Isekai Wa Smartphone to Tomoni (NL)

Volumen 27

Capítulo 1: El Golem De Oro Y La Pequeña Dama

Parte 4

Sue y Steph saltaron a los brazos de la otra, balanceándose mientras se unían por fin.

No, está… bien. No me hagas caso…

“¡No te muevas! ¡¿Quién eres?!”

Nuestro tierno momento se vio truncado por la repentina aparición de los guardias del castillo. Nos habían rodeado y sacado sus lanzas. Por un momento casi me olvido de que éramos intrusos ilegales. Además, también había desactivado el disfraz… así que sí, sería muy fácil identificarnos.

Consideré brevemente usar [Teleport] para huir, pero como Steph era una invitada aquí, supuse que sería mejor hablar con la reina de todo. Aunque dudaba que creyeran que era mi hija… Tendría que decir que era otro tipo de pariente, por si acaso.

“¡Nooooooo! ¡Esta es mi familia! ¡No son malos!”

Justo cuando iba a explicar la situación a los soldados, Steph se adelantó y empezó a gritar. Los soldados se miraron entre sí, sin saber cómo reaccionar. Finalmente, uno de ellos, presumiblemente el que estaba al mando, dio la orden de bajar las armas.

“Si de verdad eres de la familia de la Comandante Stephania, entonces te pido disculpas. Sin embargo, hubiera preferido que hicieran uso de la puerta principal”.

“Lo siento por eso. Estábamos preocupados por Steph, así que nos pareció prudente entrar y asegurarnos de que estaba a salvo.”

Le di una explicación clara y directa al guardia. Entendía perfectamente de dónde venía, pero no estaba tan seguro de que entrar normalmente hubiera funcionado. Si hubiera aparecido y dicho al azar que era miembro de la familia de Steph, podrían haber optado fácilmente por no creerme. Además, ¿la había llamado comandante invitada? Era un poco loco darle un puesto así a una niña de cinco años…

“Entonces, ¿podemos llevar a Steph a casa?”

“E-Er, no… ¿Podría esperar un poco, por favor? Si la Comandante Stephania se va, el castillo seguramente caerá”.

Mis palabras hicieron que el hombre entrara un poco en pánico. Tenía el presentimiento de que sería así… Parecía que el grupo de la reina dependía de mi hija, así que no les convendría perder a Steph en este momento. Pero eran ellos, no nosotros. No tenía ninguna razón para dejar que se quedaran con ella sólo porque les facilitaba las cosas.

“Heeey, ¿papaaaaaa? Puedes encontrar el regallier, ¿verdad?”

Justo cuando estaba pensando en cómo llevar a Steph a casa con el menor alboroto posible, la propia chica me hizo una pregunta.

¿Qué era un regallier? ¿Se refería a.… regalía? ¿Como un signo de autoridad real? ¿Algo similar a los tres tesoros sagrados de Japón, o el Sello Imperial de China, tal vez? ¿El Reino de Rephan tenía algo así?

“¿E-Es eso cierto? Señor, ¿podría encontrar la regalía?”

“Uhhh… tal vez podría usar mi magia de búsqueda para encontrarlo, pero no hay garantía…”

“¡¿Magia?! ¡¿Como los hechizos de la Comandante Stephania?! ¡Por favor, señor! ¡Debe ver a la reina de inmediato!”

Uhhh … Creo que me gustaría ver mi salida de aquí, gracias.

Debí parecer reacio, porque Steph me tiró de la manga.

“Papaaaaa, ¿por favor? La reina fue muy amable conmigo, ¿sabes? Tengo que pagar mis deudas”.

“¡¿Eh?!”

¡¿Dijiste que tienes que pagar tus deudas?! ¡¿Qué pasa con ese sentido del deber?! ¡¿Quién te enseñó a ser así?! ¡Fui yo, probablemente!

¡Estúpido idiota del futuro!

Suspiré. Si mi hija sentía que tenía que pagar una deuda, entonces no podía ignorarla. Me giré para ver si Sue podía sacarme de esta, pero Steph ya estaba en pleno trabajo con ella.

“¿Mami, por favoooooooor?”

“Umm… Claro… Supongo que es justo pagar a alguien si ha cuidado de ti. Escuchemos a la reina, Touya.”

“¡Yupi!”

Sue cayó inmediatamente víctima de los ojos de cachorro de Steph. Nunca antes había visto a Sue tan encantada por alguien. Era realmente otra cosa. Probablemente estaba muy feliz de conocer finalmente a su hija.

Aun así, sabía que Sue tenía razón. Si la reina había dado comida y alojamiento a nuestra hija, habría sido un error por nuestra parte marcharnos sin siquiera reconocerlo. También sería un mal ejemplo para mis hijos.

“Por aquí, por favor.”

El capitán de la guardia nos condujo hacia donde esperaba la reina Rephan. El Golem dorado caminaba detrás de nosotros.

“Steph… ¿Me he estado preguntando, pero es que la corona¹ de oro?” “¿Payaso de oro? ¿Qué significa eso? Se llama Gold”.

Steph ladeó la cabeza confundida, aparentemente insegura de lo que quería decir. No estaba segura de cómo formular la pregunta… La corona blanca, Albus, probablemente seguía en el castillo de Brunhild en el futuro… pero probablemente no se llamaba la corona blanca en la conversación del día a día.

“Uhhh… ¿Dónde conociste a Gold?” “¡Umm… por Ciudad Pyce! ¡Cayó del cielo!” “¿Qué?”

Steph comenzó a explicar. Al parecer, se había materializado en la región de Corson, al sur de Rephan. A pesar de que la Abuela Tokie le había dicho que tuviera cuidado, estaba tan entusiasmada con su nuevo entorno que corrió a un bosque cercano y empezó a luchar contra lobos y osos… sólo para perder su teléfono inteligente en el proceso.

Sentí un poco de lástima por ella, pero Yoshino intervino para decir que perder el teléfono era algo habitual en Steph. Cuando se preocupaba por algo, apenas prestaba atención a nada más.

Steph empezó a tener hambre, así que activó [Accel] y [Prison] para empezar a atravesar el bosque y encontrar la civilización. En su camino, derribó varios árboles y atravesó directamente al menos una colina.

Hice una nota mental para enseñarle más tarde sobre el daño medioambiental y la deforestación.¹ Corana en ingles Crown y Payaso Clown. De ahí la confusión.

Fue en ese momento cuando Steph dijo que vio un agujero en el cielo sobre un campo fuera del bosque.

“¿Un agujero?”

“¡Mhm! Fue como…brrrrrr… Luego fue todo, fwaaah… ¡y kachow! Luego, oí, worblebrrraaassshhh, ¡y luego bzztbzztpkhsaaaaaah!”.

No tenía ni idea de cómo procesar nada de eso.

“¡Un Golem!”

***

Steph se acercó al Golem dorado que había caído del cielo, sin tomar ningún tipo de precaución. Su [Prison], que repelía cualquier amenaza a su alrededor, estaba desplegada. Steph solía tenerla activa inconscientemente la mayor parte del tiempo.

Para ella, [Prison] que rodeaba su cuerpo era como la ropa. Nunca se la quitaba en un entorno desconocido. Sólo se sentía segura con su familia. Cuando estaba fuera de casa, su hechizo defensivo estaba activo incluso mientras dormía. Debido a esto, era increíblemente despreocupada en su vida diaria, ya que no tenía ninguna razón real para sentir que podía sufrir ningún daño. Y si bien es cierto que no tenía ningún motivo para ser precavida, a menudo se veía envuelta en situaciones de riesgo.

El Golem estaba apoyado contra un árbol cercano cuando Steph se acercó. No estaba roto ni doblado en ningún sitio, pero tenía grietas y rajas en la chapa exterior. Parecía dañado por una presión extrema sobre su cuerpo.

El Golem no se movió en absoluto, ni siquiera cuando ella golpeó varias veces su chasis con el puño. Levantó la vista hacia el brillante agujero en el cielo del que había caído. Se estaba encogiendo a gran velocidad y, en poco tiempo, ya no quedaban rastros de que hubiera existido una abertura.

“¿La caída lo rompió?”

Steph miró el Golem, pensando en su hermana, obsesionada con la tecnología. Al fin y al cabo, a Quun le habría hecho mucha ilusión ver esto. Seguro que ella también habría sabido repararlo.

Steph recordó de repente a Parla, el pequeño Golem con forma de oso de Quun, e intentó pensar en las veces que había visto a Quun reparándola.

¿Cuál era la primera orden?

“¿Umm…oh-pehn?”

Steph hizo todo lo posible por imitar lo que recordaba que hacía su hermana: colocó la mano sobre el pecho del Golem dorado, concentró su magia y recitó la orden [Open]. Con un siseo, el aire escapó de repente del interior del Golem y la escotilla de su pecho se abrió. El G-Cube, el núcleo del Golem, brilló a la luz del sol.

Por desgracia, Steph no tenía ni idea de lo que eso significaba. Así que, tímidamente, tendió la mano hacia el G-Cube. Su hermana le había dicho que este cubo era una parte importante de cualquier Golem, así que al menos eso recordaba.

Metió la mano en la sustancia gelatinosa y sacó el cubito. No ocurrió nada, así que volvió a colocarlo dentro.

“ERROR. NO SE HAN PODIDO REGISTRAR LOS DATOS MAESTROS.

INTENTE DE NUEVO”, dijo de repente el Golem, haciendo que Steph retrocediera un poco.

“¡¿Qué?!”

No era más que una rudimentaria asistencia de voz, pero Steph lo interpretó como que el Golem le estaba hablando.

“ERROR. NO SE HAN PODIDO REGISTRAR LOS DATOS MAESTROS. INTENTE DE NUEVO”.

Steph se quedó mirando con curiosidad el Golem mientras se repetía una y otra vez.

“¿Qué hago?”

“POR FAVOR, INTRODUZCA LA MUESTRA MAESTRA EN EL G-CUBE. EL PELO, LAS UÑAS, LA PIEL Y OTROS VERTIDOS CUENTAN COMO MUESTRAS VÁLIDAS”.

Steph se encogió de hombros y se arrancó un mechón de su bonita melena rubia, muy parecida a la de su madre. Luego cogió el mechón y lo colocó dentro del G-Cube.

Recordaba que su hermana había hecho algo parecido con otro Golem en el pasado, así que seguramente esto también era lo correcto.

“REINICIAR… ¿PURGAR DATOS ANTES DE REINICIAR? LA PURGA DE DATOS  PUEDE  REINICIAR  LA  FUNCIÓN  DE  MEMORIA  DE  LA

MÁQUINA,    LOS    COMPORTAMIENTOS     APRENDIDOS    Y   OTRAS HABILIDADES. ¿ES ACEPTABLE?”

“… ¿Pulgar? ¿Umm…memorio? No lo entiendo… pero, ¿okay?” “RECONOCIDO PURGADO… DATOS PURGADOS”.

La trampilla del cofre silbó al cerrarse de nuevo. Steph no había entendido lo que la máquina le había preguntado. Supuso que lo más inteligente era responder afirmativamente a lo que le preguntara. No tenía ni idea de que acababa de reiniciar el Cristal Q del Golem dorado, borrando su mente por completo.

Steph escuchó la voz robótica mientras la guiaba por el resto del proceso, incitándola a hacer fluir más magia a través de su núcleo.

“Serie Corona Modelo CS-10: Seraphic Gold… Inicializando… Esperando registro de nombre maestro”.

“¿Registe nombre mastro?” “Diga su nombre.”

“Steph. Stephania Brunhild”.

“Registrado. Entrega maestra: confirmada”.

El Golem, Gold, entrecerró los ojos de su visor mientras sus cámaras se ajustaban para ver la cara de Steph. A continuación, la pequeña máquina se impulsó lentamente hacia arriba y dio unos pasos hacia la chica.

“Designación: Seraphic Gold. Serviré como tú leal asistente. Todos tus deseos son órdenes para mí, maestra”.

“Espera, ¡¿entonces hiciste un contrato con él?!”

Dame un segundo para procesar esto… ¡¿Steph es la maestra de la corona dorada?! Sé que Yumina y Albus la corona blanca tienen un contrato temporal porque su antepasado, Arthur, una vez tuvo un contrato con Albus… ¡pero esto es diferente!

Un contrato temporal no era nada de qué preocuparse porque la habilidad de la corona que requería un precio del contratista no podía ser utilizada sin un contrato completo. ¡Pero Steph había ido e hizo una completa! Estaba firmado y listo. Todo acordado y en regla. Eso significaba que podía hacer uso de la habilidad de la corona de oro, y pagar el precio que fuera necesario…

“Eres la corona de oro, ¿verdad? ¿Cuál es la habilidad de tu corona?”

“Pregunta anterior: Afirmativa. Última pregunta: Negativo. No tengo esa habilidad en mi repertorio”, respondió Gold, que había estado de pie detrás de mí. Recordé que Silver había mencionado que Chrom quería hacer Golems que no tuvieran precios tan altos por sus habilidades… Entonces,

¿eso significaba que Gold era como Silver y no tenía una forma de pago desmesurada?

Pero, ¿cómo se las arregló Steph para hacer un contrato completo con la corona de oro, de todos modos?

Me detuve un momento y parpadeé con fuerza.

Espera… Arthur Ernes Belfast, el antiguo señor de la corona blanca… era un antepasado de la familia real de Belfast, ¿verdad?

En ese caso, no sólo Yumina tenía su sangre. Sue también. Silver, la corona de plata, fue capaz de hacer un contrato con el hijo que tuve con Yumina… y Gold, la corona de oro, fue capaz de hacer un contrato con la hija que tuve con Sue… ¿Podría ser que Kuon y Steph heredaran la cualidad innata de Arthur necesaria para contratar con una corona?

Entonces supongo que esto estaba destinado a ser…

Hice una nota mental para que la doctora Babylon y Elluka hicieran un análisis exhaustivo de Gold en cuanto llegáramos a casa. No podía quedarme de brazos cruzados y correr el riesgo de que fuera algún tipo de peligro para Steph, después de todo.

Pero ahora estaba simplemente confundido. Si ésta era la corona de oro,

¿cómo robaron el Arca los devotos malvados? ¿Había otra corona que no conocíamos?

“Hey, Steph. ¿Cómo conociste a la reina de este país?” “Umm…”

“Aquí estamos, la habitación de la reina.”

La respuesta de Steph a la pregunta de Sue se vio interrumpida por el anuncio del capitán de la guardia. Señaló una gran puerta frente a nosotros. Me encogí de hombros y decidí que la respuesta nos la daría la propia mujer.

La puerta se abrió y entramos, encontrándonos cara a cara con la reina. Aparentaba unos cincuenta años y no se parecía en nada a lo que uno podría imaginarse de una reina. Llevaba una ropa muy sencilla, un vestido sin adornos. Tenía una leve sonrisa en la cara y unos ojos dulces ocultos tras unas gafas redondas. Algo en ella me recordaba a Ellen, la madre de Sue. Ellen era mucho más joven que esta reina, por supuesto, pero tuve la sensación de que podría acabar pareciéndose a ella a una edad más avanzada. Quizás fue este parecido con su abuela lo que atrajo a Steph.

“Es un placer, Gran Duque Brunhild. Soy la reina de esta nación, Sonya Quill Rephan”.

“¿Hm? ¿Sabes quién soy?”

“Así es. La joven Steph ha sido bastante jactanciosa cuando se trata de su familia”, la Reina Rephan rio suavemente mientras hablaba, haciéndome preguntar exactamente qué era lo que Steph le había estado diciendo.

“Pero debo decir… que eres terriblemente joven para ser padre, ¿no? Y tú eres la… ¿madre? Erm…” La reina Rephan tartamudeó un poco cuando sus ojos se posaron en Sue. Pude ver cómo parpadeaba confundida.

En este mundo, la gente suele casarse entre los quince y los dieciocho años. Pero si Steph tenía cinco años, eso significaba que yo había sido padre a los trece y Sue había dado a luz a los ocho. La Reina Rephan estaba obviamente tratando de procesar la logística de eso.

“Oh, no. Perdón por la confusión. Steph es pariente mía, no mi hija. Ella a veces me llama papá como una… broma. Es como un apodo…”

“¿Eh? ¡Eso no es ver—bgh!”

Sue sonrió mientras deslizaba una mano sobre la boca de Steph.

Buena atrapada.

“Oh, ya veo. Steph ha intentado por todos los medios explicarme muchas cosas sobre ella, pero hay muchas cosas que simplemente han pasado por encima de mi cabeza.”

Sí, eso no me sorprende… Si Steph le gusta mezclar un montón de extraños efectos de sonido en sus explicaciones habituales como lo hizo con la historia de la corona, que sería difícil de seguir en el mejor de los casos.

Me senté en el sofá frente a la reina. Sue se sentó a mi lado, con Steph intercalada entre nosotras. Sakura y Yoshino se sentaron junto a Sue. Kohaku se acurrucó junto a mis pies, mientras Gold permanecía de pie a un lado del asiento.

“Lo primero es lo primero, gracias por mantener a salvo a Steph”, dije mientras inclinaba la cabeza ante la reina. La situación era bastante complicada tal y como estaba, pero era innegable que la reina había mantenido a mi hija caliente y alimentada. Como padre, tenía que estarle agradecido por haberlo hecho.

“Oh no, en absoluto… En todo caso, ella me ha mantenido a salvo … Si no fuera por Steph, sin duda estaría en la tumba “.

Según la reina, fue atacada por un grupo de un clan enemigo mientras iba en su carruaje por la carretera. Steph y Gold se encontraban en la zona por casualidad y le salvaron la vida.

Miré a Sue. La situación me resultaba extrañamente familiar… Sue fue atacada en un carruaje la primera vez que la vi. Lo llamaría una extraña coincidencia, pero Steph era la que estaba rescatando en este caso…

Más tarde, un ejército de ese mismo clan atacó la ciudad a la que habían huido la reina y sus sirvientes, pero Steph también acabó con ellos. Todo gracias a su hechizo [Prison]… Al parecer, lo había colocado alrededor del puente que conducía al castillo y lo había configurado para impedir el paso de los enemigos. ¿Qué estaba tratando de hacer? ¿Imitar a Zhang Fei de la batalla de Changban? El hecho de que se enfrentara sola al enemigo era una locura…

“Bueno, no estaba exactamente sola… También había soldados de nuestro bando, pero, bueno… Steph como que los hizo volar junto al enemigo…”

La reina parecía algo aprensiva al decir eso. Steph luchaba fortaleciendo su cuerpo con [Shield] y aumentando su velocidad con [Accel], lo que la convertía en un ariete de alta velocidad. Por desgracia, era un ariete que no distinguía entre amigos y enemigos. Si ampliaba su [Prison], podía convertirse en un muro móvil que se estrellaba contra la gente a gran velocidad, lo que no era bueno ni para sus enemigos ni para sus aliados.

Al final, el ejército de la reina determinó que era demasiado arriesgado mantener a los aliados de Steph en la batalla con ella, así que empezaron a desplegar a Steph por su cuenta.

“Me avergüenza que tengamos que confiar en una niña tan joven…”, suspiró la reina mientras miraba a Steph. No sabría decir si su expresión mostraba lamento por ser tan débiles como para tener que depender de un niño o culpa por enviar a un niño a la batalla.

“¡Por mí está bien! Me dan dinero, caramelos y comida. ¡Y es normal ayudar a la gente necesitada! ¡La caridad es su propia recompensa!”

“¡Eso es, Steph! ¡Eres una niña tan buena!” “He-he-he, ¡yay!”

Sue sonrió y acarició la cabeza de Steph. Steph parecía un poco avergonzada, pero seguía encantada de acurrucarse junto a su madre. Yo también quería abrazarla, pero me contuve.

…La caridad es su propia recompensa, ¿eh? Ese es otro dicho raro, como el de la deuda que mencionó antes también… Debo haberle enseñado estas cosas, maldita sea…

Rápidamente me di cuenta de que volvía a perderme en mis propios pensamientos, así que levanté la vista para mirar a la reina.

“Oh, cierto… así que escuché de Steph antes, ¿pero estás detrás de algo llamado regalía?”

“Así es. La regalía es una prueba antigua del derecho a gobernar. Quien la ostenta es reconocido como monarca de Rephan. Rephan está dividido en tres fuerzas. Está mi facción reina, las facciones anti-reina que me atacan, y las facciones neutrales que luchan entre sí. Si me apodero de la regalía, las facciones neutrales se inclinarán a mi favor, así que los que se me opongan no tendrán más remedio que doblar la rodilla o cargar con el peso de—”

“¡Disculpas, Su Majestad! ¡El marqués Bellius ha traído su ejército a nuestras puertas! ¡Son veinte mil!”, gritó el comandante de la guardia de antes, irrumpiendo en la sala.

¡¿Un ejército?! Espera, ¡¿es el que vi antes?!