Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 7

Capítulo 5: La Partida De Póker

Parte 3

✰  Princess Inferno

El muro de hielo se rompió y el agua que se había llenado allí estalló de golpe. Unas cuantas Shufflin de corazón quedaron atrapadas en la corriente y fueron arrastradas. El As de Picas resistió con firmeza.

Pero habían calculado que ella lo resistiría. Deluge activó el Modo Lujo y empujó su tridente hacia el flujo de agua, congelándolo junto con Shufflin, que estaba de pie, resistiendo el flujo.

Saltando por encima de la cabeza de Shufflin, dio media vuelta en el aire para golpear el techo, corrió cinco pasos y volvió a dar una patada para girar al bajar y aterrizar en el suelo del pasillo, precipitándose por delante del agua que surgía sin disminuir la velocidad.

Una Shufflin recibió un cuchillo lanzado por Stanczyka, e Inferno aprovechó ese momento para acribillar a la Shufflin con su cimitarra.

No se sintió bien. No había querido volver a hacerlo, pero ahora era como si se hubiera acostumbrado a ello.

Pero ahora no era el momento de agonizar por eso. Engulló el trozo de fruta que había guardado bajo su lengua. Pasó por su garganta hasta su estómago, y desde allí, su calor recorrió todo su cuerpo.

En este momento, las cosas se estaban desarrollando según el plan.

Primero, las chicas mágicas habían trabajado todas juntas para hacer un dique que bloqueara el agua en la sala de entrenamiento. Hicieron que Deluge congelara el agua acumulada para endurecerla, bloqueando el mamparo del lado del desierto al congelarlo. Y luego habían hecho un muro de hielo frente al mamparo del lado de la sala de reuniones y habían acumulado aún más agua.

En el momento en que el mamparo se había abierto, Inferno había derretido la pared de hielo para liberar el agua en el pasillo, y Deluge había congelado instantáneamente el hielo para mantener a las Shufflin en su sitio, mientras ella, Styler Mimi y Marika Fukuroi las habían arrollado.

El trío de Snow White, Stanczyka e Inferno no se molestó en luchar contra las Shufflin, sino que se dirigió directamente a la sala de reuniones.

Si hubiera alguien dentro de la sala de reuniones que conociera la contraseña, entonces Snow White la robaría y se retiraría inmediatamente.

Les había contado que sólo una vez, en el pasado, había robado una contraseña escuchando pensamientos. Cuando Inferno le dijo: “Qué cosas más desagradables has hecho, Koyuki.” Sonrió avergonzada.

Si nadie allí conocía la contraseña, o si sólo Grim Heart, a quien Snow White no podía leer, conocía la contraseña, entonces Snow White y Stanczyka ganarían tiempo mientras Inferno sacaba el registro para leer la contraseña actual.

El propósito original de la contraseña era proteger de los enemigos externos, así que no debería ser tan difícil leerla desde la consola de la sala de reuniones.

Sin reducir la velocidad, doblaron la esquina en forma de L.

No había Shufflin de camino a la sala de reuniones. Snow White sacó un tronco de su bolsa. En la zona del bosque, había cortado un cedro caído a una buena longitud. Si lo ponía en posición vertical, llegaba más o menos a la altura del pecho de Inferno. En otras palabras, si lo inclinaba, tenía el tamaño justo para sostener el panel de operaciones.

Snow White empujó el panel de operaciones y, antes de que el mamparo pudiera empezar a moverse, apoyó el tronco de cedro en el panel. Ahora, aunque lo soltara, aunque se fueran de aquí, la presión continua sobre el panel impediría que el mamparo se cerrara.

El mamparo se abrió. Podían ver la sala de reuniones. A pesar de que Inferno había venido aquí tantas veces, parecía que hacía mucho tiempo que no estaba allí. Los ojos de las Shufflin de diamante se abrieron de par en par, mirando hacia ellas. Grim Heart estaba metiendo algo en su bolsa. La habitación estaba llena de basura de su estilo de vida desperdigada: equipos que no le eran familiares a Inferno, folletos y envoltorios de bocadillos.

“Ve.” Susurró Snow White en voz baja. Eso significaba que no había podido captar la contraseña con su magia. Así que de aquí en adelante, sería el trabajo de Inferno.

Con un rugido, blandió su cimitarra. Se movía deliberadamente de forma salvaje, sólo para que los enemigos se movieran. Las Shufflin de diamante se revolvieron y corrieron confundidas, e Inferno saltó por encima de la mesa para situarse frente al monitor.

La que más había conocido el funcionamiento de estos sistemas había sido Prism Cherry. Siempre había dicho que quería ser lo más útil posible, dadas sus habilidades, y había estado consultando constantemente los manuales, haciendo del lugar frente al monitor su posición. Había conseguido dominar los sistemas más que nadie.

Pero ahora se había ido.

Inferno enterró todas las emociones que brotaban en su interior.

Ir de juerga aquí no iba a traer a Prism Cherry de vuelta. Había algo más que tenía que hacer.

Desactivó el modo de observación del monitor. Lo acababan de usar, así que ese comando no estaba bloqueado, por supuesto.

Activando los permisos de administrador, se dirigió a las propiedades y comprobó los registros.

Se desplazó por la pantalla, a lo largo de las líneas y líneas del historial de operaciones que se cargaban para buscar el historial relacionado con la contraseña que estaba buscando, y entonces sintió calor en la espalda. El calor se convirtió en dolor.

Inferno se giró, levantando la cola. Sintió el contacto y la sangre brotó de su espalda, esparciéndose por la sala de reuniones.

Stanczyka salió despedida hacia atrás, volando en paralelo al suelo hasta impactar contra la pared, donde todo su cuerpo se crispó. Snow White se colocó frente a Grim Heart, que había intentado perseguir a Stanczyka, y golpeó a Ruler contra el hombro de Grim Heart, pero no tuvo ningún efecto.

Entre las Shufflin que corrían confundidas, sólo Grim Heart estaba de pie, tranquila.

Eso estaban bien. A fin de cuentas habían llegado allí para ganar tiempo.

Inferno se llevó la mano a la espalda. La herida era profunda; la sangre no se detenía.

Alguien salió lentamente de debajo de la mesa: una Shufflin. No era ni un corazón, ni una pica, ni un trébol, ni un diamante: la cara de un bufón repugnante estaba dibujada en su carta. La gran guadaña que sostenía en sus manos goteaba sangre. Con una cara igual a la del bufón dibujada en su traje, se rió y bajó la guadaña.

Inferno intentó bloquearla con su cimitarra, pero no pudo detenerla del todo. Se estaba debilitando, y la guadaña le cortó el brazo, haciendo volar aún más sangre. La cabeza se le nubló. Sus ojos se detuvieron en una esquina de su visión giratoria.

Había una pila de cuerpos. Todos ellos eran mujeres humanas. Una de ellas le resultaba familiar. Cuando se conocieron, la ruda impresión de Inferno había sido que se trataba de una estudiante universitaria poco agraciada.

La habían degollado y había caído boca arriba. Estaba cubierta de sangre y apilada en un rincón de la habitación como un objeto, como una basura que ya no servía para nada.

Un sonido como de desgarro salió de lo más profundo de la garganta de Inferno. Su cabeza, que se sentía confusa, se despejó. La forma del enemigo que estaba allí se enfocó correctamente, y su expresión, esa sonrisa desagradable de la que carecían las otras Shufflin, se grabó en sus retinas.

—Tú.

Sin ser siquiera consciente de lo que hacía, activó el Modo Lujo. El dolor de la espalda desapareció. Los sonidos innecesarios desaparecieron; las vistas a su alrededor desaparecieron. En su interior resonaban los mismos sentimientos. Su aversión a matar había desaparecido. Quería matar. Iba a matar. Iba a matarla.

La guadaña estaba a punto de caer. Inferno retrocedió su pie derecho, no para evitarla. Era para matarla. Era para vengarse de Quake. Ella no dejaría que terminase así.

Sostenía su cimitarra en la mano derecha, colocando la izquierda a su lado.

Lo había practicado una y otra vez. Siempre había odiado ese tipo de prácticas repetitivas, desde que estaba en el atletismo, pero sin embargo, lo había hecho como le habían dicho.

Porque había querido seguir siendo una chica mágica. Había querido seguir junto a The Pure Elements. Quake incluso se había reído de ella por decir: “Sigamos siendo chicas mágicas, incluso cuando seamos viejas.”

Ahora comprendía para qué había servido ese entrenamiento. Fue para matar a sus enemigos.

Cuando la guadaña bajó, fue especialmente lenta. Incluso el sonido de la guadaña rasgando el aire se prolongó como un vídeo a cámara lenta. A Inferno ya no le importaban esas cosas.

Inferno lanzó su cimitarra. Este fue el mayor ataque en su corto tiempo como chica mágica. Ni un Disruptor, ni Marika Fukuroi, ni la Shufflin Ace serían capaces de evitar esta estocada.

La gran guadaña y la cimitarra se cruzaron y luego pasaron una al lado de la otra. Justo cuando Inferno estaba a punto de atravesar el corazón de su enemigo, Grim Heart se deslizó por un lado y repelió su espada.

“¡Idiota! ¡No bajes la guardia!” La cámara lenta terminó.

Podía oír los lamentos de las Shufflin. Grim Heart gritaba: “¡Te dije que no mataras a los sujetos experimentales!” Stanczyka seguía apoyada en la pared, probablemente sin poder moverse. Cuando una Shufflin hizo por acercarse a ella, todavía desde esa posición sentada, hizo fuego. Snow White recogió a Inferno y saltó por el mamparo abierto, derribando de una patada el tronco de cedro que allí se apoyaba.

El mamparo se cerró. Grim Heart maldijo y trató de seguirlas. Al ver esto, Inferno no podía pensar con claridad. Se sentía demasiado débil.

Stanczyka se movió. Se sacó una granada de la manga y sacó la anilla. Grim Heart se dio la vuelta y Snow White salió corriendo sin mirar atrás.

Un destello. Una explosión. Un estremecimiento. Snow White la sostenía, con cimitarra y todo. Eso era todo lo que Inferno podía decir. Cada vez se le escapaba más información. El calor de la herida en su espalda se estaba agotando.

“Ah…” Ella todavía podía hablar. Pero no sabía cuánto tiempo más sería capaz de hacerlo. “Hey… Koyuki…”

“No te presiones, Akari.”

“Tú eres… la Cazadora de Chicas Mágicas… ¿verdad?” Eso fue lo que dijo Marika Fukuroi. Que Snow White cazaba chicas mágicas malas. En sus brazos, cuando Inferno levantó la cabeza, descubrió que Snow White tenía unas pestañas fantásticas.

“Así que… entonces… esas tipas…”

Prism Cherry y Quake habían muerto. Inferno no había conseguido leer la contraseña ni vengarse. No había podido hacer nada y la llevaban torpemente mientras huían.

Ni siquiera podía por su cuenta. Quería correr con fuerza, con sus propias piernas. Eso era todo lo que quería hacer, pero ni siquiera podía hacerlo y la estaban llevando en brazos. No había conseguido vengarse de Quake y Prism Cherry, y la frustración en su corazón permanecía mientras Snow White se limitaba a sostenerla.

“Si… tú eres… la Cazadora de Chicas Mágicas… derrota… a esas… tipas…”

Su discurso, su voz y su visión desaparecieron. El calor del cuerpo de Snow White contra el suyo se desvaneció antes de que la propia Inferno también lo hiciera. Lo único que quedó hasta el final fue su arrepentimiento.

***

✰  Grim Heart

Grim Heart estaba fuera de sí de rabia.

Dio una patada y un puñetazo al As de Corazones, golpeando la cara de la Shufflin contra el escritorio y lanzándola contra la pared. Dado que la Shufflin seguía de una pieza, Grim Heart debió de contenerse inconscientemente. Todavía le quedaba algo de sentido común.

Pero esa autoevaluación de que aún le quedaba sentido común sólo echó aceite al fuego. Quería romperlo todo.

Apenas había logrado salvar al Joker del ataque de autodestrucción de Stanczyka. Realmente había estado así de cerca. Si Grim Heart hubiera llegado un momento más tarde, si se hubiera retrasado un segundo en cubrirla, el Joker habría quedado atrapada en la explosión y habría resultado herida o muerta.

¿Cómo pudo ser apenas? El mero hecho de que la propia Grim Heart se viera obligada a actuar era una humillación equivalente a una pérdida. Ella no había venido aquí para luchar contra estos bárbaros. Grim Heart estaba aquí para estar en la cima. No había necesidad de hacer nada, o no debería haberla. No debería haberla.

Inspiró una bocanada de aire y luego exhaló.

Grim Heart estaba furiosa. Algunas chicas habían herido su orgullo. Y no pudo ejecutarlas por ello: aún estaban ahí fuera. Le habían clavado una espada en la garganta, y medio paso más cerca, y habría sido acorralada por un bárbaro, lo más bajo de lo bajo, lo más bajo, los salvajes más inferiores, esa era la clase que se había opuesto a Grim Heart.

Metió la mano en el saco y sacó el contenido: el sujeto experimental del elemento viento. En cuanto supo que el enemigo atacaba, lo metió en la bolsa. Pensando que no iba a dejar que el enemigo se lo robara y que sería una tontería que se mezclara en la batalla y se perdiera, había tomado lo que creía que era la mejor medida.

¿Exactamente qué era lo mejor de esto? Todo lo que tenía era ira. “Que le corten la cabeza.”

Joker se detuvo un momento y luego levantó su guadaña.

El sujeto experimental de viento lloró y se lamentó y presionó su frente contra el suelo muchas veces. Debía de estar intentando disculparse. Ahora mismo a Grim Heart no le importaban ese tipo de cosas.

La cabeza de la chica rodó por el suelo y, finalmente, tras ver regenerarse a las Shufflin que habían sido dañadas por el ataque, la mente de Grim Heart se despejó. No la animó, pero se sintió un poco mejor.

“… ¿Fue una mala idea haber sacrificado a todos los sujetos del experimento?” Preguntó Grim Heart.

“La falta de Shufflin habría dificultado nuestra estrategia. Creo que no había forma de evitarlo.”

“Hmm. Efectivamente, así es.”

El experimento que el Joker había apuñalado había sido arrebatado por Snow White. Esa herida probablemente sería fatal. Capturarla sería imposible.

En otras palabras, sólo quedaba uno.

Es más, ahora se había quedado sin su stock de chicas mágicas para reponer. Si Stanczyka no hubiera hecho ese estúpido movimiento de autodestrucción, podría haberla utilizado como reserva. Qué desperdicio. Pero Grim Heart no podía lamentar eso ahora. Esta vez tenía que tener éxito, y con total seguridad.

***

◇   Filru

Cuando Inferno murió, dejó su cimitarra. En otras palabras, todavía podían crear niebla. Pero eso era todo. El hecho de que pudiesen evitar ser vigiladas por el enemigo, no era que no fueran a ser atacadas.

Deluge, congelada y rígida, seguía aferrada al cuerpo de aquella chica, más o menos en edad escolar. Nadie intentó hablar con ella. Tal vez no tenían energía. Al menos, Filru no la tenía. Le dolía incluso si no se movía. Y si se movía, era una tortura. Aunque lamer la fruta de Marika la aliviaba un poco, el dolor volvía enseguida.

Stanczyka se había autodestruido, e Inferno había muerto.

Incluso después de todos los sacrificios que habían hecho, no habían conseguido la contraseña; no habían podido abrir la entrada ni salir al exterior. Nada había cambiado, y seguían atrapadas en la zona del estanque. Y ahora que les faltaban Inferno y Stanczyka, estaban peor que antes.

En la sala de reuniones, Snow White había escuchado los pensamientos más íntimos de la Joker Shufflin. Si mataban al Joker, podrían derrotar a las demás Shufflin.

Pero a menos que se tratara de una situación crítica como la de antes, el Joker no se expondría a los enemigos. Y al escuchar los pensamientos del Joker, había aprendido la verdadera naturaleza de la magia de Grim Heart.

“Grim Heart puede elegir quién se comunicará con ella.”

“Entonces, la conversación e interacciones… ¿Ese tipo de cosas?” Preguntó Styler Mimi.

“La conversación, la batalla y también otras formas de comunicación, todo ello sólo es posible desde su extremo. Mi magia tampoco tiene efecto. Mientras ella no lo permita, nada funcionará en ella. Explosiones, golpes, cortes, magia, nada tendrá efecto.”

“De ninguna manera… ¿No es injusto, pon?”

“Incluso habría vencido a Keek, enfrentándose a ella dentro del espacio virtual de Keek.” Respondió Snow White.

La imagen de Fal se desdibujó como si hubiera recibido un golpe de estática. Los hombros de Styler Mimi cayeron, y parecía que iba a romper a llorar en el acto. “Pero entonces… eso significa que no podemos hacer nada, ¿verdad?”

“A Grim Heart le parece vergonzoso luchar en primera línea, así que si se diera una situación en la que se viera obligada a actuar, el Joker estaría en problemas… Eso era lo que pensaba el Joker. Grim Heart evitará hacer nada por sí misma en la medida de lo posible. Pero cuando no tenga otra opción, actuará. Como ahora…” Snow White miró a Deluge, que estaba de espaldas a ella. Entonces, la mirada de Snow White se dirigió a la chica a la que se aferraba Deluge, y su rostro se quedó en blanco. Parecía como si sus labios temblaran un poco, pero puede que eso fuera simplemente la imaginación de Filru. “Cuando atacamos la sala de reuniones, ella entró en acción.”

“Si es vergonzoso para ella tomar medidas… ¿entonces no es vergonzoso para ella incluso venir a un lugar como este, pon?”

“Parece que está bien si es superior y altiva como líder de su ejército.”

“Qué señora tan desagradable.” Dijo Marika. “En serio, me encantaría darle una buena paliza.”

“¿No acabas de oírla hablar de que tenemos problemas porque no podemos hacer eso?” Dijo Mimi.

“Sin embargo, golpeamos a muchas de las Shufflin en el pasillo.” Señaló Marika. “Entonces, ¿incluso esas también volverán?”

Snow White miró a Deluge, y a la niña a la que se aferraba, una vez más. Esta vez, sus labios no temblaban. “Si el Joker está intacto… entonces… ya habrá terminado de reponerse.”

“¡Ja-ja-ja-ja! ¡Vamos a luchar para siempre!” “Cierra la boca, perra de las flores.” “Precisamente, ¿cuál es su objetivo, pon?”

“Adquirir las chicas mágicas artificiales, así como sofocar el plan y eliminar a todos los que lo saben.” Respondió Snow White.

“Entonces… estamos… realmente acorraladas, ¿no es así…?” Styler Mimi gimió.

“¡Ja, ja, ja, ja!”

Filru estaba tumbada en un saco de dormir que Snow White había sacado de su saco. Las voces de todos los que hablaban a su alrededor sonaban de algún modo distantes. Se sentía como si no formara parte de ello, como si estuviera escuchando desde la posición de un tercero. La única irritación era el dolor.

Uttakatta había sido apuñalada con una lanza. Su expresión entonces se había grabado a fuego en las retinas de Filru. Uttakatta siempre había parecido tan distante y sarcásticamente educada con todo el mundo. Había mantenido su estilo de vida como autónoma, y había dicho que mientras no se equivocara sobre a quién seguir, sobreviviría. Para vencer a las chicas mágicas artificiales, las dos lo habían arreglado para trabajar juntas. Ahora Filru estaba luchando junto a esas chicas mágicas artificiales. No importaba lo que había sucedido el día anterior, incluso los eventos de esa tarde parecían el pasado lejano.

¿Estaba Kafuria todavía a salvo? Filru tuvo la sensación de que, incluso capturada por el enemigo, Kafuria mantendría cierta alegría. Al menos, no iba a morir antes. Ella lo había dicho. Filru la había encontrado espeluznante, e incluso ahora, todavía lo hacía. Pero también quería que estuviera a salvo.

El dolor era demasiado y ella gimió, lamiendo la fruta. La agonía disminuyó un poco. Cerró los ojos.

Ella había querido el crédito. Quería volver a tener un trabajo. Pero, en realidad, no había sido necesario. Filru se imaginó trabajando junto a Uttakatta y Kafuria como autónomo. Parecía bastante divertido, de hecho.

Kafuria y Uttakatta se meterían con ella todo el tiempo, pero ella viajaría por todas partes para ganar un poco de dinero aquí y allá. Ese sería el tipo de trabajo en el que la gente también te necesitaba, a su manera.

Filru quería que alguien la necesitara. Quería que alguien dijera que era personal necesario.

“Por favor…”

No fue Snow White quien habló. Tampoco fue Styler Mimi ni Marika Fukuroi. Por supuesto, no  era Fal, ni tampoco Filru. Era Princess Deluge.

“Por favor, ofrézcanme. Si su objetivo es llevarme, entonces ofrézcanme y negocien. Díganles que me ofrecerán sin resistencia, siempre y cuando se salven las vidas de todos los demás.”