Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 7

Capítulo 2: Todos, Reúnanse

Parte 2

✰  Lady Proud

El Departamento de Diplomacia se encontraba en una situación crítica. Perder a Archfiend Pam había sido un golpe muy duro. Ninguna de las chicas mágicas que quedaban podía ocupar su lugar.

Al igual que la guerra es un método de diplomacia, el bando con la fuerza militar es el que manda en la diplomacia. Por muy astutamente que intentes conducirte, si los fuertes toman la decisión de que las cosas deben ser así, los débiles no tienen forma de resistirse.

Perder el increíble poderío militar que era Archfiend Pam también significaba que el Departamento de Diplomacia no podía seguir haciendo las cosas como siempre. No sólo eran más débiles. Ahora, ya no podían llevar a cabo el trabajo que era su propósito esencial. Se trataba del propósito de la existencia del departamento. Era justo decir que se trataba de una crisis de su propia supervivencia.

La influencia de Archfiend Pam dentro del departamento había sido prácticamente divina. Algunos la habían respetado y reverenciado más de la cuenta, llegando al nivel de adoración. Se suponía que el éxito era improbable a menos que fueras un graduado de la Escuela de Preparación Archfiend, y los graduados habían formado una facción que protegía los intereses de los suyos. Incluso después de que se descubriera el asunto de Cranberry, cuando Archfiend Pam había perdido su prestigio, esa facción nunca perdió poder.

La muerte de Archfiend en el trabajo había sacudido al Departamento de Diplomacia hasta sus cimientos. Pero con esta crisis, también había una oportunidad esperando a ser aprovechada. Ahora, los grupos disidentes podrían tomar el poder para convertirse en la corriente principal.

Lady Proud, miembro del Departamento de Diplomacia, era ambiciosa. Había experimentado personalmente la fría acogida de no provenir de la Escuela de Preparación Archfiend, y esa experiencia había calado en su propio ser. Sin embargo, ahora que la gran piedra angular que era Archfiend Pam había sido eliminada, ella podía estar en la cima.

Cuando había viajado al lugar de un incidente como teniente a las órdenes de Archfiend Pam, a la vuelta de terminar el trabajo, una chica mágica había dicho: “Esta vez eres la gran líder, ¿eh?” No lo había dicho como ella quería que se oyera. Ese comentario había sido probablemente un desliz descuidado de sus verdaderos pensamientos.

Cuando sus ojos se fijaron en los de Lady Proud, se puso tan nerviosa y se tapó la boca con la mano que Lady Proud se sintió mal por ella. Sí, la vez anterior, Lady Proud había estado al mando. Ella había pensado que lo había hecho bien, pero no lo había hecho. Al menos, no para esta chica mágica.

En el fondo de su corazón, Lady Proud ardía de humillación. Ella misma lo sabía mejor que nadie: Por muy buen trabajo que hiciera Lady Proud, nunca podría igualar a Archfiend Pam. La sola presencia de Archfiend cambiaba por completo la atmósfera de una situación. Afectaba tanto a los enemigos como a los aliados.

Cuando Lady Proud era la líder, sus subordinados trabajaban tan bien como los pequeños gánsteres expertos en extorsión.

Cuando Archfiend Pam trabajaba como líder, los subordinados habían trabajado con la capacidad de los soldados de élite que habían pasado por un entrenamiento intenso y especial para hacerlos sobrehumanos en cuerpo y espíritu.

Archfiend Pam era fuerte, muy fuerte, y en el Departamento de Diplomacia, donde la fuerza lo era todo, era un dios. Pero la habían matado. Los muertos no podían vencer a los vivos. No importaba lo fuerte que hubiera sido en vida, ahora que estaba muerta, nadie la temería. Y sin miedo, no se podía mover a la gente a la acción.

Lady Proud se sintió repelida por alegrarse de la muerte de alguien, pero, sin embargo, quería hacer valer esta oportunidad. Si no actuaba ahora, no podría llegar a la cima en toda su vida, y con el tiempo, el Departamento de Diplomacia se pudriría.

Mirando la pantalla con Umbrain, gritó sorprendida. Este correo electrónico decía que alguien estaba tratando de hacer chicas mágicas artificiales. El remitente era anónimo: Soy alguien que quiere ver más del Departamento de Diplomacia.

Un individuo más experimentado probablemente consideraría este tipo de cosas como una simple broma. Lady Proud no era diferente. Resopló y lo borró, y después de quince minutos de vaga consideración, abrió la carpeta de la basura y recuperó el correo electrónico. Sintió algo. No podía dejarlo así. Reflexionando y cavilando, pensó que si era una broma, no le importaba ser engañada por ella, así que utilizó un tiempo de vacaciones para ir a Ciudad S.

Según el correo electrónico, existía una nueva tecnología que podía crear chicas mágicas sin ayuda del Reino Mágico. Exponer esta información sólo le valdría un mínimo de crédito y, en cualquier caso, no era un asunto que concerniera al Departamento de Diplomacia. Estaba muy fuera de su ámbito.

Pero si, en cambio, podía mantener esa tecnología para sí misma, eso era otra cuestión. ¿Qué utilidad tendrían las chicas mágicas artificiales? ¿Serían lo suficientemente fuertes como para luchar a la par que las chicas mágicas normales? ¿Se podían elegir y asignar sus habilidades especiales? ¿Hasta qué punto era productivo este método?

¿Habían sido investigadas por cuestiones éticas?

Si el rendimiento de una chica mágica artificial estaba a la altura, adquirir la tecnología para producirlas devolvería al Departamento de Diplomacia su antigua gloria. Y la que estaría al mando —la que está en la cima— sería Lady Proud.

Olfateó en silencio, buscando el olor de la sangre en las partículas que flotaban en el aire. La sangre era un olor potente: pesado, carnoso, con un toque de sal. Su nariz trabajó durante un rato, y en cinco minutos, lo captó.

Lady Proud llevaba una larga capa que evocaba la membrana de las alas de los murciélagos, con adornos en el cabello en forma de ajo. Sus caninos eran inusualmente largos y afilados, y sus ojos brillaban en la oscuridad. Poseía el tipo de rasgos faciales nobles que cabría esperar de alguien de estirpe aristocrática europea. En pocas palabras, tenía un motivo vampírico.

Su sentido del olfato no era particularmente agudo cuando se trataba de detectar olores en general; la sangre, en cambio, era una historia diferente. Era tan sensible al olor de la sangre que podía enfrentarse a cualquiera o a cualquier cosa con un sentido del olfato más agudo: perros, cerdos, perfumistas, etc.

Al entrar en Ciudad S, Lady Proud había buscado inmediatamente el olor de la sangre. Si había algún tipo de incidente, ese olor impregnaría inmediatamente el aire, tanto la sangre humana como la de las chicas mágicas.

Algún tipo de incidente debería haber ocurrido ya, teniendo en cuenta lo que decía el correo electrónico. Poco podía ganar corriendo por la ciudad al azar. En el peor de los casos, podría toparse con la chica mágica local a cargo. Y si eso ocurría, a Lady Proud no se le ocurría ninguna excusa que utilizar. Las excusas habían sido esencialmente innecesarias para el Departamento de Diplomacia.

Al entrar en la ciudad, después de caminar un poco, captó el olor de la sangre que poseía un olor anormal. No era sangre humana. Tampoco era de un gato o de un perro. Era como la de una chica mágica, pero apestaba más como la de una bestia.

Y entremezclado con este olor animal —parecido al de un oso, un mono o un jabalí— había un aroma mágico. Era una especie de sangre como la de una chica mágica, pero también como la de una bestia.

¿Es de chica mágica artificial?

Siguió el olor desde el tejado de un videoclub hasta un poste telefónico, y luego a lo largo del tendido eléctrico. Tendría sentido que esta fuera una ruta que las chicas mágicas utilizaban para viajar. Si este olor desconocido era de una chica mágica artificial, ¿significaba que estaba herida?

El olor era fuerte pero no fresco. Probablemente había pasado menos de una semana pero más de dos días desde que este individuo estuvo aquí por última vez.

Lady Proud siguió el olor, que poco a poco se hizo más fuerte, antes de llegar al centro de una explanada. Esta ciudad era la segunda más grande de la prefectura, pero comparada con una verdadera metrópolis, se parecía más a un pueblo. Las montañas parecían estar vacías de cualquier habitante humano, y había bosques y selvas.

Podía adivinar lo que había ocurrido aquí. Los árboles habían sido talados y el suelo estaba lleno de cortes. Este lugar estaba marcado por la destrucción, como si hubiera estallado una bomba. Una chica mágica podría hacer algo así.

Lady Proud había rastreado el olor hasta su punto más fuerte, pero eso había sido un error. En otras palabras, esta era la fuente. Había habido algún tipo de altercado aquí en la explanada, y algo había sangrado aquí. O bien alguien había sido rociado con sangre, o había ido al pueblo mientras estaba herido, y esos eran los rastros que Lady Proud había olido.

No debería haber venido aquí. Esta era la dirección equivocada. Entonces, ¿a dónde había ido la chica desde aquí? En su ubicación estaría probablemente lo que Lady Proud estaba buscando: o bien la chica mágica artificial o quienquiera que la hubiera derrotado y se la hubiera llevado.

Sumida en sus pensamientos, Lady Proud tardó en notar el tirón de su manga.

Pensando: Oh, ya es hora de que se aburra, giró la cabeza y Umbrain le hizo un mohín con las mejillas hinchadas.

“Estoy aburrida.”

“Ya imaginaba que lo estarías.”

Umbrain era la favorita de Lady Proud. Confiaba en ella lo suficiente como para llevarla a este tipo de trabajos que no podía hacer de modo oficial. Pero se aburría muy fácilmente.

“Todo lo que estoy haciendo es seguirte mientras caminas y olfateas. Es aburrido.”

“Te agradecería que tuvieras un poco más de paciencia.”

Había un dicho: No hay cobardes entre las filas del Departamento de Diplomacia.

Umbrain y su impermeable amarillo, su gran paraguas con un cielo azul dibujado en el interior, los caramelos que siempre colgaban de su traje, su aspecto infantil y su forma de hablar, no era una excepción. Lady Proud podía confiar en que Umbrain le guardaría las espaldas incluso en el campo de batalla más sangriento.

Esto bien podría convertirse en una lucha entre las chicas mágicas artificiales y los que las persiguen. Lady Proud no permitiría que Umbrain se alejara de ella por una razón tan infantil como el aburrimiento.

Lady Proud acarició la mejilla de Umbrain con el dorso de la mano. Era suave, casi como si quisiera aferrarse a ella, y agradablemente húmeda. No existía una chica mágica con la piel sucia, pero incluso en comparación con otras chicas mágicas, las mejillas de Umbrain eran especialmente agradables al tacto.

A Lady Proud le habría gustado usar la palma de la mano para tocar la mejilla de Umbrain, pero desde que escuchó los dudosos rumores de que las chicas mágicas demasiado susceptibles serían demandadas por acoso, se limitó a usar sólo el dorso de la mano. Podía obtener una sorprendente cantidad de sensaciones sólo con eso.

Lady Proud lanzó un profundo suspiro que la llenó de energía. “Te lo he dicho antes, ¿no? Me convertiré en la jefa del Departamento de Diplomacia, y tú serás mi XO.”

“¿XO?”

“La segunda más importante.”

Las mejillas hinchadas de Umbrain se aplastaron. Lady Proud odiaba verlo ocurrir, pero sería un problema que Umbrain estuviera siempre malhumorada. Ahora tenía un trabajo que hacer.

“Así que quiero que aguantes un poco. Lo entiendes, ¿verdad?”

“¡Está bien! Me aguantaré para poder ser el XO!”

“No te preocupes, esto no llevará mucho tiempo. Démonos prisa y persigámoslos antes de que el olor desaparezca.” Lady Proud deslizó su mano dentro de la capucha del impermeable de Umbrain para acariciar su cabeza. El acto de meter la mano en el abrigo la llenó de más energía. Los ojos de Umbrain se entrecerraron en una sonrisa mientras Lady Proud le susurraba: “Esforcémonos juntas.”

***

✰  Styler Mimi

El deseo de las chicas de estar a la moda incluso cuando se es una chica mágica era el pan de cada día de Styler Mimi. Eran las chicas mágicas las que le entregaban sobres de dinero (bajo el pretexto de que era caridad o un regalo) lo que le permitía ganarse la vida cómodamente.

Pero algunos buscaban a Styler Mimi por otras razones no tan femeninas. Archfiend Pam siempre había defendido que cuando una chica mágica se dirigía a territorio enemigo, tenía que transformarse, pasara lo que pasara. Como las chicas mágicas reaccionaban mucho más rápido que los humanos, si te transformabas sólo cuando te dabas cuenta de que eras víctima de un ataque sorpresa de una chica mágica, sería demasiado tarde: te matarían. Al contrario que en la ficción, había muy pocos enemigos amanerados que esperaran a que tu secuencia de transformación terminara para atacar.

Pero algunas chicas mágicas no podían ocultarse entre los humanos, como las que tenían grandes alas que les salían de la espalda, o las que emitían un aura por todo el cuerpo, o las que eran espíritus y por eso eran medio transparentes. Había un cierto número de chicas mágicas a las que les costaba mucho hacerse pasar por humanas sólo con la ropa. E incluso las que no eran tan extremas podían tener colores de cabello muy llamativos pero no eran capaces de encontrar ningún tinte o polvo para usar en ellas que funcionara bien. Estas chicas mágicas necesitarían a Styler Mimi.

Con la magia de Styler Mimi, podía ocultar grandes alas, dar color a chicas mágicas semitransparentes, atenuar la luminiscencia de las auras y teñir el cabello de colores naturales.

Marika Fukuroi era una de esas personas necesitadas. Si de su cabeza sólo creciera una pequeña flor, podría ocultarla con un sombrero, pero una mirada más atenta a su cabello mostraba cómo se asemejaba a una exuberante planta; su cabello tenía incluso hojas creciendo en él. Aunque era comparativamente corto para una chica mágica, cubrir todo su cabello limitaba sus métodos para disfrazarse, y tales disfraces estaban destinados a hacerla destacar más.

“A fin de cuentas realmente te necesito, Mimi.” “No, la verdad es que no.”

“Sí, sí te necesito.”

“Todo lo que tienes que hacer es reservar conmigo de antemano y puedo disfrazarte completamente. Ese es el alcance de mis funciones,

¿no? Una esteticista es precisamente ese tipo de persona. ¿Qué soldado llevaría a su esteticista mientras se infiltra en territorio enemigo? Si quieres llevar a alguien contigo, por favor, lleva a alguien más fuerte.” Mimi miró a Marika con el mayor resentimiento que pudo reunir, pero Marika se rió. No había funcionado.

Marika bebió un trago de la botella de plástico que tenía en su portabebidas. En ese momento, el tren bala se balanceó, y el agua goteó de las comisuras de su boca. “No sé por qué, pero no consigo contactar con Monako o Amy…”

“Me pregunto por qué. Generalmente esas dos están libres, ¿no?” “¿Quién sabe? Supongo que están ocupadas.”

Algunas personas agradecían o se divertían con la locura y la violencia escandalosa. Si le preguntaras a Mimi, disfrutaban de ese tipo de cosas porque eran individuos infantiles con egos poco desarrollados, el tipo de personas que habrían leído algo como Asesinos en serie del mundo solos en la biblioteca de la escuela media.

Las dos chicas mágicas, Monako y Amy, estaban a menudo con Marika, de una forma u otra. Y no de mala gana, como Mimi, sino de buen grado. Cuando se descubrieron las maldades de Cranberry, mucha gente se escandalizó diciendo: “¿Cranberry hacía algo así? ¿De verdad? ¿No Marika Fukuroi?” Para estar cerca de alguien de quien se decían incluso esas cosas, había que estar tan loco como ella.

“Ya no deben querer salir contigo. Han reflexionado.”

“Monako y Amy no son así.” Marika volvió a reírse de ella. Sus risas eran fuertes y estridentes.

Era mediodía de un día laborable y las dos estaban en un vagón reservado, así que no había mucha gente. Pero al mirar a su alrededor, Mimi vio a un anciano asalariado que las miraba con desconfianza, y sus ojos se encontraron. Ella sonrió alegremente e inclinó la cabeza. Una chica mágica podía resolver la mayoría de los problemas con una sonrisa y una reverencia. El hombre la miró con resignación y le devolvió la sonrisa. Mimi rezó para que pensara que eran hermanas que tenían que ir a casa de sus parientes para un evento familiar o algo así.

Sin parecer notar la consideración de Mimi, Marika se rió alegremente. “Como son ellas, apuesto a que ahora mismo se están divirtiendo. Les han invitado a salir a algún sitio, así que ahora no están en casa. Pero nosotras también nos lo vamos a pasar en grande. Realmente se lo están perdiendo. Así que tienes suerte en ese sentido, Mimi.”

“¿Qué hay de suerte en esto?” Nada de esta situación se ajusta a esa descripción.

“Es divertido, ¿eh?”

“No, no lo es.”

“Tengo la sensación de que va a haber algunos oponentes difíciles allí.”

“No quiero conocer a nadie más.”

“Vamos.” Marika se inclinó hacia delante, apretando la botella de plástico para expulsar el agua, que salió a chorros para golpear a Mimi en la cara. Ella eligió recibir el golpe. No consideró la posibilidad de evitarlo, ya que consideraba que si lo bloqueaba con las manos o giraba la cara, no podría evitar la patada frontal que le seguiría.

Incluso mientras le rociaban la cara, no cerró los ojos. El tacón de Marika, que salió disparado hacia abajo al mismo tiempo que llegaba el agua, Mimi lo bloqueó con la palma de la mano. Para amortiguar el impacto, levantó todo su cuerpo, agarrando el respaldo, y saltó sobre el asiento en un medio giro, moviéndose hacia el asiento de atrás mientras frenaba la patada hasta detenerse.

“Bien, bien, como mínimo no estás oxidada.” Algo debió divertir a Marika, ya que se agarraba el estómago y se reía.

Marika Fukuroi era una figura odiada. Alguien que te diera una patada al azar en medio de un momento normal obviamente no sería popular. Mimi inclinó la cabeza para saludar al anciano, que tenía los ojos muy abiertos por la sorpresa, y volvió a su asiento original. No quería sentarse junto a Marika, pero había reservado ese asiento y no quería desperdiciarlo.