Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 7

Prologo: Reino Mágico.

Parte 2

Shadow Gale observó cómo uno de los rufianes se paseaba. Al observarlo más de cerca, vio que su andar era inestable, y su cabeza con casco se balanceaba pesadamente mientras arrastraba un largo trozo de madera por el suelo. Cada uno de sus movimientos era extrañamente lento, y Shadow Gale no pudo detectar ni siquiera un indicio del tipo de ira que llevaría a una persona a la violencia, ni la prisa de alguien que tenía que terminar el trabajo antes de que llegara la policía o la seguridad. Era realmente extraño.

“Nadie tan inestable podría haber conseguido interceptar el sistema de alarma y entrar. Eso requiere experiencia. Alguien más está moviendo los hilos, estoy segura. Probablemente están siendo controlados con magia.”

Magia. Chicas mágicas.

Esos factores supondrían un peligro mucho mayor que los humanos armados. Después de preocuparse únicamente por su propia seguridad, de repente, los rostros de familiares y amigos bombardearon la mente de Shadow Gale. “¿Están bien los ocupantes de la mansión principal?”

“Llamé para decirles que no abrieran las puertas bajo ninguna circunstancia. Además, sus defensas son bastante sólidas, ya que conseguí algunos sistemas antimagia del Reino Mágico y te hice manipularlos. Mientras se queden dentro, puedes estar tranquila.”

Kanoe era caprichosa, mentirosa y diabólica —o más bien, para Mamori, era la encarnación del diablo—, pero cuando se trataba de su devoción por su familia, era inquebrantable. Si ella decía que podían estar tranquilas, seguramente no había nada de qué preocuparse.

Mamori respiró aliviada y volvió a observar los monitores. Los intrusos, que parecían estar bajo el control de alguien, volcaban y despellejaban incansablemente las cosas, una y otra vez.

“Me pregunto qué estarán haciendo.” Dijo Shadow Gale.

“Probablemente nos estén buscando.” “¿Cuánto tiempo van a seguir así?”

“Hasta que nos encuentren, lo más probable.”

Darle a Pfle estas oportunidades para que le devolviera la jugada estaba empezando a enfurecerla poco a poco. Shadow Gale tuvo la sensación de que no sólo Pfle, sino también los intrusos y su cabecilla, se estaban burlando de ella.

A este paso no llegarían a ninguna parte. Pero ni Pfle ni Shadow Gale eran grandes luchadoras como chicas mágicas. En cuanto a los rufianes del otro lado de la cámara, al menos, podrían arreglárselas sin dificultad. Pero si alguien más estaba moviendo los hilos, entonces ella preferiría evitar exponerse precipitadamente.

Sería mejor optar por algo menos ansioso, menos peligroso y más fiable, un plan que evitara daños innecesarios a sus amigos, uno con el que pudieran someter a los intrusos con seguridad. Imaginando algo así como una policía antidisturbios reprimiendo a una turba, Shadow Gale le dijo a Pfle: “Señorita, ¿no estaba usted presumiendo de haberse convertido en una persona bastante importante en el Reino Mágico?”

“Nunca he presumido de ello. Pero he dicho la verdad.” “¿No tiene una línea directa o algo así?”

Pfle hizo una pausa. “La tengo.”

“Entonces usémosla. Pidamos ayuda al exterior, digámosles: ‘Por favor, sálvennos, estamos siendo atacadas por una chica mágica’. Entonces enviarían algo como la policía, ¿no? ¿O también has silenciado esa línea?”

Pfle entornó los ojos, apartando la vista de los monitores, luego hacia abajo, luego hacia arriba, antes de levantarse finalmente de su silla. Como su silla sobrepasaba los límites de la tecnología humana, tenía un aspecto bastante ciberpunk. Los muslos de Pfle la empujaron hacia atrás.

Mirando al techo, Pfle comenzó: “Acabo de comprobarlo. Esa línea es segura. No hay señales de que haya sido manipulada.”

“Entonces…”

“¿No te parece extraño?” “¿Había algo raro en ello?”

“Estoy casi segura de que quien envió a esos tipos aquí está conectado con el Reino Mágico. Entonces ese individuo debe saber quién soy.”

“Bueno…”

“A no ser que sea muy tonta, habrá concebido una línea de atención telefónica de este tipo. Es interesante que quien haya lanzado este ataque sea lo suficientemente astuto como para manipular la línea para asegurarse de no ser denunciado a la compañía de seguridad, pero que sea completamente indiferente a las comunicaciones con el Reino Mágico, aunque no hay que considerar cuál es la parte más temible.”

Ahora que lo menciona…

No querían que la empresa de seguridad lo supiera. Pero estaba bien si el Reino Mágico lo sabía. ¿Era eso posible?

“El atacante cree que no habrá problema si contactamos con el Reino Mágico. De hecho, quieren que contactemos con el Reino Mágico, ¿no es así? Este ataque parece tan poco entusiasta que no puedo suponer que esté destinado a tener éxito. La chica mágica se esconde, como si el fracaso fuera trivial para ella, mientras utiliza a los humanos normales en su lugar. Su objetivo está muy claro.”

“¿Por qué querrían que te pusieras en contacto con el Reino Mágico?”

“Si he sido atacada, entonces el Reino Mágico tendría que encontrar al culpable. Con el pretexto de buscar cualquier pista que pueda conducir al culpable, por pequeña que sea, esta mansión también quedaría bajo investigación.”

“Bueno, por supuesto. Si no encuentran al culpable, no podremos relajarnos ni dormir por la noche.”

“Esto no sería un problema si simplemente estuvieran investigando la residencia, pero también podrían interrogarnos sobre si tenemos alguna idea de quién podría ser el culpable.”

“¿Cuál sería el problema con eso?”

“Hay gente con muchas magias diferentes en el Departamento de Inspección. No dejaría pruebas de mis actos simplemente por ahí, pero si echaran un vistazo dentro de mi cabeza, tendría algunas dificultades para salir de lo que vendría después.”

Con las manos en los reposabrazos de la silla, Shadow Gale se levantó a medias de su asiento. El sonido de la silla al moverse sonó extrañamente fuerte en la habitación. Pfle deslizó su mirada desde el techo hacia Shadow Gale, con una expresión todavía divertida. “No hay razón para que les permita investigar otros asuntos sobre mí, como les gustaría. ¿Lo entiendes?”

Shadow Gale estaba tan mareada que no podía levantarse. Dejó que su trasero flotante se hundiera en la silla, luego dio un pequeño y deplorable suspiro y se llevó la mano a la frente. Pfle tenía que estar en una posición bastante elevada.

Desde que se había construido esta mansión separada, habían recibido frecuentes visitas de huéspedes de aspecto sospechoso que parecían claramente conectados mágicamente, todos los cuales habían tratado a Pfle como si fuera su superior.

Y ahora dicho superior estaba a punto de ser investigado por un asunto distinto. Ciertamente no era algo tan simple como ser sospechoso sin causa. Shadow Gale sabía lo irresponsable y permisiva que era la política del Reino Mágico. ¿Qué habría tenido que hacer Pfle para acabar en una situación como ésta?

“Mamori. Estabas pensando en algo grosero hace un momento, ¿no es así?”

“Esto va más allá… ¿Cómo se han puesto las cosas así?”

“Sería insoportable para mí que este malentendido tuyo te llevara a sentirte decepcionada o sentir desprecio hacia mí, así que lo corregiré. No me persigue el Reino Mágico. Si realmente quisieran acabar conmigo, no harían algo tan indirecto.”

“Bueno… tal vez sea cierto.”

“En última instancia, es una única facción que no tiene buena opinión de mí. Por supuesto, también tengo partidarios en los que puedo confiar. Si podemos superar la crisis inmediata, la ayuda llegará. No hay nada de qué preocuparse.”

“Entonces… ¿qué hacemos?”

“Llamamos a Lapis Lazuline. Cuando te pongas en contacto con ella, pon la configuración de contrainteligencia en el nivel de emergencia. Como el sistema de contrainteligencia fue hecho con sus diligentes esfuerzos, ni siquiera el Reino Mágico podrá husmear, así que podemos estar tranquilas… porque ni siquiera el que creó el sistema conoce los principios que hay detrás… o el código.”

Lazuline. Escuchar ese nombre hizo que un pinchazo de dolor atravesara el corazón de Shadow Gale. Por supuesto, a la que se refería Pfle no era la Lapis Lazuline de segunda generación, la chica mágica con la que habían luchado una vez. Ella ya no estaba en este mundo.

“No debemos dejar que se sepa que hemos contactado con ella.” Dijo Pfle. “Ella utilizará una puerta para venir a nosotras directamente.”

“¿Pero por qué la hacemos venir?”

“Haremos que haga una limpieza general de nuestros recuerdos y se los lleve.” De quien Pfle hablaba ahora era de la tercera generación de Lapis Lazuline, que podía usar su magia para sellar los recuerdos en esferas azules. “Haremos que borre todos los recuerdos de objetos o personas, o de cualquier cosa que hayamos visto y que pueda resultar comprometedora. Así, aunque haya una investigación, no tendremos problemas. Podremos estar bajo observación temporal con el pretexto de una investigación, pero no sabremos literalmente nada.”

“Ya veo… Tienes razón, puede ser una buena idea.” Eso haría retroceder cualquier tipo de plan en el que estuviera involucrado Pfle, pero en realidad eso sería lo mejor. Shadow Gale podría incluso calificarlo de buen plan, tanto por la razón de que haría que la inspección no descubriera nada como por el hecho de que las fechorías de Pfle se convertirían en algo que nunca había ocurrido. Shadow Gale asintió dos, tres veces, y las comisuras de los labios de Pfle se doblaron ligeramente.

“Volvías a estar pensando en cosas groseras.”

“Por favor, deja de leer mi mente.”

“No sólo haremos que Lazuline lave nuestros recuerdos. Seleccionaré a un individuo apropiado a quien dar la información necesaria de mis recuerdos, con la condición de que ese individuo no esté conectado a mí de ninguna manera.”

“¿Qué? ¿No te quitan estos recuerdos porque sería un problema si alguien los viera? Si haces eso, entonces no tiene sentido.”

“Después de que Lazuline haya hecho su trabajo.” Pfle sonrió, sin responder a la pregunta de Shadow Gale. “Supongo que contactaremos con el Reino Mágico.”