Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 8

Capitulo 6: Pistas de los Secuestradores

La escena que nos esperaba en el cuartel general me hizo dudar de mis ojos. La puerta principal estaba abierta. La entrada era un desastre. Force y Erin estaban atados en el suelo. Los liberamos inmediatamente y los ayudamos a levantarse, esperando obtener una explicación.

Según Force, un misterioso grupo de clérigos había llamado a la puerta, atacado sin previo aviso y se habían llevado a Neme. Rápidamente usé Detección de Enemigos para escudriñar la zona en busca de Neme o de alguien sospechoso, pero no obtuve ningún resultado. Ya estaban fuera de alcance. Teniendo en cuenta la rapidez con la que habían desaparecido — además, cómo habían elegido atacar mientras el rastreador de los Arrivers estaba ocupado en la mazmorra—, sólo podía suponer que los secuestradores habían planeado su emboscada. La culpa fue mía por no haberme fijado en ellos mientras hacían sus preparativos.

Afortunadamente, Force pudo sacarle a Neme el nombre de “Cardenal Fuge”, pero ninguno de nosotros sabía de quién se trataba. Pensé que Roslia conocería todos los grandes nombres de la fe cecinaista, pero era tan ignorante como el resto de nosotros. Intenté pensar en otros conocidos que conocieran el cecinaísmo, pero me quedé en blanco.

Mientras me devanaba los sesos, Sofie me dijo: “Gilbert podría saber algo.”

¡Claro que sí! Consultar al sacerdote de guerra de Legion fue una gran idea. Tenía fama de ser el inquisidor más fuerte y había tenido una vez un papel preeminente en la iglesia. Si íbamos a verle, incluso podríamos hablar con Leyfa. Una persona de la realeza como ella estaba obligada a conocer a todo tipo de personas, así que era posible que tuviera alguna pista sobre quién había secuestrado a Neme. Así que decidimos que Sofie, Force y yo iríamos a ver a la princesa. Mientras tanto, Roslia y Erin recorrerían la ciudad para ver qué información podía recabar sobre el grupo sospechoso.

Llamamos a la puerta de la habitación de hotel de la princesa. Una cara conocida respondió poco después.

“¿Otra vez ustedes?” A pesar de su expresión de disgusto, Leyfa nos dejó entrar. Rápidamente le contamos a Legion lo que había sucedido. Después de escuchar nuestra historia, Leyfa dijo: “El Cardenal Fuge… No se parece a nadie de nuestra iglesia. ¿Conoces a esta persona, Gilbert?”

“En efecto. Es del extranjero. Creo que es el Cardenal de Aifan, que se conoce como la patria del cecinaismo.”

“¿Dónde está eso?” Pregunté, sin conocer las circunstancias de las naciones vecinas.

Leyfa fue quien me respondió. “Es el siguiente país más allá de nuestro vecino del sur. Tienen una gran población de otras especies como los enanos, y antes eran conocidos por su producción de herramientas mágicas. Aifan no tiene mazmorras, así que no es tan bullicioso como antes, pero sigue siendo famoso por dos cosas.”

“¿Qué son?”

“Lo primero son sus artes sagradas. Como dijo Gilbert, es básicamente la capital del cecinaismo. Y la otra son las habilidades. Aifan es supuestamente el líder mundial en la investigación de habilidades.”

Investigación de habilidades, ¿eh? Al igual que las mazmorras, la verdadera naturaleza de las habilidades estaba más allá del conocimiento humano. No me sorprendió que la gente las estudiara.

“Se dice que Aifan ha logrado dirigir qué habilidades se otorgan a un peticionario. En otras palabras, son capaces de elegir las habilidades que desean como nación.”

“¿Eso es posible…?”

Si eso fuera cierto, sería un milagro. La gente como yo podría ahorrarse la miseria de obtener habilidades indeseables y tener sus sueños aplastados. Estaba un poco celoso.

“En cualquier caso, mis manos están atadas si otra nación está involucrada. Si la realeza interfiere, se convertirá en un incidente internacional. Debo mantener la neutralidad.”

“Claro, por supuesto…”

Ni siquiera Tyrant Princess se comportaría de forma tan descabellada. Me había aferrado a una débil esperanza de que ella se plegara a las reglas por nosotros después de que le hubiéramos salvado el culo en el piso 21, pero entendía su razonamiento al ser ella una princesa.

“Por la misma razón, no puedo prestarte la ayuda de los miembros de mi grupo ya que son considerados mis subordinados directos. ¿Está claro, Miya?”

“¡¿Eh?! ¡¿Por qué me señalas a mí?!”

“Porque probablemente dirías algo así como: ‘Si Note está suplicando ayuda, supongo que tengo que hacer algo. No puedo abandonar a mi amigo de la infancia’. Y entonces saldrías corriendo a ayudarle.”

“¡No lo haría! Probablemente no… Quiero decir, Erin también es un miembro de los Arrivers, ¿no? Así que si mi amiga está necesitada, entonces supongo que tengo que…”

“Exactamente a eso me refiero. Y no vayas a usar a tu nueva amiga como excusa para endeudar a tu amigo de la infancia.” Leyfa golpeó ligeramente a Miya en la cabeza, y luego se volvió hacia nosotros. “Bueno, ahí lo tienen. Espero que no me lo tengan en cuenta. Tengo mis propias circunstancias que considerar.”

“No te preocupes. Sólo saber la identidad de los secuestradores es una gran ayuda. Ahora podemos ir tras Neme. De verdad, gracias.”

“Espera. Todavía no he terminado.” Leyfa ya había hecho bastante, así que lo que dijo a continuación me tomó realmente por sorpresa. “Si tu grupo logra recuperar a Neme Pargin, puedes dejarme el resto a mí. Usaré mi poder como princesa para asegurarme de que el cardenal no vuelva a ponerles la mano encima.”

Me quedé en silencio, atónito.

“¿Para qué es esa mirada tonta?” Preguntó. “Bueno…”

“Note está en estado de shock. Apuesto a que nunca esperó que le ofrecieras una mano.” Se rió Miya, dándole una palmadita en el hombro a Leyfa. “Ja, ja, Leyfa es demasiado tímida para ser sincera. Leyfa, si quieres ayudar, sólo tienes que decirlo. No tienes que ser tan indirecta.”

“… ¿Qué?”

“¡Eres tan linda! Mira cómo te haces el tímida.”

“Retiro todo lo dicho, Nota Athlon. Por culpa de tu amiga de la infancia, ya no moveré un dedo por ti.”

“¡¿Qué?!”

“Si tienes que culpar a alguien, culpa a Miya.”

Esto era cien por cien culpa de mi estúpida amiga de la infancia. Le lancé una mirada a Miya, y ella continuó sin ninguna señal de remordimiento.

“Me ocuparé de Miya más tarde.” Leyfa se aclaró la garganta y continuó: “Ahora,

¿realmente pretendes ir a Aifan? El cardenal es básicamente la posición más alta de la iglesia. Si una persona como esa está haciendo un movimiento, también puedes considerar a todos los cecinaistas de Aifan como tus enemigos.”

“No. La propia Aifan está básicamente dirigida por la iglesia. Sería más bien enfrentarse a toda la nación.” Corrigió Gilbert.

Enfrentarse a toda una nación, ¿eh? Eso debería ser suficiente para hacer reflexionar a cualquiera, pero por desgracia, ya tenía mi respuesta. ¿A quién le importaba un país? Éramos los retadores de vanguardia de una mazmorra que nadie había conquistado antes. Una o dos naciones no me asustaban después de algunos de los jefes de piso a los que nos habíamos enfrentado.

“¿No deberías saber mejor que nadie que una advertencia como esa no nos detendrá, Princesa Leyfa?”

“En efecto. Si eso funcionara, ya estarías bajo mi control.” “Así es.”

A continuación, nos dimos la vuelta para irnos. Probablemente Neme estaba en medio de su traslado a Aifan. Como los intrusos habían ido a secuestrarla, su vida probablemente no corría peligro inmediato, pero eso no significaba que pudiéramos tomarnos nuestro tiempo. Mientras salíamos de la habitación, Leyfa nos llamó por detrás.

“Intenta al menos volver a salvo.”

“No sabía que le importara tanto, Su Alteza.” Respondí.

“No estaba hablando contigo. Estaba hablando con Sofie.”

“… Por supuesto.”

“La voy a dejar a tu cuidado, así que será mejor que te encargues de que no encuentre su final fuera de la mazmorra. No quiero que pase por algo doloroso.”

“Vamos a recuperar a Neme para evitarlo.”

Probablemente era la forma que tenía Leyfa de animarnos. Como Miya había señalado, la princesa no era muy directa, pero estaba preocupada por nosotros. Ahora mismo, sólo podía ser sincera con Sofie a solas. Sin embargo, dado que en el pasado sólo había visto a la fiel caballero como un peón, consideré que eso era un gran progreso.

“Ya nos vamos, Alteza.” Respondió Sofie con alegría antes de salir.