Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Capitulo 1: El Lector de Almas Fue Robado, Pero Las Cosas No Cambiaron Mucho

Parte 2

“¡¿Estás bromeando?! ¿No eres tú quien miró a un Exterior y dijo esa genial frase de ‘Voy a matarlos a todos ustedes’?”

“Eso fue solo… el calor del momento…” Yuichi desvió la mirada.

Era cierto que quería que pagaran por lo que habían hecho. Quería matarlos a todos. Pero hablando de manera realista, Yuichi era solo un estudiante de secundaria común. No podía simplemente andar cazando y matando a Exteriores.

Todo lo que podía hacer era esperar a que hicieran algo y luego reaccionar.

“¡Eso es tan poco genial, Yu!” Gritó Mutsuko. “¡Es la cosa más desagradable que he escuchado! Entonces, ¿vas a entregar tus credenciales de protagonista? ¡Deja de hablar así, Yu! ¡Recoge todas las Vasijas divinas y enfréntate al Dios maligno!”

“Protagonista, ¿eh? Bueno, sí ser protagonista significa que tengo que decir ‘sí, sí’ y seguir con este estúpido juego sin sentido, ¡entonces prefiero ser un personaje secundario!” Yuichi se puso de pie, mirando a Mutsuko.

“Bien.” Replicó Mutsuko. “De momento dejemos a un lado lo de las Vasijas Divinas. Pero saliste en esa búsqueda porque sabías que había una presencia maligna en esta ciudad, ¿verdad? ¿Qué vas a hacer al respecto? ¿Vas a dejar libre a un Dios Maligno que dice que va a destruir el mundo en general?”

“¡Lo dejare en las manos de los especialistas! Ahora conocemos bastante bien al Dios Maligno: cómo es, qué quiere y dónde está su santuario. ¡Si se lo cuento a Shinomiya, su gente sabrá cómo manejarlo!”

El joven que decía ser el avatar de Nergal había dicho que, si iba demasiado lejos, los ‘aliados del bien’ vendrían a detenerlo. Eso significaba que había fuerzas que se oponían al Dios Maligno. Además, a pesar de que había llevado a cabo varias Guerras de Vasijas Divinas en el pasado, el mundo no había sido destruido, lo que significaba que esas fuerzas opuestas debían saber lo que estaban haciendo.

Furu Shinomiya era la hija de un sacerdote de santuario. También era una cazadora de monstruos, y dijo que había solicitado ayuda a su asociación principal, por lo que probablemente podrían manejarlo de alguna manera.

“Bien… ¡olvídate de todo! ¡Haz lo que quieras!” Mutsuko se volvió malhumorada y luego salió furiosa de la tienda.

“¡Maldita sea!” Yuichi se dejó caer en su asiento.

“O-Oye… ¿no vas a ir tras ella?” Preguntó Monika preocupada. “No sé exactamente de qué estaban discutiendo, pero no quiero ser la causa de una pelea entre hermanos…”

“Está bien.” Dijo Yuichi. “De todos modos, esto no era asunto suyo. Te ayudaré con tu amiga, no te preocupes. Por ahora solo dame tu Vasija Divina. Estás de acuerdo en dármela, ¿verdad?”

“¿Que harás con ella?” Preguntó Monika.

“Aún no lo he pensado, pero tenemos que deshacernos de ellas.”

Monika todavía parecía un poco torturada por eso, pero al final, de mala gana, le entregó la bola de cristal a Yuichi.

El ojo del Dios Maligno. Yuichi ya tenía uno, lo que significaba que ahora tenía dos. Las Vasijas Divinas resonaron para comunicarse entre sí, lo que significaba que tendría que deshacerse de ellas para salir de la guerra, pero en ese momento, la mente de Yuichi estaba en otra cosa.

Se trataba de lo enojada que se había puesto su hermana.

¿Está realmente enojada?

Bueno, conociéndola, probablemente pronto se olvidará de ello,

¿verdad? Reflexionó.

¿Lo hará? Otro pensamiento replicó. ¿Alguna vez la he visto así de enojada? Tal vez debería correr tras ella y disculparme…

Pero, ¿por qué tengo que hacer todo el tiempo lo que ella me dice?

Así es. Ahora estoy en la escuela secundaria. ¡¿Por qué tengo que hacer todo lo que me dice mi hermana mayor?!

Yuichi trató de hacer acopio de valor, pero fue inútil. Nunca antes se había enfrentado a su hermana.

De forma espontánea, los recuerdos de todas las cosas que había hecho en el pasado empezaron a surgir dentro de él.

Yuichi sintió un escalofrío recorrer su espalda.

“Disculpa… ¿estás bien?” Preguntó Yuri de todas las personas, sacándolo de sus pensamientos.

“¿Eh?” Cuando volvió en sí mismo, Yuichi se dio cuenta de que estaba acunando su cabeza entre sus brazos.

“Por mucho que me resista a imitar a tu hermana, estoy de acuerdo en que te has comportado muy mal hace un momento.” Dijo. “¿Por qué tengo que cargar con un novio tan desesperante?”

“Cállate.” Dijo. “Además, no soy tu novio…” Pero no había fuerza detrás de las palabras de Yuichi.

✽✽✽✽✽

Había pasado un poco de tiempo desde la discusión del grupo.

Aiko Noro estaba sentada en un café. Era el mismo café que antes había sido atropellado por un camión, pero últimamente parecía estarse volviendo un cliente habitual. Actualmente, Aiko estaba en la mesa junto a la ventana. Frente a ella estaba sentada una chica de escuela media que parecía bastante madura para su edad, Yoriko Sakaki.

Yoriko fue quien llamó a Aiko aquí.

“Entonces, Yoriko, ¿de qué se trata esto?” Comenzó Aiko. “Me preguntaste por teléfono si estaba con Sakaki…”

“Eso es.” Dijo Yoriko. “Mi hermano ha desaparecido, así que lo estoy buscando.”

“¿Cuánto tiempo ha estado desaparecido?” Preguntó Aiko, preocupada de que hubiera sucedido algo serio. La última vez que había visto a Yuichi había sido ayer… sábado, alrededor del mediodía.

¿No había vuelto a casa desde entonces? “Desde esta mañana.”

“¿Esta mañana?” Repitió Aiko. “¿No crees que simplemente se fue a alguna parte… o siempre te lo dice antes de ir a alguna parte?”

“Por supuesto que no.” Yoriko sonaba exasperada, pero si ese era el caso, Aiko no podía ver por qué no asumía que estaba haciendo un recado o algo así.

“Um… en ese caso, ¿por qué estás tan ansiosa por saber dónde está hoy?”

“¡Porque hoy es diferente! Supuse que había salido a entrenar por la mañana, ¡pero pasó por la casa y luego salió a otro lugar! ¡Nunca antes había hecho eso! ¡Esperaba que hoy fuera de compras conmigo!”

Aiko no podía ver cuál era el problema en absoluto, así que lo interpretó como que Yoriko realmente quería ir de compras y se sentía abandonada. No parecía que le hubiera prometido nada, así que era un poco extraño que ella estuviera tan molesta por eso. Aun así, Aiko también podría simpatizar un poco.

“Um, bueno, hoy es domingo. ¿Cómo suele pasar Sakaki sus domingos?”

“¿Qué pretendes? ¿Estás tratando de entrometerte en la vida privada de mi hermano?” Yoriko la fulminó con la mirada.

“Eso no es lo que quise decir.” Dijo Aiko. “Solo pensé que podría ofrecer una pista de adónde se fue… y, de todos modos, ¿por qué me llamaste?”

“Bueno… pensé que quizás lo estarías escondiendo, y que, si te veía en persona, podría conseguir que lo confesaras…” Dijo Yoriko, vacilante. Era difícil saber si realmente se sentía así o no.

“Um, realmente no sé dónde está.” Dijo Aiko. “Sí, eso está claro. Sé que no eres capaz de mentir, Noro.” Aiko no sintió que eso fuera un cumplido en absoluto.

“Ahora, preguntaste sobre cómo mi hermano pasa los domingos. Como dije antes, tiene entrenamiento por la mañana. Por la tarde lee, juega o se reúne con amigos.”

“Eso suena bastante normal… pensé que podría hacer algo más impresionante.”

“¿Como qué? ¿Pensaste que se fue a luchar contra organizaciones malvadas?”

“Un poco, sí.”

“Ha sido así desde que ingresó a la escuela secundaria. De vuelta en la escuela media, estuvo purgando todas las facciones por aquí, aunque no las llamaría exactamente organizaciones malvadas, por orden de nuestra hermana mayor.”

“Wow, entonces realmente hizo eso…” Murmuró Aiko.

“Es por eso que no había muchos yakuza en el área hasta ese incidente reciente.” Dijo Yoriko. “Grupos como el que intentó causarme problemas están tratando de llenar el vacío que él creó.”

“Tenía curiosidad, pero supongo que eso no nos da ninguna pista sobre dónde está.” Dijo Aiko.

“Si eso fuera todo lo que hiciera falta para resolverlo, no necesitaría preguntarte nada.”

Aiko se irritó un poco por su condescendencia, pero decidió atacar la conversación desde otro ángulo. “Hmm, Sakaki está ayudando a Monika, así que tal vez tenga algo que ver con eso. Lo que significa que podría estar con Monika, o con Dannoura…”

Recientemente Yuichi se había involucrado en la Guerra de las Vasijas Divinas. Monika era la figura central de eso, y Chiharu Dannoura tenía una Vasija Divina.

“Ya veo.” Musitó Yoriko. “Él todavía está haciendo eso… muy bien. Entonces, Noro, ven de compras conmigo.”

“¿Eh? ¿Por qué?”

“¿Porque eso es lo que quería hacer?”

“Bueno, está bien.” Dijo Aiko. “De todos modos, no tengo nada más que hacer… Oye, ¿ese de allí no es Sakaki?”

Mientras se preguntaba por qué tenía que ir de compras con Yoriko, Aiko había mirado por la ventana, solo para notar que Yuichi pasaba frente al café.

“¡Esa mujer! ¡La de la playa!” Dijo Yoriko con un grito apenas reprimido.

Caminando junto a Yuichi estaba Yuri Konishi, la chica que la conocieron durante su viaje de verano al océano. Ella había sido su enemiga en ese momento, por lo que probablemente Yoriko no pensaba muy bien de ella.

“¡¿Qué está pasando aquí, Noro?!” Gritó Yoriko.

“Um, ¿cómo debería saberlo? Pero Konishi invitó a salir a Sakaki, y ella quería que aprendiera más sobre ella…”

“¿Qué? ¿Qué quieres decir con que ella lo invitó a salir? ¡Nadie me mencionó esto!”

“Bueno, Sakaki venció a ese dios de los antropomorfos, lo que significaba que todas las mujeres antropomorfas se han enamorado de él, y luego Konishi lo invitó a salir…”

“¡¿Y qué dijo?!” Gritó Yoriko, olvidándose de sí misma. Para empezar, era el tipo de chica que se destacaba, y su comportamiento solo atraería más atención.

“Yoriko, probablemente deberías mantener la voz baja.”

“Lo siento.” Dijo Yoriko, un poco más tranquila. “¿Entonces, qué fue lo que dijo?”

“Sakaki la rechazó, pero Konishi básicamente dijo que aún no se había rendido.”

“Ya veo. Esto puede ser bastante malo. ¡Mira lo cerca que están caminando! Eso está dentro de los límites del espacio personal. ¡¿Y qué pasa con mi hermano?! ¿Cómo puede permitir que un enemigo se acerque tanto?”

“Bueno, no creo que sea un enemigo… espera, no lo es, ¿verdad?” Aiko no podía decirlo con certeza, dados los recientes acontecimientos, si realmente contaba como enemiga o no.

Yuri caminaba junto a Yuichi. Aiko también pensó que estaban un poco demasiado cerca, y se sintió un poco amargada por eso.

“No sabía que mi hermano era tan vulnerable a una venta difícil… si esto sigue así, se deslizarán directamente a las citas.” Murmuró Yoriko.

“¿E-Eso crees?” Aiko no quería creer que ese fuera el caso, pero se sentía un poco nerviosa, sin saber cómo respondería Yuichi a la insinuación de una chica.

“Noro, ¿trabajarías conmigo?” Preguntó Yoriko. “¡Es peligrosa!

¡No podemos simplemente ignorar esto!” “¿Trabajar contigo? ¿Cómo?”

“Si es vulnerable ante una fuerte insinuación, ¡entonces también debes lanzarte a él! ¡Nuestra primera tarea es detener su monopolio!”

“Um, ¿estás segura de que estás de acuerdo con que haga eso?”

“Sí.” Dijo Yoriko. “Desde el principio, atarte a mi hermano para evitar el peor de los casos estaba dentro del alcance de mis planes.”

“Da un poco de miedo escuchar que tienes planes, pero aparte de eso, ¿qué debemos hacer? ¿Ir tras él?”

“No. Como dije antes, no me interpondré en el camino de alguien que persiga a mi hermano. Hacer un esfuerzo reaccionario es un desperdicio. Así que primero tenemos que pensar en una manera de juntarlo contigo.”

“Um, ¿estás realmente segura de que está bien?” “¿No te gusta la idea?”

“No es que no me guste…”

“No te preocupes.” Le aseguró Yoriko. “Alguien tan inocente y crédula como tú puede ser tratada más tarde con bastante facilidad.”

“¿E-En serio?” De hecho, Aiko era tan inocente como sugirió Yoriko, y por lo tanto no podía imaginar lo que estaba planeando en secreto. De todos modos, decidió trabajar con ella.

***

Yuichi y Yuri caminaron entre la multitud.

Después de que la reunión en Nihao China se dispersase, Yuichi se dirigió al distrito comercial y Yuri lo acompañó.

“Veo que has superado tú anterior depresión.” Dijo. “Pareces tan satisfecho contigo mismo, es un poco repulsivo.”

“Realmente no quieres gustarme, ¿verdad?” Pero Yuichi estaba tan feliz que ni siquiera le importó el insulto. De hecho, estaba sonriendo un poco.

Mientras caminaba, escudriñó a la gente a su alrededor para estar seguro. No había palabras molestas sobre sus cabezas. Era una sensación tan refrescante.

Sintió como si su mente estuviera clara de nuevo por primera vez en mucho tiempo. No se había dado cuenta de lo pesado que había sido el Lector de Almas hasta que se fue.

Todavía estaba un poco preocupado por haber hecho enojar a Mutsuko, pero eso empezaba a parecer cada vez más un asunto trivial. Su sentimiento de liberación fue más que suficiente para dejarle descartar el mal humor de su hermana. De todos modos, no tenía intención de recuperar el Lector de Almas como quería Mutsuko; no quería ni pretendía volver a usarlo.

“Entonces, ¿viniste aquí para confirmar que no puedes ver ninguna palabra?” Preguntó Yuri.

“Principalmente. Pero hay otra cosa.” Yuichi señaló su destino, una tienda de ‘wagashi’, dulces japoneses.

Compró un poco de mitarashi dango, bolas de masa de harina de arroz cubiertas con salsa dulce. Era la comida favorita de Mutsuko y una forma barata de volver a ganarse su favor.

“Nee-chan es realmente predecible.” Dijo. “Si le doy de comer, se olvidará de todo por completo.”

“¿Crees que esto será suficiente para que ella lo olvide?” Preguntó Yuri. “Me pareció un poco demasiado enojada para eso.”

“¡E-Estará bien! Realmente puede estallar cuando se enoja, pero también se calma muy rápido.” Así había sido siempre. Inmediatamente perdió los estribos cuando las cosas no salieron como ella quería, pero si ofrecías un pequeño compromiso, rápidamente se recuperaría.

Por supuesto, esto no es un gran compromiso…

La solicitud de Mutsuko había sido que recuperara el Lector de Almas, y esto no estaba haciendo nada para resolver eso. Aun así, fue lo mejor que pudo pensar. “Bueno, será mejor que me vaya a casa.” Dijo Yuichi. “Estoy bastante cansado.”

Su día había comenzado esa mañana en el santuario y había pasado por muchas cosas desde entonces. Estaba realmente dispuesto a tomarse un descanso.

Yuichi saludó a Yuri mientras salían de la tienda de wagashi y comenzaban a caminar hacia su casa. Pero pronto encontró a Yuri todavía caminando a su lado como si fuera algo natural.

“Ya veo.” Dijo. “¿Será esta una de esas citas en casa que tanto he escuchado de los plebeyos sin un centavo, aquellas en las que participan con bastante frecuencia?”

“¿Qué te hace pensar que estás invitada a volver conmigo?”

“Es cierto que, si tuviera que pagar, podría insultar tu sentido masculino del honor, ¡así que no me importa en absoluto!” Declaró Yuri. “¿Tienes un sistema de juego en tu casa, Yuichi Sakaki? Soy bastante buena en los juegos. ¡Puedo ganar en cualquier juego de lucha!”

“¡Escúchame!” Él se quejó. “Dije que estoy cansado, así que me voy a casa y me voy a la cama. ¡No voy a estar contigo!”

“¿Cama? ¡Vaya, te mueves rápido, Yuichi Sakaki! Pero esos planes también están a mi favor. No es mi temporada de apareamiento, ¡pero eso no significa que no podamos hacerlo!”

Yuichi odiaba tener que lidiar con mentes unidireccionales como la suya. Mientras reflexionaba sobre cómo responder, se dio cuenta de que el área que los rodeaba estaba completamente desierta.

Era domingo por la tarde en el distrito comercial, lo que sin duda significaba que de vez en cuando los negocios podían cerrar temprano.

Pero todavía parecía un poco antinatural. Yuichi redujo la velocidad hasta detenerse y miró a su alrededor.

No había nada.

Luego, hubo el sonido de alas. Venía del cielo arriba.

“Ese tipo…”

“Sí, el que vimos esta mañana.”

Un chico vestido como un monje de montaña con alas negras en la espalda, en otras palabras, un tengu… cayó del cielo para aterrizar frente a Yuichi y Yuri.

“Oye. Ha pasado un tiempo.” El chico, que parecía de la edad de Monika, le sonrió con indiferencia, pero con confianza.

Yuri no parecía impresionada. “¿Oh? ¿No se decidió ya la ubicación de tu nivel? Perdiste contra el hombre que parecía un sacerdote, y luego Yuichi Sakaki derrotó al sacerdote. Eso te coloca al final de la jerarquía.”

“¡Cállate! Bajé la guardia en ese entonces, eso es todo.”

“¿Entonces qué quieres?” Demandó Yuichi. Supuso que el tipo estaba aquí por la Guerra de las Vasijas Divinas, pero el sacerdote probablemente ya había tomado su Vasija Divina, lo que significaba que ya debería estar fuera del juego.

“¿Eh? ¿No puedes sentir la resonancia?”

“¿Hmm? ¿Hay alguna resonancia ahora mismo?” “¿No eres un anfitrión?”

Las Vasijas Divinas resonaron, comunicándose su ubicación entre sí. Pero como Yuichi no era el anfitrión de una Vasija, no sabía cuándo estaba sucediendo.

Yuichi tenía las dos Vasijas Divinas de Monika, los ojos derecho e izquierdo del Dios Maligno, en su poder, pero ambos ya tenían anfitriones, por lo que él mismo no podía usarlos.

Incluso si pudiera, probablemente no lo haría, ya que estaba tratando de abandonar la pelea.

“No.” Dijo Yuichi. “Pero, ¿no se llevó el sacerdote tu Vasija Divina?”

“Sí, pero cuando me desperté, estaba inconsciente, así que se la quité. Sin embargo, eso no importa. Fui allí para golpearte, lo que significa que no puedo dejar las cosas sin resolver, ¡y apuesto a que tú tampoco puedes!”

“No, créeme que puedo.”

“De hecho.” Dijo Yuri. “Eres claramente el más débil de los tres.”

“¡No lo sabremos hasta que peleemos!” Gritó el tengu. “A veces es como piedra-papel-tijera. Perdí contra él, ¡pero eso podría haber sido un mal enfrentamiento! ¡En realidad no he perdido!”

“Bien. Terminemos con esto. Simplemente más tarde no me digas más tonterías del tipo ‘Bajé la guardia’.” Yuichi podría haber atacado en cualquier momento mientras hablaban, pero había decidido específicamente esperar a que terminara la conversación. Era una situación molesta, pero alejarse podría ofenderlo y, si lo tomaba por sorpresa, podría regresar para quejarse más tarde. Claramente solo quería tener una pelea justa.

“No volveré a bajar la guardia, ¡así que no hay problema!” Mientras el tengu se jactaba, su cuerpo pareció deslizarse hacia un lado. No había el más mínimo movimiento en sus miembros; eran solo sus alas las que se movían.

¡Eso es espeluznante!

Una mejora de la movilidad aérea parecía ser la habilidad otorgada por su Vasija Divina.

Yuichi no sabía exactamente qué estaba tratando de hacer el tengu, pero corría por todos lados en una exhibición ostentosa de su movilidad. Se movía hacia la derecha, luego giraba, se movía hacia arriba sin previo aviso y luego volvía a caer. La forma en que se movía la criatura parecía desafiar tanto la gravedad como el impulso.

“¿Bien? ¿Puedes seguirme?”

Yuichi miró desapasionadamente al tengu. Su cuerpo no ofrecía señales que permitieran a Yuichi predecir lo que haría a continuación. Sus alas parecían ser lo que lo impulsaba, pero era difícil saber por el movimiento de esas alas exactamente cuál sería su próximo movimiento. Quizás podría aprender, pero necesitaría un poco de tiempo. Podría ser un problema si el tengu usara algún arma de proyectil además de su movilidad, pero parecía que no había necesidad de preocuparse por eso.

Mientras el tengu se movía salvajemente, lentamente cerró la brecha entre ellos. Voló alrededor de Yuichi, acercándose, luego desapareció abruptamente de su vista. Yuichi arremetió detrás de él con una patada.

El contraataque golpeó al tengu en plena carga en su plexo solar. Luego, cuando su pie se hundió, Yuichi giró sobre su pierna para mirar al tengu, luego lo golpeó contra el suelo con el pie.

El tengu, cargando a una velocidad tan alta, no pudo reaccionar en absoluto y Yuichi lo inmovilizó contra el suelo.

“¡Ngh!” El tengu dejó escapar un grito de dolor.

“Tus movimientos eran tan básicos que no servían como ningún tipo de distracción.” Dijo Yuichi con frialdad. No había podido anticipar las acciones del tengu a través de los movimientos de su cuerpo, pero el patrón había sido lo suficientemente obvio. Era fácil para un atacante caer en patrones simples mientras se movía rápidamente, y el tengu no parecía pensar en eso en absoluto.

“Esperarías que alguien que volase se quedara en el aire y dejara caer cosas.” Comentó Yuri. “Lo más fácil de preparar habría sido agua hirviendo.”

“Bueno, eso es cierto.” Dijo Yuichi. “Pero tienes algunos pensamientos bastante viciosos…”

“¡C-Cállate!” Gritó el tengu. “¡Por eso odio a las mujeres! Una competencia entre hombres no puede ser así.”

“Bueno, de todos modos, llegas en buen momento. Toma, estos son para ti.” Aun manteniendo su pie firmemente plantado, Yuichi recuperó los dos ojos del bolsillo del pecho y los colocó junto al tengu. “Ya no los necesito y no estaba seguro de qué hacer con ellos. Pensé en cabrear a todos tirándolos a un volcán en algún lugar, pero eso también sería más esfuerzo del que quiero hacer…”

El tengu pareció desconcertado. “E-Espera un minuto… entonces no había necesidad de que lucháramos…”

“Tú eres quien me desafió. Ahora, no voy a permitirme seguirle el juego a esta mierda, así que déjame en paz.” Yuichi levantó el pie del tengu.

“Despiadado, incluso contra un niño.” Comentó Yuri. “Pero también estoy impresionada de que puedas lidiar con tanta calma con un monstruo volador como ese. Realmente asombroso.”

“Me sorprendió al principio, pero ya me he acostumbrado a sorpresas sobrenaturales como las suyas.” Yuichi se encogió dehombros. “¡De todos modos, ahora estoy totalmente desconectado de la Guerra de las Vasijas Divinas!”

Aun sintiendo que se estaba olvidando de algo, Yuichi se dirigió triunfalmente a casa.

Yuri trató de seguirlo, pero finalmente logró ahuyentarla.

Sin embargo, cuando llegó a casa, Mutsuko aún no había regresado. Tampoco volvió a casa durante el resto del día.