Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 6

Epilogo: Algo Así Como Un Intermedio

Ryoma se sentó, rodeado de libros y estanterías. Él y sus aliados estaban todos reunidos en la biblioteca de Ende.

Parecía que el hombre realmente se lo había tomado con calma, porque ninguno de ellos había resultado herido de muerte. Había llamado a algunos amigos con técnicas de curación y los habían sanado a todos, por lo que todos volvían a estar en óptimas condiciones.

Y ahora, las cosas eran extremadamente ruidosas. Con un grupo de mujeres hermosas que Ryoma conocía, todas juntas en una habitación, no había forma de que las cosas no se convirtieran en un caos.

En el pasado, estaba acostumbrado a que varias mujeres hermosas se le acercaran y se aferraran a él, o lo alejaran mientras secretamente se alegraba de su presencia. Pero esta vez, hubo muchos más de los que había habido antes.

Una fuerza de cincuenta de ellas se reunió, luchando entre sí por Ryoma.

¿Que se supone que haga? Él se preguntó.

A pesar de conocer a tantas mujeres hermosas, Ryoma no era especialmente bueno para tratar con ellas. Todo lo que pudo hacer fue observar el caos.

Llegó Ende, la que efectivamente había causado la situación, y las miradas de todos los presentes se centraron en ella.

“Escuché que tres es una multitud cuando se trata de chicas, pero esto es simplemente ridículo.” Comentó Ende. “Ni siquiera puedo disfrutar de mi lectura con todo este ruido.”

“Leyendo, ¿eh?” Él murmuró. “Así que ahí es donde estabas…”

“Bueno, conectar todas estas visiones del mundo requiere mucho poder, así que dejémoslas de lado por un tiempo.”

Ante las palabras de Ende, se hizo un silencio abrupto en la biblioteca. Ryoma y Ende eran los únicos que quedaban en el espacio ahora inquietantemente silencioso.

“¿Eh? ¿Qué pasó?” Preguntó.

“Las devolví a sus mundos. Ahora, hablemos un poco.” “Bien.” Dijo. “¿Cuál es el tema?”

“La Guerra de las Vasijas Divinas, por supuesto. Y cómo vamos a ganar.”

“Debería ser fácil con tu poder, ¿verdad?” Preguntó. Podría llamar a todos los poderosos aliados que necesitaran. Era difícil imaginar cómo alguien podía tener una oportunidad. Había perdido ante el Dios Maligno, pero el dios no era un participante, por lo que probablemente no tendría que lidiar con él de nuevo.

“No, creo que todavía estamos en una mala posición.” Dijo Ende. “Principalmente por ti.”

“¿Que se supone que significa eso?”

“Podrías haber hecho más en la lucha con el Dios Maligno, ¿no? Intentaba no matar a tus aliadas. Lo averiguaste a mitad de camino,

¿verdad? Entonces, si hubieras estado dispuesto a sacrificar a una o dos de ellas, atacándolo junto con ellas, el Dios Maligno podría haber dudado. Porque no querías matarlas, ¿sabes? Incluso podrías haber hecho algo descuidado para protegerlas.”

“¡No hay forma de que pueda hacer eso!” Gritó Ryoma.

“Puedes.” Respondió Ende. “Puedes, y debes. Las personas que consideras tus aliadas en realidad no tienen nada que ver con tu mundo. Básicamente son personajes de un libro. Debes darte cuenta de que no importa si se borran.”

“Pero…”

“No te preocupes.” Le dijo Ende. “Los personajes de los libros nunca desaparecen realmente. Siempre estarán allí si regresas a una página anterior. Realmente necesito que empieces a enfrentarte a eso. Si no puedes, entonces dejaré de ayudarte.”

“¡Te lo digo, no puedo hacer eso! ¡Me aventuré con esa gente! ¡No puedo sacrificarlos!” Él gritó.

“Hmm, pensé que dirías eso, así que preparé un lugar para el entrenamiento.” Con eso, Ende desapareció de forma repentina.

“¿Eh?” Dijo Ryoma.

“Esa es una sala de entrenamiento.” Solo podía oír la voz de Ende. “Puedes usarla como quieras. Te he transferido un poco de mi poder, para que puedas convocar a tus aliados leyendo los libros que te rodean.”

“¡Espera un minuto! ¿Qué se supone que debo hacer con todo esto?” Él gritó.

“Muy pronto, empezarán a aparecer enemigos de los mundos que he preparado. Si los derrotas, puedes irte, pero si mueres, debes comenzar de nuevo desde el principio. No te preocupes; eventualmente saldrás. Cada vez que mueras, aprenderás un poco más. Tomate tantos miles de intentos como necesites.”

“¡Oye! ¡¿Eso es todo lo que dirás?!” Gritó Ryoma. Pero ahora estaba solo en el mundo de los libros y las estanterías.

***

“Hmm. Espero que pueda manejar esto…” Murmuró Ende.

Esperaba que Ryoma saliera después de aproximadamente una hora de tiempo real. No sabía cuántos miles de horas le parecería a él, pero estaba segura de que para entonces sería mucho más fuerte, al menos.

“Pero la verdadera pregunta es si será suficiente para eliminar a Yuichi Sakaki…”

Yuichi Sakaki realmente era un problema.

Fácilmente le había dado un golpe al mismo Dios Maligno que le había dado tantos problemas a Ryoma. Se preguntó, por un momento, qué habría pasado si hubieran peleado adecuadamente, y decidió que probablemente Yuichi habría ganado. Mutsuko había estado allí, después de todo, y mientras Mutsuko estuviese mirando, no había forma de que Yuichi pudiera perder.

“Supongo que ese es el poder de ‘Un Mundo Implacable Que Recompensa Solo El Esfuerzo’.” Murmuró Ende. Ese era su nombre para la cosmovisión de Mutsuko. Dentro de esa cosmovisión, aquellos que se esforzaron fueron recompensados, mientras que aquellos que confiaron en el talento y el poder que les dio Dios estaban indefensos.

La mayoría de los monstruos eran fuertes sin esfuerzo. Habían nacido o sido creados de esa manera, por lo que nunca necesitaron entrenamiento.

Los monstruos eran inútiles. No pudieron vencer a Yuichi Sakaki.

Por eso había decidido que necesitaba que Ryoma hiciera un esfuerzo. Muere, aprende, vuelve a intentarlo. Ella esperaba que se desesperara lo suficientemente pronto.

“Bueno, dejando eso de lado, necesito una contramedida más fundamental.”

No sabía si el esfuerzo de Ryoma podría ponerlo a la par con Yuichi. Solo tenía que intentarlo y ver qué pasaba. Pero mientras estaba haciendo eso, necesitaba otro plan más infalible.

¿Qué podría ser? Ende tuvo una idea. Separar a Yuichi y Mutsuko.

Romper el lazo entre ellos.

Una vez que eso sucediera, la influencia de Mutsuko sobre Yuichi se perdería.

Y Ende tenía el poder de hacerlo posible. Un cambio de una cosmovisión a otra.

Solo tenía que usar eso con Yuichi, para sacar a Yuichi del mundo de Mutsuko. “La pregunta es, cómo cumplir con los requisitos para activarlo…” Y así Ende comenzó a aplicar todo su ingenio para hacer precisamente eso.

-FIN DEL VOLUMEN 6-