Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 6

Capitulo 4: Hablemos Por Fin De Las Vacaciones De Primavera De Yuichi

Parte 1

“¿Cómo…?” Logró decir Monika.

Aki no debería haber podido lastimarla, pero claramente lo hizo. Las tijeras estaban junto a su oreja, temblando por el esfuerzo.

Normalmente, un arma como esa se rompería cuando se usara contra un Exterior, pero estas mantuvieron su forma.

“Lo siento, querida Monika. Soy del tipo que miente sin una buena razón… De hecho, sabía todo sobre los Exteriores, el Dios Maligno y la Guerra de las Vasijas Divinas.”

Los ojos de Monika se abrieron de par en par. Así que realmente la habían atraído a una trampa.

“Oh, y no creas que falle la primera vez a propósito. Es solo que necesito intentarlo un par de veces antes de finalmente golpear. ¿Qué pensaste que era un Asesino de Dioses? Oh, ¿o te preguntas por qué mis tijeras siguen intactas? Es simple. Soy muy buena manejando mis tijeras. Son como una extensión de mi cuerpo.”

Monika se sentó allí, estupefacta. Era cierto que generalmente se pensaba que los Exteriores eran dioses… ¿entonces ella era una Asesina de Exteriores? Y eso significaba que podía dañar a Monika…

Monika saltó de su asiento y salió corriendo. Las tijeras se movieron contra su hombro.

Aún no era suficiente para matarla, pero suficientes rasguños como estos eventualmente pasarían factura.

El camarero, el viejo ‘Asesino Serial’, se movió para bloquear su camino.

“¡Olvidar!”

Monika invocó su habilidad de Exterior ‘Memorias Distantes’, el poder de hacer que otros olviden que se habían conocido.

La habilidad tenía una serie de restricciones, pero funcionó en este caso. Ella acababa de conocer al camarero hoy, en este café, lo que significaba que perdería todo recuerdo de la llegada de Monika allí.

El tabernero se detuvo, confundido por la visión de una chica desconocida que apareció de repente ante él. Con él inmóvil, Monika podría pasar a su lado y correr hacia la salida.

Subió las escaleras y miró hacia atrás. Aki no la estaba persiguiendo.

Monika echó a correr, tratando de escapar de las calles secundarias, pero de repente tropezó y cayó de espaldas.

Por un momento, pensó que acababa de perder el equilibrio en su prisa, pero luego sintió un tirón en su brazo derecho y palideció.

“Lo siento.” Dijo la mujer burlonamente. “Antes te até un cordón rojo…”

Debería haber sido imposible. La vista mágica no debería tener esa habilidad. Sin embargo, Aki estaba subiendo lentamente la escalera, su mano se movía coquetamente como si jugara con algo.

“¡¿Q-Quién eres?! ¡¿Por qué estás haciendo esto?!” Tartamudeó Monika.

“Solo soy tu típica asesina promedio de toda la vida… ¿o, tal vez, la Asesina de Dioses? Pero estos ojos que me diste son tan útiles. Al principio pensé que me ayudarían a encontrar parejas que coquetearan, pero parecen tener muchos otros usos…”

Aki podría cortar los cordones rojos, atarlos y tirar de ellos. Era increíble, sin embargo, era claramente cierto. Monika tendría que tener eso en cuenta con cualquier otra cosa que intentara.

Eso significaba que no podía simplemente huir. Mientras Aki tuviera las manos en ese cordón, Monika estaba atrapada.

Eso significaba que tenía que crear una apertura. Tenía que hacerla olvidar, como le había hecho al hombre de la cafetería.

Sin tiempo para concentrarse, Monika solo podía robarle unos pocos minutos de recuerdos… pero eso sería suficiente. Unos pocos minutos de recuerdos serían suficientes para desorientarla, al menos.

“¡Olvidar!” Giró su brazo derecho atado hacia Aki y gritó.

Snip.

Una vez más Aki cortó el aire con las tijeras. “Oh, lo siento… ya te vi hacer eso.”

“¿Eh?” Monika la miró con incredulidad. Todo lo que podía pensar era que había cortado ‘Memorias Distantes’.

“Estoy segura de que tienes muchas preguntas en este momento, pero podemos terminar esa discusión en la cafetería.” Sonrió la mujer. “Estos callejones son mis terrenos de caza, así que podría acabar contigo fácilmente aquí mismo, pero deshacerme de tu cadáver puede ser una molestia. Dentro, puedo romper o derramar lo que quiera, sin causar ningún problema en absoluto…” Aki se rió alegremente.

Monika estaba siendo arrastrada lentamente hacia ella por el cordón invisible. Trató desesperadamente de apartarse, pero no pudo. “¡No entiendo! ¿Qué está pasando aquí?”

“Pensé que, si podía verlos, naturalmente podría cortarlos. Y si podía cortarlos, era racional imaginar que podía atarlos, ¿verdad? Es muy importante tener sentido común, ya ves…”

Monika se agarró a una unidad de aire acondicionado exterior fijada al suelo. Aki no era especialmente fuerte, por lo que no podía tirar de ella, pero eso en realidad no resolvió el problema.

“Sabes que eso no te servirá de nada, ¿no?” Se acercó Aki. Monika decidió utilizar su último recurso.

“¡Ayuda!” Gritó ella.

El grito de Monika resonó por los callejones. Pero eso fue todo.

Los callejones solían estar desiertos, y estaban muy dentro de ellos… No importaba lo fuerte que gritara aquí, era seguro que nadie la oiría.

“¡Oh, me encanta… los gritos desesperados de una mocosa que creía en su superioridad absoluta y trató de empujarme a un trato desigual!” Gritó Aki con entusiasmo. “Aun así, no es del todo perfecto… No es realmente mi especialidad. No estás particularmente feliz, ¿verdad? De hecho, pareces bastante agotada y miserable… lo que significa que matarte no será más que una distracción menor. Ah, y he eliminado a todos del área, así que nadie vendrá a salvarte. Grita todo lo que quieras, ¿de acuerdo?”

Aki continuó hablando mientras se acercaba lentamente, quizás con la esperanza de avivar las llamas de su terror.

Aki podía actuar de esta manera debido a su certeza de que no vendría ayuda. Era este exceso de confianza pausado lo que sería la salvación de Monika.

Como si las oraciones de Monika hubieran sido respondidas, escuchó la voz de una chica que venía de la esquina. “¿Eh? Estaba segura de que esto nos llevaría hasta el final…”

Fue seguida por la de un chico. “Yori, te dije que no había forma de que pudiéramos llegar al área de la estación desde aquí.”

“¿Eso dijiste? Pero al menos así podremos estar solos…”

Una chica y un chico, tomados del brazo, dieron la vuelta a la esquina. Sobre la cabeza de la chica estaba la palabra ‘Yori’, y encima de la cabeza del chico estaba la palabra ‘Yu’. “¡Tsk!” La chica chasqueó la lengua al verlos a los dos.

“¿Que está pasando aquí?” Preguntó el chico sorprendido.

“¿Hiciste algo, querida?” Preguntó Aki, mirando a Monika con sospecha. Debía estar segura de que nadie estaría aquí.

“… ‘Sálvame, mi príncipe’. ¡Es mi habilidad más poderosa!” Le dijo Monika. Torció su entorno y el destino para asegurarse de que alguien llegara convenientemente para salvarla a tiempo. Fue un verdadero último recurso. Había oído que tenía un alto precio, pero Monika no estaba preocupada.

Pase lo que pase, seguramente sería mejor que morir.

“Hmm, bueno, la interrupción es irrelevante… y ella parece bastante feliz.” Aki miró a la chica recién llegada y se lamió los labios, pareciendo olvidarse de Monika por completo. “Sí, sí… tal vez primero destrozaré un poco a su novio. ¡Sí, eso suena maravilloso!”

Aki se rió alegremente y Monika no quería saber en qué estaba pensando. Pero su reacción al escuchar las malas intenciones de la Asesina de Dioses fue contraria a lo que esperaba.

“¿Ves? ¡Ella te llamó mi novio! ¡Me pregunto si realmente parecemos una pareja!” Gritó Yori.

“Estoy seguro de que no.” Respondió Yu.

La chica sonreía alegremente, mientras que el chico parecía hacer una mueca.

Aki pareció interpretar sus reacciones como una simple incapacidad para comprender la situación en la que se encontraban. Ella desapareció.

Al instante siguiente, ella estaba colgando en el aire, el pie del chico se clavó en su mandíbula.

Monika no tenía idea de lo que acababa de suceder.

No había mostrado signos de preparación para la patada; lo siguiente que supo fue que tenía la pierna sobre la cabeza. Era como una fotografía a intervalos.

Más tarde, Monika comprendería los eventos de la siguiente manera: Aki había atacado al chico más rápido de lo que el ojo podía ver, tal como lo había hecho con Monika. Llegó frente a él a una velocidad sobrenatural, luego saltó hacia un lado, pateó la pared de un edificio y le arrojó las tijeras desde el aire. Entonces, el chico había contraatacado.

“¿Quién es esta dama?” Preguntó el chico con perplejidad mientras veía a Aki caer inconsciente.

***

Ahora que Yuichi finalmente había aparecido en la historia, Monika hizo una breve pausa en la narración.

“Sakaki… incluso sin Lector de Almas, ¿todavía golpeaste a una asesina serial?” Dijo Aiko con un suspiro.

“Bueno, claro… pero ella me atacó de la nada.” Respondió Yuichi. “¿No se suponía que debía luchar?”

“Apenas podía creer lo que veían mis ojos.” Dijo Monika. “No tenía idea de lo que acababa de pasar. Yuichi, ¿de verdad la viste moverse?”

“Mira, no hay forma de que no vaya a ver a alguien dirigiéndose a mí a toda velocidad…” Dijo.

“No pude verlo.” Gritó Monika. “¡No había manera de que pudieras!”

Yuichi se encogió de hombros. Ya que ella era una mujer, se había reprimido un poco, usando el poder suficiente para empujar su cerebro en lugar de directamente romperle la mandíbula. Solo podría haberlo hecho si hubiera podido predecir cada movimiento de ella.

“Pero ese no puede ser el final de la historia, ¿verdad?” Dijo él. “Recuerdo haber ido allí con Yori, patear a una mujer extraña en el aire y luego acompañarte. Pero no veo cómo eso me lleva a terminar con el Lector de Almas.”

“Es porque Monika trató de hacer algo de manera deshonesta y no quiere decirlo directamente.” Dijo el daifuku.

Monika miró al daifuku que la interrumpía. Había estado repicando aquí y allá desde que comenzó la historia.

“Te lo diré, ¿de acuerdo?” Dijo ella. “Te lo diré… pero no te enojes conmigo.”

“¿Has hecho algo que podría hacerme molestar?” Preguntó. “No importa. No me enojaré por nada de lo que digas… no lo creo. Al menos no intentaré no enojarme.”

“Está bien, Monika.” Le aseguró Aiko. “Sakaki no es el tipo de persona que se enoja mucho con una chica.”

Monika pareció tomar la palabra de Aiko y continuó la historia a regañadientes.

***

El chico y la chica corrieron hacia la caída Monika.

El chico se agachó y la miró a la cara, mientras que la chica miraba con expresión un poco malhumorada.

“¿Estás bien?” Preguntó el chico.

Cuando Monika escuchó la voz del chico, su primer pensamiento fue huir. Aunque él era quien la había salvado, no quería molestarse en explicar lo que estaba pasando.

“Sí, estoy bien. Um, debería irme…” Monika se puso de pie y estaba a punto de irse, cuando de repente se tambaleó, mareada. Le dolía la cabeza. Al principio pensó que era solo el resultado del bajón de adrenalina, pero luego escuchó una voz.

Oye, ¿estás intentando escapar?

“¿Eh?” Monika miró al chico y a la chica. Ninguno mostró señales de haber hablado; Aki también estaba inconsciente. Ella siguió mirando a su alrededor, pero no había nadie más.

Por favor, no hables en voz alta. Pensarán que estás loca. Vivo dentro de ti, así que, si quieres hablar conmigo, hazlo en tu mente.

El chico y la chica miraban a Monika con preocupación. No parecieron escuchar la voz. Todo estaba completamente en su propia cabeza.

¿Quién…? ¿Qué diablos eres tú? Preguntó en su mente, sin hablar en voz alta.

Es difícil describirlo con exactitud. Soy básicamente un efecto secundario de tu poder de ‘Sálvame, mi príncipe’. El uso de esta habilidad requiere pagar un precio, y soy yo quien se asegura de que eso suceda.

¿Qué quieres decir con un precio? Exigió.

Um, mira… realmente deberías haber muerto allí. El poder de torcer el destino de esa manera no es algo que pueda usarse sin consecuencias. Básicamente, solo estás posponiendo el problema para el futuro.

¿Eh? Preguntó Monika.

Normalmente usar sus habilidades la cansaba, por lo que había pensado que esta vez también lo haría. Ella había pensado que eso sería todo. Dado que era una habilidad importante, pensó que como mucho podría dejarla inconsciente; nunca pensó que tendría que ofrecer algo más que eso.

Entonces, ¿qué tipo de precio se supone que debo pagar?

Bueno, te salvó la vida, así que deberías renunciar a algo igual de valioso, le dijo la voz. Oh, y se lo pagarás, ya que te salvó.

Pero, ¿exactamente qué debería ser eso? ¿Y cómo lo pago? Y si gritarme es lo peor que puedes hacer, ¿no puedo simplemente ignorarte?

La voz era ciertamente irritante, pero nada más. Sin embargo, en el momento en que pensó eso, el dolor de cabeza empeoró. Fue un dolor intenso, como si alguien le atravesara el cerebro con un martillo hidráulico. Pronto se volvió lo suficientemente malo como para que ya no pudiera mantenerse de pie.

Si lo deseas puedes ignorarlo, pero los dolores de cabeza empeorarán. Eventualmente, tu cabeza explotará y morirás, dijo la voz, sin piedad, mientras Monika caía de rodillas.

“No se ve bien… Se ha puesto muy pálida.” El chico se acercó a ella y habló mientras la tocaba. “La herida en su hombro no se ve tan mal, pero su oreja está en mal estado. Yori, ¿tienes algo?”

“No soy nuestra hermana mayor, así que no tengo encima un botiquín de primeros auxilios encima.”

¡Duele! ¡Duele! ¿Qué tengo que hacer? ¡No puedo hacer nada como esto! El dolor en su cabeza era tan intenso que Monika ni siquiera podía moverse. No había forma de que pudiera pagar un precio como este.

… Monika, hay que ver. ¿Qué deberías decir cuando alguien te salva? La voz instigó. Usa tu sentido común. Sabes lo que es, ¿verdad?

“Oh, um, g-gracias por salvarme…” Instada por la voz, Monika agradeció al chico.

El dolor disminuyó un poco. Al parecer, el agradecimiento había sido suficiente como parte del precio.

“¿Realmente te salvé?” Preguntó el chico. “No sé qué estaba pasando, pero… bueno, será mejor que te llevemos a un hospital.

¿Puedes ponerte de pie?” El chico le ofreció la mano.

Mientras dudaba sobre si tomarla o no, una vez más el dolor en la cabeza de Monika se volvió severo. ¡Pero le di las gracias!

Un simple agradecimiento no es un pago suficiente por salvar tu vida. Trata de ofrecerle la mayor recompensa que puedas imaginar. Por supuesto, si en este momento no lo tienes a mano, la promesa de pagarlo más tarde es suficiente.

Esto se estaba volviendo ridículo. Lloró al chico como si luchara contra el dolor desgarrador en su cabeza. “¡Espera un minuto!

¡Déjame… déjame recompensarte!”

“No te preocupes por eso ahora.” Dijo. “Necesitamos llevarte al hospital.”

“¡Te estoy diciendo que esperes! Necesito recompensarte, o de lo contrario… ¡o me explotará la cabeza!” Monika le suplicó, su rostro pálido.

No tuvo tiempo de pensar en nada más. Su cabeza en realidad estaba empezando a crujir.

“¿Hablas en serio?” El chico la miró dubitativo. Era natural; la mayoría de la gente tendría sus dudas cuando alguien dijera que su cabeza iba a explotar.

El chico parecía bastante exasperado, pero la chica miraba a Monika con ojos más tranquilos. “Onii-chan, creo que habla en serio…”

“¡Luego puedes decidir si quieres aceptarlo!” Gritó Monika. “¡Solo déjame ofrecértelo!”

“Parece que en serio estás en problemas… Realmente no lo entiendo, pero está bien. ¿Qué me ofreces?”

“Los ahorros de mi vida.” “Esa es una gran oferta.”

“Trescientos sesenta millones de yenes.” “¡Eso es demasiado!”

Era el resultado de cosas que había hecho por capricho desde que se convirtió en una Exterior. Se había dado cuenta de que una chica sin familia ni amigos necesitaría mucho dinero para vivir, y aunque sentía que podría haber exagerado, ahora tenía unos ahorros cómodos.

El chico no parecía que fuera a aceptar la oferta, pero solo hacerlo le había aliviado el dolor de cabeza. Al parecer, era el gesto lo que importaba más que el resultado.

¿Los ahorros de tu vida? Buena esa. Pero, ¿ofrecerlo todo no causará problemas más adelante? Podrías al menos haberte quedado con lo suficiente para vivir.

Está bien. Tengo una idea. Ahora Monika podía pensar, al menos, pero el dolor en su cabeza no había disminuido por completo. Eso significaba que tenía que ofrecer algo más.

“Está bien, te escuché.” Dijo el chico. “¿Estás bien? Y aunque estoy bastante seguro de que estás bromeando, solo quiero dejar en claro que no voy a aceptar todo ese dinero tuyo, ¿de acuerdo?”

“Ok. Pero no creo que haya hecho lo suficiente, ¿puedo ofrecer una cosa más?”

“Claro, si escucharlo es todo lo que tengo que hacer.” Respondió el chico, estupefacto. Probablemente no entendía nada, pero parecía una persona lo suficientemente considerada como para disfrutar de la loca historia de una chica.

“Um… mi cuerpo.” Dijo. “A pesar de mi apariencia, tengo 15 años, así que no te preocupes por eso. Entonces, si quieres casarte conmigo después, ¡seré una buena esposa para ti por el resto de mi vida!”

“¡Esa es una recompensa un poco demasiado excesiva!” Él gritó.

“Onii-chan, ¿te importaría ir a casa sin mí?” Preguntó la chica con frialdad. Había algo aterrador en sus ojos. Pero la presión en la cabeza de Monika se había desvanecido por completo, lo que indica que había alcanzado la cuota necesaria.

Ah-ja… Si te casas, no necesitarás tus ahorros, ¿es eso? Bueno, supongo que eso equivale a ofrecer algo equivalente a tu vida. Pero ahora que has hecho esa promesa, tendrás que cumplirla, ¿sabes?

El chico suspiró. “No entiendo nada de esto, pero ¿ya hemos terminado? ¿Podemos ir al hospital?”

“Sí. Ah, me siento mejor, así que no te preocupes… puedo caminar por mí cuenta.” Monika se puso de pie por sus propios medios.

Ella tomó la delantera por los callejones, seguida de los otros dos.