Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 6

Capitulo 3: Es Como Un Prólogo, Supongo

Parte 2

En ese momento, una pequeña esfera blanca ligeramente suavizada apareció por encima de su hombro, luciendo como un daifuku mochi con ojos y boca. “¡Cuánto tiempo sin verte, Yuichi!”

“Oh sí, me olvidé de ti…” Murmuró.

Al parecer, era una criatura imaginaria que era la personificación de la deuda que Monika tenía con Yuichi. Existiría hasta que Monika le devolviera lo que le debía… lo que significaba que aún no lo había hecho.

“Bueno, ¡hablemos de lo que pasó ese día!” Anunció el daifuku.

“¡Espera un minuto! ¿Por qué lideras la conversación?” Respondió Yuichi.

“La mera idea de dejar que Monika maneje la explicación me pone de los nervios.” Dijo el daifuku. “Creo que podría omitir cosas que no quiere que escuches. Soy un partidario neutral, ¡así que no te preocupes!”

“Bueno, está bien. Es un poco inquietante recordar haber sido atacado de la nada y no saber por qué.”

No es como si conocer el motivo ahora fuese a cambiar algo, pero pensó que podría ser una referencia útil en sus decisiones posteriores.

Juntos, el daifuku y Monika comenzaron a describir lo que había sucedido durante las vacaciones de primavera.

***

Monika Sakurazaki recordó cómo había comenzado todo.

Era difícil saber exactamente cuál había sido el evento desencadenante.

Tal vez fue cuando Monika se convirtió en una Exterior, o cuando decidió comenzar a participar en su mundo. Quizás el comienzo de todo fue algo mucho antes. Pero esta era la historia sobre cómo Monika se había involucrado con Yuichi Sakaki, así que quizás sería mejor comenzar con los eventos que lo llevaron directamente a terminar con Lector de Almas.

En ese caso, el comienzo de todo fue una chica llamada Ende. “¿Quieres volver a la normalidad?” Ende llamó a Monika.

Caminaba por un pasillo hecho con estantes de libros al salir de una reunión que Ende había organizado.

¿Cuánto tiempo había estado allí? La chica llamada Ende, pelirroja y con un vestido viejo, estaba apoyada en uno de los estantes, con un libro en una mano.

La perfección de su sincronización envió un escalofrío a la columna de Monika; ése era uno de los rasgos que poseían esos monstruosos Exteriores que la habían hecho sentir disgusto y ganas de escapar.

Durante mucho tiempo, había estado gritando en su mente: “¡No más! ¡Quiero volver a la normalidad!”

“¿Qué? ¿Acabas de leer mi mente o algo así?” Preguntó mientras se detenía y miraba a Ende.

Aparentemente, Ende tenía el poder de influir en los mundos, por lo que no sería sorprendente que ella tuviera el poder de leer la mente.

“Oh, no.” Dijo Ende. “Debes saber muy bien que no puedo hacer eso. Puede que seamos tratados como dioses, pero no podemos hacer tanto como todos piensan. Es solo que es tan obvio lo que estás pensando. Lo sé por experiencia… Este es tu quinto año, ¿no, Monika? Ya es hora de que empieces a vacilar.”

“¡No me hables como si entendieras!” Espetó Monika. “¡Estoy harta! ¡Harta de ustedes, que no piensan en las personas como personas, y de mí misma, por acostumbrarme! La idea de que podría empezar a convertirme en alguien como tú… ¡un monstruo inhumano!

¡Un sinvergüenza!”

Las reuniones que celebró Ende no tenían una agenda en particular detrás de ellas, pero naturalmente se habían convertido en participantes que contaban historias de los mundos en los que se habían involucrado e influenciado.

“Sí.” Dijo Ende. “Así que no te gustó esa historia en particular, ¿eh? Pero últimamente ese tipo de cosas es popular, ¿sabes? Hacer que los aliados mueran uno por uno de ese modo. Puede que no parezca justo, pero también incluye un presagio que hace necesario resolver el rompecabezas. Tiene mucho impacto. Por supuesto, personalmente, creo que se vuelve aburrido si eso es todo lo que haces. A Makina, en particular, le gusta presionar por el mal final, incluso si eso significa una pérdida de cohesión de la historia… Aunque personalmente, lo encuentro monótono y predecible.”

Era algo inquietante decirlo, e hizo que Monika quisiera taparse los oídos con las manos. La forma en que se contaban esas historias con tanta alegría…

“¿Cómo… cómo puedes hablar así? ¡Esos que mataste no son los personajes de una historia! ¡Son personas reales que solo están tratando de vivir en paz! ¡Podrían vivir vidas largas y felices si ustedes no interfirieran!”

“Bueno, ese es el camino por el que todo el mundo va.” Dijo Ende, sacudiendo la ira de Monika. “Pero, de alguna manera, te acostumbras. Se convierte en el único disfrute que tienes. Deberías tener una visión más objetiva del mundo. Somos espectadores. Simplemente deberíamos disfrutar de las historias.”

Ende no mostró signos de preocuparse por lo que dijo. Monika comenzó a sentir que le estaba hablando a un ser de otra dimensión. Por otra parte, tal vez realmente eran seres de otra dimensión… y Monika también estaba comenzando a dar sus primeros pasos en ese camino.

“¿Entonces? ¿Qué deseas?” Exigió Monika. “No puedes haber venido aquí para decirme eso.”

No podía imaginar que Ende se opusiera tanto a que ella se escapara de la reunión. Debe haber habido otra razón.

“Normalmente te dejaría en paz… de cualquier manera, cederás muy pronto. Pero por casualidad encontré esto…” Ende le arrojó el libro que estaba leyendo a Monika.

A Monika siempre le resultó extraño que Ende fuera tan descuidada con sus libros. Cogió el libro y lo examinó detenidamente. Era de tamaño de bolsillo comercial y la portada estaba en blanco.

“¿Qué es esto?”

“Es una pequeña historia tonta sobre una chica de baja cuna llamada Wakana Morishita que se enamora de un chico rico parecido a un príncipe. Al menos, se suponía que lo era…”

“Wakana…” La mención del nombre hizo que Monika dudara. ¿Por qué lo sabía Ende? Era el nombre de la mejor amiga que Monika no podía olvidar, por mucho que lo intentara.

“Sabrías esto si lo lees, pero tiene una mejor amiga llamada Monika Sakurazaki.” Dijo Ende. “Sin embargo, cuando Wakana ingresa al quinto grado, Monika deja de aparecer. Ella no murió, ni desapareció, ni se transfirió de escuela… simplemente deja de aparecer. Por supuesto, estoy segura de que conoces la razón. Es porque fuiste expulsada de tu mundo.”

“¡¿Y qué?!” Espetó Monika.

Un día, cuando estaba en quinto grado, Monika había sido expulsada abruptamente de su mundo. Había sucedido de repente, sin previo aviso. De repente, sus padres y amigos dejaron de reconocer su existencia.

No era que hubiera sido invisible; había podido hablar con ellos e interactuar con ellos. Pero la tratarían como a una completa extraña. Si se presentaba como Monika Sakurazaki, la llamarían así, pero sus relaciones fundamentales habrían cambiado.

“… ‘Un Pequeño Mundo Desesperadamente Romántico’. Ese es el nombre del mundo del que vienes.” Dijo Ende.

Ende dio nombres a los distintos mundos que había descubierto. Por lo que Monika sabía, Ende era la mayor de ellas, por lo que casi nadie se peleó con ella por su sentido del nombre.

Todos los mundos estaban gobernados por reglas, a las que se referían como ‘Cosmovisiones’. La encarnación de una cosmovisión se conocía como un Titular de la Cosmovisión, la persona que dictaba la dirección de ese mundo. Monika ahora sabía que ella era una de esas personas especiales. Pero darse cuenta de eso, y darse cuenta de las formas en que podía manipular activamente su mundo, había resultado en su expulsión.

“Ese es solo el nombre que le diste, ¿no?” Dijo Monika.

“Es una historia agridulce ambientada en la actualidad, una historia de chicas y chicos comunes…” A Ende no le interesaba escuchar el dolor de Monika. Ella solo estaba diciendo lo que quería decir. “Gracias a su pérdida de influencia allí, la historia ha comenzado a desviarse un poco. Wakana Morishita tiene ahora 15 años. Comenzará la escuela secundaria el próximo mes, pero el entorno a su alrededor se ha vuelto exponencialmente más peligroso. El chico rico ha desaparecido y los que ahora están enamorados de Wakana son doce psicópatas.”

“¡¿Qué?!” El impactante desarrollo dejó a Monika estupefacta.

“Mira, esperaba disfrutar de la dulce historia de amor de Wakana como un reconfortante limpiador del paladar.” Dijo Ende. “Como dije antes, últimamente ha habido demasiadas historias de sangre y tripa.

Me gustaría disfrutar de la historia como se suponía sería originalmente. Pero a este paso, Wakana… bueno, están enamorados de ella, así que estoy segura de que no la matarán de inmediato…”

Monika no estaba escuchando a Ende en absoluto. Lo único en lo que podía pensar era que tenía que salvar a Wakana, de alguna manera. Pero no se le ocurrió nada. Sus pensamientos seguían corriendo en círculos.

Ser expulsada del mundo con el que estaba asociada le permitió ejercer influencia en otros mundos, pero significaba que no podía influir en su viejo mundo de ninguna manera. Quizás podría pedir ayuda a los demás, pero dudaba que esos monstruos que no pensaban en las personas como personas realmente quisieran salvar a Wakana.

“… Así que la única forma es devolverte a la normalidad.” Finalizó Ende. Y por eso me dirigí a ti.

“¿Se supone que esto es una broma?” Espetó Monika. “¡No hay forma de que vuelva a la normalidad!”

“Oh, pero lo hay.” Respondió Ende a la ligera. “¡¿Entonces por qué ustedes no lo usan?!”

“Bueno, es como dijiste antes. Todos nos hemos convertido en seres que disfrutan de mirar otros mundos y jugar con ellos. La idea de que las cosas vuelvan a ser como antes, vivir nuestras vidas como meros personajes de una historia, no es precisamente atractiva.”

“¿No puedes salvar a Wakana por tus propios medios?” Exigió Monika. Si quería ver cómo se suponía que se desarrollaría la historia, tal vez Ende pudiera hacerlo.

Monika se preguntó por qué había tenido que hablar con ella al respecto.

“No soy buena con el romance. Dudo que meter la mano en la situación la mejore en absoluto.” Dijo Ende con un derrotismo teatral.

“Entonces… ¿cómo vuelvo a la normalidad? ¡Ustedes fueron los que me dijeron que una vez eres expulsado del destino, nunca podrás volver a él!” Monika dijo acaloradamente.

Eso era lo que le habían dicho y por qué sospechaba tanto de la charla de Ende sobre la posibilidad de volver a la normalidad. Al mismo tiempo, esas palabras eran su única esperanza.

“Te han expulsado de tu mundo.” Dijo Ende. “No puedes regresar a tu mundo. No puedes influir en tu propio mundo… Así son las cosas, pero no hay razón para que así sea. Te expulsan del mundo, pero a lo que te han expulsado es simplemente otro mundo gobernado por una lógica diferente. Se podría decir que el mundo en el que existimos ahora solo existe en una meta nivel por encima de nuestros mundos originales. Pero, ¿son absolutas las reglas que nos gobiernan? ¿Podría haber una regla que nos permita volver a influir en nuestros mundos originales?”

“Antes dijiste que había una manera, ¿verdad? ¡Deja de darte aires!”

“¿No estás impaciente? Ah, bueno…” Dijo Ende encogiéndose de hombros, luego se acercó a Monika. Tomó la mano de Monika y presionó algo en ella.

“¿Qué?” Monika miró el objeto en su mano. Fue un globo ocular.

“¡Eek!” Monika casi lo tiró por reflejo.

“¡Oye! No lo sueltes. Es muy valioso. Probablemente no sea tan fácil de dañar, pero por si acaso, ¿sabes?”

“¡¿Que es esta cosa?!” Chilló Monika.

“El ojo del Dios Maligno. Bueno, el Dios Maligno es solo un nombre que le doy… imagínalo como una especie de entidad nebulosamente mala. Es tu boleto para participar en la historia del Dios Maligno, donde el ganador recibe un deseo. Te lo estoy dando.”

Monika miró el globo ocular con sorpresa. Ahora que lo mencionó, parecía bastante siniestro, pero también parecía artificial.

Ojo Derecho del Dios Maligno (Ojo de las Cuerdas Rojas) Potencial: B +

Descripción: Parte del cuerpo del Dios Maligno, también conocido como Vasija Divina. El anfitrión que lo posea podrá visualizar las conexiones románticas de cualquier persona a la que miren en forma de líneas rojas.

Las Vasijas Divinas resuenan entre sí a intervalos extraños, indicando a sus anfitriones la ubicación general de las otras Vasijas Divinas.

Para convertirse en su anfitrión, debe presionarlo en su propio ojo.

La vasija se liberará si pierdes una batalla contra otro anfitrión de una vasija.

“¡Uh oh! Lo has observado, ¿eh?” Dijo Ende, de nuevo teatralmente.

‘Observar’ era un poder de los ojos de un Exterior; tenían la capacidad de ver los roles que las personas y las cosas tenían dentro de su propia cosmovisión.

“¿Qué quieres decir?” Preguntó Monika con sospecha.

Ende claramente se había reprimido a propósito. Al mirar algo sospechoso, cualquier Exterior usaría inconscientemente el poder de sus ojos. “Su poder se determinó en el momento en que lo observaste.” Dijo Ende.

“¿Por qué no me dijiste eso desde el principio?”

“Bueno, creo que está bien. Es interesante a su manera, ¿no?”

Ojo de las Cuerdas Rojas. Dada su descripción, debe haber sido influenciado por la cosmovisión de Monika, ‘Un Pequeño Mundo Desesperadamente Romántico’. Si lo hubiera sabido de antemano, habría elegido una habilidad más útil. Como estaba ahora, era efectivamente inútil. Ende parecía estar haciendo lo que hizo por despecho, o al menos para sorprenderla.

“Entonces, ¿pedir un deseo realmente puede devolverme a la normalidad?” Preguntó Monika, después de recuperar la calma.

“¿Qué piensas?”

Monika estaba harta de la críptica falta de respuestas de Ende. ¿Qué sentido tenía decir todo esto si ese no fuera el caso?

“Quiero decir, nadie lo ha probado nunca.” Dijo Ende. “Pero parece posible, ¿no? Si es cierto que puede conceder cualquier deseo, debería poder conceder un deseo para que vuelvas a la normalidad. Si puedes superar a todos los demás participantes y al mismo Dios Maligno, puedes conseguir tu deseo concedido… aunque, por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo.” Ende sonrió inocentemente.

Monika no pudo evitar pensar que no le importaba en absoluto Wakana.

***

Habían pasado varios días desde que Monika adquirió el ojo derecho del Dios Maligno.

Empezaba a desesperarse.

Al final de las vacaciones de primavera, Wakana Morishita estaría ingresando a la escuela secundaria. Tenía que hacer algo antes de que eso sucediera.

De momento el destino de Wakana estaba en suspenso, pero cuando ingresara a la escuela secundaria, retomaría su movimiento.

Aparentemente, habría doce psicópatas asistiendo a la nueva escuela secundaria de Wakana. El mundo de Wakana estaba a punto de cambiar de una historia de amor a un thriller psicológico.

Monika quería salvar a Wakana. Para hacer eso, tenía que devolverla a su mundo original y volver a encarrilar el destino de su mejor amiga.

Incluso si ella pudiera hacer algo acerca de los chicos que iban tras Wakana, si el mundo en el que Wakana estaba involucrada hubiera cambiado fundamentalmente, alguien más podría seguirla.

Además, un Exterior no podía interferir en su propio mundo original de ninguna manera. Podía conseguir que alguien más actuara como intermediario, pero no había garantía de que eso funcionara. Por lo tanto, no tuvo más remedio que reunir las Vasijas Divinas para pedir ese deseo.

Como anfitriona de una de las partes del cuerpo del Dios Maligno, podría usar la resonancia para cazar las otras partes. Cuando todas las partes vinieran a habitar dentro de una persona, el Dios Maligno reviviría y luego concedería el deseo de esa persona. Eso era lo que Ende le había dicho, al menos.