Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 6

Capitulo 1: La Abrupta Batalla Contra El Jefe Final

Parte 1

“¡Un interés amoroso que no puede luchar se vuelve invisible! ¡Esa es la ley!” Declaró Mutsuko.

Yuichi Sakaki miró con indiferencia a su hermana mayor, que estaba tan llena de energía como siempre.

Como de costumbre, el tema del día no tenía nada que ver con la supervivencia.

Era después de la escuela un viernes. Los miembros del Club de Supervivencia, junto con su asesora, se habían reunido en la sala de reuniones del club en el edificio de la vieja escuela. Yuichi estaba sentado en la mesa larga, con la barbilla en las manos, dejando en claro que deseaba estar en otro lugar.

La frase ‘¡El Futuro de los Intereses Amorosos!’ estaba escrita en la pizarra. La chica hiperactiva parada frente a la pizarra era Mutsuko Sakaki, la presidenta del Club de Supervivencia y hermana mayor de Yuichi.

Ella era una chica delgada con cabello largo y negro que estaba decorado con accesorios que parecían cuchillos. Era considerada una de las chicas más hermosas de la escuela, pero su personalidad excéntrica tendía a mantener alejados a los chicos.

Las palabras ‘Hermana Mayor’ colgaban sobre su cabeza, visible solo a los ojos de Yuichi. Esto fue gracias a una habilidad conocida como ‘Lector de Almas’, que mostraba el papel de una persona en el mundo.

“Mutsuko… ¡eso realmente duele!”

La que habló fue una chica pequeña sentada junto a Yuichi: Aiko Noro, cuyas palabras eran “Interés Amoroso”.

Originalmente había sido ‘Vampiro’ y se había convertido brevemente en ‘Princesa Vampiro’, pero ‘Interés Amoroso’ parecía ser su configuración predeterminada actual.

“Y también justo después de ese comentario sobre tener un nivel de poder de interés amoroso de cinco…” Aiko murmuró un momento después.

Yuichi la escuchó; parecía que había tomado personalmente el comentario de Chiharu Dannoura durante el incidente de los espíritus.

“¡Sakaki! ¿Por qué no puedo escapar de la sensación de que tú también estás hablando de mí?” Demandó Kanako.

Kanako Orihara era la vicepresidenta del club y estaba sentada frente a Yuichi. Tenía un aire gentil en ella. Anteriormente sus palabras habían sido ‘Fanática del Isekai’, luego ‘Escritora Isekai’, pero actualmente era ‘Interés Amoroso III’. Era una autora publicada de novelas ligeras y, como resultado, era bastante conocida en la escuela.

El último miembro del club debería haber sido ‘Interés Amoroso II’, Natsuki Takeuchi, pero parecía estar ausente hoy.

Por supuesto, incluso si se hubiera presentado a clase, probablemente no habría ido al club. Por alguna razón, recientemente, Natsuki parecía irse a casa en el momento en que terminó la clase.

Originalmente las palabras de Natsuki habían sido ‘Asesina Serial’, por lo que se le ocurrió que ella podría irse para no hacer nada bueno, pero no había forma de que pudiera preguntarle sobre eso, así que no estaba seguro.

“No tengo habilidades, pero ciertamente puedo pelear.” La mujer que habló desde lejos era una profesora con gafas: la asesora del club, Makina Shikitani.

Anteriormente había sido su enemiga, pero por alguna razón, había bloqueado sus propias habilidades y ahora estaba participando en su club. Ella era un ser conocido como Exterior, una criatura que existía fuera del destino… aunque Yuichi todavía no conocía el alcance total de las implicaciones de eso.

“¿Crees que eres un interés amoroso?” Yuichi preguntó con disgusto.

“¿Hmm? Por supuesto que sí. Si pudiera tener palabras sobre mi cabeza, seguramente dirían ‘Interés Amoroso’.” Dijo.

Ella no tenía palabras porque era una Exterior; las palabras revelaban el papel de una persona en el mundo, y los Exteriores no tenían ningún papel.

Bueno, al menos hace que sea fácil identificar quiénes son mis enemigos… Yuichi había decidido que no tenía reparos en descartar a cualquier Exterior que encontrara como enemigo.

“Entonces, cuando dices que se vuelven invisibles, ¿quieres decir que no son populares?” Preguntó Yuichi.

Mutsuko solía hablar como si todo el mundo supiera lo que significaba toda su jerga y abreviaturas, por lo que Yuichi había adquirido el hábito de confirmar de inmediato en cualquier momento para no tener la más mínima duda.

“¡No se trata de popularidad!” Declaró Mutsuko. “¡Es más que ni siquiera te das cuenta de que existen!”

“Pero, ¿qué tiene eso que ver con su incapacidad para luchar?” Preguntó Aiko.

“Creo que los intereses amorosos no suelen pelear, ¿verdad?”

“¡Oh, me olvidé de mencionarlo! Solo hablo de historias de batallas.” Dijo Mutsuko. “¡Por supuesto que no necesitas pelear en comedias románticas y esas cosas! ¡Puedes hacerte valer lo suficientemente bien con solo coquetear! Pero en una historia de batallas, es fácil volverse invisible si no tienes habilidades de combate. Si estás en un manga de batalla y no puedes luchar, ¡nunca tendrás tiempo de pantalla! Si no puedes ser un interés amoroso que apoya al protagonista en la batalla, ¡poco a poco te olvidarán!”

“Tiempo de pantalla, ¿eh?” Aiko murmuró.

“Tiempo de pantalla…” Se susurró Kanako pensativa.

“Como la asistente del equipo en un manga deportivo, ¿sabes?” Preguntó Mutsuko. “El manga deportivo generalmente trata sobre la amistad entre los hombres, ¡así que el interés amoroso termina sintiéndose superfluo!”

Ahora que lo mencionó, eso le recordó a Yuichi un manga deportivo extremadamente popular. Había una asistente mujer al principio, pero en algún momento la gente dejó de preocuparse por ella y, como resultado, ella más o menos desapareció.

“¿Eso significa que… debería aprender a pelear?” Preguntó Aiko, como si estuviera decidiendo algo.

“Oye, oye. ¿Qué planeas pelear y cómo?” Preguntó Yuichi.

“Bueno… um, ya sabes, como lo hizo mi hermano.” Dijo Aiko. Intentaba mantenerlo vago frente a Kanako, pero se refería a sus poderes vampíricos, que de hecho podrían convertirla en una luchadora bastante poderosa.

“¡Yo… creo que puedo usar magia!” Kanako insistió, añadiendo a las cosas extrañas que se estaban diciendo.

Kanako había usado magia en el pasado, pero sus recuerdos de ese incidente parecían haberse vuelto confusos desde entonces. Siempre había sido el tipo de chica que huía de cualquier tipo de fenómeno poco realista que encontraba, así que cuando sucedía algo que ella no entendía, probablemente reescribía los eventos en su mente después del hecho.

“Bueno, dejando de lado las cosas del tiempo de pantalla, los sentimientos de intimidad entre un hombre y una mujer pueden verse realmente afectados por el tiempo que pasan juntos.” Declaró Mutsuko. “¡Cuanto más cerca estén y más tiempo pasen juntos, más íntimos se volverán! Esto se llama efecto de mera exposición, también conocido como Ley de Zajonc, ya que fue propuesto por primera vez en un ensayo del psicólogo estadounidense Robert Zajonc. ¡Afirma que el cerebro humano desarrolla un cariño por lo familiar!”

“¿Hacía falta decirlo?” Preguntó Yuichi.

“La verdad no hacía falta.” Dijo su hermana mayor. “Pero la mayoría de la gente no piensa activamente en ello, ¿verdad? ¡Si eres consciente de algo o no, hace una gran diferencia! Entonces, si quieres agradarle a un miembro del sexo opuesto, ¡es importante que te mantengas cerca de él todo el tiempo que puedas! ¡También necesitas contacto directo!”

“No estoy seguro de cuánto confío en lo que tienes que decir sobre el romance, Nee-chan…” Murmuró. Por lo que él sabía, ella no había tenido ninguna relación, y tampoco tenía perspectivas en ese sentido.

“Um, pero… si no les agradas desde el principio, ¿no tendrá el efecto contrario?” Preguntó Aiko, levantando su mano.

“Bueno, se acostumbran a ti.” Dijo Mutsuko. “Incluso si están pensando: ‘¡No puedo soportar a ese idiota!’ Si pasan suficiente tiempo juntos, ¡eventualmente podrían desarrollar un apego!”

“¿Realmente funciona así?” Preguntó Yuichi con sospecha.

“La mente humana es realmente simple.” Dijo Mutsuko con confianza. “Piensa: ‘Estoy con ellos todo el tiempo. Si no me agradaran, no dejaría que se acercaran tanto’. Así que se engaña a sí mismo pensando que deben gustarle. Es similar al efecto del puente colgante: es fácil lograr que alguien acepte una propuesta si la haces mientras estás parado en un puente colgante. Es porque la mente confunde la emoción de estar en un lugar elevado con la emoción del amor.”

“Um, ¿eso significa que tus sentimientos por alguien podrían ser simplemente un malentendido?” Preguntó Yuichi.

“En un sentido extremo, sí. Todo es una ilusión, una ficción. Los sentimientos románticos son solo el efecto secundario necesario de que los humanos adquieran funciones cerebrales superiores. Como animales, los humanos realmente podrían elegir a cualquiera con quien emparejarse para procrear, aunque la diversidad genética es la mejor. Pero los humanos se han vuelto inteligentes, por lo que no podemos aceptar a cualquiera. Tuvimos que empezar a desarrollar razones para aceptarlos, así que se nos ocurrió el amor… al menos, ese es mi pensamiento al respecto, pero reconozco que hay contraargumentos a ese planteamiento.”

Aiko parecía escéptica, pero la explicación de Mutsuko no parecía haber terminado.

“En realidad, existen técnicas románticas basadas en esta tendencia.” Dijo Mutsuko. “¿Quieren escucharlas?”

“No creo en tu teoría, pero mentiría si dijera que no tengo curiosidad.” Dijo Aiko intensamente.

Kanako también fingió falta de curiosidad mientras se inclinaba un poco hacia adelante. “Bueno, uno es conseguir que te den regalos y te ayuden.”

“¿La estrategia de dar regalos?” Aiko inclinó la cabeza confundida ante la mención de esta estrategia, que no sonaba nada novedosa.

“¡No, no!” Declaró Mutsuko. “No das regalos; los obtienes. No les ayudas, haces que te ayuden. Así es como funciona. Su mente comenzará a pensar: ‘¿Por qué los estoy ayudando? No los ayudaría si los odiara, así que deben gustarme’. Inconscientemente, por supuesto.”

“Claro está, apuesto a que no funcionaría si realmente te odian.” Dijo Yuichi. Seguramente esto solo se refería a alguien a quien al menos básicamente le gustas.

Aiko pareció aceptar el argumento ahora, actuando como si una venda se le hubiera caído de los ojos.

Luego, las tres chicas florecieron para hablar de amor, preguntándole a Mutsuko qué otras técnicas había. Yuichi, sintiendo que lo estaban dejando atrás, casualmente se volvió para mirar por la ventana.

Escuchó un sonido débil.

Era el tipo de sonido que normalmente no notarías y que podrías ignorar aun notándolo. Pero Yuichi sintió que algo se sentía extraño.

El instinto le dijo que no podía simplemente ignorar esto.

“¡Noro!” ¿Cuántas veces había sucedido esto hasta ahora? Yuichi agarró a Aiko, que estaba sentada a su lado, y la tomó en sus brazos.

Un segundo después, la ventana se rompió.

En medio de los fragmentos de vidrio que se esparcían, Yuichi vio la suela de un zapato. Alguien entraba volando por la ventana.

Al determinar que los fragmentos de vidrio no golpearían a nadie más en el club, Yuichi saltó hacia atrás.

El vidrio llovió sobre el escritorio mientras una persona aterrizaba encima.

Yuichi miró a esta persona, todavía sosteniendo a Aiko en sus brazos. Era una chica que tenía la palabra ‘Heredera’ sobre su cabeza.

Yuichi no pudo identificar a la persona de inmediato. Conocía a un par de personas con la palabra ‘Heredero’, pero esta chica no era ninguno de ellos.

Su compañero de clase Kogan Yanagisawa era un hombre, así que eso no encajaba.

Tampoco Chiharu Dannoura del currículo de música, que era una mujer, pero una de corpulencia sustancial. Eso no coincidía con la chica delgada que estaba parada en el escritorio frente a él.

“Vaya, vaya. ¡¿Has visto un fantasma, Yuichi Sakaki?!” Declaró la chica.

“¡¿Quién eres tú?!” Gritó Yuichi en respuesta. Reconoció la voz de inmediato, pero no pudo evitar preguntar.

La voz era la de Chiharu Dannoura.

“¿Eh? ¿Dannoura? ¿Eh?” Preguntó Aiko en estado de shock mientras bajaba de los brazos de Yuichi.

La chica se rió altivamente. “¡Así es, soy yo!”

“Sí, ya nos dimos cuenta. ¿Por qué rompiste la ventana para entrar?” Demandó Yuichi.

“La Sabia Mutsuko me dijo que, en el romance, el impacto es de suma importancia.” Anunció Chiharu. “Quería probar esta teoría.

Crear un impacto poderoso para que nunca te olviden, hacer que piensen en ti las 24 horas del día. Y si siempre estás pensando en alguien, dice la mente, ¿quizás estás enamorado de esa persona? ¡Esa es la táctica que busco emplear!”

“¡Nee-chan! ¡Deja de difundir estas molestas ideas sobre el romance!” Gritó Yuichi.

Seguramente se estaba refiriendo a las mismas filosofías románticas de las que Mutsuko acababa de hablar, y Yuichi no podía imaginar nada más desagradable que ideas como esa.

“¡No estoy esparciendo nada! ¡Solo estoy dando un consejo como chica que soy!” Mutsuko objetó, sonando herida.

Yuichi miró a Kanako. Murmuraba para sí misma mientras escribía en un cuaderno. Ella parecía haberse retirado de la realidad… lo que significaba que probablemente podría proceder como si ella no estuviera allí.

“Um, tengo muchas preguntas que hacer. Pero primero, ¿qué quieres?” Le preguntó Yuichi a Chiharu. Si ella realmente solo hubiera aparecido para ‘causar un impacto’, él querría mandarla a volar.

“Ah, sí.” Dijo Chiharu con altivez. “Esa resonancia que mencionaste ha comenzado. Quería comunicártelo lo antes posible, por lo que elegí venir aquí personalmente.”

“¿Quién vendría además de ti? ¡Y podrías haber llamado!” Él protestó.

“¡Lo consideré lo suficientemente importante como para bajar del techo con una cuerda!”

“¡¿Qué tiene eso que ver con su importancia?!” Yuichi miró hacia la ventana y vio una cuerda colgando fuera de ella. Debió de haber bajado en rápel y atravesar el cristal. Tenía que admitir que estaba impresionado por su destreza física.

“Um, ¿cómo perdiste tanto peso?” Preguntó Aiko.

“¡¿Esa es tu pregunta, Noro?! ¡Aunque no puedo negar que tengo curiosidad!” Añadió Yuichi.

“¡Je, je! Descubrí que a Yuichi Sakaki no le gustaba mi apariencia anterior. ¡Adelgacé a través de una dieta al estilo Dannoura!” Chiharu, que ahora era tan delgada que parecía una persona completamente diferente, sacó el pecho con orgullo. Su pecho no había perdido mucha masa a pesar de su adelgazamiento general, pero por lo demás, parecía pesar alrededor de un tercio de su peso anterior.

“Nos vimos por última vez a mediados de noviembre, ¿no?” Preguntó Yuichi. Era un poco difícil de creer que pudiera adelgazar tanto en unas pocas semanas.

“¡Explícanoslo con más detalle!” Estalló Aiko.

“¡¿Por qué estás tan obsesionada con eso?!” Yuichi no podía imaginar por qué Aiko quería perder peso, pero tal vez eso era importante para las chicas.

“¡Hah! Es simple. ¡Disminuye la entrada, aumenta la salida! ¡Eso es todo!”

“¡Si fuera así de simple, el mundo no estaría lleno de técnicas de dieta!” Dijo Aiko con un raro destello de ira. La forma casual de Chiharu de expresarlo parecía haberle tocado un nervio sensible.

“¡Entonces digamos que complemente todo con una medicina familiar secreta de los Dannoura!”

“¿Y qué es la medicina…?”

“Suficiente, Noro.” Yuichi interrumpió a la rapaz Aiko.

Las artes marciales y la medicina estaban estrechamente relacionadas; había ramas que transmitían recetas secretas que la ciencia moderna todavía no podía analizar por completo. Cualquier medicamento que pudiera ser tan efectivo debe ser extremadamente poderoso, y probablemente no era algo en lo que un aficionado debería entrometerse.

“Dejando a un lado la dieta… ¿dijiste que la resonancia ha comenzado? ¿Sabes dónde está el enemigo?” Preguntó.

“¡Para nada!” Chiharu proclamó con orgullo. “¡¿Entonces por qué viniste aquí?!”

“Intenta cambiar la forma del enfoque.” Ofreció Makina con una sonrisa irónica. “La fuerza y el intervalo de la resonancia deberían cambiar. El grado del cambio debería darte una idea de en qué dirección se encuentra la Vasija Divina. Una vez que te acostumbres, podrás determinar sus posiciones de manera más concreta.”

“¡Ah… hmm! De hecho, siento varias… la más cercana está en aquella dirección, ¿creo?” Chiharu inclinó la cabeza y señaló la ventana rota.

Los demás miraron en esa dirección, pero, por supuesto, no había nadie allí… lo que significaba que el anfitrión de la Vasija Divina estaba, al menos, fuera de su línea de visión.

“Eso nos dificultará ir tras ellos… ¡ah, espera! ¡Monika está en problemas!” Exclamó Yuichi.

Monika tenía alguna de las Vasijas Divinas, pero no podía albergarlas, lo que significaba que no sabría sobre la resonancia. Yuichi la llamó rápidamente.

***

En la dirección hacia donde apuntaba Chiharu, había un grupo de tres personas.

Esto fue justo después de que Natsuki Takeuchi se escapara.

“¿Hm? ¿Eh? ¿Natsuki?” Yurika Maruyama miró a su alrededor, confundida.

Ella estaba parada en el sendero peatonal que corría a lo largo de la carretera, a cinco minutos de la escuela. Natsuki, que había estado allí hace un minuto, había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos.

Ante ella se encontraban un joven de aspecto pretencioso y un chico de aire sombrío, con un largo flequillo que le tapaba los ojos. Como para añadir aún más caos a la situación, la resonancia comenzó también en ese instante.

Ya había sentido esto… un sonido sordo en su mente, como el aleteo de las alas de un insecto. Esta vez, el gran volumen sugería que su enemigo estaba justo frente a ella.