Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: ¿La Pacífica Vida Escolar De Yuichi?

Parte 1

Fue el lunes por la mañana después de ese domingo extremadamente agitado.

Mutsuko no había estado en la mesa del desayuno.

Eso en sí mismo no era inusual, Mutsuko a menudo desaparecía durante largos períodos de tiempo… así que mientras Yuichi estaba preocupado de que el hecho de que ella se enojara ayer fuera la causa, también fue a la escuela convencido de que ella regresaría pronto.

“Trabajador de Cuello Blanco” ya no colgaba sobre la cabeza del vecino, y no había palabras de ‘Estudiante de Escuela Media’ o ‘Estudiante de Secundaria’ a la vista. Un paseo completamente normal a la escuela se desplegó ante los ojos de Yuichi.

Lo siguiente que supo, fue que Aiko caminaba a su lado. “Oye, pareces muy feliz. ¿Qué pasó?”

Yuichi la miró con los ojos entrecerrados, pero definitivamente no había ninguna palabra sobre su cabeza. “¿Eh? Oh, supongo que sí. Debo estar bastante sobre la luna… ni siquiera me di cuenta de que estabas a mi lado.” De todos modos, ella siempre había sido alguien con quien podía bajar la guardia; si alguien malintencionado se le hubiera acercado, seguramente lo habría notado, sin importar cuán complacido estuviera consigo mismo. “¡La verdad es que el Lector de Almas se ha ido!”

Yuichi le explicó a Aiko todo lo que había pasado ayer.

“Ya veo.” Dijo. “Eso es bastante bueno, aunque me siento un poco triste por eso. Quiero decir, después de todo, el Lector de Almas fue la razón por la que me salvaste.”

Es posible que Yuichi solo se haya mezclado en todos estos extraños incidentes debido al Lector de Almas, y el comienzo de todo fue el ataque de Hiromichi Rokuhara a Aiko. Era cierto que había sido útil en algunas situaciones, pero Yuichi no estaba dispuesto a decir que lo quería de vuelta solo por eso.

“De todos modos, está bien si no quieres participar en la guerra, pero ¿qué haremos con Monika?” Ella continuó.

“Esa es una buena pregunta.” Dijo Yuichi. “Todavía estoy investigando eso. Está teniendo lugar en otra escuela. Normalmente sería el campo de Nee-chan, pero…”

Aparentemente, doce psicópatas estaban peleando por la amiga de Monika. En este momento se estaban controlando el uno al otro, por lo que ella no estaba en peligro inmediato, pero no había forma de saber cuánto duraría esa paz.

“¿Pasó algo entre tú y tu hermana?” Preguntó Aiko.

“Le dije que no iba a recuperar el Lector de Almas, y ella se enojó mucho y se escapó a alguna parte. No ha estado en casa desde ayer.”

“¿Eh? ¿Estás seguro de que ella está bien? Um, no sé lo que estás pensando, pero una chica en la escuela secundaria no puede simplemente pasar una noche fuera de casa sin permiso…” Preguntó Aiko seriamente, como si estuviera realmente preocupada por algo.

“Antes ya se ha ido días sin volver a casa, así que no me preocupa esa parte. Además, no creo que hablar con ella en este momento nos sirva de nada a ninguno de los dos.”

“La amiga de Monika asiste a la Academia Nagizawa, ¿verdad?” Preguntó Aiko. “Tengo una amiga que va allí. ¿Debería hablar con ella?”

“Es una buena idea. Sería útil tener una perspectiva de la situación.

Oye, ¿estás caminando más cerca de mí de lo habitual?”

Desde hace un tiempo Aiko casi había estado presionada contra el costado de Yuichi.

“¿L-Lo estoy? Creo que así es como solemos hacerlo…” Dijo Aiko con fingida indiferencia.

Yuichi decidió que no valía la pena preocuparse.

***

Yuichi llegó al salón de clases, y una vez más, no había palabras a la vista.

Aquí  no  hay  brujas  ni  zombis,  solo  un  aula  de secundaria perfectamente normal.

Me pregunto si será como si nunca hubiera tenido ninguna interacción con ellos, o si el hecho de que los vi una vez significará que estoy conectado con ellos para siempre…

La ex ‘Bruja’, An Katagiri, estaba mirando a Yuichi como siempre.

Bueno, sea bruja o no, siempre ha sido así. Yuichi se obligó a no preocuparse.

Ya habían tenido un poco de interacción, así que eso no iba a desaparecer. Como mínimo, esto significaría menos posibilidades de verse envuelto en incidentes extraños.

Cuando Yuichi se sentó, el chico frente a él, Shota Saeki, habló. “Pareces satisfecho contigo mismo.”

Naturalmente, las palabras ‘Goleador Estrella’ ya no colgaban sobre su cabeza. Pero seguramente, solo porque no tenía las palabras no cambiaba que todavía estuviera en el equipo de fútbol.

“Supongo que sí.” Dijo Yuichi. “Se podría decir que encontré una cura para mis dolores de cabeza. Estaba realmente preocupado por eso, así que es bastante bueno.”

“Vaya, ¿las migrañas?” Preguntó Shota. “¿Puedes curarlas?

Realmente molestan a mi mamá en los días de lluvia…”

“No estoy seguro. Podría ser una cuestión de caso por caso. Hay instalaciones ambulatorias especializadas para esas cosas, así que tal vez ella podría visitar una de ellas para tratarse.”

Yuichi elaboró una historia de portada bastante inocua, y justo entonces, llegó la profesora.

“¡Hola a todos! ¡Su amada profesora, Hanako Nodayama, ha vuelto!” La clase estalló en susurros.

A principios del segundo semestre, Hanako se había tomado un tiempo libre por mala salud. Yuichi había escuchado que volvería tarde o temprano, pero la mayoría de la gente había asumido que esperaría el tiempo suficiente para hacer la transición más suave, como hasta las próximas pruebas.

Como de costumbre, no parecía pertenecer al traje que llevaba, pero su cabello ahora era negro y corto. Quizás un cambio en su estado de ánimo.

Me pregunto si Shikitani hizo algo por ella…

El estado de Hanako parecía ser principalmente psicológico; la causa había sido una traición de su prometido, que a su vez había sido causada por Makina Shikitani, una Exterior. Pero después, Makina había dicho que encontraría la manera de hacer las cosas bien.

“Oye, es un poco cruel ignorar a su profesora cuando ella regresó después de tanto tiempo.” Se quejó Hanako. “Quiero decir, sé que es un mal momento y todo…”

Los estudiantes en realidad no estaban mirando a Hanako; estaban mirando al chico del uniforme de cuello alto a su lado.

“Puede que ya lo hayan adivinado, pero hoy tenemos un estudiante transferido. Los estudiantes transferidos en la escuela secundaria son algo que se ve principalmente en dramas y manga, ¡así que esto es bastante raro! ¡Se siente como el tipo de primera página de las novelas juveniles románticas que tanto gustan hoy día!”

El estudiante transferido tenía cabello rubio y ojos azules, y había algo extraño en sus rasgos, que parecía haber despertado el interés de las chicas un poco más que el de los chicos.

El estudiante transferido había estado lanzando miradas a Yuichi por un tiempo. Yuichi lo reconoció, pero se sintió cada vez más irritado.

“Buenas. My name is Kyoshiro Ibaraki. ¡Es un gran placer el conocerlos a ustedes, vaya que yes!”

Lo que ponía de los nervios a Yuichi era el estúpido acento que estaba usando.

Alrededor de la hora del almuerzo, Ibaraki se acercó al asiento de Yuichi. “¡Ey!”

“Ojalá hubieras muerto.” Respondió Yuichi sin pensar. “¡Oye, no comiences con el remate de una leyenda urbana!”

“Digamos que realmente esperaba que la pérdida del Lector de Almas pudiera romper la conexión entre nosotros.”

“¿De qué estás hablando? ¿No es el Lector de Almas lo que te permite ver palabras? Espera, ¿se ha ido en serio?”

“Te lo explicaré más tarde.”

“¿Eh? Sakaki, ¿conoces al estudiante transferido?” Preguntó Shota mientras juntaba sus escritorios.

“Podrías decirlo.” Yuichi le restó importancia.

Incluso si hubiera escuchado el término ‘Lector de Almas’, probablemente no lo entendería, pero Yuichi también se dio cuenta de que probablemente no debería hablar de ello públicamente.

“Ibaraki, eres muy bueno en japonés.” Agregó Shota, impresionado.

“Bueno, naturalmente. Nací en Japón y he vivido aquí toda mi vida. A la gente le gusta cuando interpreto al extranjero. Es una pequeña broma que hago.”

“¿Crees que una pequeña broma hará que la gente acepte un oni?” Murmuró Yuichi sombríamente. Por alguna razón, todo lo que hacía Ibaraki lo ponía de los nervios.

Sin embargo, estoy sorprendido. No hubiera esperado que te trasladaras aquí, Ibaraki.” Dijo Aiko, también trayendo su almuerzo.

Yuichi notó con un toque de sorpresa que Aiko había traído dos loncheras hoy. No recordaba que ella fuera muy glotona.

“No podría haberse transferido.” Dijo Yuichi. “Dijo que solo usa el uniforme como disfraz y en realidad no va a la escuela, ¿verdad? ¿Estás siquiera en el registro nacional?”

“¿Quizás deberíamos dejar esa charla para más tarde?” Preguntó Ibaraki.

“No, olvídalo. No es como si realmente me importara.”

“¡Ey! Sé que eso es lo que siempre dices, ¡pero todavía duele mucho!”

“Por cierto, ¿qué te hace pensar que puedes abrirte camino para comer con nosotros?” Añadió Yuichi. “¿Quién te dio permiso?”

“Sakaki, ¿cuál es el problema?” Dijo Aiko, mediando, y al final, los cuatro terminaron comiendo juntos.

Todos sacaron sus loncheras, pero Yuichi se congeló cuando vio lo que había dentro de la suya.

“Tienes una dieta bastante extraña.” Dijo Ibaraki, mirando con incredulidad.

“Espera… espera un minuto. Esto es…”

Había un plato de plomo en su lonchera. Le parecía familiar; era el mismo material que usaba para ajustar sus pesas de entrenamiento.

“Estoy bastante seguro de que se suponía que hoy Yori iba a hacer mi almuerzo…” Murmuró. Los almuerzos de Yuichi generalmente los preparaba su madre o su hermana menor, Yoriko; hoy había sido trabajo de Yoriko. “¿Hice algo para hacerla enojar? ¿Ahora mis dos hermanas me odian?”

Pensar tal cosa era algo natural, dada la situación. Intentó levantar la lonchera; el peso se había calculado perfectamente para evitar sospechas. Ella debió haberlo hecho de esta manera para evitar que se diera cuenta de que dentro no estaba su almuerzo.

Ahora que sabía lo que contenía, por supuesto, podía decir que el centro de equilibrio estaba fuera de lugar, pero eso no era algo que hubiera previsto.

“Nunca hubiera creído que no hubiera comida dentro… esto es demasiado elaborado para una broma desagradable…” Yuichi quería agarrarse la cabeza entre las manos, confundido.

“Oh, um, Sakaki. Hoy traje dos almuerzos. ¿Te gustaría uno?” Ofreció Aiko vacilante.

“Noro, ¿tú y Yori planearon esto?” Yuichi miró fijamente a Aiko.

Todo era demasiado sospechoso.

“P-Por supuesto que no. Accidentalmente hice demasiado para uno, así que traje ambos conmigo.”

“Bueno, no tengo nada para comer, así que gracias.”

Claramente Aiko estaba actuando de manera sospechosa, pero igual Yuichi decidió aceptar su almuerzo. Estaba bastante seguro de que ella no intentaría darle de comer nada extraño, e incluso si tuviera un motivo oculto, probablemente no era nada siniestro.

“Wow, me gustaría que una chica me hiciera el almuerzo en algún momento.” Dijo Shota con envidia, aunque Yuichi no encontró nada envidiable en tener un almuerzo forzado en estas extrañas circunstancias.

“Eres el as del club de fútbol.” Respondió. “¿No deberían las chicas estar encima de ti?”

“No, no obtengo nada. Hasta el punto en que me gustaría saber por qué.”

A pesar de que él fue quien lo mencionó, Yuichi no tenía interés en por qué Shota era impopular entre las mujeres, y dirigió su atención al almuerzo de Aiko. Estaba lleno de sus comidas favoritas… de las que, sospechaba, Yoriko debía haberle hablado. Aiko realmente era una gran cocinera.

***

Después de que terminó el almuerzo, Yuichi se dirigió a la clase de al lado, la 1-A.

“Ey, quieres saber por qué estoy aquí, ¿verdad?” Preguntó Ibaraki, siguiéndolo.

Yuichi trató de ignorarlo, pero sabía que, si lo dejaba solo, probablemente seguiría hablando. “No, y por favor déjame en paz. Disculpa, ¿podrías llamar a Shinomiya?” Dijo, dirigiéndose a un estudiante que estaba a punto de entrar al salón.

Poco después, apareció una chica de cabello largo.

Esta era Furu Shinomiya, la hija de un sacerdote del santuario y parte de una organización de cazadores de monstruos. Se habían conocido durante el incidente con el hermano mayor vampiro de Noro, y actualmente estaban trabajando juntos para investigar una presencia maligna que recientemente había llegado a la ciudad.

“¿Qué es?” Preguntó la chica. “¿Tenemos que discutirlo en la escuela?”

“Se trata de lo que hablamos. Pensé que cuanto antes era mejor que tarde.” Yuichi podría haber ido al santuario a primera hora de la mañana, pero ahora que sabían que él era el que estaba arruinando sus bosques, se había sentido un poco reacio a pasar por allí. En su lugar, había decidido hablar con ella en el almuerzo.

“¿Averiguaste algo? Bueno. En ese caso, vayamos al techo.”

“Puede que haya mucha gente alrededor de la hora del almuerzo.

¿Estás seguro?”

“Por lo menos puedo manejar un hechizo para mantener a la gente alejada. Por cierto, ¿quién es ese? Sabes que es un oni, ¿verdad? ¿Qué está haciendo mezclándose con los estudiantes?” Furu miró a Ibaraki con obvia hostilidad.

“No estoy con él. Simplemente me sigue.” Explicó Yuichi. “Si quieres vencerlo, adelante.”

“¿No estoy contigo?” Protestó Ibaraki. “Bueno, supongo que no, pero…”

Yuichi, completamente desinteresado en cualquier cosa que Ibaraki tuviera que decir, se volvió y se dirigió hacia el techo. Furu lo siguió, murmurando algo en voz baja.

Subieron las escaleras hasta el techo a tiempo para encontrar una multitud de estudiantes en el camino.

El hechizo de Furu debe haber funcionado, ya que no había nadie en el techo cuando llegaron allí.

“¿Es esta una de esas barreras?” Preguntó Yuichi.

“Solo un hechizo para alejar a la gente. No tiene mucho poder, solo lo suficiente para que la gente piense, ‘Uf, estoy cansado de estar en el techo’.” A pesar de sus palabras, Furu sonaba un poco orgullosa de eso.

“Ojalá el efecto incluyese la expulsión de los oni.” Dijo Yuichi. “¿Eh? ¿Por qué me odias tanto? Es extraño. ¿Qué te hice yo?”

“Es asombroso.” Dijo Yuichi. “Realmente crees que podemos ser amigos después de que trataste de matarme cuando nos conocimos.”

“Sin embargo, te he ayudado mucho desde entonces.” Protestó Ibaraki. “Tienes que aprender a dejar ir las cosas triviales.”

“Sí, lo que tu digas. De todos modos, descubrí cuál es ese ‘gran mal’ en la ciudad. Puede que haya otros, pero este es el más importante, creo.” Ignorando a Ibaraki, Yuichi le explicó a Furu lo que había sucedido ayer.

“Ya veo.” Dijo. “Nergal, ¿eh? El dios del mito babilónico, tratando de revivir… Gracias por tu ayuda. Has proporcionado información muy útil.”

“Entonces, si le cuentas a esa organización de cazadores de monstruos, ¿podrán manejarlo?”