Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 7

Capitulo 1: El Lector de Almas Fue Robado, Pero Las Cosas No Cambiaron Mucho

Parte 1

Yuichi Sakaki estaba de pie en el vestíbulo del hotel, enfrentándose a un senpai de su escuela, Hiromichi Rokuhara.

Hiromichi era un chico delgado con una atmósfera hosca. Yuichi se había encontrado con él después de que regresaron a la superficie después de salvar a Natsuki en el subsuelo.

Detrás de Yuichi había tres chicas y un gato de pelaje dorado; su hermana mayor, Mutsuko, su compañera de clase, Natsuki Takeuchi, la ‘Asesina Serial de Dioses’ Aki Takizawa y su compañera de clase Yuri Konishi… ella era la gata.

Hiromichi estaba de pie a cierta distancia, sonriendo. Todavía no habían llamado mucho la atención de la gente en el vestíbulo. Había un poco de movimiento entre ellos, Hiromichi había movido una mano hacia Yuichi y luego retrocedió rápidamente, pero la mayoría de la gente probablemente lo interpretó como estudiantes de secundaria haciendo el tonto.

Yuichi no podía ver las palabras sobre las cabezas de nadie en este momento. El Lector de Almas, su capacidad para identificar los roles de otras personas en la vida, no estaba funcionando.

Algo extraño estaba pasando.

Pero Yuichi inmediatamente recuperó la calma. Comprobó la condición de su cuerpo, pero no sintió nada físicamente malo, además de un poco del cansancio estándar que venía de usar el furukami.

En otras palabras, la falta del Lector de Almas fue el único problema.

¿Entonces qué debo hacer? Él se preguntó.

Había sucedido después de que Hiromichi agitara su mano, lo que sugirió que Hiromichi estaba detrás de eso.

Yuichi levantó la guardia. No sabía exactamente qué había hecho Hiromichi, pero sabía que tenía que tener cuidado.

“¿Oh? Entonces se llama Lector de Almas, ¿eh?” Dijo Hiromichi burlonamente. “Sabía que tenías que tener algo, así que intenté tomarlo, pero creo que fue un error.”

Yuichi no sabía por qué el chico estaba haciendo todo lo posible por narrar sus pensamientos en voz alta, pero le dijo algunas cosas.

Le dijo que Hiromichi había robado el Lector de Almas, y que para poder robar algo, tenía que estar lo suficientemente cerca… sobre la distancia a la que había estado cuando balanceó su brazo antes.

“¡Yu! ¿Qué pasó?” Peguntó Mutsuko detrás de él, pareciendo notar que Yuichi estaba actuando de manera extraña.

“Parece que tomó el Lector de Almas.” Dijo Yuichi. “Ya no puedo ver las palabras.”

“¡Oh!” Por alguna razón, hubo alegría mezclada con su sorpresa. “¡Así es! ¡Siempre hay alguien que puede robar poderes! Así que, si queremos recuperarlo, ¡tenemos que averiguar cómo lo robó! Las condiciones para robarlo parecían demasiado simples, por lo que tal vez recuperarlo también sea simple. De todos modos, probablemente deberías golpearlo y noquearlo. Si eso es todo lo que se necesita para recuperarlo, ¡estás bien! Luego, si eso no funciona, lo ataremos y lo llevaremos de regreso con nosotros, negociaremos y lo torturaremos. Entonces, si todavía no lo devuelve por su propia voluntad,

¡pensaremos en otra cosa!”

Los pensamientos de Mutsuko parecían tener una tendencia en la dirección de ‘golpearlo sin importar qué’.

Yuichi miró a Hiromichi. Sería bastante fácil darle una paliza; su postura sugería que era un novato en la lucha.

Yuichi tenía formas de cerrar la brecha con Hiromichi en un instante, y también tenía ataques de largo alcance. No sabía qué tipo de habilidades tenía el otro chico, pero probablemente podría dominarlo en el instante antes de que pudiera usar cualquiera de ellas.

Bueno, de todos modos, todo lo que mi hermana dice es golpear a la gente y romper cosas…

Cuando Yuichi estaba a punto de hacer lo que le habían dicho, se dio cuenta de algo.

¿Necesitaba siquiera recuperar el Lector de Almas? Mientras pensaba en eso, tiró la moneda que había estado escondiendo por un tiempo con su dedo.

Hiromichi no pudo reaccionar a tiempo. Si hubiera golpeado su garganta, podría haberlo matado, y si hubiera golpeado su ojo, podría haber dañado significativamente su capacidad de lucha. Pero Yuichi solo se lo había rozado la mejilla.

“¡Eek!” Hiromichi dejó escapar un grito de miedo, aparentemente sin estar seguro de lo que había hecho Yuichi.

“¡Oye! ¡Yu! ¡¿Por qué fallaste intencionalmente?!” Mutsuko parecía enojada por su acción inesperada.

“Sé que puedes hacer algo extraño cuando te acercas a alguien.” Dijo Yuichi. “Pero no necesito acercarme para atacarte. ¿Y ahora qué?”

Hiromichi se rió entre dientes. “Crees que has ganado, ¿verdad?

¡Qué así sea! ¡Me voy por ahora! ¡Pero no olvidaré esto! ¡Y me volveré aún más fuerte!”

Dejando atrás una serie de lo que sonaba principalmente como excusas para huir con el rabo entre las piernas, Hiromichi se retiró. Parecía que no tenía forma de defenderse de los ataques de largo alcance.

Juzgando en base de lo que dedujo de la personalidad de Hiromichi, Yuichi concluyó que era el tipo de persona que retrocedería ante la menor amenaza. Parecía que era cierto. Con su oponente completamente desmoralizado, esta era ahora una buena oportunidad para atacar; en cambio, sin embargo, Yuichi solo miró en silencio mientras Hiromichi huía.

“¡Yu! ¿Qué está pasando? ¡Esto no es propio de ti! ¡Normalmente corres tras un enemigo que huye, lo arrastras al suelo, te montas a horcajadas sobre él y comienzas a golpearlo hasta dejarlo sin sentido, todo mientras te ríes!” Exclamó Mutsuko.

“¡Al diablo que lo haría!”

“¡Espera!  ¿Te  golpeó  con  un  ataque  psicológico?”  Preguntó Mutsuko con un jadeo teatral.

Yuichi sonrió incómodo. “¿Por qué asumes eso? Mira, no puedo pelear exactamente con toda esta gente alrededor, ¿verdad?”

La gente en el vestíbulo estaba empezando a mirar en su dirección, probablemente notando que algo andaba mal.

“Es cierto, pero…”

“Además, primero tenemos que llevar a Takeuchi y Takizawa al hospital. Y no podemos dejar que Konishi siga siendo un gato para siempre. Si va a correr, al menos por ahora, dejémoslo hacerlo.” No era así como se sentía realmente, pero esa explicación serviría para quitársela de encima con la mayor rapidez posible.

“Es cierto… entonces, supongo que eso es todo. Dejemos la recuperación del Lector de Almas para luego.” Mutsuko sonaba muy reacia al respecto, pero dio su consentimiento.

***

Las personas más relevantes, Yuichi Sakaki, Mutsuko Sakaki, Yuri Konishi y Monika Sakurazaki, se habían reunido en Nihao China.

Yuri, que antes había tomado la forma de un gato, ahora era una chica rubia vestida con ropa cara. Un anciano que parecía un mayordomo había llevado la ropa al hospital para que ella pudiera cambiarse allí.

Monika era una niña con el cabello recogido hacia atrás con una goma. Aunque vestía uniforme de la escuela primaria, en realidad tenía 16 años, la misma edad que Yuichi. Al parecer, había dejado de envejecer después de convertirse en una Exterior.

Había forzado a Natsuki y Aki Takizawa a internarse en el hospital, por lo que ahora no estaban aquí.

Tomomi Hamasaki, una camarera con un cheongsam, aunque no era exactamente parte del grupo, se quedó un poco lejos, observándolos.

El domingo por la mañana, una chica llamada Furu Shinomiya del santuario local le había pedido que fuera a buscar una presencia maligna. Lo hizo bajo tierra, luchó contra el avatar del Dios Maligno, se topó con Hiromichi después de que salió a la superficie y luego llevó a las chicas al hospital. Había sido poco después del mediodía cuando regresaron. Ese fue el momento de mayor actividad para la mayoría de los restaurantes, pero como de costumbre, no hubo clientes aquí.

“¿Por qué me llamaste aquí tan de repente? ¿Y quién es esta persona? ¡No quiero involucrar a nadie innecesario!” Malhumorada, Monika apuntaba a Yuri Konishi.

“Es cierto que no necesito involucrarme, pero ahora que lo estoy, difícilmente estás en posición de echarme.” Respondió Yuri.

Era cierto que Yuri era una simple acompañante, no involucrada en la guerra del Dios Maligno. Pero habiendo llegado tan lejos, se había sentido obligado a explicarle las cosas hasta cierto punto.

“Bueno, ella es una antropomorfa, así que probablemente pueda seguir el ritmo de las rarezas.” Dijo Yuichi.

“Bueno, ok. Entonces, ¿qué es lo importante que tenías que decirme?” Exigió Monika.

“Correcto. De hecho, perdí el Lector de Almas.”

Originalmente el Lector de Almas le había pertenecido a Monika.

Se le había transferido como parte del pago de una deuda.

“¿Y qué?” Ella preguntó. Entonces, de repente, su mandíbula cayó. “¡¿Espera, qué?!” Parecía que le había tomado un momento darse cuenta de lo que estaba diciendo.

“Es cierto que en este momento no puedo sentir el Lector de Almas en Yuichi.” Dijo una cosa que parecía un daifuku mochi con ojos y una boca que había aparecido en el hombro de Monika.

Era una criatura imaginaria la que manejaba la deuda que Monika le debía a Yuichi, y era la que realmente le había transferido el Lector de Almas. La vida de Monika había sido amenazada y había utilizado una habilidad llamada ‘Sálvame, Mi Príncipe’ para intentar salvarse a sí misma. Era una habilidad que deformaba las leyes de la causalidad para asegurarse de que alguien la salvara y, a cambio, tenía un alto precio.

Cuando Yuichi apareció para salvarla, Monika había intentado saltarse el trato, que resultó ser un gran error; la criatura daifuku mochi había aparecido y sin su permiso había transferido su habilidad, Lector del Almas, a Yuichi como pago.

“¿Eh? ¿Eh? ¿Eh? ¿Y ahora qué?” Monika parecía completamente aterrorizada.

“La habilidad pertenecía a Yuichi, así que podía hacer con ella lo que le diera la gana, destruirla o dársela a otra persona… pero ¿podría preguntar exactamente qué pasó?” Preguntó el daifuku mochi.

“Sí, parece que fue robada.”

“¿‘Parece que fue robada’? ¡Dame un respiro! ¡Al menos haz como si te importara!” Gritó Monika.

Yuichi era consciente de que quizás no le estaba dando la gravedad que merecía. Pero, ¿qué más podía hacer? Era una habilidad casi inútil que le había causado más daño que bien. Ahora se había ido y no podía estar más feliz.

“¡Ve a buscarla! ¡En un inicio era mía! ¡Te la estaba prestando!” Gritó Monika.

“¡Ella está en lo correcto! ¡Te lo estás tomando demasiado a la ligera, Yu!” Mutsuko pareció estar de acuerdo.

“Mira, el Lector de Almas ni siquiera era de lo que realmente quería hablar.” Dijo Yuichi. “Solo pensé que probablemente debería decírtelo… pero, está bien. Suponiendo que sea posible, intentaré recuperarlo.” Se dio cuenta de que la conversación no progresaría a menos que dijera eso. Realmente no tenía ninguna intención de volver a ser el anfitrión del Lector de Almas, pero si encontraba una manera de devolvérselo a Monika directamente, lo haría.

“Está bien.” Dijo Monika después de una pausa. “Entonces, ¿cuál es el problema real? ¿Algo más importante que el Lector de Almas?”

“Um, estaba pensando. ¿Podríamos abandonar la Guerra de las Vasijas Divinas?” Todos, excepto Yuichi, se congelaron, sorprendidos.

“¡¿Qué?! ¿Quieres decir que debido a que perdiste el Lector de Almas, ya no necesitas el deseo? ¡¿Qué demonios?! ¡Dijiste que salvarías a mi amiga! ¡Dijiste que una vida humana era lo más importante!  ¿Realmente  estabas  planeando usar el deseo para deshacerte del Lector de Almas?”

“No voy a abandonar a tu amiga.” Dijo Yuichi.

Si recogiera las Vasijas Divinas, podría obtener un deseo concedido… pero solo uno. Yuichi lo sabía, y ciertamente había dicho que Monika podía cumplir su deseo.

Pero el deseo de Monika era salvar a su amiga de los psicópatas que iban detrás de ella, y le pareció que debía haber una manera de salvarla sin recurrir a algo tan exagerado como la Guerra de las Vasijas Divinas.

Por supuesto, era cierto que se le había ocurrido la idea porque el Lector de Almas se había ido, de no haber ocurrido eso, muy posiblemente no lo hubiera pensado.

“Me dijeron que, si el Dios Maligno revive, la humanidad se extingue.” Dijo Yuichi. “¿Sabías eso?”

“¡De ninguna manera! ¡Nadie mencionó eso!”

“Bueno, no sé si eso es realmente cierto.” Dijo Yuichi. “Un tipo que se hacía llamar avatar del Dios Maligno lo dijo. Mencionó que concedería un deseo, pero que en el momento en que el Dios Maligno resucitara este se movería para matar a la humanidad. Entonces, si eso sucede, ¿de qué serviría salvar a tu amiga?” El instinto de Yuichi le dijo que el Dios Maligno no había estado mintiendo.

“Pero… en ese caso, ¿cuál es el punto? ¡Entonces, el deseo de nadie podría importar!” Gritó Monika.

“Es verdad. Pero la pregunta es si los participantes en la guerra lo saben.”

El Dios Maligno quería que pelearan, pero si sabían lo que había planeado, podrían perder la voluntad de hacerlo. Por eso, lo mejor para él era no decírselo.

“Bueno, no conozco las motivaciones de los participantes.” Dijo Yuichi. “Pero sé que no quiero quedarme mezclado en esta tontería para siempre.”

“Pero, ¡¿qué hay de Wakana?!” Gritó Monika.

Wakana era la mejor amiga de Monika, una habitante de la cosmovisión original de Monika, ahora en su primer año de escuela secundaria.

La cosmovisión de Monika había sido ‘Un Pequeño Mundo Desesperadamente Romántico.’ Aparentemente, había sido una cosmovisión en la que se desarrollaban historias de amor tipo shojo, pero debido a que Monika había sido expulsada de su mundo como Exterior, su amiga había terminado en un camino completamente diferente. Los que suspiraban por Wakana eran ahora doce psicópatas.

“Dijiste que las cosas se pondrían difíciles una vez que ella entrara a la escuela secundaria.” Dijo Yuichi. “¿Cómo está ahora?”

“Ahora mismo está en un punto muerto, con un equilibrio inquietante. Los doce se están evaluando mutuamente en lugar de acercarse directamente a Wakana. No creo que ella se dé cuenta de lo que está pasando, al menos no de momento.”

“Ok. Entonces me ocuparé de ellos. Una vez que les dé una paliza, las cosas probablemente deberían salir bien.”

“Como de costumbre, eres un bruto obsesionado con la violencia. No es como si pudieras matarlos, así que ¿no volverán en busca de venganza?” Yuri había estado escuchando en silencio, pero aparentemente no pudo permanecer en silencio a pesar de eso.

“Buen punto. Nee-chan, ¿crees que puedes hacer algo al respecto?” Yuichi miró a Mutsuko en busca de respaldo, pero ella levantó la nariz y lo ignoró. Fue extraño; esta era normalmente la parte en la que empezaba a parlotear sin sentido sobre lo que podía hacer para interferir.

“Bueno, tal vez pueda ser de ayuda.” Dijo Yuri. “No tengo ningún problema en enterrar a una docena de estudiantes de secundaria en la oscuridad. Y como tu novia, estoy feliz de poder ayudarte.”

“¿Qué eres tú, la mafia? No quiero una novia que pueda hacer ese tipo de cosas, y tú ni siquiera eres mi novia. No creas que puedes deslizar esas cosas cuando no estoy prestando atención.”

“Bueno, de todos modos, todavía no tengo ese nivel de influencia.” Admitió Yuri. “Primero tendrás que asegurar mi posición como heredera.”

“Seguro que estás intentando colocarme cosas encima…” Murmuró.

Yuri era parte de un grupo de personas que competían para convertirse en el heredero de la familia Sumeragi, que aparentemente eran los gobernantes en la sombra de Japón. Parecía pensar que Yuichi la ayudaría con esa competencia.

“El punto es que no necesitamos participar en la Guerra de las Vasijas Divinas para salvar a tu amiga, así que no tenemos ningún beneficio en continuar con ella.” Dijo. “De todos modos, es más probable que la salvemos si vamos e interferimos directamente.

¿Correcto?”

“Bueno… eso… ciertamente, puede ser el caso…” Monika sonaba un poco desorientada sobre la idea de abandonar la guerra, pero también estaba empezando a aceptar la idea.

“¿De qué estás hablando, Yu? ¿Estás loco? Una vez que estás en Battle Royal… quiero decir, Battle Royale, ¡no puedes simplemente abandonarlo!” Mutsuko, por el contrario, no se había recuperado. Se puso de pie, golpeando la mesa con un puño.

“¿Por qué te corregiste?” Preguntó Yuichi retóricamente. Todo lo que hizo fue cambiar la pronunciación para que sonara más francesa, pero eso no cambió el significado.

“¿Qué tipo de protagonista abandona un juego una vez que ha comenzado? ¡Es extraño!” Ella exclamó. “¡Este es un baño de sangre de superpoderes! ¡Es un crisol de batallas, traiciones, alianzas, codicia y retribución kármica! ¡De repente, aparece una tercera facción! ¡Todo el universo está en juego, la vida de todos los seres sintientes en juego!

¿Y ahora qué, quieres simplemente dejarlo? ¡Has arruinado la historia!

¡El foco de atención está a la vuelta de la equina! ¿Qué te pasa? Esto es como un manga shonen semanal que termina abruptamente después de diez semanas con: ¡Y así su batalla continúa!”

“¡Te lo digo, no quiero hacerlo!” Espetó Yuichi. “Escucha, ¡la única razón por la que he seguido luchando contra todos estos bichos raros es porque tenía el Lector de Almas! Podía ver a los asesinos en serie y los dioses y esas cosas, ¡así que sentí que tenía que hacer algo al respecto! ¡Pero ahora eso es todo en el pasado! ¡Solo quiero ser una persona común que no tenga que lidiar con nada de esto nunca más!”

Era la verdad. Ahora que estaba libre del Lector de Almas, no podía entender por qué se había molestado en involucrarse con todas las tonterías en primer lugar. Fue como mirar hacia atrás en un sueño febril.