Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Capitulo 3: Una De Esas Situaciones Del Tipo: ‘La Verdadera Batalla Comienza Ahora’

Parte 1

El puño de Yuichi se estrelló contra la cara del gigante.

Levantándose en diagonal de una posición agachada, plantó los nudillos en la mandíbula del gigante y empujó su cerebro. Debería haber sido suficiente para terminar la pelea, pero también inspiró un sentimiento de hundimiento en las entrañas de Yuichi.

Había algo extraño en cómo se había conectado el golpe. No se sentía como un cuerpo humano. Más bien, no se sentía como un cuerpo humano vivo.

Su puño había chocado con la carne blanda y muerta de un cadáver.

Estaba de pie en un amplio espacio circular, una arena de piedra en forma de disco, enfrentándose al enorme hombre mientras una gran audiencia miraba.

Incluso si estuvieran bajo tierra, era difícil creer que pudieras administrar una instalación tan grande sin que nadie se enterara. Pero quizás esa era una sociedad secreta en acción.

Había un torneo clandestino de artes marciales. Yuichi había avanzado desde las preliminares y ahora estaba en la final, y acababa de enviar a su oponente, un gigante musculoso, a volar.

Yuichi observó con calma mientras el gigante se ponía de pie lentamente.

Algo estaba mal. No podía moverse hasta saber con certeza qué era realmente este hombre. Yuichi estaba pensando en la fuente de la desconexión cuando un extraño fenómeno comenzó a desarrollarse ante él que lo hizo dudar de sus ojos.

Los músculos ya abultados del gigante habían comenzado a hincharse aún más. Fácilmente superó con creces la región de flexión de un fisicoculturista, lo que el cuerpo podía hacer con solo concentrar la sangre y sus líquidos.

Mientras miraba, el gigante se hinchó como un globo. Yuichi comprendió de inmediato a dónde iba esto, y su instinto pronto se confirmó.

El gigante explotó.

Su cuerpo se abrió desde adentro, bañando su entorno en sangre.

Afortunadamente, Yuichi estaba lo suficientemente lejos como para no bañarse en sangre, pero aún estaba estupefacto por la vista.

“¡Yu! ¿Cuándo aprendiste a hacer esas cosas del Puño de la Estrella del Norte? ¡Estoy atónita!” Gritó Mutsuko desde las gradas.

“¡Yo no lo hice!” Le gritó Yuichi a su hermana mayor.

“¡Sakaki! ¡Algo se está moviendo!” Ante el grito de Aiko, volvió los ojos a los restos del gigante.

La masa de sangre y carne se movía.

Mientras miraba, algo se levantó desde dentro: un joven cubierto de sangre.

“Uf. ¡Allí dentro las cosas se estaban poniendo bastante sofocantes!” La forma en que el hombre escupió las palabras les dio el peso de la realidad.

“Um… ¿estabas… dentro de esa cosa?” Preguntó Yuichi.

El hombre tenía aproximadamente la misma altura que Yuichi. En cuanto al tamaño, técnicamente podría haber encajado dentro, pero era difícil imaginar a alguien haciendo algo tan ridículo.

“Así es.” Dijo el hombre.

“Um, tengo mucho que decir sobre eso, pero no importa. ¿Significa esto que eres mi oponente real?!

“¡Je! ¡Esa armadura no era para la defensa! ¡Era una atadura para sellar mi abrumador poder!” Declaró el hombre.

“¡Yu! ¡Este es un tropo común en los mangas shonen! ¡No puedo creer que esté viendo a alguien haciéndolo!” Chilló Mutsuko.

“Uh, pero no era una armadura, era solo el cuerpo de un viejo musculoso…” Su hermana estaba extremadamente emocionada, pero Yuichi se dio cuenta de que cada vez menos le importaba.

“Por cierto… ¿te parezco familiar, Yuichi Sakaki?” Preguntó el hombre.

“Bueno, te pareces un poco a un personaje de una película de Stephen King, pero no puedo decir que nos hayamos conocido…” Era difícil reconocer a alguien con el cabello y la cara manchados de sangre. Básicamente, solo tenía su voz para recordarlo, y eso no le hizo sonar ninguna campana.

“¿Estás sorprendido? ¡Soy tu hermano mayor, Yuji Sakaki!” Declaró el hombre.

“¡¿Q-Qué dijiste?!” Chilló Mutsuko. A pesar del engreído pronunciamiento de Yuji, ella fue la única que mostró una reacción notable.

“Estás actuando de manera bastante crédula.” Dijo Yuichi. “¿Siquiera tengo un hermano, Nee-chan?”

“¡No que yo sepa! ¡Nunca había oído hablar de otros hermanos!”

“¡Entonces no actúes tan impresionada! ¡Simplemente puedo haberlo dicho para fastidiar!”

“Ahora… ¡averigüemos cuál de nosotros es el hermano más fuerte!” Gritó Yuji. “¡Tengo la intención de demostrar que ningún hermano pequeño puede superar a su hermano mayor!”

“Mira, lo que sea. Solo tengo que golpearte, ¿verdad?” Tan estúpido como Yuichi estaba empezando a encontrar todo esto, la fuerza de Yuji era una incógnita. Sabía que no podía simplemente atacar, pero tampoco tenía forma de averiguar qué tan fuerte era Yuji.

Algo atravesó el techo y cayó hacia ellos.

Al instante siguiente, un objeto con forma de espada sobresalía del pecho de Yuji.

Yuji se lanzó hacia adelante, tosiendo sangre. Detrás de él había una estatua de piedra.

“Um, ¿qué diablos es…?”

Era una gárgola: una talla de piedra de un monstruo que tradicionalmente se colocaba en los techos y paredes exteriores para que actuara como canalones de lluvia, que también tenía propiedades protectoras contra el mal.

Pero, ¿por qué se estaba moviendo algo así, y mucho menos apareciendo en un lugar como este?

Yuichi no tenía idea.

La gárgola había permanecido muda desde que apuñaló a Yuji, sin moverse ni un centímetro.

Yuichi había decidido quedarse donde estaba y observar con atención, pero en ese momento, alguien más descendió a la arena.

Usando una capa negra y presionando una mano en su frente, una pose que claramente pensó que lo hacía lucir muy bien, era el hermano mayor de Aiko, Kyoya Noro. “¡Por fin han llegado… la vanguardia del ejército del mundo demoníaco!”

“¿De qué estás hablando, Kyoya?”

Kyoya tenía el síndrome de la escuela media, como la hermana de Yuichi, y en una situación como esta era difícil saber si estaba manifestando síntomas o si realmente estaba diciendo la verdad.

“¡Sabes lo que es!” Llamó Mutsuko desde las gradas. “¡Es ese conocido tropo del manga shonen en el que, en medio de un torneo o una prueba, alguien interfiere en la pelea y arroja todo al desorden! Se suma al elemento sorpresa, pero frustra a los lectores que desean ver un final adecuado, ¡lo que hace que todo sea muy incómodo!”

“¡Deja de comparar todo con el manga shonen!” Respondió Yuichi bruscamente.

En ese momento, otras dos gárgolas cayeron del agujero en el techo. “¿Qué tengo que hacer? No puedo seguir el ritmo de todo esto…”

¿Realmente puedo luchar contra estos tipos? Eso es lo que estaba pensando. Pero cuando el pensamiento entró en su mente, Yuji se puso de pie y lentamente comenzó a caminar hacia él.

“Yuichi… lo siento… tenía la intención de aclarar todo entre nosotros… ¿me llamarías hermano… una última vez?”

“De ninguna manera.”

No importa lo que dijera el hombre, era un completo extraño en lo que a Yuichi se refería. Incluso si se estaba muriendo, no se sentía obligado a decirle algo así.

“¡Oye, oye, oye, vamos! ¡Es una reunión conmovedora entre hermanos enfrentados! ¿Cómo no meterse en esto?” Se quejó Yuji.

“Pareces sorprendentemente enérgico, así que, si quieres aclarar todo entre nosotros, adelante.” Yuichi encontró la idea de luchar contra las estatuas como un fastidio.

“No, definitivamente me retiro.” Dijo el hombre. “¡Te dejo el resto a ti!”

“¿De verdad…? Espera, ¿eh?” Dijo Yuichi, sorprendido.

El cuerpo de Yuji había comenzado a brillar. La luz que brotaba de su cuerpo envolvió a Yuichi e hizo que él también comenzara a brillar. Como si esto hubiera agotado sus últimas fuerzas, Yuji se derrumbó justo donde estaba y no volvió a moverse.

“En serio, ¿qué diablos está pasando aquí…?”

Era como si hubieran estado esperando que se le otorgara el poder misterioso, porque en el momento en que Yuichi absorbió la luz, las gárgolas comenzaron a moverse. Pero entonces, como si alguien más hubiera estado esperando que eso sucediera, una de las cabezas de las gárgolas salió volando.

Fue Natsuki Takeuchi; ella también había llegado a la arena, en algún momento.

“Sakaki, déjame esto y vete.” Ella siempre había querido decir eso. (Al menos, asumió eso, dado su tono).

“Um, ¿a dónde se supone que debo ir exactamente?” Preguntó.

“¡Je! ¡Te mostraré lo que puede hacer un verdadero vampiro!” Kyoya también atacó a una gárgola.

Incluso Ibaraki apareció para lanzar una patada en salto a una tercera.

Los tres ignoraron a Yuichi, como si estuvieran drogados en su propio sentido de devoción sacrificada.

“Quiero irme a casa.” Murmuró Yuichi. Pero justo cuando pensaba eso, comenzó a brillar y flotar. “¿Eh?”

“¡Vamos! ¡En serio! ¿Quieres que su sacrificio sea en vano?” Le suplicó Mutsuko, lágrimas de emoción corrían por su rostro.

“Pero, ¡¿adónde se supone que debo ir?!” Gritó. “Como al mundo de los demonios, ¿supongo?” “¡No sé dónde está eso!”

Pero el misterioso poder parecía saberlo. Yuichi se elevó más alto, succionado por el agujero que se había abierto en el techo.

Ante él se extendía un mundo de color rojo oscuro, envuelto en nubes de tormenta. Tierras baldías yermas cubiertas de rocas irregulares, repletas de extraños monstruos deformados. En este lugar digno del nombre de ‘mundo de los demonios’, Yuichi luchó, solo.

Maltratado y roto.

Pero Yuichi sonrió con confianza.

“¿Quién te crees que soy? Soy el hermano pequeño de Mutsuko Sakaki, esa hermana mayor que vive en un mundo de fantasía, ¡y mi nombre es Yuichi!” Aulló Yuichi mientras corría hacia las hordas enemigas.

¡Y así continúa la interminable batalla de Yuichi!

¡Gracias a todos por leer!

***

“¿Qué diablos fue todo eso?” Demandó Yuichi después de soportar la aparentemente interminable narración de Ende.

“¿Qué piensas? Así es como te mato.” Dijo Ende. “En otras palabras, así terminarás si me desafías. ¿Bien? ¿Aún no estas comenzando a tener miedo?”

“De hecho, sí, tengo miedo.” Dijo. “Pero por tu cordura, ¿Cómo fuiste capaz de recitar una historia como esa en un café a plena luz del día?”

“Hmph. Así que no te gusta el final de ‘nuestra batalla continúa’,

¿eh? ¿Qué tal un final al estilo Maestro de la Espada, arrastrando todo a una conclusión? ¿O la revelación de que todo fue un ciclo de tiempo? Aparece un gran enemigo duro y te golpea hasta convertirte en pulpa, pero te despiertas y son las vacaciones de primavera, ¿y reinicias desde la parte en la que tienes el Lector de Almas? Bueno, supongo que eso es una consecuencia del final de ‘nuestra batalla continúa’, pero al menos es un pequeño giro, ¿verdad?”

“Mira… ¿exactamente qué estás tratando de lograr?” Preguntó Yuichi. Ende parecía tener una imaginación salvaje al menos a la par con la de Mutsuko.

“El punto es que, no importa qué tan buen luchador seas, eso solo no te llevará a ninguna parte.” Dijo Ende. “Incluso si no puedo vencerte en una pelea cuerpo a cuerpo, puedo pensar en una estrategia para lograr lo que busco.”

“¿Qué estrategia se necesita para llevarme a un torneo clandestino de artes marciales o enviarme a un mundo de demonios?” Demandó. Era tan absurdo que apenas podía discutir. Incluso se dio cuenta de que echaba de menos los delirios de Mutsuko.

“Los Exteriores tienen todo tipo de poderes que les permiten organizar situaciones a su favor.” Dijo Ende. “No sería un problema para mí ubicarte en una trama absolutamente ridícula.”

“Pero eso no significa necesariamente que vaya a morir, ¿verdad?”

“¿Oh? Tienes más mentalidad de protagonista de lo que pensaba. Solo está viendo cosas dentro de las limitaciones que existen dentro de tu propio entorno y las necesidades de tu historia. Crees que mientras trabajes duro, las cosas probablemente saldrán bien, ¿verdad?”

Eso era cierto. Estaba bastante seguro de que podría encontrar la salida de cualquier rareza en la que ella lo metiera.

Esto no era mera arrogancia de su parte; pensó que era importante adoptar la postura de que nunca te rendirías, sin importar lo que sucediera. Siempre que no se rindiera, no importa en qué situación se encuentre, probablemente haya algo que pueda hacer. Tu situación siempre puede cambiar. Yuichi trató de pensar de esa manera en todo momento.

“Pero digamos, hipotéticamente, que le lanzaron una bomba atómica y estalló.” Dijo Ende. “Morirías, ¿verdad?”

“¡Ese es un ejemplo bastante extremo! ¿Crees que puedes hacer que eso suceda, eh?”

“Puedo.” Dijo. “Así es como funcionan los Exteriores. Por supuesto, sería difícil preparar una bomba atómica aquí y ahora, pero el gas venenoso podría prepararse con bastante facilidad. Si todo lo que quisiera fuera matarte, podría hacerlo fácilmente con un poco de manipulación de tu entorno. Es fácil matar a una sola persona si no te importa cómo se hace. Lo sabes, ¿no?”

“No seas ridícula. ¿Realmente vas a arrastrar a gente inocente a esto?”

“No, no, en cuanto a la historia, los extras sin nombre no cuentan. Son solo números, presentes para impactar. Por supuesto, conociéndote, es posible que también consigas salir con suerte de una bomba atómica o gas venenoso. Después de todo, eres el hermano pequeño de Mutsuko Sakaki.”

“¿Qué estás…?” Las cosas que estaba diciendo sonaban como amenazas, sin embargo, las expresó todas con tanta naturalidad.

Lo más aterrador de todo esto fue que Ende hablaba en serio. Todo lo que dijo tenía el peso de la sinceridad, incluso esas tonterías delirantes de antes.

“Ahora, déjame preguntarte de nuevo.” Dijo Ende. “¿Volverás a la Guerra de las Vasijas Divinas?”

“¿Qué pasa si me niego?”

“Buena pregunta. Podría comenzar con las personas que están conectadas contigo en los márgenes más externos. Existe la posibilidad de que las personas cercanas a ti estén protegidas por tu cosmovisión y puedas detenerme. Pero, ¿puedes proteger a tus parientes lejanos, a tus compañeros de juego casuales de cuando eras niño, a las personas que conociste y que apenas recuerdas? Tal vez haré una pequeña ola de asesinatos entre ellos solo para molestarte un poco.”

“Maldita seas…” Parecía completamente inofensiva por fuera, pero su forma tranquila de hablar sobre el asesinato en masa fue un recordatorio para Yuichi de que los Exteriores realmente eran una completa basura.

“Bueno, te lo preguntaré nuevamente después de algunos obituarios de tus familiares y amigos.” Dijo. “Sin embargo, dado que no están conectados con la historia, les faltará un poco de peso dramático.”

“¿Tú… irías tan lejos para involucrarme en algún juego estúpido?”

“Llamarlo estúpido es malo para Nergal.” Dijo. “Aunque estoy de acuerdo en que las reglas son bastante arbitrarias y tediosas, tal vez sea bastante estúpido.”

“Así que todo lo que tengo que hacer es participar, ¿verdad?”

“Por supuesto. Si regresas por tu propia voluntad, no tendré que motivarte, así que no tendré que destruir ningún extra. Como dije antes, no es que matar extras realmente haga las cosas más emocionantes.”