. Se agachó y escuchó su pecho. Luego, al notar un lunar junto a su clavícula, dejó escapar un aullido de ira.

“¡Sabia que eras tú!” Ryoma agarró la cabeza de Alberta con una mano y la apretó.

“¿Sabe dónde están todos los lunares de tu hermana pequeña? ¿No es un poco espeluznante?” Comentó Natsuki.

“¿Por qué me estás preguntando?” Respondió Yuichi.

Aparentemente el cuerpo de Alberta era el de la hermana pequeña de Ryoma. No conocía todos los detalles, pero aparentemente Alberta, después de haber sido asesinada por Aki, se había ido en busca de un cuerpo que pudiera usar, irrumpió en la casa de Ryoma, mató a su hermana pequeña y le robó el cuerpo.

“Ciertamente es una tragedia, pero parece que no es asunto nuestro.” Dijo Natsuki sin rodeos.

“Sí, creo que tienes razón…” Yuichi se rascó la cabeza.

Fue tan repentino que le resultó difícil sentir simpatía por Ryoma. Fue como sintonizar una telenovela que nunca antes había visto, justo en medio de un episodio trágico.

“Pero, por cierto, realmente no deberían subestimarme.” Dijo Alberta. “¿De verdad pensaste que estoy indefensa cuando solo soy una cabeza?”

De repente, el cabello de Alberta comenzó a crecer. Se enroscó alrededor de la mano de Ryoma, trepó por su brazo y comenzó a atar todo su cuerpo.

“Urgh…” Ryoma dejó escapar un gemido cuando el cabello comenzó a enrollarse a su alrededor. Pronto, fue encerrado en un capullo de cabello negro. Atado de pies a cabeza, parecía poco probable que pudiera liberarse. Parecía mucho más probable que terminara asfixiado hasta la muerte.

“Ya veo. Me preguntaba cómo logró Alberta agarrar el cuerpo de alguien cuando era solo una cabeza. Entonces ella también puede hacer eso…” Dijo Natsuki, sonando bastante impresionada, a pesar de la extraña escena frente a ellos.

“¿Qué tengo que hacer? ¿Debo ayudarlo?” Preguntó Yuichi.

Todavía no podía evitar pensar que no era asunto suyo. Por alguna razón, no podía evitar la sensación de que no debería interferir.

Se volvió hacia Yurika. “Oye, Maruyama, ¿no está en tu grupo?

¿No deberías ayudarlo?” Instó. Parecía conocer a Ryoma, así que tal vez sería apropiado que ella interfiriera.

“Me gustaría, pero si trato de atacar, probablemente también lo golpearé.” Respondió Yurika, con los ojos entrecerrados.

Ryoma había estado sosteniendo la cabeza de Alberta en su mano derecha, la cual ella había forzado detrás de su espalda. Sin duda, sería difícil golpear solo la cabeza en estas condiciones.

“¿Qué hay de ese corte que usaste que atravesó la pared?” Preguntó Yuichi. “¿No puedes usar eso?”

“No estoy segura de sí discriminará entre los objetivos ahora que están unidos de esa manera…”

“Parece que está más allá de toda esperanza, así que tal vez debería simplemente matarlos a ambos y sacarlo de su miseria.” Ofreció Natsuki, pareciendo encontrar toda la situación molesta.

“Natsuki, tú…” Yuichi estaba a punto de regañarla, pero de repente, Ryoma hizo un movimiento.

Lanzó un aullido, que creció y aumentó en volumen.

Luego, la masa del cabello de Alberta comenzó a hincharse, como si se ejerciera una poderosa presión desde adentro. El cabello no podía soportarlo.

¡Bam! En un estallido ensordecedor, el cabello de Alberta salió volando, hecho jirones.

“¿Qué demonios…?” Murmuró Yuichi con incredulidad mientras veía a Ryoma emerger desde adentro.

Todo su cuerpo había comenzado a brillar.

Ryoma levantó su mano derecha, todavía sosteniendo la cabeza de Alberta en ella.

“¿Eh? Espera, espera, siento un crujido… ¡detente! ¡No puedo permitirme perder más de mí misma!” Gritó Alberta.

Ryoma, consumido por la rabia, había comenzado a apretar la cabeza de Alberta. La luz que absorbía su cuerpo comenzó a enfocarse en la única mano que sostenía a Alberta.

“¡Natsuki querida, sálvame!”

Pero, por supuesto, Natsuki no tenía la obligación de salvarla, y la cabeza de Alberta terminó aplastada.

Quizás porque había estado usando nigromancia para prolongar su vida, la cabeza aplastada no soltó salpicaduras de sangre. Simplemente se convirtió en polvo, que se esparció por el suelo. Los cuerpos de Alberta y Sakiyama se convirtieron en polvo y también se derrumbaron.

Se hizo el silencio.

“Bueno, parece que todo ha terminado… ¿Crees que podemos ir a casa?” Susurró Yuichi.

“Supongo.” Dijo Natsuki. “Pero, ¿no me llamaste aquí porque querías encontrar a Maruyama?”

Si simplemente se fuera a casa, significaría que Natsuki había perdido el tiempo viniendo aquí. Yuichi estaba pensando en cómo no quería hacer eso, cuando Ende entró en acción.

“¡Yuichi Sakaki! Echa un vistazo a esto, ¿quieres?” Ende caminó hacia los restos de Alberta y señaló. Había una costilla sorprendentemente blanca enterrada profundamente en sus restos.

“¿Esa es… una Vasija Divina?” Preguntó.

“Sí. Una Vasija Divina, volvió a su estado inicial sin necesidad de que te ensuciaras las manos para conseguirla. Ahora puedes tomarla como anfitrión. Puedes obtener su poder divino y usar su resonancia para encontrar las otras partes.”

“Oye… ¿lo planeaste todo para que las cosas salieran de esta manera?” Él demandó. Ciertamente sonaba así, pero la única respuesta de Ende fue una sonrisa críptica.

En ese momento, Ryoma, antes silencioso, aulló. “¡No te atrevas!

¡Ese es el cuerpo de Kotori! ¡No dejaré que ustedes lo tengan!”

El cuerpo de Ryoma comenzó a brillar aún más. La luz estalló poderosamente al mismo tiempo que la ira de Ryoma. Ahora era como si todo su cuerpo estuviera envuelto en llamas. Se había vuelto completamente loco.

Yuichi se estaba dando cuenta de que no iba a poder salir de esto con palabras.

“¡Bueno! ¡Evento de despertar completo!”

Pero la actitud de Ryoma cambió de un momento a otro. En un instante, cualquier rastro del trágico protagonista que buscaba vengar a su hermana pequeña desapareció.

“El ‘¿Quieres poder?’ El gatillo es un poco normal en estos días, pero las otras opciones tampoco eran muy buenas.” Dijo rotundamente. “Entonces, ¿quién eres tú? ¿Alguna persona común que acaba de meterse en esto?” Preguntó Ryoma, mirándolos con desprecio.

“¿Eh? ¿Qué? ¿Cuándo empezaste a actuar de esta manera?” Incluso Yurika se sorprendió por el cambio repentino.

“Veamos… ¿Cuál será nuestro próximo evento?”

De repente Ryoma tenía cinco cartas en su mano derecha. Yuichi no tenía idea de dónde las había sacado.

El joven las examinó de cerca. “Oh, entonces este es Yuichi Sakaki. Me dijeron que se suponía que debía golpearlo, así que supongo que será mejor que lo mate ahora.” Dijo sin vacilar, mirando a Yuichi.

“Pero, ¿por qué? ¡Eso no tiene ningún sentido!” Protestó Yuichi.

“Me dijeron que serías mi mayor obstáculo en la Guerra de las Vasijas Divinas. Entonces será mejor que te mate mientras tengo la oportunidad, ¿verdad?”

“Tienes que pensar en esto un poco más.” Dijo Yuichi. “No se puede simplemente hablar de matar gente así. ¿Es tu deseo realmente tan importante que estás dispuesto a matar por él?”

Sabía que era poco probable que derrotara a Ryoma, pero al menos necesitaba tratar de encontrar una manera de lograr un alto al fuego. Incluso si todo fuera sólo de labios para afuera, era importante para Yuichi intentarlo. Todavía podría resultar que pelear era la única forma, pero no podría ponerse serio a menos que hubiera agotado todas las demás opciones.