Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 6

Extra 1: La Batalla Desesperada De La Diosa

“Kaoru regresó a su propio mundo. Dudo que vuelva a venir aquí.

Sin embargo, es posible que siga visitando este mundo, teniendo en

cuenta que pertenece a su amiga, Lady Celestine. Pero eso podría ser

dentro de varios siglos o incluso milenios, y podría descender en otro

país o incluso en otro continente. Tendría más sentido visitar lugares

en los que nunca ha estado si fuera a hacer turismo, ¿no?”

“…”

Emile hizo esta declaración bastante insensible a los seis miembros

de los Ojos de la Diosa y a Layette. Realmente no tenía otra opción.

Al final se iban a enterar, y era mucho mejor que escucharan la verdad

directamente de Emile y no a través de rumores de segunda mano o

adornados. Lolotte también estaba allí, ya que se había tomado un día

libre en el taller.

“Kaoru no se fue por voluntad propia. Sospecho que tenía la

intención    de    quedarse    hasta    que    todos    pudiéramos    ser

independientes… Esa es la clase de persona que es, ¿no estás de

acuerdo?”

Los otros siete asintieron. Efectivamente, Kaoru era esa clase de persona. A pesar de ser una diosa, era una deidad extraña, a la que no le gustaba que la trataran con reverencia, y que quería que los

huérfanos se dirigieran a ella de manera informal.

Los huérfanos se habían preocupado al principio, pero hicieron de

mala gana lo que se les dijo cuando Kaoru empezó a dirigirse a ellos

con reverencia e hizo que todos se sintieran incómodos. Se dieron cuenta de que era realmente aislante ser la única que recibía un trato diferente en la casa, y quisieron hacer lo que Kaoru quería.

“De todos modos, debido a los daños inesperados en su forma física

temporal, Kaoru tuvo que volver a su propio mundo antes de lo

previsto, y sus vacaciones aquí llegaron a su fin. ¿Se dan cuenta de lo

que esto significa?

Los siete asintieron.

“Todos tenemos que vivir por nuestra cuenta a partir de ahora, y

cada uno tiene una responsabilidad. Cualquiera que nos vea pensará:

‘Ah, así que esos son los huérfanos que cuidó la chica Kaoru’. Si

alguna vez hiciéramos algo vergonzoso…”

Los otros siete tragaron con fuerza.

“… El nombre de Kaoru quedaría manchado.”

Todos los niños palidecieron. Eso no podía ocurrir. Se jugarían la

vida para que eso no ocurriera nunca.

“Kaoru debía saber que esto era una posibilidad. Por eso nos hizo

prepararnos y nos enseñó todo tipo de cosas después de volver de su

viaje. Debió pensar en lo que nos pasaría si ella desapareciera de

repente… Y nosotros nos burlamos de ella y nos reímos…”

“Pero nadie pensó nunca que la hermana mayor Kaoru se casaría

de verdad…”

“S-Sí. Bueno, no pudimos hacer mucho al respecto. Yo pensé lo

mismo, y al final, se fue sin llegar a casarse…” Dijo Emile de acuerdo

con uno de los comentarios de los huérfanos.

Fueron bastante duros con Kaoru cuando se trató ese tema…

“Pero dejando eso de lado, la pregunta es: ¿qué vamos a hacer a

partir de ahora? Quiero decir, no tendremos ningún problema para salir

adelante. A ver, aparte de dejarnos vivir en su casa, nos ha ido bien sin

su apoyo financiero… En realidad, éramos nosotros los que la

cuidábamos, e incluso tenemos algunos ahorros.”

Lolotte había contribuido con sus ingresos del taller, y no tenían

que pagar el alquiler, las facturas del agua o la electricidad, lo que

dejaba los ingresos de siete personas (excluyendo a Layette). Sus

únicos gastos eran la comida y la leña para cocinar, y algunas compras

ocasionales de ropa. Ropa de segunda mano, por supuesto.

En cuanto a sus ingresos, se trataba de niños a los que Kaoru

cuidaba (o eso creía la gente), así que tenían trabajos adecuados. Ni

que decir tiene que nunca serían rechazados si solicitaban trabajo en

algún sitio. Losniños solían rechazar mejores oportunidades,diciendo: “No puedo cuidar de Kaoru si llego a casa demasiado tarde”, o “No puedo trabajar en lugares donde no podré reunir información para los

Ojos de la Diosa”. Aun así, ganaban un dinero decente a pesar de ser

selectivos con su trabajo.

Por supuesto, no es que recibieran un trato especial porque Kaoru

se ocupara de ellos (o eso pensaba la gente)… Podrían haber recibido ese trato especial si hubieran querido, pero Kaoru y los propios huérfanos nunca lo habrían aceptado. Los conocimientos y los procesos de pensamiento de los huérfanos estaban muy por encima del nivel de los demás niños de este mundo, gracias a las enseñanzas de Kaoru, lo que hacía que cada uno de ellos fuera increíblemente útil. Podían mejorar enormemente la eficiencia y los beneficios con facilidad dondequiera que trabajaran.

Porlo tanto,no había ningún problema con la situación actual. Cada uno de ellos podría ascender en su lugar de trabajo, casarse y seguir construyendo su carrera o incluso montar su propio negocio. Eso les permitiría llevar una vida bastante decente.

… La cuestión era que eso no era lo que ninguno de ellos deseaba.

“¡Si no hacemos algo, Kaoru será eclipsada por la Orden de la

Diosa! Ellos afirman que Lady Celestine es la única diosa, y

consolidarán la posición de Kaoru en la historia como una persona

normal con la bendición de Lady Celestine. Y…”

“¡¡¡No podemos dejar que eso ocurra!!!” Gritaron todos.

“Hablé con el Gremio de Comercio. Dijeron que mientras sólo

vendamos ingredientes y no medicamentos reales, no necesitaremos

ninguna licencia o permiso relacionado con la botica. Así podremos

registrarnos como un pequeño negocio familiar.”

“Bien, entonces es tal y como me dijo el maestro Gruber. Alquilemos la casa de al lado, con la condición de que podamos hacer trabajos de construcción en parte del edificio, y luego pidamos a un maestro carpintero que nos ayude a convertirla en una tienda. Luego aseguraremos una ruta de abastecimiento, y el grupo de mayores se registrará como cazadores para recolectar nuestras propias hierbas. Entonces…”

La mirada de Emile se dirigió a un tablón de anuncios cercano.

Decía: Templo Principal de la Diosa Kaoru.

De hecho, el objetivo de los huérfanos era grabar el nombre y los

logros de Kaoru en la historia.

“Debemos establecer una infraestructura económica para no tener

que depender de los creyentes, las donaciones, el trabajo misionero o

la expansión. Crearemos una organización que sólo sirva para registrar

hechos e información histórica que se transmita al futuro. Todo para

que un día, cuando Kaoru descienda de nuevo a este mundo, podamos

mostrarle todo lo bueno que surgió de sus acciones, de cómo nos había

salvado a todos… ¡Hagamos esto, chicos!”

“¡¡¡Sííííííííííííí!!!” Gritaron al unísono.

“He oído que has empezado algo interesante…”

“¿Por qué estás aquí, Fran…?”

“¡Déjame ayudar un poco!”

“¿Tú también, Roland?”

“¿Qué es eso que he oído sobre una religión que alaba a Lady

Kaoru?”

“Quién eres…oh, eres el dueño de Carlos… Tus ojos son tan

parecidos a los de Kaoru, que me asustaste por un segundo…”

“Le debemos mucho a Lady Kaoru. Si se ha fundado una nueva

religión en su honor, no nos opondríamos a convertirnos…”

“¿Quiénes son ustedes…? Espera, ¿qué? ¿Almirantes de la Armada

Imperial de Aligot? ¿Y usted es el presidente de la asociación de armadores?”

“Ahora todo parece tan plausible…”

“Sí. Pero dudo que tengamos más gente que ésta. Deberíamos estar

bien mientras tengamos la suficiente autoridad para repeler a

cualquiera de la orden de Lady Celestine que intente darnos la lata…

“¡Muy bien, el Templo Principal de la Orden de la Diosa Kaoru está

oficialmente en marcha!”

Los huérfanos habían iniciado repentinamente una nueva religión.

La religión afirmaba que Santa Kaoru, una mensajera de la Diosa que

había salvado a los huérfanos y evitado una guerra entre naciones

sacrificándose, era una diosa en sí misma. Las religiones de este

mundo se habían dividido en muchas sectas, pero trataba a la Diosa

Celestine como la única deidad. En otras palabras, adorar a cualquier

otro dios se consideraba una herejía.

… Sin embargo, incluso los creyentes de la Orden de la Diosa

Celestine no podían adoptar una postura demasiado fuerte contra esta

nueva religión. Kaoru era el Ángel de la Diosa Celestine, y ahora era

alabada como una santa tras su fallecimiento. Además, Kaoru había

salvado la vida de los huérfanos que habían iniciado la religión. A sus

ojos, era realmente una diosa. Nadie se atrevía a negar sus creencias ni

a tacharla de herejía. Los sacerdotes, especialmente. Es decir,

cualquier sacerdote que se preocupara por su reputación entre el

pueblo…

Por no hablar de que estaba respaldado por el gran héroe y

guardiana del continente, Fran, y el hermano del rey, Roland, y su

apoyo no era sólo de aristócratas de su propio país. Una noble de otra

tierra que era conocida por ser amada por la Diosa, miembros de la

Armada Imperial de Aligot, y propietarios y tripulaciones de barcos

mercantes habían puesto todo su apoyo detrás del movimiento.

Teniendo en cuenta que no tenían intención de extender su influencia

y no mostraban signos de mala intención, no tenía sentido perseguir un

grupo religioso tan pequeño.

De hecho, dejarlos solos era la mejor opción. Pensaron que la mejor

manera de resolver esto sin hacer olas era tratarlos como una de las

muchas pequeñas sectas que se habían escindido de la Orden de Celestine…

Y unos años después…

“¡Tenemos un paquete de Beliscas!”

“Bien. Los barcos mercantes del Imperio Aligot entrarán en los

puertos la próxima semana. La carga transportada en los acorazados

debería llegar incluso antes. Quiero que el equipo de recolectores

detenga su trabajo después de hoy y les dé un poco de apoyo. Voy a solicitar al Gremio de Cazadores que se encargue de la recolección en su lugar.”

“¡Entendido! Jeje, somos un ‘negocio familiar’, así que no tenemos

gastos generales, la marina del imperio nos aloja a cambio de darles

algo de alcohol, y los barcos mercantes se encargan de los envíos por

una pequeña cuota, así que no hay manera de que ningún comerciante

pueda competir con nuestros precios. Tal vez podamos monopolizar

las rutas de suministro de las boticas de la capital real… no, supongo

que no podemos…”

“Jaja, claro…” El joven llegó a su propia conclusión sin que Emile

tuviera que decirlo.

Nada bueno resulta de ir demasiado lejos con nada. ¿Qué pasaría si

una empresa se adjudicara la cadena de suministro de un recurso

importante y de repente dejara de funcionar? Por muy estable que sea una empresa, un producto clave podría dejar de estar disponible de repente debido a un clima desfavorable, una guerra o cualquier otra razón inesperada. Además, una empresa con la que se estaba haciendo negocios podría cerrar de repente antes de pagar su saldo, o un ladrón podría entrar y robar el dinero o los productos. Y lo que es peor, unos bandidos podrían matar a todos los trabajadores e incluso incendiar la tienda…

Puede tratarse de bandidos que sólo querían robar algo, o de aquellos que fueron contratados por alguien. Por ejemplo, por el propietario de una gran empresa o de una tienda importante a la que una tienda emergente le había quitado su cuota de mercado y había rebajado sus precios… Y si una empresa que monopolizaba la oferta quebrara de repente, la distribución de ese producto se detendría por completo. Esto no sería un problema si se tratara de un artículo no esencial o de lujo, pero cualquier cosa relacionada con vidas humanas era otra historia… Y, por supuesto, los ingredientes para la medicina entraban en esa categoría.

… Lo mejor era hacer “lo justo” en los negocios. Ir demasiado lejos

sería buscarse problemas.

“Bueno, haremos algunas ganancias decentes con los ingredientes

para la medicina. Y si alguna vez dejamos de ganar dinero, siempre

podemos cambiar de rumbo…”

… Algún tiempo después, se compró la casa contigua a la de los

huérfanos, al otro lado de la botica. Sí, ya habían ganado y ahorrado lo suficiente para una adquisición tan importante. Después de todo, ya habían comprado la botica hace varios años.

El negocio iba viento en popa. No es de extrañar. Después de todo,

contaban con poderosas armas en su arsenal:

El valor del nombre de Kaoru.

Un poderoso sentimiento de unidad y amor familiar que superaba

con creces el de una familia real…

Y los conocimientos y tácticas comerciales de la Tierra que Kaoru les había inculcado.

Nadie podría competir…

“Huh, hay una nueva tienda a dos edificios de la botica. Veamos…

¿‘La Tienda de Recuerdos de losOjos de la Diosa’? Esa botica también

tenía ‘Los Ojos de la Diosa’, y creo que la llevan esos antiguos

huérfanos…”

Ya nadie llamaba “huérfanos” a Emile y a los demás de los Ojos de

la Diosa.

Hoy día, se referían a ellos como “antiguos huérfanos”, “los

chicos/chicasde la casa de Kaoru” o “esos chicos/chicasNagase.” Esto

último se debía a que los niños se habían puesto el apellido Nagase, y

la gente del pueblo suponía que era el nombre de su tienda o algo así.

El nombre real de la tienda era “Los Ojos de la Diosa”… Además, los

antiguos huérfanos eran considerados adultos ahora que tenían más de

quince años, por lo que eran demasiado mayores para referirse a ellos

sólo como “huérfanos”.

Y en la nueva tienda, había un aviso que decía: “¡Consigue aquí tus

Galletas de Arroz Lady Kaoru!”…

“¿Galletas de arroz?”

Las galletas de arroz, conocidas como senbei en Japón, ya se

fabricaban en las épocas Jomon y Yayoi, pero parecía que o bien no se

hacían aquí o no se conocían comúnmente, a juzgar por el tono de

desconocimiento del hombre.

“Supongo que echaré un vistazo dentro…”

En la tienda había varios artículos.

La “Muñeca de Madera de Lady Kaoru”, la “Muñeca de Peluche

de Lady Kaoru”, la “Máscara de Lady Kaoru”, la “Muñeca de

Protección Contra el Mal Lady Kaoru”, las “Galletas de Arroz de Lady

Kaoru”, los “Amuletos de Lady Kaoru”, “Todo Sobre la Orden de la

Diosa Kaoru”, “La Dieta de Lady Kaoru”…

La dura mirada de la máscara y la muñeca que aleja el mal eran

muy fieles al material original, y se decía que eran muy eficaces para

mantener el mal a raya. Los dos libros, que también podían encontrarse

en las bibliotecas, habían sido escritos por Emile y Belle,

respectivamente. Elmétodo de ladieta era realmente eficaz paraperder

peso, pero reducía principalmente el peso de los pechos, por lo que no

era tan popular.

Belle se enfadó bastante ante las quejas y gritó: “Dice que es la

Dieta ‘Lady Kaoru’, ¿no?”

En cualquier caso, estos productos llevaban mucho tiempo en el

almacén, y todavía se vendían cuando Kaoru resucitó. Menos mal que

Kaoru entró por casualidad en la botica y no en la tienda de

recuerdos…

“Vamos a vivir. Tendremos descendientes, que seguirán

protegiendo el legado de Kaoru. Confiemos en la posibilidad de que

Kaoru llegue un día a verlo todo con sus propios ojos…”

“¡Sí!” Gritaron todos.

“… Y por ahora, Belle y yo hemos tenido nuestro primer

descendiente…”

“¡Teejee!”

“¡Tsk!” Dijeron los otros.

“Achille y yo también tenemos un hijo…”

“¡Tsk!” Se escuchó aún más fuerte de los que no tienen hijos.

“Cumpliremos el sueño no realizado de Kaoru de vivir una vida

matrimonial feliz…”

“Si la hermana mayor Kaoru oyera eso, probablemente gritaría…”

“¡¡¡Cállate!!!” Vitorearon todos juntos.