Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: ¿La Pacífica Vida Escolar De Yuichi?

Parte 2

“Si, debería de poder. No podríamos manejarlo solos, pero al menos en el pasado han resuelto muchas situaciones así de malas.”

“¡Excelente! ¿Entonces puedo dejárselo todo a ustedes, chicos?”

“Sí. Um, pensé que serías del tipo entrometido, pero realmente no pareces estar interesado en esto en absoluto, ¿verdad? Te iba a dar una advertencia para que no volvieras a involucrarte con nosotros, pero…” Furu parecía sorprendida y casi un poco decepcionada.

“Solo soy un chico común en la escuela secundaria, así que todo esto está un poco por encima de mis posibilidades.” Dijo Yuichi. “Si hay especialistas, creo que deberíamos dejarles esto a ellos. Ya no entrenaré en tu santuario, y no creo que me involucraré contigo por más de estas cosas peligrosas. Eso es bueno para ti, ¿verdad?”

“Perdiste tu vista mágica, ¿verdad? Probablemente sea lo mejor. Los espíritus tienden principalmente a perseguir a las personas que pueden verlos.”

“Hasta entonces.” Con eso, Yuichi salió del techo. “¡Espera un minuto!” Gritó Ibaraki, corriendo tras él. “¿Qué?” Yuichi gimió en respuesta.

“¿Qué vas a hacer? ¿Solo retirarte?”

“Ese era el plan. Tienen especialistas para lidiar con lo que está sucediendo; no necesito involucrarme. Es como dicen: déjalo en manos de los profesionales.”

“Oh, vamos, ¿no crees que ya es un poco tarde? Ya estás involucrado en un montón de cosas.”

“Probablemente nunca pueda salir del todo, sí. Pero puedo deshacerme de tantas conexiones como sea posible, ¿verdad?”

“Lo entiendo. ¿Así que por eso me estás ignorando?”

“No, estoy bastante seguro de que así es como siempre te he tratado…”

“¿Y por qué caminas tan rápido?” Demandó Ibaraki. “Soy un oni, ya sabes. Hay un oni en la escuela. ¡La mayoría de la gente querría saber lo que estaba presagiando!”

“Dudo que sea algo tan serio. De todos modos, la clase está a punto de comenzar, así que me dirijo de regreso. Si alguna vez me aburro lo suficiente como para jugar juegos de palabras conmigo mismo, tal vez te pregunte por tu historia.”

Había tantas otras cosas peligrosas alrededor, la adición de un oni realmente no cambió mucho el panorama actual. Yuichi decidió regresar al salón de clases y asistir a sus clases de la tarde.

***

Después de la clase, Yuichi asomó la cara al salón del club. Estaba con Aiko, que era miembro del club, e Ibaraki, que no lo era, pero que de todos modos había venido. La única persona en la sala del club era la vicepresidenta, Kanako Orihara.

“Um, ¿no ha aparecido mi hermana mayor?” Preguntó Yuichi.

“No, no lo ha hecho. Creo que tendremos que cancelar el club por hoy… ¿Le ha pasado algo?”

El club solía ser sobre lo que Mutsuko, como presidenta, quería hablar, así que no podían hacer nada sin ella.

“No ha estado en casa desde ayer.” Explicó Yuichi. “No es que esté tan preocupado. Conociéndola, estará bien…”

“Oye. Realmente creo que es un poco extraño que ella aun no haya vuelto a casa…” Dijo Aiko preocupada, frunciendo el ceño.

“Aun así, si ella decidió esconderse, no hay muchas posibilidades de encontrarla.” Dijo Yuichi.

“Sakaki, ¿puedes estar tan seguro de que no ha tenido un accidente o que alguien la ha secuestrado?” Aiko parecía estar tremendamente molesta por la actitud de laissez-faire de Yuichi.

“Noro, la mayor de las Sakaki llamó esta mañana para informar a la escuela que estaría enferma.” Dijo Kanako. “No creo que sea nada de qué preocuparse.”

“¿En serio?” Aiko sonó aliviada. Yuichi también se sintió un poco aliviado al escuchar eso. Pero si ese era el caso, también significaba que ella estaba eligiendo activamente no volver a casa o ir a la escuela.

¿Eso significa que ella realmente estaba tan enojada? Yuichi no podía estar seguro de cuáles eran los motivos de Mutsuko, pero no pudo evitar relacionarlo con el incidente de ayer.

“Bueno, entonces supongo que volveré a casa.” Dijo. “¿Qué vas a hacer, Orihara?”

“Voy a pensar un poco en el tema de mi próxima historia y luego volver a casa. Puedes seguir adelante sin mí.”

Ahora que lo mencionó, Yuichi notó que Kanako había tenido un cuaderno abierto todo el tiempo y había estado escribiendo cosas en él de vez en cuando. Probablemente era mejor no interrumpirla.

“Estoy preocupado por Kureha, así que será mejor que me vaya a casa.” Dijo Ibaraki. “Lo siento, no puedo caminar de regreso contigo.”

“No hay problema. De todos modos, no quería caminar de regreso contigo.” Yuichi esbozó la sonrisa más alegre que pudo.

Ibaraki se fue con una sonrisa incómoda en su rostro.

***

Aiko se acercó sigilosamente a Yuichi cuando salían de la escuela. “Sakaki, eres muy duro con Ibaraki.”

“No, en serio, ¿realmente tengo una sola razón para ser su amigo?” Demandó. “Quizás lo olvidaste, pero es un oni devorador de hombres,

¿recuerdas? Nunca se sabe lo que podría estar haciendo.” “Pero nos ha ayudado mucho.”

Estaba hablando de cómo les había ayudado a transportar cosas y cómo había cuidado a Monika durante un tiempo. Se sentía un poco mal por usarlo de esa manera, pero no podía evitar que la forma en que Ibaraki actuaba como si su amigo aún le irritara.

“No es como si quisiera que nos ayudara.” Dijo Yuichi. “Simplemente no teníamos otras opciones.”

“Bueno, está bien. Entonces, ¿te gustó pasar el día de hoy sin el Lector de Almas?”

“Sabes, el mundo entero se sintió un poco más brillante. Fue grandioso. Siento que mi vida escolar finalmente ha comenzado.” Yuichi miró a su alrededor.

Los estudiantes que caminan a casa desde la escuela aquí y allá no tenían palabras sobre sus cabezas. Ese era su estado natural, por supuesto, pero Yuichi se estaba dando cuenta por primera vez de lo maravilloso que era.

Puede que las palabras no parecieran mucho, pero no podías entenderlas a menos que hubieras visto lo vagas que eran. Fue perturbador tener toda esa información inútil flotando justo en tu línea de visión. Últimamente había estado adoptando métodos para desviar su atención de las palabras, pero eso tampoco era perfecto, y el hecho de que todavía las había visto había sido una fuente constante de estrés.

“Quiero decir, la verdad es que todavía recuerdo cuáles eran las palabras de todos, así que no puedo ignorar esas cosas por completo. Pero no tendré que preocuparme por las personas que conozca en el futuro y…”

Alguien de la multitud habló, aparentemente escuchándolos. “Oh, pero deberías preocuparte. Es mucho más divertido de esa manera,

¿sabes?”

“¿Eh?” Dijo Yuichi.

El comentario procedía de una chica que caminaba delante de él. De hecho, se había detenido y se había vuelto para dirigirse a él.

Estaban en la pasarela peatonal que iba de la escuela al distrito residencial, y era lo suficientemente ancha como para que, si quisiera, pudiera hacerse a un lado y pasar junto a ella. Pero había algo en la forma en que la chica miraba directamente a Yuichi que sugería que no debería ignorarla. Entonces Yuichi se detuvo, a poca distancia.

Tenía el cabello rojo y vestía un uniforme de secundaria que Yuichi reconoció, aunque parecía un poco joven para estar en la secundaria.

“Entonces hubiera podido caminar frente a ti, y tú dirías: ¡No puede ser! ¡Ella es una Exterior!” Explicó la chica. “Es ridículo… pero supongo que Makina hizo algo similar, así que sería una repetición. Por otra parte, me encantan mis clichés…”

“¿Quién eres tú?” Yuichi se paró frente a Aiko de manera protectora. La chica no proyectó hostilidad en ese momento, pero la forma en que habló sugirió que estaba relacionada con los Exteriores. Eso significaba que podía asumir con seguridad que eran enemigos.

“Mi nombre es Ende.” Dijo la chica. “Como habrás adivinado, soy una Exterior. ¿Alguna vez Monika o Makina me mencionaron?”

“No sé.” Dijo. “¿Entonces? ¿Qué es lo que quieres?”

“Correcto. He sabido de ustedes desde hace tanto tiempo que siento que somos amigos, pero nunca nos hemos visto cara a cara. Como también participo en la pelea, pensé en ir a saludar.”

“Siento decírtelo, pero no tengo ninguna Vasija Divina.” Yuichi asumió que con ‘la pelea’ se refería a la Guerra de las Vasijas Divinas, pero ya había entregado sus Vasijas Divinas, por lo que no debería haber ninguna razón para que sus participantes lo persiguieran nunca más.

“Sí, soy consciente de que estabas tratando de abandonar.” Dijo Ende. “Nunca pensé que realmente lo harías. Hiciste que tu hermana mayor se pusiera furiosa, ¿sabes?”

“Tú…”

“Sakaki.” Susurró Aiko nerviosamente, probablemente preocupada de que Yuichi pudiera perder los estribos.

“Tampoco estoy contenta con eso.” Dijo Ende. “Hice planes especiales centrados únicamente en vencerte, ¿ves?”

“¿Estás tratando de iniciar una pelea?” Demandó Yuichi.

“Yo no. No soy del tipo que lucha. Por supuesto, si solo quisiera matarte, podría hacerlo con bastante facilidad. ¡Pero eso sería totalmente aburrido, nada divertido!”

“Dudo que sea así de simple.” Yuichi se sintió molesto por la forma en que lo dijo, no como un desafío, sino como una simple declaración de hecho. “¿Bien? Te presentaste, así que ahora piérdete.”

“Oh, no seas así.” Dijo Ende. “Oye, mientras los dos estemos aquí,

¿por qué no tomamos una taza de té y nos conocemos mejor?” “Pensé que eras mi enemiga.”

“¿Tu enemiga?” Dijo Ende. “¿Cómo puede alguien tan inofensiva ser tu enemiga? Sabes que no tengo absolutamente ninguna habilidad de combate, ¿no?”

“Sí. Puedo decir que no practicas artes marciales y no eres físicamente fuerte. Pero a los Exteriores eso no les hace falta,

¿verdad?”

Monika tenía la capacidad de borrar los recuerdos de las personas y Makina podía crear espacios cerrados donde otros se verían obligados a jugar según las reglas que ella establecía. Todos los Exteriores tenían habilidades basadas en las visiones del mundo de las que provenían.

“Oh, sí, pero yo tampoco tengo esas cosas.” Le aseguró Ende. “No puedo hacer nada sola. Creo que probablemente tú también lo sepas.”

“¿Qué quieres decir?” Él demandó.

“Justo lo que dije. Incluso cuando estás luchando contra un usuario de magia o alguien con superpoderes, puedes predecir cualquier ataque que estén a punto de usar y señalar sus puntos débiles y esas cosas. No sé exactamente cómo funciona, pero apuesto a que ese mismo instinto te está diciendo que soy completamente inofensiva.”

Ende tenía razón en eso. Yuichi podía anticipar cualquier cosa, incluso magia que nunca antes había visto. Podía leer la intención de sus oponentes, y cualquier ataque, incluso magia y superpoderes, fue presagiado por la intención. Alguna señal de lo que estaban a punto de hacer siempre se mostraba en algún lugar de su cuerpo de una manera que le decía que algo se avecinaba.

“En un enfrentamiento real, nunca tienes una segunda oportunidad”, era una filosofía que su hermana le había inculcado en la cabeza. Independientemente de a quién se enfrentará, incluso si no tenía idea de lo que podían hacer, tenía que determinar de inmediato su intención y encontrar una manera de lidiar con eso. Era la única forma de ganar. Si no pudieras hacer eso, morirías.

Este entrenamiento irrazonable de su hermana lo había llevado al borde de la muerte muchas veces, pero el proceso también había elevado su conciencia de combate a niveles sobrehumanos. Esa misma conciencia le estaba diciendo que Ende era completamente inofensiva.

“Bueno, no se trata tanto de conocernos como de darte un pequeño consejo… una advertencia.” Dijo Ende. “Si quieres aferrarte a tu pacífica vida en la escuela secundaria, será mejor que me escuches.”

No sabía lo que ella buscaba, pero no parecía estar mintiendo.

“¡Nero! ¿Estás aquí?” Yuichi llamó a ninguna parte en particular. Pronto, una forma canina dio la vuelta a una esquina y trotó hacia ellos.

“¿Qué ocurre?” Era el hombre lobo Nero. Él era uno de los sirvientes de la vampira Aiko, y le había jurado lealtad. Podía adoptar formas humanas, de hombre lobo y de lobo, y en la ciudad se disfrazaba de perro lobo.

“Lleva a Noro a casa.” Ordenó Yuichi. “Voy a escuchar a Ende.”

“¿Eh?” Aiko lo miró sorprendida, tal vez sin esperar escucharlo decir eso.

“Ella es una Exterior.” Dijo Yuichi. “No sabemos qué podría intentar, y soy el único que ella busca.”

“Bien.” Dijo, después de una pausa. “Vamos, Nero.”

Después de pensarlo un poco, debió haberse dado cuenta de que lo retendría si las cosas llegaban a una pelea, así que hizo lo que le dijeron y siguió adelante.

“Ahora, ¿podemos tomar un té y charlar un poco?” Dijo Ende. “Aunque seguramente soy insuficiente en comparación con las hermosas chicas que normalmente te rodean.”

Ella y Yuichi se dirigieron de regreso a la estación.

***

“Siempre quise venir aquí una vez.” Le dijo Ende. “Ha recibido muchas menciones desde que comencé a seguirte.”

Estaban sentados en el café cerca de la estación, el mismo en el que se había estrellado el camión fuera de control durante las vacaciones de verano. desde entonces Yuichi había venido aquí a menudo.

“Realmente no es tan especial…” Dijo Yuichi, sintiéndose desinflado.

Empezaba a parecer que ella realmente no tenía ninguna habilidad de combate. Él le había dado intencionalmente algunas aperturas obvias, e incluso hizo como si fuera a atacarla, pero ella no había reaccionado ni una vez. No era que hubiera bajado la guardia, pero estaba empezando a sentirse tonto por mantenerse así de alerta todo el tiempo.

“De todos modos, ahora estamos aquí. ¿De qué quieres hablar?” Preguntó.

Estaba sentado en su asiento habitual junto a la ventana, con Ende sentada frente a él. Tenía la sensación de que nunca llegarían al tema principal a menos que la obligara, así que trató de empujarla en esa dirección.

“Sabes, me sorprende que vinieras enseguida.” Dijo Ende. “Debes tener mucha confianza…”

“¿Puedo irme ahora?” Yuichi se puso de pie, un poco irritado por su manera de menospreciarlo.

“Bueno, ya sabes, se trata de la Guerra de las Vasijas Divinas. ¿Te importaría volver a unirte?” Preguntó Ende, como si fuera una petición bastante simple.

“Absolutamente no.” Respondió Yuichi inmediatamente, habiendo esperado que esto sucediera.

“Por favor, reconsidéralo. Como dije antes, hice arreglos especiales para vencerte. Si no participas en la Guerra de las Vasijas Divinas, tendré que recurrir a otras medidas.”

De un vistazo, sonaba como una amenaza, pero Yuichi no sintió malicia ni provocación en sus palabras. Fue un sentimiento enloquecedor; sabía que ella era su enemiga, pero parloteaba como si fueran viejos amigos.

“No sé por qué tienen tantas ganas de enfrentarme.” Respondió Yuichi. “Es la primera vez que te hablo. ¿Qué tienes contra mí?”

Ciertamente se había ganado su parte de enemistad en su tiempo, por lo que era posible que hubiera hecho algo para ganarse su resentimiento sin darse cuenta. Pero no recordaba haber conocido a una chica llamada Ende antes.

Su respuesta fue una risa desdeñosa. “Vamos, escuchaste de Makina lo que eran los Exteriores, ¿no? Generalmente nos gusta matar el tiempo. Al principio, solo estaba tratando de matar a tu hermana mayor por molestia. Pero cuando eso no salió bien, desarrollé más interés en ustedes dos.”

“Así que estás detrás de mi hermana, ¿eh?” Preguntó Yuichi. “¿Exactamente cuál es tu problema con ella?”

“El Lector de Almas.”

“Ya te lo dije, ya no lo tengo… y, además, primero perteneció a Monika. No deberías tener ninguna razón para preocuparte por eso.”

“Oh, pero lo hago. Sabes que el Lector de Almas es una habilidad fundamental que poseen todos los Exteriores, ¿no?”

“Ella mencionó eso, sí…”

“Originalmente la habilidad tenía nombre. Es algo que todo Exterior puede hacer, por lo que no había necesidad de nombrarla.

¡Pero entonces tu hermana le dio un nombre!”

“Um, ¿entonces?” Dijo. Era cierto que era un nombre ridículo, pero Yuichi no podía ver por qué a los Exteriores les importaba cómo lo llamara su hermana mayor.

“Supongo que puedes llamarlo un punto ciego.” Dijo Ende. “Nadie lo nombró jamás; nadie invocó su derecho a nombrarlo. Pero luego tu hermana lo hizo, y ahora es el Lector de Almas a perpetuidad. ¡Es ridículo!”

“¿Por qué no puedes llamarlo de otra manera?”

“Puedo. Puedo llamarlo como quiera. Pero todavía estoy atascada con la sensación de que no importa cómo trate de combatirlo, es solo el ‘Lector de Almas’ con otro nombre. El poder de leer cosas se llama Lector de Almas, y no importa cómo trate de cambiar eso, no puedo. Es muy molesto.”

“No entiendo muy bien a qué te refieres.” Dijo Yuichi. “¿Es algo que se da por orden de llegada? Entonces, si le doy un nombre al azar a algo, ¿en eso se convierte el nombre?”

“No es así como funciona. Tu hermana puede hacerlo porque es titular de una cosmovisión.” Ende sonrió con complicidad y observó con curiosidad la reacción de Yuichi. “Hmm.” Dijo, después de un momento. “No pareces muy sorprendido. ¿No fue una revelación impactante?”

“Eh… hemos pasado por mucho.” Dijo. “Me sorprendería más la revelación de que ella era una persona completamente normal. Decirme que tiene una visión del mundo y que puede usarla para influir en las cosas que la rodean parece estar mucho más en sintonía con lo que he observado.”

“Bueno, está bien. El caso es que me molesta que haya puesto un nombre en algo sin preguntarle a nadie. Así que traté de matarlos a todos, pero fallé.”

“¿Eres tú quien envió a Makina tras nosotros?” Demandó. Esa fue la única vez que un Exterior fue tras ellos directamente, por lo que Yuichi se preguntó si Ende estaba detrás de eso.

“No, fue antes de eso.” Dijo Ende. “Yo fui quien arregló las cosas para que tú pudieras ir a la isla Kurokami. Nunca pensé que matarías a ese dios antropomorfo… De todos modos, fue entonces cuando comencé a tener interés en ti, y verte en acción me dio ganas de empezar a entrometerme.”

“Entonces todo ha terminado, ¿verdad? Ahora que perdí el Lector de Almas, nunca volveré a hacer nada interesante.”

“Ya veo.” Dijo. “Parece que tendré que encontrar una manera de motivarte.”

Así que al final a eso se reducía todo. Simplemente no quería tener que cancelar el plan o lo que fuera que había preparado para matar el tiempo, y por eso había hecho todo lo posible para aparecer ante Yuichi.

“Veamos. Si te niegas a participar, tal vez debería matarte ahora mismo.” Dijo Ende con indiferencia.

Yuichi se dio cuenta de que no estaba mintiendo.